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El Nobel de Medicina ha distinguido este lunes a la húngara Katalin Karikó y al estadounidense Drew Weissman por sentar las bases para el desarrollo de las vacunas con ARN mensajero (ARNm) contra el Covid-19 y otras enfermedades infecciosas.
Sus investigaciones no solo alteraron la comprensión de “cómo el ARN mensajero interactúa con nuestro sistema inmune”, sino que fueron “cruciales” para obtener vacunas efectivas a un ritmo “sin precedentes” durante “una de las grandes amenazas a la salud humana en tiempos modernos”, destacó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
Los descubrimientos sobre las modificaciones de las bases de nucleósidos logrados por ambos investigadores podrían ser usados además en el futuro para tratar ciertos tipos de cáncer y producir proteínas terapéuticas.
La presidenta del comité nobel de Medicina, Gunilla Carlsson indicó, en la rueda de prensa posterior al anuncio del premio, que el éxito de las vacunas contra Covid-19 han tenido una enorme repercusión en el interés de las tecnologías basadas en ARNm.
Entre las aplicaciones enumeró nuevas vacunas contra otros virus, como el de la gripe, esta tecnología es una plataforma “rápida y flexible” para realizarlas.
Además, se investiga en vacunas terapéuticas para el cáncer, ya sea de manera personalizada o más general, y existen ensayos clínicos para administrar proteínas terapéuticas. “Hay mucho trabajo que veremos en el futuro”, dijo Carlsson.
El fallo resalta que durante mucho tiempo ha habido vacunas basadas en virus muertos o debilitados, pero que no fue hasta décadas recientes, gracias a los progresos en biología molecular, que se empezaron a probar otras a partir de componentes virales individuales.
Usando el código genético viral se han obtenido así vacunas contra la hepatitis B o el ébola.
El hecho de que la producción de vacunas basadas en virus, proteínas o vectores requiera cultivo celular a gran escala, lo que limita la producción en caso de brotes o pandemias, ha impulsado durante tiempo a los científicos a buscar tecnologías de vacunas independientes de este.
En la década de 1980 se introdujeron métodos eficientes para producir ARNm sin cultivo celular, denominados transcripción in vitro, pero su inestabilidad, las dificultades para producirlo y que causase reacciones inflamatorias limitó sus aplicaciones clínicas.
Mientras trabajaban en la Universidad de Pensilvania (EUA), Karikó y Weissman, que compartían su interés por el uso terapéutico del ARNm, empezaron a colaborar en las diferentes formas de interacción de este con el sistema inmune.
Descubrieron que las células dendríticas -importantes en la vigilancia inmunitaria y la activación de respuestas inmunológicas inducidas por vacunas- reconocían ARNm transcrito in vitro como una sustancia extraña que las activaba y liberaba moléculas de señalización inflamatorias.
En una investigación publicada en 2005 revelaron que la respuesta inflamatoria era prácticamente eliminada cuando se incluían modificaciones de base en el ARNm y, en otros estudios posteriores, que la producción de proteínas aumentaba de forma notable, lo que eliminaba “obstáculos críticos” en sus aplicaciones terapéuticas.
Varias compañías comenzaron a trabajar a partir de 2010 usando ese método para producir primero vacunas contra el virus Zika y el MERS-CoV, y años más tarde, con la pandemia de Covid-19 contra el SARS-CoV-2, lo que permitió tener vacunas efectivas contra este a finales de 2020.
“Las vacunas han salvado millones de vidas y prevenido enfermedades severas en muchas más, permitiendo a las sociedades abrir y regresar a condiciones normales”, explica el Karolinska.
Nacida en Szolnok (Hungría) en 1955, Karikó se formó en su país antes de ampliar estudios a finales de la década de 1980 en Estados Unidos, donde ejerció la docencia en la Universidad de Pensilvania hasta 2013, para pasar luego a ocupar puestos dirigentes en la farmacéutica BioNTech, una de las productoras de vacunas contra el Covid-19.
El secretario del Comité del Nobel de Medicina Thomas Perlmann, encargado de comunicar el galardón por teléfono a los elegidos, dijo que ambos estaban abrumados y agradecidos
Pelmann destacó la figura de Karikó, “una científica extraordinaria e inusual” a la que apasionó la idea del ARNm y su uso terapéutico, y que “resistió cualquier tentación de alejarse de ese camino y hacer algo quizás más fácil”.
Weissman (Lexington, EUA, 1959) se especializó en bioquímica y enzimología en la Universidad Brandeis y continuó su labor científica en la Universidad de Boston, los Institutos Nacionales de Salud y en la Universidad de Pensilvania, donde comenzó a trabajar con Karikó en el estudio del ARN y el sistema inmunitario innato.
Ambos han recibido premios como el Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2021), así como el Premio Rosenstiel (EUA) en 2020.
Los premiados suceden en el palmarés del Nobel de Medicina al sueco Svante Pääbo, galardonado el año pasado por sus descubrimientos sobre el genoma de homínidos extinguidos y la evolución humana.
Karikó, que también tiene nacionalidad estadounidense, es la primera húngara en ganar un Nobel y la décimo tercera mujer en recibir el de Medicina, de un total de 227 galardonados desde 1901.
Ambos compartirán 997 mil dólares con que están dotados este año todos los Nobel.
La ronda de ganadores continuará mañana con el premio de Física, al que seguirán, en los próximos días, los de Química, Literatura, de la Paz y Economía.
Referencia
Karikó K, Weissman D. The Nobel Prize in Physiology or Medicine 2023. Press Release.
3 octubre 2023 | Fuente: el Comentario |Tomado de Ciencia y Salud
sep
27
Aunque los científicos saben desde hace tiempo que los seres vivos actúan con un propósito, el origen de este sentido de la finalidad sigue siendo un misterio.
Un grupo de investigadores de la Universidad Atlántica de Florida cree haber dado con la clave de cómo los seres humanos aprendemos a actuar de acuerdo a un fin, esto es, la intencionalidad de las acciones de las personas.
Sus hallazgos, publicados en agosto en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PANS), abren una ventana a la psicología de los bebés, que son su principal objeto de estudio.
Ya en el siglo IV antes de Cristo, Aristóteles escribía, en su Ética a Nicómaco: «Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre elección parecen tender a algún bien». Pero ¿cómo surge esa tendencia?
Según los autores del estudio (Significado a partir del movimiento y la quietud: características de la dinámica de la coordinación revelan la intencionalidad en infantes), la clave no está solo en las acciones de los bebés, sino en los momentos en los que no actúan.
«Los bebés de nuestro estudio han demostrado algo realmente profundo: que hay acción en medio de la inacción, e inacción en medio de la acción. Ambas ofrecen información importante al bebé que explora el mundo y su lugar en él», dijo en un comunicado el neurocientífico J. A. Scott Kelso, autor principal del estudio.
«La dinámica de coordinación del movimiento y la quietud constituyen conjuntamente la unidad de la percepción consciente del bebé: que puede hacer que sucedan cosas en el mundo. Intencionadamente», agregó.
El experimento con bebés
Para llegar a esta conclusión, Kelso y sus colegas pusieron en marcha un curioso experimento: pusieron un móvil sobre la cabeza de varios bebés y, al principio, les dejaron observar cómo se movía, siguiendo un patrón circular.
Después, conectaron el móvil al del pie de los sujetos, de tal forma que cuando el bebé daba patadas, el objeto se movía. De esta forma pudieron observar (y medir) el momento en que los movimientos del sujeto dejaban de ser aleatorios y se volvían intencionales.
Este momento, según Kelso, se caracteriza por un cambio en el patrón de los movimientos del bebé, que se vuelven mucho más intensos.
Una de las claves del estudio está en el papel que los investigadores le dan al entorno, que consideran una parte fundamental del proceso a través del cual surge la intencionalidad.
Según Kelso, la retroalimentación positiva amplifica y subraya la relación causa-efecto entre el movimiento del bebé y el móvil.
«En cierto nivel crítico de coordinación, el bebé reconoce sus poderes causales y pasa de un comportamiento espontáneo a otro intencional. Este momento se caracteriza por un aumento brusco de la velocidad de movimiento del bebé», agregó.
Teoría de la dinámica de la coordinación
Las bases de esta idea surgen de la teoría de la dinámica de la coordinación, desarrollada por Kelso y sus colegas, que entiende el movimiento coordinado no solo como los patrones que lo constituyen sino como el resultado de un sistema de ecuaciones capaces de describir desde células hasta sociedades.
En este sentido, realizando un análisis pormenorizado de los movimientos de los bebés, los investigadores vieron que había patrones no solo en sus acciones, sino también en sus pausas.
La dinámica de la coordinación de movimiento y quietud constituyen, conjuntamente, la unidad de la consciencia del bebé –que pueden hacer que sucedan cosas en el mundo, de manera intencional», explicó Kelso en el comunicado.
Los investigadores esperan que la información sobre los patrones que siguen los bebés a la hora de aprender a actuar de manera intencional ayude a desarrollar mejores tratamientos médicos infantiles.
Referencia
Sloan T, Aaron Jones N, Scott Kelso JA. Meaning from movement and stillness: Signatures of coordination dynamics reveal infant agency. PNAS.2023; 120 (39) e2306732120. https://doi.org/10.1073/pnas.2306732120
202023
Fuente: (DW.com) Tomado de Ciencia |Global © 2023 Deutsche Welle
sep
26
Una nueva investigación muestra que el tratamiento promovió el crecimiento óseo en ratones que vivieron en la Estación Espacial Internacional y en la Tierra sin ningún adverso aparentes efectos.
Un equipo de científicos dice que pueden haber encontrado una nueva forma de mitigar una de las complicaciones más peligrosas de los viajes espaciales: la constante e inevitable pérdida de masa ósea. En una nueva investigación publicada esta semana, el tratamiento experimental del equipo pudo promover el crecimiento óseo en ratones vivir a bordo de la Estación Espacial Internacional durante al menos nueve semanas, aparentemente sin efectos adversos. Se necesitarán más estudios para validar esto tratamiento antes de que pueda ser usado en humanos, sin embargo.
Por divertido que pueda parecer estar casi ingrávido, el entorno de microgravedad del espacio puede tener efectos profundamente negativos en nuestros cuerpos si nos quedamos allí arriba. demasiado tiempo. Nuestros huesos, en particular, en realidad dependen del estrés mecánico regular para mantenerse sanos, gran parte del cual proviene de la lucha contra la gravedad de la Tierra. . Sin este estrés, la producción corporal de células formadoras de hueso (llamadas osteoblastos) comienza a disminuir. con el desgaste constante de nuestros huesos, esto lleva a pérdida ósea progresiva, lo que puede aumentar el riesgo de fracturas durante la misión y posiblemente incluso más adelante en la vida. Los astronautas pueden perder hasta 1 % de su masa ósea por cada mes que pasan en el espacio, mientras que la recuperación en la Tierra puede llevar años después de un largo viaje.
Los astronautas harán ejercicio durante horas al día en el espacio para evitar la pérdida ósea, pero es una medida provisional imperfecta y que requiere mucho tiempo. Es casi seguro que una solución alternativa segura y altamente efectiva a este problema es esencial para hacer de los viajes espaciales de largo plazo una realidad práctica para la humanidad en grande. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y el Instituto Forsyth en Cambridge, Massachusetts, creen que ahora son uno paso más importante hacia ese objetivo.
Su trabajo anterior había demostrado que una molécula particular llamada molécula tipo NELL-1 (NELL-1) juega un papel crucial para ayudarnos a desarrollar y mantener la densidad ósea. Luego crearon una versión de NELL-1 que podría permanecer en el cuerpo por más tiempo sin perder su efecto, una una consideración importante para los viajes espaciales dado lo ocupados que pueden estar los astronautas durante una misión. Por último, combinaron su NELL-1 con bisfosfonato, una clase de fármaco que ya se utiliza para prevenir la pérdida ósea, con el fin de atacar mejor el tejido óseo y, con suerte, evitar los efectos secundarios observados. con el uso típico de bisfosfonatos.
Luego probaron su tratamiento en ambos con destino al espacio. y ratones terrestres, comparándolos con controles. Algunos de los ratones espaciales sólo subieron a la ISS durante cuatro horas y media semanas y regresaron a la Tierra, mientras el resto permaneció y fueron observados durante nueve semanas. Centro Espacial Kennedy. Al final del experimento, todos los ratones tratados mostraron signos de crecimiento óseo “sin efectos adversos evidentes para la salud”. efectos”, según los autores.
Los resultados del equipo, publicado Monday en la revista Microgravity, son sólo el comienzo de mostrar que este tratamiento puede funcionar según se previsto. Y requerirá más datos para confirmar verdaderamente la seguridad y eficacia a largo plazo del medicamento. Sin embargo, Los autores están entusiasmados con las implicaciones de su investigación y lo que podría significar para los viajes espaciales.
“Nuestros hallazgos son tremendamente prometedores para el futuro de la exploración espacial, particularmente para misiones que involucran estancias prolongadas en microgravedad”, dijo el autor principal para correspondencia. Chia Soo in a declaración from UCLA.
Idealmente, este tratamiento podría incluso tener otros usos prácticos, señalan los autores. Hay muchas afecciones médicas en la Tierra que agotan nuestra fuerza ósea, como la osteoporosis grave. Y no es descabellado esperar que la molécula del equipo pudiera ayudar a prevenir el deterioro musculoesquelético de manera más general.
Por ahora, el equipo todavía está analizando los datos de los ratones que regresaron a la Tierra, una hazaña en mismo, ya que fue el primer retorno de animales vivos (“Vuelo LAR”) de ratones realizado por científicos estadounidenses.
Referencia
Ha P, Kwak JH, Zhang Y, Shi J, Tran L, Pan Liu T, et al. Bisphosphonate conjugation enhances the bone-specificity of NELL-1-based systemic therapy for spaceflight-induced bone loss in mice. npj microgravity. 2023; 75. https://doi.org/10.1038/s41526-023-00319-7
Fuente:( Gizmodo) Tomado de Ciencia
sep
26
La exposición intraútero a inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina se ha relacionado con una reducción del volumen cerebral en los niños, según muestran los resultados de un estudio poblacional grande.
Sin embargo, los investigadores, dirigidos por el Dr. Henning Tiemeier, Ph. D., profesor de ciencias sociales y del comportamiento de la Harvard TH Chan School of Public Health en Boston, Estados Unidos, indicaron que los hallazgos deben interpretarse con cautela porque el tamaño de la población del estudio que recibió resonancia magnética cerebral era relativamente pequeño.
El Dr. Tiemeier dijo a Medscape Noticias Médicas que las asociaciones detectadas eran pequeñas y no podían mostrar causalidad entre el uso prenatal de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y una disminución de la materia gris y blanca en ciertas áreas del cerebro.
«Las mujeres que están embarazadas y reciben terapia de mantenimiento deben consultar a su terapeuta si aún necesitan terapia preventiva y si hay alternativas. Esta elección debe considerarse escrupulosamente y se debe asesorar cuidadosamente a las mujeres», afirmó.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 30 de agosto en JAMA Psychiatry.
Una decisión importante
Los investigadores señalaron que la decisión de prescribir antidepresivos, en particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, durante el embarazo es un desafío; aunque su uso en ese estado generalmente se considera seguro, algunas investigaciones previas sugieren una asociación con desenlaces negativos en la descendencia, incluidos efectos adversos sobre el desarrollo neurológico.
Sin embargo, los investigadores también apuntaron que es posible que las mujeres embarazadas que usan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina puedan tener otros factores, incluidos síntomas depresivos más graves, que pueden asociarse de forma independiente con resultados adversos en la descendencia.
Para investigar el vínculo entre la exposición intrauterina a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y el desarrollo del cerebro, los investigadores llevaron a cabo un estudio prospectivo basado en la población que contó con 3.198 personas embarazadas con una fecha prevista de parto entre abril de 2002 y enero de 2006. Las participantes del estudio se dividieron en cinco grupos: 41 que usaron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina durante el embarazo; 257 que no usaron los fármacos, pero tuvieron síntomas depresivos durante el embarazo; 77 que usaron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina prenatalmente; 74 que desarrollaron síntomas depresivos después del parto, y 2.749 controles sin uso de los inhibidores ni síntomas depresivos. Las participantes tenían una edad promedio de 31 años y todas se identificaron como mujeres.
De las que tomaron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina durante el embarazo, 20 los usaron solo durante el primer trimestre y 21 los usaron el primero o en uno o dos trimestres adicionales. Entre los inhibidores utilizados estuvieron paroxetina, fluoxetina, sertralina, fluvoxamina y citalopram.
Leer más: Koc D, Tiemeier H, Stricker BH, Muetzel RL, Hillegers M, Marroun H. Prenatal Antidepressant Exposure and Offspring Brain Morphologic Trajectory. JAMA Psychiatry.2023: e233161. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2023.3161. PMID: 37647036.
21/09/2023
Fuente: (Medscape) Tomado de Noticias Médicas © 2023 WebMD, LLC
sep
22
Los dispositivos de implante cerebral podrían tener un impacto transformador en la salud humana. Ahora la empresa de Elon Musk, Neuralink, puede probar sus implantes en un ensayo con humanos.
«El futuro va a ser un lugar extraño», dijo Elon Musk en 2020, al explicar los posibles usos de los implantes cerebrales desarrollados por su empresa de neurotecnología Neuralink.
Durante los últimos siete años, la empresa ha estado desarrollando un chip informático diseñado para ser implantado en el cerebro, donde monitoriza la actividad de miles de neuronas.
El chip, oficialmente considerado una «interfaz cerebro-ordenador» (BCI), consiste en una minúscula sonda que contiene más de 3.000 electrodos unidos a hilos flexibles más finos que un cabello humano.
Musk quiere vincular el cerebro con los ordenadores para poder descargar información y recuerdos del interior de la mente, como en la película de ciencia ficción «Matrix», de 1999.
Además de utilizar la tecnología para tratar enfermedades como la ceguera y la parálisis, Musk ha expresado su ambición de utilizar Neuralink para lograr la telepatía humana, que, según él, ayudaría a la humanidad a prevalecer en una guerra contra la inteligencia artificial. También ha dicho que quiere que la tecnología proporcione a la gente «supervisión».
Neuralink reveló el martes (19.09.2023) que ha recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para poner en marcha su primer estudio clínico en humanos.
¿Ciencia ficción o realidad
¿Son factibles algunas de las ideas de ciencia ficción de Musk? La respuesta es: no.
«No podemos leer la mente de las personas. La cantidad de información que podemos descodificar del cerebro es muy limitada», afirma Giacomo Valle, ingeniero neuronal de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).
Juan Álvaro Gallego, investigador en BCI del Imperial College de Londres (Reino Unido), se muestra de acuerdo, y afirma que es difícil imaginar que las BCI nos lean la mente en esta vida.
Un mono implantado con Neuralink juega a Pong con su mente.Imagen: Youtube.com/Neuralink
ʺEl problema fundamental es que no sabemos realmente dónde o cómo se almacenan los pensamientos en el cerebro. No podemos leer los pensamientos si no entendemos la neurociencia que hay detrás de ellos», declaró Gallego a DW.
Usos clínicos de las BCI basados en la realidad
Musk mostró por primera vez la tecnología Neuralink en 2019, presentando un cerdo con un chip Neuralink implantado en el cerebro y un video de un mono controlando una paleta del videojuego Pong con la mente.
Pero el potencial de las BCI va mucho más allá de unos animales que juegan.
Según Gallego, esta tecnología se desarrolló en un principio para ayudar a comunicarse a personas paralizadas por lesiones medulares o afecciones como el síndrome de enclaustramiento, en el que el paciente está plenamente consciente pero no puede mover ninguna parte del cuerpo excepto los ojos.
ʺSi pudiéramos traducir su comunicación interna a palabras en un ordenador, cambiaría su vidaʺ, afirma Gallego.
El nacimiento de la neuroética
A largo plazo, según Valle, las BCI plantean «una serie de problemas éticos» que deberán ser estudiados detenidamente por investigadores, empresas, organismos de financiación, reguladores y los propios usuarios.
La tecnología está dando lugar a un nuevo campo de investigación moral: la neuroética. Es aquí donde los debates se vuelven más de ciencia ficción.
ʺPor ejemplo, ¿cuáles son las consecuencias de las violaciones de la privacidad cuando los datos en cuestión se refieren a los pensamientos de las personas? ¿Cómo garantizar que la falta de acceso no agrave la desigualdad social? ¿Qué ocurre cuando esta información puede introducirse directamente en el cerebro? ʺ, plantea Valle.
Al fin y al cabo, el papel de la ciencia ficción es prepararnos para lo que pueda depararnos el futuro.
Las advertencias sobre la vigilancia y el control tecnológico ya estaban presentes en novelas de principios del siglo XX, como «Un mundo feliz», de Aldous Huxley, y «1984», de George Orwell. ¿Las hemos escuchado?
Referencia
Neuralink Clinical Trial. Neuralink’s First-in-Human Clinical Trial is Open for Recruitment.
20/09/2023
Fuente: (DW.com) Tomado Ciencia- Global
© Neuralink 2023
sep
21
Un trabajo, en el que participa el IIBB-CSIC, revela los mecanismos moleculares que impiden que el ADN mitocondrial se herede de los padres
CSIC/DICYT Un rasgo evolutivo de los humanos y de la mayoría de animales es que heredan el ADN mitocondrial exclusivamente de la madre, a pesar de que los espermatozoides del padre tienen mitocondrias. Si los espermatozoides tienen mitocondrias, ¿por qué no trasmiten ADN mitocondrial?
Responder a esta pregunta es lo que ha hecho un equipo internacional en un trabajo publicado en Nature Genetics y que cuenta con la participación de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC (IIBB). Tras varios años de investigación, han podido demostrar que los espermatozoides no tienen ADN mitocondrial y que, además, sus mitocondrias carecen de un factor de transcripción A (o TFAM, del inglés Transcription Factor A mitocondrial) que es imprescindible para que el ADN mitocondrial humano se replique.
“En muchas especies, incluida la humana, las mitocondrias del espermatozoide se introducen en el óvulo durante la fecundación, así que una de las hipótesis existentes era que el ADN mitocondrial sí que llegaba al ovocito pero se eliminaba en el proceso de fecundación”, detalla el investigador Ramón Trullás, investigador del CSIC en el IIBB y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED). Ramón Trullás ha desarrollado esta investigación con su equipo, formado por Anna Calderon, Margalida Puigròs y Petar Podlesniy. Han colaborado junto con los equipos de Shoukhrat Mitalipov (Oregon Health & Science University, EUA) y Dmitry Temiakov, coordinador del estudio, y su equipo William Lee, Angélica Zamudio-Ochoa y Gina Buchel (Thomas Jefferson University, EUA).
PCR digital
Para averiguar si los espermatozoides tienen ADN mitocondrial, los investigadores del IIBB-CSIC han desarrollado una técnica de PCR digital, más precisa que el PCR convencional y que permite cuantificar en una misma muestra el número absoluto de ADN en diferentes tipos de células. Los análisis se han realizado con muestras procedentes de clínicas de Oregón (EEUU).
Los resultados muestran que los espermatozoides no tienen ni una sola molécula completa de ADN mitocondrial, y que el ADN mitocondrial residual encontrado probablemente ni siquiera es de los espermatozoides. “Cada espermatozoide contiene entre 50 y 70 mitocondrias, que corresponden a menos de 0,01 moléculas de ADN mitocondrial. Aunque extremadamente bajo, esta cifra probablemente se explicaría por unas pocas células que contaminaban las muestras (concretamente leucocitos)”, explican los autores en el trabajo.
Los investigadores han descubierto que lo que explica la ausencia de ADN en las mitocondrias del espermatozoide es un proceso de relocalización del factor de transcripción TFAM, una molécula que penetra en las mitocondrias para la replicación del ADN mitocondrial. Durante la espermatogénesis, el espermatozoide modifica la señal de localización de TFAM y no permite que penetre en las mitocondrias sino que la dirige al núcleo del espermatozoide, lo que evita la replicación del ADN mitocondrial.
“Nuestro trabajo demuestra que la modificación de TFAM durante la espermatogénesis resulta en la eliminación del ADN mitocondrial y explica su herencia materna. Un proceso fascinante, producto de la evolución, que impide la herencia del ADN paterno”, añade Trullás.
Este descubrimiento de la relocalización de TFAm tiene importantes implicaciones para los campos de la fertilidad humana y la terapia de células germinales, ya que podría explicar algunos casos de oligospermia y de oligoastenospermia, una alteración en la que se da un bajo recuento y una baja movilidad de espermatozoides. De hecho, se han encontrado niveles elevados de ADN mitocondrial en el esperma de hombres infértiles con oligoastenospermia grave, dicen los investigadores.
Referencia
Lee W, Zamudio-Ochoa A, Buchel G, Podlesniy P, Marti Gutierrez N, Puigros M, et al. Molecular basis for maternal inheritance of human mitochondrial DNA. Nat Genet. 2023. https://doi.org/10.1038/s41588-023-01505-9
https://www.nature.com/articles/s41588-023-01505-9
20/09/2023
Fuente: (Dicyt) Noticias – Salud España