ene
5
Un nuevo estudio indica que la gravedad de la deposición de amiloide en el cerebro, y no sólo la edad, puede ser clave para determinar la evolución del Alzheimer y quién se beneficiará de las nuevas terapias antiamiloide para retrasar la progresión de la enfermedad, según publican en Neurology un grupo de clínicos y científicos de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.). El trabajo constata que la acumulación de aglomeraciones beta amiloides tóxicas, que señalan el Alzheimer, se acelera en la vejez, pero la carga amiloide basal y la salud general del cerebro son predictores más potentes de quién tiene más probabilidades de evolucionar a enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores se propusieron analizar en profundidad la relación entre la deposición de beta amiloide y los nuevos casos de demencia en 94 ancianos que no tenían problemas cognitivos cuando se inició el estudio. Los participantes se inscribieron en el estudio a una edad media de 85 años y fueron seguidos durante 11 años o hasta su fallecimiento, recibiendo al menos dos PET a lo largo del estudio. La tasa de deposición de amiloide en el cerebro de estas personas se comparó con la de un grupo más joven del estudio Australian Imaging, Biomarker, and Lifestyle (AIBL). Los investigadores observaron un aumento constante de la acumulación de beta amiloide en todos los participantes, independientemente de su estado inicial. Pero esta acumulación fue significativamente más rápida en los pacientes de 80 años o más, en comparación con los más jóvenes, lo que explica la mayor prevalencia de beta amiloide en las personas de más edad. Al final, muy pocos participantes desarrollaron demencia sin tener depósitos de beta amiloide en el cerebro y, lo que es más importante, los individuos cuyos escáneres cerebrales dieron positivo para amiloide al inicio del estudio desarrollaron demencia 2 años antes que los que dieron negativo para amiloide.
También observaron que el cambio a corto plazo en beta amiloide, por sí solo, durante un periodo de 1,8 años no podía predecir el riesgo futuro de demencia. Muy al contrario, la gravedad de la carga basal de beta amiloide, junto con otros marcadores de daño cerebral definidos por la presencia de lesiones en la sustancia blanca y la disminución del grosor de la sustancia gris en la corteza cerebral fueron los predictores más potentes del riesgo, lo que indica que existía un proceso patológico activo cuando comenzó el estudio.
Ver más información: Lopez OL, Villemagne VL, Chang YF, Cohen AD, Klunk WE, Mathis CA, et al. Association Between β-Amyloid Accumulation and Incident Dementia in Individuals 80 Years or Older Without Dementia. Neurology[Internet]. 2024[citado 4 ene 2024]; 102 (2). https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000207920
5 ene 2024| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia
nov
9
Una investigación dirigida por un equipo del Centro de Investigación de Lesiones Cerebrales de Mount Sinai y la Oficina del Médico Forense Jefe de la ciudad de Nueva York (EE.UU.), ha descubierto daños sustanciales por patología vascular y en la sustancia blanca del cerebro de mujeres que han experimentado violencia de género, además estas mujeres tenían importantes comorbilidades médicas, incluidas enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
El estudio, que publica Acta Neuropathologica y ha contado con la colaboración de investigadores de la Universidad de Glasgow (UK) y la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), ha examinado los cerebros de más de 80 mujeres con antecedentes de violencia de pareja. No obstante, aunque todos tenían evidencia de lesión cerebral traumática no había evidencia de encefalopatía traumática crónica (CTE). La parte inicial de esta investigación se centró en 14 cerebros de mujeres con violencia de pareja documentada que se examinaron utilizando técnicas de patología y de imágenes cerebrales de última generación. Estos estudios revelaron que todos tenían evidencia de lesión cerebral traumática. Los hallazgos de esta serie de casos inicial se aplicaron luego a 70 casos archivados de violencia de pareja identificados en archivos de los servicios forenses de la provincia de Manitoba y de la principal colaboración CONNECT-TBI. Una vez más, el equipo de investigación encontró evidencia de patologías vasculares y de la sustancia blanca, pero solo patologías neurodegenerativas limitadas en los sujetos de mayor edad. Es importante destacar que ninguno contenía cambios neuropatológicos de CTE.
Los investigadores sugieren que estos hallazgos demuestran una necesidad urgente de considerar el amplio alcance de la patología que podría estar influyendo en las lesiones cerebrales relacionadas con la violencia de pareja, así como las comorbilidades médicas y psiquiátricas que contribuyen a la salud del cerebro durante la vida.
Referencia
Dams-O’Connor K, Seifert AC, Crary JF, Delman BN, Del Bigio MR, Kovacs GG, et al. The neuropathology of intimate partner violence. Acta Neuropathol[Internet]. 2023[citado 8 nov 2023]; 146:803–815. https://doi.org/10.1007/s00401-023-02646-1
9 noviembre 2023 | Fuente: Neurología.com| Tomado de Noticia
oct
13
Relacionan una vida reproductiva más larga con menor riesgo de enfermedad cerebral de pequeños vasos
Las mujeres con una mayor exposición acumulativa a los estrógenos a lo largo de su vida pueden tener un menor riesgo de enfermedad cerebral de pequeños vasos, según un nuevo estudio publicado en Neurology. Los autores, de la Universidad de Sherbrooke (Canadá), precisan que el estudio no demuestra que una menor exposición a los estrógenos cause enfermedades cerebrales de los vasos pequeños, sino que sólo muestra una asociación.
Los investigadores analizaron la relación entre la exposición hormonal a lo largo de la vida, es decir, el número de veces que una mujer ha estado embarazada y su vida reproductiva, y las hiperintensidades de la sustancia blanca, biomarcador común de la salud cerebral vascular que se desarrolla con la edad. En el estudio participaron 9 000 mujeres posmenopáusicas con una edad media de 64 años que vivían en el Reino Unido. No padecían enfermedad cerebral de pequeños vasos al inicio del estudio. Los investigadores calcularon la exposición hormonal a lo largo de la vida sumando el número de años que las participantes estuvieron embarazadas y la duración de su vida reproductiva, que es el número de años que transcurren desde la primera menstruación hasta la menopausia. La media de exposición hormonal a lo largo de la vida fue de 40 años.
Tras ajustar por factores como la edad, la hipertensión y el tabaquismo, los investigadores descubrieron que las participantes con una mayor exposición hormonal a lo largo de su vida presentaban menores volúmenes de hiperintensidad de la sustancia blanca. El volumen total medio de hiperintensidad de la sustancia blanca fue de 0,0019 mililitros (ml). Descubrieron que las mujeres con una mayor exposición hormonal a lo largo de su vida tenían un menor volumen de hiperintensidades de la sustancia blanca, con una diferencia de 0,007 ml en comparación con las personas con una menor exposición hormonal a lo largo de su vida.
Referencia
Cote S, Perron TL, Baillargeon JP, Bocti C, Lepage JF, Whittingstall K. Association of Cumulative Lifetime Exposure to Female Hormones with Cerebral Small Vessel Disease in Postmenopausal Women in the UK Biobank. Neurology [Internet]. 2023[citado 12 oct 2023]. DOI: https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000207845
13 octubre 2023│Fuente: Neurología. com │ Tomado de Noticia
may
4
Los investigadores del Centro RIKEN para la Ciencia del Cerebro (CBS), en Japón, han descubierto una deficiencia en el cerebro de las personas con esquizofrenia que podría conducir al desarrollo de nuevas terapias farmacológicas. Read more
ene
27
Un elevado nivel de glucosa en la sangre podría ralentizar el crecimiento cerebral en los niños pequeños que padecen diabetes de tipo 1, indica un estudio reciente Read more
nov
24
Las áreas asociadas con la toma de decisiones, como cuánto beber, parecen ser las más afectadas, afirman los investigadores
El alcoholismo daña la materia blanca en todo el cerebro y este daño puede detectarse con escáneres cerebrales, según los investigadores.
Beber mucho podría producir daños especialmente a la materia blanca de las áreas frontales del cerebro, lo que interfiere con el control del impulso necesario para dejar de beber, según el estudio.
Los hallazgos aparecen en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.(DOI: 10.1111/acer.1256)
Los investigadores usaron escáneres de resonancia magnética estructural de alta resolución para comparar los cerebros de 20 personas que bebían de poco y de 31 alcohólicos abstemios que bebieron durante un promedio de 25 años y que habían estado sobrios durante unos 5 años.
«En nuestro estudio hubo dos hallazgos clave», dijo en un comunicado de prensa de la revista Catherine Brawn Fortier, neuropsicóloga en el Sistema de Atención de Salud de la VA de Boston y profesora asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
«En primer lugar, los ex alcohólicos mostraron reducciones en las vías de la materia blanca a lo largo de todo el cerebro en comparación con las personas sanas que bebían poco. Esto significa que las vías que permiten comunicarse de forma eficiente y efectiva a las diferentes partes del cerebro quedan afectadas por el alcoholismo», explicó.
En segundo lugar, «cuanto más se bebe, mayor es el daño producido en estructuras clave del cerebro, como, en particular, el giro frontal inferior», señaló Fortier.
«Esta parte del cerebro media en el control inhibidor y la toma de decisiones, de modo que, por desgracia, parece que algunas de las áreas del cerebro más afectadas por el alcohol son importantes para el autocontrol y el juicio, las mismas cosas que se requieren para recuperarse del mal uso del alcohol», añadió.
Terence Keane, profesor de psiquiatría y psicología, además de decano asistente de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, señaló que «las implicaciones para el día a día de este estudio son claras: la abstinencia y el hecho de beber de forma ligera llevan a una salud mejor y a un mejor funcionamiento cerebral que beber mucho».
Keane explicó en el comunicado de prensa que «el alcoholismo conduce a muchos cambios cerebrales y a una disfunción que reduce la habilidad de una persona de funcionar y de curarse».
Y, añadió, «cuanto más tiempo se hace un mal uso del alcohol más probabilidades se tienen de que el daño sea permanente. De modo que si usted o alguien que usted conoce necesita ayuda para beber menos, háganlo ahora».
noviembre 19/2014 (Medlineplus)
Catherine B. Fortier, Elizabeth C. Leritz, David H. Salat, Emily Lindemer, Arkadiy L. Maksimovskiy, Juli Shepel.Widespread Effects of Alcohol on White Matter Microstructure.Alcoholism: Clinical & Experimental Research.18 nov 2014,