Imagen: Archivo.Los roedores, en especial ratas y ratones, se suelen asociar a la transmisión de enfermedades, aunque a pesar de su abundancia en todo el mundo solo el 12 % de las especies son fuentes conocidas de patógenos que también infectan a las personas.

La revista Science dedica un especial a los roedores, sobre todo a las ratas, y a las complejas y estrechas relaciones que mantienen con los humanos, desde causa de enfermedades a valiosos animales de laboratorio.

Es precisamente como objeto de estudio como se ha visto que las ratas son inteligentes, se ríen si les hacen cosquillas y pueden mostrar empatía.

Los humanos son responsables de que ratones domésticos, ratas marrones y negras sean algunas de las pocas especies que pueden encontrarse en casi todas partes y a menudo causan graves daños a los almacenes de alimentos, los cultivos, la fauna y los ecosistemas, escriben los editores de la revista en la introducción.

Entre los diferentes artículos, uno se dedica a los roedores y su papel como reservorio de enfermedades que se pueden contagiar a los humanos, encabezado por Felicia Keesing del Bart College (EE.UU).

Prácticamente todas las especies de roedores que viven en estrecha asociación con los humanos se sabe que son reservorios de patógenos zoonóticos, mientras que aquellos no cercanos a las personas raramente lo son, escriben los autores.

Pese a su presencia y abundancia en todo el mundo, solo el 12 % de las especies de roedores son hospedadores zoonóticos conocidos, que comparten rasgos predecibles vinculados a la transmisión de patógenos al ser humano.

De ellos, el 10 % son reservorios y transmiten de uno a tres patógenos y el 2 % son hiperreservorios (más de tres patógenos), precisa el estudio, que pasa revista a la contribución de estos para la propagación de tres importantes enfermedades infecciosas: la peste, la fiebre de Lassa y la enfermedad de Lyme.

En la actualidad, más de 150 especies de roedores se consideran sinantrópicas (conviven con humanos en ambientes urbanos o semiurbanos) y, de ellas, seis lo son de forma extrema (viven casi exclusivamente donde hay gente).

De esa media docena, el trío formado por la rata negra (Rattus rattus), la noruega (Rattus norvegicus) y el ratón doméstico (Mus musculus) es reservorio de una media de 26 patógenos zoonóticos cada uno.

Las ratas y sus complejas capacidades cognitivas son objeto de otro de los artículos, en el que el investigador de la Universidad de Tel-Aviv Inbal Ben-Ami Bartal recuerda que durante décadas la investigación sobre las emociones de estos animales se han limitado al miedo, la ansiedad y el dolor.

Sin embargo, son inteligentes y capaces de mostrar empatía y comportamientos prosociales, como ayudar a otros congéneres en apuros abriendo puertas o tirando de una cadena para liberarlos.

Esta complejidad cognitiva y emocional plantea problemas éticos sobre su tratamiento en la investigación, donde a menudo se pasa por alto su bienestar, escribe Bartal.

Aunque las ratas han desempeñado un papel crucial en el avance de los descubrimientos científicos, incluso en neurociencia y medicina, cada vez es más necesario mejorar sus condiciones de vida para reflejar mejor sus comportamientos y necesidades naturales.

El investigador considera a la rata somo «héroe olvidado de los descubrimientos científicos», la cual «hace mucho por la Humanidad» a lo que se pregunta si «estamos haciendo lo suficiente por ellas».

19 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 23, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades transmisibles, Higiene, Medicina Familiar y Comunitaria, Microbiología | Etiquetas: , , |

Imagen: Panther Media GmbH/AlamyLos ratones viejos mejoran su salud y esperanza de vida, una media de casi un 25 %, al inhibirles la proteína inflamatoria interlucina 11 (IL11), pero aún no se saben sus efectos en humanos, en los que se realizan ensayos clínicos en fase inicial en pacientes con enfermedad pulmonar fibrótica.

Un estudio publicado en Nature señala que el bloqueo de la IL11 con un anticuerpo mejoró, en ratones, el metabolismo y la función muscular, al tiempo que redujo los signos de envejecimiento y fragilidad.

El equipo de investigadores, liderados por la Facultad de Medicina de Duke, en Singapur, considera que los resultados del estudio son los primeros en demostrar que la IL11 es el principal factor de envejecimiento.

Los ratones de 75 semanas de edad (equivalente a unos 55 años en humanos) tratados hasta su muerte con una inyección de un anticuerpo anti-IL-11, vieron prolongada su esperanza media de vida en un 22,4 % en los machos y un 25 % en las hembras.

Los animales vivieron una media de 155 semanas, frente a las 120 semanas de los ratones no tratados, indica el estudio.

Además, el tratamiento redujo, en gran medida, las muertes por cáncer, así como las numerosas enfermedades causadas por la fibrosis, la inflamación crónica y el metabolismo deficiente, características del envejecimiento, con pocos efectos secundarios.

«Los ratones tratados tenían menos cánceres y carecían de los signos habituales de envejecimiento y fragilidad, pero también observaron una reducción del desgaste muscular y una mejora de la fuerza muscular. En otras palabras, los ratones viejos que recibieron anti-IL11 estaban más sanos», dijo uno de los autores Stuart Cook.

El equipo también creó roedores a los que se suprimió el gen productor de IL 11, lo que les protegió contra el deterioro metabólico, múltiples enfermedades y la fragilidad en la vejez, a la vez que prolongó la vida de ambos sexos en un promedio de 24,9 %.

Los científicos advierten de que los resultados de este estudio se obtuvieron en ratones y que la seguridad y eficacia de estos tratamientos en humanos debe establecerse en ensayos clínicos antes de considerar el uso de fármacos anti-IL-11 con este fin.

Sin embargo, Cook indicó que «plantean la tentadora posibilidad de que los fármacos puedan tener un efecto similar en seres humanos de edad avanzada».

Los tratamientos contra el IL-11 se encuentran actualmente en fase de ensayo clínico en humanos para otras afecciones, lo que podría ofrecer interesantes oportunidades para estudiar sus efectos en humanos de edad avanzada en el futuro.

Anteriormente, los científicos habían postulado que la IL-11 es un vestigio evolutivo en las personas y, aunque es vital para la regeneración de las extremidades en algunas especies animales, se cree que es en gran medida redundante en los seres humanos.

A partir de los 55 años, aproximadamente, se produce más IL-11 y las investigaciones anteriores la han relacionado con la inflamación crónica, la fibrosis de los órganos, los trastornos del metabolismo, el desgaste muscular (sarcopenia), la fragilidad y la fibrosis cardíaca.

17 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

julio 20, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: cáncer, Envejecimiento, Fisiología, Genética, Geriatría, Inmunología | Etiquetas: , , , , |

EnvejecimientoUna terapia con anticuerpos, descrita en la revista Nature, ha logrado rejuvenecer el sistema inmune en ratones de avanza edad y los investigadores creen que será viable en humanos una vez supere estudios preclínicos y clínicos.

A medida que las personas envejecen el sistema inmune se debilita y hay dificultades para combatir enfermedades y nuevos virus, y que las vacunas para combatir estos últimos tengan efecto, como ocurrió con el covid-19.

Causa del deterioro La causa está en las células hematopoyéticas o células madre adultas, encargadas de producir linfocitos, que defienden el cuerpo ante cualquier nueva amenaza (inmunidad adaptativa), y células mieloides, que responden con inflación ante los patógenos (inmunidad innata).

El investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, Irving Weissman, uno de los autores del presente estudio, aisló estas células madre adultas en ratones y humanos a finales de los años ochenta.

Sus investigaciones han mostrado cómo en la última etapa de la vida, la producción de linfocitos y células mieloides por parte de las células madre adultas se desequilibra: cae la creación de linfocitos, y con ella la capacidad de reacción ante nuevos virus y bacterias, y sube la de células mieloides, que acaban con cualquier célula desconocida mediante respuestas inflamatorias.

Esta inflamación supone un problema en el momento en que se desencadena de forma inadecuada o en exceso, como ocurre con el envejecimiento, cuando las personas experimentan una especie de inflación crónica por la abundancia de producción de células mieloides en detrimento de los linfocitos.

Al principio de la historia de la humanidad, cuando la gente no se movía del lugar donde había nacido y convivía con los mismos patógenos toda su vida, producir menos linfocitos en la vejez no era un gran problema.

Sin embargo, ahora que la movilidad favorece la continua aparición de virus y bacterias desconocidos, sí que lo es. ¿Rejuvenecer el sistema inmune? La pregunta que se hicieron los investigadores era si es posible mantener un sistema inmune más joven, disminuyendo las células madre adultas de tendencia mieloide y aumentando las más equilibradas, que también producen linfocitos. Los experimentos con ratones han confirmado que sí.

Trataron a roedores de entre 18 y 24 meses de edad (equivalentes a más de 70 años en humanos) con un anticuerpo dirigido a destruir células madre adultas de tendencia mieloide y a sustituirlas por otras más equilibradas, con más presencia de linfocitos.

El tratamiento también redujo algunas consecuencias negativas, como la inflamación que puede surgir cuando un sistema inmunitario envejecido se enfrenta a un nuevo patógeno.

Cuando dos meses después se vacunó a los ratones geriátricos tratados contra un virus al que no se habían enfrentado antes, vieron cómo sus sistemas inmunitarios respondieron mucho mejor que los de los animales sin tratar.

Cuatro meses después de la administración de la terapia, los ratones con un sistema inmunitario rejuvenecido, desarrollaron una mejor respuesta inmunitaria frente a un virus contra el que habían sido previamente vacunados.

Similares a los humanos Los investigadores también han demostrado que las células madre adultas de ratón y las humanas son lo bastante similares como para que algún día sea posible utilizar una técnica similar al sistema inmunitario humano envejecido, logrando que las personas sean menos vulnerables a nuevas infecciones y presenten una mejor respuesta a la vacunación en edades avanzadas.

Creemos que este estudio da los primeros pasos para aplicar esta estrategia en humanos. Si podemos revitalizar el sistema inmunitario humano envejecido como hicimos en ratones, podría salvar vidas cuando venga la próxima pandemia’, afirma otra de las autoras, Ross Myers, del Laboratorio Rocky Mountain del Instituto Nacional de la Salud de EE.UU. Óscar de la Calle-Martín, secretario de la Sociedad Española de Inmunología, recuerda que el incremento en el número de células mieloides en pacientes de edad avanzada reduce la supervivencia en un gran número de enfermedades asociadas a la edad.

Equilibrar la producción de estas células puede ayudar al tratamiento de enfermedades tan prevalentes como la ateroesclerosis, las enfermedades neurodegenerativas, la osteoporosis o el cáncer’, subraya en una reacción recogida por la plataforma Science Media Center.

Los investigadores médicos, Yasar Arfat Kasu y Robert Signer, de la Universidad de California San Diego, advierten, no obstante, de que el aumento de la producción de linfocitos en los adultos mayores podría aumentar el riesgo de crecimiento tumoral (como la leucemia), que se ha demostrado que se suprime con la reducción de la producción linfoide.

Sin embargo, la carga de un mayor riesgo de leucemia linfoide podría verse compensada por la mayor protección frente a infecciones y el menor riesgo de otros cánceres si existiera una vigilancia inmunológica mayor con terapias como esta.

Ver artículo:  Ross JB, Myers LM, Noh JJ, Collins MM, Carmody AB, Messer RJ, et al. Depleting myeloid-biased haematopoietic stem cells rejuvenates aged immunity. Nature[Internet].2024[citado 29 mar  2024].  DOIhttps://doi.org/10.1038/s41586-024-07238-x

Redacción Ciencia, 27 marzo 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

marzo 30, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Ciencia | Etiquetas: , , , , , |

Memoria humanaUn equipo internacional de científicos ha descubierto que, con el paso del tiempo, el cerebro mejora su capacidad para distinguir entre experiencias similares y fijar recuerdos, un hallazgo esencial para comprender mejor y tratar el alzhéimer y otros trastornos de la memoria.

El estudio, coordinado por la Universidad de Buffalo (Estados Unidos), se ha hecho en colaboración con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard, el Imperial College de Londres (Reino Unido), y otras instituciones de Austria y China. Read more

enero 20, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Cerebro | Etiquetas: , , , , , |

envejecmiento saludableUn estudio liderado por la Universidad de Barcelona (UB) ha identificado en ratones una proteína, conocida como receptor inmunológico CD300f, que cuando no está presente, se tiende a una esperanza de vida más corta y a patologías asociadas al deterioro cognitivo y el envejecimiento prematuro.

Según ha explicado la UB este martes en un comunicado, el estudio de esa proteína presente en células del sistema inmune abre la puerta a conocer más profundamente los procesos de la neurodegeneración en humanos. ‘Nuestro estudio pone en evidencia que alteraciones en células del sistema inmune pueden determinar el grado de envejecimiento saludable en ratones’, ha destacado el investigador que ha liderado el trabajo, Hugo Peluffo, que es miembro de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB y del Instituto de Neurociencias de la misma universidad (UBneuro).

Comprender cómo la proteína CD300f puede determinar por sí sola el ritmo de aparición de patologías asociadas al envejecimiento puede ayudar a entender mejor esos procesos y contribuir a diseñar estrategias para regular su acción, ha apuntado Peluffo.

El receptor CD300f es una proteína expresada en células del sistema inmune que modula la inflamación y el metabolismo celular, y el presente estudio revela las primeras evidencias de su papel en el envejecimiento.

El estudio se basa en un seguimiento detallado de distintos grupos de ratones durante 30 meses, una innovación metodológica que ha permitido reflejar el proceso de envejecimiento real de esos animales sin usar modelos de envejecimiento acelerado, que no representan fielmente una acumulación gradual de cambios de edad.

A partir de ahora, el equipo del investigador Peluffo acaba de ganar una de las becas de investigación en alzhéimer de la Fundación Pasqual Maragall, en el que estudiarán el posible papel del receptor inmunológico CD300f en la aparición de esa enfermedad.

La investigación, publicada en la revista ‘Cell Reports’, ha contado con la participación de equipos del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), entre otras instituciones.

Ver más información:

Frances E, Alı´-Ruiz D, Rego N, Malagelada C, Escande C, Peluffo H, et al. CD300f immune receptor contributes to healthy aging by regulating inflammaging, metabolism, and cognitive decline. Cell Reports[Internet].2023[citado 29 nov 2023]; 42(10): 113269. https://doi.org/10.1016/j.celrep.2023.113269

30 noviembre 2023 |Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina

noviembre 30, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Envejecimiento | Etiquetas: , , , , , |

perdida osea1Una nueva investigación muestra que el tratamiento promovió el crecimiento óseo en ratones que vivieron en la Estación Espacial Internacional y en la Tierra sin ningún adverso aparentes efectos.

Un equipo de científicos dice que pueden haber encontrado una nueva forma de mitigar una de las complicaciones más peligrosas de los viajes espaciales: la constante e inevitable pérdida de masa ósea. En una nueva investigación publicada esta semana, el tratamiento experimental del equipo pudo promover el crecimiento óseo en ratones vivir a bordo de la Estación Espacial Internacional durante al menos nueve semanas, aparentemente sin efectos adversos. Se necesitarán más estudios para validar esto tratamiento antes de que pueda ser usado en humanos, sin embargo.

Por divertido que pueda parecer estar casi ingrávido, el entorno de microgravedad del espacio puede tener efectos profundamente negativos en nuestros cuerpos si nos quedamos allí arriba. demasiado tiempo. Nuestros huesos, en particular, en realidad dependen del estrés mecánico regular para mantenerse sanos, gran parte del cual proviene de la lucha contra la gravedad de la Tierra. . Sin este estrés, la producción corporal de células formadoras de hueso (llamadas osteoblastos) comienza a disminuir. con el desgaste constante de nuestros huesos, esto lleva a pérdida ósea progresiva, lo que puede aumentar el riesgo de fracturas durante la misión y posiblemente incluso más adelante en la vida. Los astronautas pueden perder hasta 1 % de su masa ósea por cada mes que pasan en el espacio, mientras que la recuperación en la Tierra puede llevar años después de un largo viaje.

Los astronautas harán ejercicio durante horas al día en el espacio para evitar la pérdida ósea, pero es una medida provisional imperfecta y que requiere mucho tiempo. Es casi seguro que una solución alternativa segura y altamente efectiva a este problema es esencial para hacer de los viajes espaciales de largo plazo una realidad práctica para la humanidad en grande. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y el Instituto Forsyth en Cambridge, Massachusetts, creen que ahora son uno paso más importante hacia ese objetivo.

Su trabajo anterior había demostrado que una molécula particular llamada molécula tipo NELL-1 (NELL-1) juega un papel crucial para ayudarnos a desarrollar y mantener la densidad ósea. Luego crearon una versión de NELL-1 que podría permanecer en el cuerpo por más tiempo sin perder su efecto, una una consideración importante para los viajes espaciales dado lo ocupados que pueden estar los astronautas durante una misión. Por último, combinaron su NELL-1 con bisfosfonato, una clase de fármaco que ya se utiliza para prevenir la pérdida ósea, con el fin de atacar mejor el tejido óseo y, con suerte, evitar los efectos secundarios observados. con el uso típico de bisfosfonatos.

Luego probaron su tratamiento en ambos con destino al espacio. y ratones terrestres, comparándolos con controles. Algunos de los ratones espaciales sólo subieron a la ISS durante cuatro horas y media semanas y regresaron a la Tierra, mientras el resto permaneció y fueron observados durante nueve semanas. Centro Espacial Kennedy. Al final del experimento, todos los ratones tratados mostraron signos de crecimiento óseo “sin efectos adversos evidentes para la salud”. efectos”, según los autores.

Los resultados del equipo, publicado Monday en la revista Microgravity, son sólo el comienzo de mostrar que este tratamiento puede funcionar según se previsto. Y requerirá más datos para confirmar verdaderamente la seguridad y eficacia a largo plazo del medicamento. Sin embargo, Los autores están entusiasmados con las implicaciones de su investigación y lo que podría significar para los viajes espaciales.

“Nuestros hallazgos son tremendamente prometedores para el futuro de la exploración espacial, particularmente para misiones que involucran estancias prolongadas en microgravedad”, dijo el autor principal para correspondencia. Chia Soo in a declaración from UCLA.

Idealmente, este tratamiento podría incluso tener otros usos prácticos, señalan los autores. Hay muchas afecciones médicas en la Tierra que agotan nuestra fuerza ósea, como la osteoporosis grave. Y no es descabellado esperar que la molécula del equipo pudiera ayudar a prevenir el deterioro musculoesquelético de manera más general.

Por ahora, el equipo todavía está analizando los datos de los ratones que regresaron a la Tierra, una hazaña en mismo, ya que fue el primer retorno de animales vivos (“Vuelo LAR”) de ratones realizado por científicos estadounidenses.

Referencia

Ha P,  Kwak JH,  Zhang Y, Shi J, Tran L, Pan Liu T, et al. Bisphosphonate conjugation enhances the bone-specificity of NELL-1-based systemic therapy for spaceflight-induced bone loss in mice. npj microgravity. 2023;  75. https://doi.org/10.1038/s41526-023-00319-7

Fuente:( Gizmodo)  Tomado de Ciencia

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