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Los patrones de presión arterial sistólica del embarazo temprano predicen la preeclampsia de inicio temprano y tardío y la hipertensión gestacional entre los grupos de riesgo ostensiblemente bajo a moderado
Antecedentes
Los factores de riesgo clínicos, una sola medición de la presión arterial (PA), los biomarcadores actuales y los parámetros biofísicos pueden identificar eficazmente el riesgo de preeclampsia de inicio temprano, pero tienen una capacidad limitada para predecir la preeclampsia de inicio tardío y la hipertensión gestacional. Los patrones clínicos de PA son prometedores para mejorar la estratificación temprana del riesgo de trastornos hipertensivos del embarazo.
Métodos y Resultados
Después de excluir hipertensión preexistente, enfermedad cardíaca, renal o hepática, o preeclampsia previa, la cohorte retrospectiva (n=249 892) tenía PA sistólica <140 mm Hg y PA diastólica <90 mm Hg o una sola elevación de PA ≤20 semanas de gestación, atención prenatal a <14 semanas de gestación y parto de un recién nacido vivo o muerto en los hospitales de Kaiser Permanente del norte de California (2009–2019).
La muestra se dividió aleatoriamente en conjuntos de datos de desarrollo (N=174 925; 70%) y validación (n=74 967; 30%).
El rendimiento predictivo de los modelos de regresión logística multinomial para la preeclampsia de aparición temprana (<34 semanas), la preeclampsia de aparición tardía (≥34 semanas) y la hipertensión gestacional se evaluó en el conjunto de datos de validación. Hubo 1008 (0,4%), 10 766 (4,3%) y 11 514 (4,6%) pacientes con preeclampsia de inicio temprano, preeclampsia de inicio tardío e hipertensión gestacional, respectivamente.
Los modelos con 6 grupos de trayectoria de PA sistólica (0-20 semanas de gestación) más factores de riesgo clínicos estándar se comportaron sustancialmente mejor que los factores de riesgo solos para predecir la preeclampsia de inicio temprano y tardío y la hipertensión gestacional, con estadísticas C (IC del 95 %) de 0,747 (0,720–0,775), 0,730 (0,722–0,739) y 0,768 (0,761–0,776) frente a 0,688 (0,659–0,717), 0,695 (0,686–0,704) y 0,692 (0,683–0,701), respectivamente, con excelente calibración (Hosmer ‐Lemeshow P=0,99, 0,99 y 0,74, respectivamente).
Conclusiones
Los patrones de PA del embarazo temprano hasta las 20 semanas de gestación más los factores clínicos, sociales y conductuales discriminan con mayor precisión los trastornos hipertensivos del riesgo entre los embarazos de riesgo bajo a moderado.
Las trayectorias tempranas de la PA en el embarazo mejoran la estratificación del riesgo para revelar individuos de mayor riesgo ocultos dentro de grupos de riesgo ostensiblemente de bajo a moderado e individuos de menor riesgo considerados de mayor riesgo según los criterios del Grupo de trabajo de servicios preventivos de EE. UU.
Perspectiva Clínica
¿Cuáles son las implicaciones clínicas?
La clasificación de los patrones de PA sistólica del embarazo temprano en función de los cambios de PA de 0 a 16 a 20 semanas de gestación en combinación con otros factores de riesgo estándar (clínicos, sociales y conductuales) puede mejorar significativamente la estratificación de riesgo individual para la preeclampsia de inicio temprano y tardío e hipertensión gestacional, lo que permite una vigilancia más específica y potencialmente intervenciones para mejorar los trastornos hipertensivos del embarazo y los resultados adversos, así como evitar la monitorización adicional o las intervenciones innecesarias (es decir, la administración de dosis bajas de aspirina) en los embarazos de bajo riesgo.
En el futuro, estos hallazgos pueden traducirse en una herramienta clínica automatizada dentro del sistema de registros de salud electrónicos, o una herramienta basada en la web para clasificar los cambios en el patrón de PA durante la gestación temprana para la estratificación del riesgo individual de preeclampsia o hipertensión gestacional que puede mejorar la medicina de precisión al identificando con mayor precisión a los pacientes que realmente pueden beneficiarse más de una mejor monitorización e intervención(es).
Fuente: Erica P. Gunderson, Mara Greenberg, Baiyang Sun, Nancy Goler, Alan S. Go, James M. Roberts, et al. Fuente: Journal of the American Heart Association. 2023;12:e029617 Early Pregnancy Systolic Blood Pressure Patterns Predict Early and LaterOnset Preeclampsia and Gestational Hypertension Among Ostensibly LowtoModerate Risk Groups https://doi.org/10.1161/JAHA.123.029617 https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/JAHA.123.029617
17 agosto 2023, IntraMed
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Las tasas de supervivencia del cáncer de mama han mejorado considerablemente en las últimas décadas en Colombia, pero los factores que aumentan la probabilidad de que los pacientes presenten efectos secundarios cardiovasculares, como la cardiotoxicidad, no son bien conocidos ni bien tratados. Un estudio reciente en la región noreste de Colombia encontró que el 11,94 % de los pacientes con un IMC alto tratados por cáncer de mama en un centro regional sufrieron daño cardíaco o cardiotoxicidad durante la quimioterapia. El estudio será presentado en el American College of Cardiology (ACC) Latin America 2023 Together with Asociación Costarricense de Cardiología en San José, Costa Rica.
“La cardiotoxicidad es una preocupación relativamente reciente en la atención del cáncer y su reconocimiento como un problema importante aún está evolucionando. En regiones con infraestructura y recursos de investigación limitados, puede haber una falta de estudios o iniciativas específicas que aborden la cardiotoxicidad en el contexto del tratamiento del cáncer de mama”, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Ivetteh Gaibor Santos, especialista en medicina interna de la Universidad Autónoma de Bucaramanga/Fundación Oftalmológica de Santander-Foscal en Bucaramanga (Colombia), y médico realizando la especialidad de cardiología en la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud/Hospital de San José en Bogotá (Colombia).
Para el estudio se utilizó una base de datos anónima de pacientes con cáncer de mama que comenzaron quimioterapia con doxorrubicina o trastuzumab entre enero y diciembre de 2021. El análisis solo incluyó pacientes que tenían un ecocardiograma basal y al menos un ecocardiograma de seguimiento. La base de datos también registró variables sociodemográficas, oncológicas, cardiovasculares y ecocardiográficas.
La cardiotoxicidad se definió como una disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) de más del 10 %, alcanzando un valor por debajo del 50 % o una reducción relativa de más del 15 % en la deformación longitudinal global en pacientes con una FEVI normal. La fracción de eyección es la cantidad de sangre que bombea el corazón cada vez que late. Una fracción de eyección normal es del 50 % o más.
La cohorte del estudio incluyó a 67 pacientes, con una edad promedio de 55 años y un índice de masa corporal (IMC) promedio de 26,18 kg/m². El IMC se obtiene de la masa y la altura de una persona. Las características basales de la cohorte del estudio incluyeron obesidad (20,9 %), hipertensión (14,93 %) y diabetes tipo 2 (13,43 %). Todos los pacientes tenían una FEVI normal antes de iniciar la quimioterapia.
Los resultados encontraron que la prevalencia de cardiotoxicidad fue 11,94 %. Un índice de masa corporal de 25 o más (sobrepeso/obesidad) fue el único factor de riesgo predisponente para desarrollar este efecto adverso. Read more
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Cuando aparecen los primeros episodios psicóticos dentro de la fase inicial de una esquizofrenia es el momento clave para iniciar un tratamiento precoz. Sin embargo los más difícil es conseguir que el paciente acepte seguirlo, según ha explicado el psiquiatra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, Benedicto Crespo, que participó en Vitoria en la jornada \’Cerebro, Sociedad y Psiquiatría\’, que organiza la Sociedad Vasco Navarra de Psiquiatría. Read more