covid persistenteIdentificar todas las causas de los síntomas de la Covid persistente es esencial para la prevención y el tratamiento específicos, evitar consecuencias a largo plazo y determinar las necesidades de rehabilitación de las personas afectadas.

El papel que pueden jugar procesos alérgicos como factor de riesgo de la Covid persistente no está claro y aún no se ha examinado en profundidad. De ahí que investigadores del Instituto de Medicina Social e Investigación de Sistemas de Salud en Alemania propusieron revisar y evaluar sistemáticamente la evidencia epidemiológica sobre las asociaciones entre afecciones alérgicas preexistentes y Covid persistente para informar la investigación etiológica.

Los resultados del metanálisis, según publica la revista ´Clinical & Experimental Allergy´, reveló que el asma preexistente medida en poblaciones hospitalarias y la rinitis preexistente se asociaron significativamente con una mayor incidencia de COVID persistente.

El asma fue la enfermedad alérgica preexistente más común medida por separado en un total de 12 estudios, y un solo de ellos analizó las enfermedades alérgicas en general. El asma y la rinitis pueden aumentar el riesgo de COVID prolongado, pero la certeza de la evidencia es muy baja», según los investigadores. Por lo tanto, se necesita una investigación epidemiológica más sólida para aclarar el papel de la alergia en el desarrollo dicho trastorno.

Y es que, como apuntaron, «identificar todas las causas de los síntomas de la Covid persistente es esencial para la prevención y el tratamiento específicos, evitar consecuencias a largo plazo y determinar las necesidades de rehabilitación de las personas afectadas. Asimismo, “necesitamos una definición mejor y armonizada de lo que se considera COVID persistente para estudios epidemiológicos de este tipo. Independientemente de ello, actualizaremos nuestro análisis una vez que se hayan publicado más estudios en los próximos meses», explicó el autor correspondiente, prof. Christian Apfelbacher, del Instituto de Investigación en Medicina Social y Sistemas de Salud, en Alemania.

Para concluir, sugirieron que las personas con asma o rinitis pueden tener un mayor riesgo de padecer Covid persistente después de la infección por SARS-CoV-2. «La evidencia de estas asociaciones es muy incierta, por lo que se necesita una investigación epidemiológica más sólida para aclarar el papel de la alergia en la etiología de dicho trastorno», según indicaron.

Ver artículo: Wolff D, Drewitz P, Ulrich A, Siegels D, Deckert S, Sprenger AA, et al. Allergic diseases as risk factors for Long-COVID symptoms: Systematic review of prospective cohort studies. Clinical & Experimental Allergy. 2023; 53(11) : 1162-1176 . https://doi.org/10.1111/cea.14391

8 noviembre 2023| Fuente: IMMédico| Tomado de | Noticia

covid-19-516x288El COVID-19 persistente, también conocido como COVID de larga duración, es un tema de gran interés en la comunidad científica y médica.

Un estudio publicado en la revista Science mostró diferencias significativas en las proteínas de la sangre en más de 110 personas que habían tenido covid, las cuales 40 presentaban síntomas seis meses después del contagio.  El covid persistente es el nombre que se da a una gran variedad de síntomas presentes generalmente en los tres meses después de la infección y que continúan al menos dos meses después del contagio del virus SARS-CoV-2.

Los síntomas más frecuentes del COVID son el cansancio, la dificultad para respirar, el dolor muscular Y problemas para concentrarse, también conocidos como “neblina mental».

Aunque el número de personas afectadas por este fenómeno sigue siendo difícil de evaluar, representarían de 10 a 20% de las personas que contrajeron el covid, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Varios trabajos científicos recientes han avanzado en los mecanismos, el diagnóstico y el tratamiento de esta afección. Según el suizo Onur Boyman, principal autor del estudio, una parte del sistema inmunitario del organismo, el sistema del complemento, que lucha normalmente contra las infecciones matando a las células infectadas, sigue al parecer activa y continúa atacando partes sanas, lo que provoca lesiones en los tejidos.

Otro estudio reciente en los enfermos de covid largo, publicado en Nature, detectó anomalías en los tejidos musculares y una disfuncionalidad de las mitocondrias, la fuente de energía de las células, lo que podría explicar el cansancio extremo.

Un estudio publicado en el British Medical Journal hace hincapié en la importancia del apoyo a los enfermos y señala que la reeducación en grupo mejora la calidad de vida de los pacientes que sufren el síndrome poscovid, varios estudios recientes han confirmado la protección de las vacunas contra el SARS-CoV-2 frente al riesgo del covid persistente, en adultos y niños.

Sin embargo, el covid de larga duración es difícil de delimitar porque es «multisistémico». Y se suele pensar «en enfermedades en función de los sistemas de órganos», explica Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en San Luis.

Entender los mecanismos del covid largo podría ayudar a comprender «por qué y cómo las infecciones agudas provocan enfermedades crónicas», según este investigador. También podría reforzar la lucha contra otras dolencias, como el síndrome de la fatiga crónica o los síntomas persistentes de después de la gripe.

Para más detalle, consulte el artículo completo: Cervia Hasler C, Bruningk S, Hoch T, Fan B, Muzio G, Thompson RC, et al. Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science[Internet]. 2024[ citado 12 feb 2024]; 383(6680). DOI: 10.1126/science.adg7942

12 de febrero 2024| Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

COVID-19 mundo 1Según expertos, el descubrimiento significa que ahora se puede empezar a investigar un tratamiento adecuado para los enfermos de Covid persistente.

Las personas que sufren Covid persistente suelen tener entre los síntomas más comunes la fatiga, una sensación que tiene una causa biológica y responde a que las mitocondrias de las células musculares producen menos energía.

Investigadores holandeses publican un estudio en Nature Communications en el que participaron 25 pacientes con Covid persistente y 21 personas sanas.

El estudio observó «cambios claros en los músculos” de aquellos que padecían Covid persistente y las mitocondrias de las células musculares producían menos energía que en los pacientes sanos.

Los participantes en la investigación tuvieron que pedalear durante quince minutos, una prueba que provocaba un empeoramiento a largo plazo de los síntomas del Covid persistente, denominado malestar postesfuerzo (MPE).

La fatiga extrema ocurre después de un esfuerzo físico, cognitivo o emocional más allá de un umbral individual desconocido.

Los investigadores observaron además la sangre y el tejido muscular una semana antes de la prueba y un día después de la misma.

Ayudará a investigar un tratamiento adecuado

«Vimos varias anomalías en el tejido muscular de los pacientes. A nivel celular, vimos que las mitocondrias del músculo, también conocidas como fábricas de energía de la célula, funcionan peor y producen menos energía», explicó Rob Wüst  de la Universidad Vrije de Ámsterdam y uno de los firmantes.

La causa de la fatiga es «realmente biológica. El cerebro necesita energía para pensar. Los músculos necesitan energía para moverse”, agregó Michèle van Vugt, del Centro Médico Universitario (CMU) de Ámsterdam.

Este descubrimiento significa -aseguró- que ahora se puede  empezar a investigar un tratamiento adecuado para los enfermos de Covid persistente.

Aunque una de las teorías sobre la covid de larga duración es que partículas del coronavirus pueden permanecer en el organismo, los investigadores no han visto, «de momento” indicio de ello en los músculos.

Además, observaron que el corazón y los pulmones funcionaban bien en los pacientes, lo que significa que el efecto duradero en la forma física no está causado por anomalías en esos órganos. Los pacientes con esta enfermedad deben vigilar sus límites físicos y no los superarlos, aunque pueden  caminar o montar en bicicleta eléctrica, para mantener cierta condición física, teniendo en cuenta que cada persona tiene un límite diferente, indicó Brent Appelman del CMU en un comunicado.

Algunas formas clásicas de rehabilitación y fisioterapia son también contraproducentes para la recuperación de estos pacientes, porque los síntomas pueden empeorar tras un esfuerzo físico, añadió Van Vugt.

Aunque la mayoría de las personas infectadas con el virus SARS-CoV-2 se recuperan en unas semanas, se estima que alrededor de uno de cada ocho, tendrá Covid persistente, con síntomas como niebla mental, fatiga, intolerancia al ejercicio o síndrome de taquicardia postural ortostática.

Ver más información: Appelman B, Charlton BT, Goulding RP, Kerkhoff TJ, Noort W,  Bloemers FW,et al. Muscle abnormalities worsen after post-exertional malaise in long COVID. Nat Commun [Internet].2024[citado 6 ene 2024]. https://doi.org/10.1038/s41467-023-44432-3

8 enero 2024| Fuente: DW.COM| Tomado de| Salud

enero 8, 2024 | gleidishurtado | Filed under: COVID-19, Riesgo a la Salud | Etiquetas: , , , , |

covid-19-516x288Para alivio de todos, y tras el fin de la emergencia sanitaria, ya se habla cada vez menos de la pandemia de covid-19. Sin embargo, queda un tema polémico: el de la covid persistente (o long covid en inglés).

Unos dicen que se trata de una invención y que sólo está en la cabeza de los pacientes. Otros que es una catástrofe en ciernes que volverá a colapsar el sistema sanitario. Para orientarnos en este asunto, en los últimos meses se ha generado información nueva que nos puede evitar caer en uno de esos dos extremos.

En primer lugar, ya tenemos números aproximados sobre la incidencia a nivel poblacional. Se estima que al menos un 10 % de los casos de covid resultan en covid persistente. Si hay contabilizados 650 millones de casos totales en el mundo, esto supone 65 millones de personas. Según la gravedad de la enfermedad el porcentaje varía: es menor (10-30 %) si el curso de la enfermedad fue leve, mientras que en los hospitalizados aumenta hasta un 50-70 %.

De acuerdo con una reciente revisión con datos de diversos estudios y encuestas, alrededor del 80 % son mujeres, el 50 % de los casos tienen edades comprendidas entre los 36 y 50 años (una media de 43 años) y el 30 % no tiene comorbilidades asociadas previas.

Nuestra misión es compartir el conocimiento y enriquecer el debate.

Además de estas estadísticas que nos ayudan a poner el problema en contexto, se ha avanzado mucho en la definición correcta de la covid persistente y sus similitudes con otros síndromes postvirales, lo que facilita el diagnóstico. Y, por último, ya se disciernen posibles métodos de prevención y tratamiento.

¿Qué es la covid persistente y por qué surge?

A pesar de llevar observándose desde el comienzo de la pandemia, el término “covid persistente” todavía genera confusión e incertidumbre. La razón es que no nos hallamos ante una afección limitada a un órgano concreto. En realidad, lo podríamos definir como un síndrome que aparece en ciertas personas tras haber enfermado de covid-19.

Y ¿cuándo se puede decir que alguien sufre de covid persistente? Según la OMS, cuando los síntomas persisten al menos durante 2 meses sin ninguna otra explicación, independientemente de la gravedad con la que hayamos pasado la enfermedad.

El meollo de la cuestión es que esos síntomas no están claramente identificados. Existen hasta 200 diferentes, que pueden requerir la intervención de diversos especialistas médicos.

Esquema de los síntomas de la covid persistente con sus patologías asociadas y los especialistas que las pueden tratar. Adaptado por Matilde Cañelles.

Con semejante lista de síntomas, no es de extrañar que hasta los mismos profesionales tengan dificultades diagnosticando los casos. Para complicar aún más las cosas, el comienzo y duración de los síntomas es variado. Por ejemplo, los síntomas neurológicos suelen aparecer con un retraso de semanas o incluso meses tras pasar la enfermedad. Este tipo de síntomas tiende a empeorar con el tiempo y durar más.

Por otro lado, los síntomas gastrointestinales y respiratorios aparecen antes y es más fácil que acaben desapareciendo. Hay otros síntomas, como dolor de articulaciones y espalda, pérdida de cabello, visión borrosa o hinchazón de las extremidades inferiores, que son más comunes tras un año que a los dos meses.

Por desgracia, muy pocas personas diagnosticadas con covid persistente se recuperan del todo. Es más, según un estudio de 2022, un 85 % de los pacientes que tenían síntomas a los dos meses de pasar la enfermedad, aún los conservaban después de un año.

¿Reservorios de virus, autoinmunidad o un sistema inmune alterado?

Aunque las causas de este síndrome no se conocen a ciencia cierta, se manejan varias hipótesis:

reservorios del virus que “persisten” en los tejidos; disregulación inmunológica;

reactivación de otros virus (Epstein Barr o Herpervirus 6, entre otros);

impacto del SARS-CoV-2 sobre la microbiota;

autoinmunidad;

trombos en los capilares con daño al endotelio;

señalización alterada en el tronco encefálico o el nervio vago.

En resumen, cuando hablamos de covid persistente no hablamos sólo de “cansancio”, sino de una confluencia de patologías que se pueden alargar temporalmente y devenir en enfermedades crónicas –como diabetes, enfermedad coronaria o demencia– de no tratarse a tiempo. Por eso es importante un diagnóstico certero.

Avances en diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se basa principalmente en la duración y persistencia de los síntomas relacionados con la covid-19 (fatiga, dificultad para respirar, dolor en el pecho y confusión mental, entre otros). La valoración suele ser clínica y se basa en la historia médica del paciente y en una evaluación física. Hasta la actualidad, no hay una prueba específica para diagnosticar la covid persistente, aunque un estudio reciente muestra que hay ciertos marcadores específicos en la sangre que se podrían utilizar para su diagnóstico.

Según la Guía Clínica para la atención al paciente con covid persistente (2022), se pueden realizar pruebas adicionales para descartar otras afecciones médicas que podrían estar contribuyendo a estos síntomas. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre específicos en función de los síntomas, estudios de imagen como la resonancia magnética, y pruebas de función pulmonar (espirometría).

En una revisión más actualizada (marzo del 2023), los autores explican que las herramientas de diagnóstico están en su mayoría en desarrollo. Una línea importante son las investigaciones sobre la identificación de biomarcadores que sugieren que los niveles de vesículas extracelulares (orgánulos que se liberan naturalmente de las células), y/o marcadores inmunológicos que indicarían una alta citotoxicidad, podrían ser indicativos de covid persistente.

En cuanto al tratamiento, actualmente no existe uno específico para la covid persistente. Hay diferentes terapias, que son efectivas en función de los síntomas a tratar. Muchos de los métodos curativos utilizados para las personas afectadas con encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica o EM/CFS son efectivos para personas con covid persistente. Algunos suplementos han mostrado buenos resultados en el tratamiento tanto de covid persistente como de EM/SFC, incluyendo coenzima Q10 y d-ribosa, y pueden merecer un estudio adicional.

Resumen de tratamientos en función de los síntomas. Tabla modificada por Nuria E. Campillo del articulo de Davis et al. Nat. Rev. Microbiology 2023, 21, 133-146.

Hacer deporte con covid persistente puede ser contraproducente

Algunos expertos opinan que el ejercicio es perjudicial para los pacientes con covid persistente que tienen EM/SFC o malestar posesfuerzo y que no debe utilizarse como tratamiento. Se basan en un estudio en personas con covid persistente mostrando que la actividad física empeoró la condición del 75 % de los pacientes y menos del 1 % experimentó mejoría. Sin embargo, se necesitan más estudios en esta dirección, ya que en el caso de EM/SFC la terapia de ejercicio aeróbico gradual produce un efecto beneficioso.

En resumen, las opciones de tratamiento actuales se basan en estudios piloto a pequeña escala en covid persistente, o en lo que ha sido efectivo para otras enfermedades.

Todo esto nos muestra que el SARS-CoV-2 pasa por nuestro organismo dejando su huella, a veces mucho más duradera de lo que quisiéramos (no olvidemos que la ME/SFC suele ser un diagnóstico de por vida). Por suerte, gracias a muchos investigadores que han decidido no correr un tupido velo sobre la pandemia, sabemos mucho más sobre las secuelas del virus y cómo hacerlas desaparecer. Pero aún llevará un tiempo el tener una visión completa, tanto a nivel clínico como poblacional.

Referencia

Davis HE, McCorkell L, Moore Vogel JM,Topol EJ.  Long COVID: major findings, mechanisms and recommendations. Nat Rev Microbiol[Internet].2023[citado 11 oct 2023]; 21: 133–146. https://doi.org/10.1038/s41579-022-00846-2

11 octubre 2023|Fuente:  theconversation| Tomado de Noticias médicas

SARCoV2Perfiles de síntomas a largo plazo después de COVID-19 frente a otras infecciones respiratorias agudas.

Un nuevo estudio de la Universidad Queen Mary de Londres, publicado en EClinicalMedicine de The Lancet, ha descubierto que las personas pueden experimentar síntomas a largo plazo, o «resfriados prolongados», después de infecciones respiratorias agudas que dan negativo en la prueba de COVID-19.

Perfiles de síntomas a largo plazo después de COVID-19 frente a otras infecciones respiratorias agudas: un análisis de datos del estudio COVIDENCE UK

Antecedentes

La COVID prolongada es una entidad bien reconocida, aunque heterogénea. Las infecciones respiratorias agudas (IRA) debidas a otros patógenos pueden causar síntomas a largo plazo, pero pocos estudios comparan las secuelas posagudas entre el SARS-CoV-2 y otras IRA. Nuestro objetivo era comparar los perfiles de síntomas entre personas con infección previa por SARS-CoV-2, personas con infecciones respiratorias agudas (IRA)previas no relacionadas con el COVID-19 y controles contemporáneos, e identificar grupos de síntomas a largo plazo.

Métodos

COVIDENCE UK es un estudio poblacional prospectivo del Reino Unido sobre las infecciones respiratorias agudas en adultos. Analizamos datos de 16 posibles síntomas prolongados de COVID y calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), informados entre el 21 de enero y el 15 de febrero de 2021, por participantes no vacunados contra el SARS-CoV-2. Clasificamos a los participantes como con infección previa por SARS-CoV-2 o IRA previa no relacionada con COVID-19 (≥4 semanas antes) o sin IRA reportada.

Comparamos los síntomas según el estado de infección mediante regresión logística y fraccionada, e identificamos grupos de síntomas mediante análisis de clase latente (LCA).

Este estudio está registrado en ClinicalTrials.gov, NCT04330599.

Resultados

Incluimos a 10 171 participantes (1 311 [12,9 %] con infección por SARS-CoV-2, 472 [4,6 %] con IRA no relacionadas con COVID-19). Ambos tipos de infección se asociaron con una mayor prevalencia/gravedad de la mayoría de los síntomas y una disminución de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en comparación con ninguna infección.

Los participantes con infección por SARS-CoV-2 tuvieron mayores probabilidades de sufrir problemas con el gusto y el olfato (odds ratio 19,74, IC del 95 %: 10,53–37,00) y aturdimiento o mareos (1,74, 1,18–2,56) en comparación con los participantes con IRA no relacionadas con COVID-19.

Los modelos de análisis de clase latente (LCA) separados identificaron tres grupos de gravedad de los síntomas para cada tipo de infección. En los grupos más graves (que representan el 22 % de los participantes tanto para las IRA por SARS-CoV-2 como para las no relacionadas con COVID-19), la infección por SARS-CoV-2 presentó una mayor probabilidad de problemas con el gusto y el olfato (probabilidad 0,41 frente a 0,04), caída del cabello (0,25 vs.0,16), sudoración inusual (0,38 frente a 0,25), aceleración inusual del corazón (0,43 frente a 0,33) y problemas de memoria (0,70 frente a 0,55) que las IRA no relacionadas con la COVID-19.

Interpretación

Tanto las infecciones respiratorias agudas (IRA) por SARS-CoV-2 como las no relacionadas con COVID-19 se asocian con una amplia gama de síntomas más de 4 semanas después de la infección aguda. La investigación sobre las secuelas posagudas de las IRA debería extenderse desde el SARS-CoV-2 para incluir otros patógenos.

Comentarios

Algunos de los síntomas más comunes del «resfriado prolongado» incluyeron tos, dolor de estómago y diarrea más de 4 semanas después de la infección inicial. Si bien la gravedad de una enfermedad parece ser un factor clave del riesgo de síntomas a largo plazo, se están realizando más investigaciones para establecer por qué algunas personas sufren síntomas prolongados mientras que otras no.

Los hallazgos sugieren que puede haber impactos duraderos en la salud después de infecciones respiratorias agudas no relacionadas con la COVID, como resfriados, influenza o neumonía, que actualmente no se reconocen. Sin embargo, los investigadores aún no tienen evidencia que sugiera que los síntomas tengan la misma gravedad o duración que el Covid prolongado.

La investigación, financiada por Barts Charity, comparó la prevalencia y la gravedad de los síntomas a largo plazo después de un episodio de COVID-19 con un episodio de otra infección respiratoria aguda que dio negativo en la prueba de COVID-19. Aquellos que se recuperaban de COVID-19 tenían más probabilidades de experimentar aturdimiento o mareos y problemas con el gusto y el olfato en comparación con aquellos que tenían una infección respiratoria no relacionada con COVID-19.

Si bien el Covid prolongado es ahora una afección reconocida, se han realizado pocos estudios que comparen los síntomas a largo plazo después de la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 con otras infecciones respiratorias.

El estudio es el último resultado de COVIDENCE UK, el estudio nacional sobre COVID-19 de la Universidad Queen Mary de Londres, lanzado en 2020 y aún en seguimiento, con más de 19 000 participantes inscritos. Este estudio analizó datos de 10 171 adultos del Reino Unido, con respuestas recopiladas mediante cuestionarios y análisis estadísticos realizados para identificar grupos de síntomas.

Giulia Vivaldi, investigadora sobre COVIDENCE UK de la Universidad Queen Mary de Londres y autora principal del estudio, dijo: “Nuestros hallazgos arrojan luz no solo sobre el impacto del Covid prolongado en la vida de las personas, sino también sobre otras infecciones respiratorias. La falta de conciencia, o incluso la falta de un término común, impide tanto la notificación como el diagnóstico de estas afecciones.

“A medida que continúa la investigación sobre el Covid prolongado, debemos aprovechar la oportunidad para investigar y considerar los efectos duraderos de otras infecciones respiratorias agudas.

“Estas infecciones ‘largas’ son muy difíciles de diagnosticar y tratar principalmente debido a la falta de pruebas de diagnóstico y a la gran cantidad de síntomas posibles. Sólo durante mucho tiempo se han investigado más de 200 casos de Covid”.

El profesor Adrian Martineau, investigador jefe de COVIDENCE UK y profesor clínico de inmunidad e infecciones respiratorias en la Universidad Queen Mary de Londres, dijo: » Nuestros hallazgos pueden coincidir con la experiencia de personas que han luchado con síntomas prolongados después de haber tenido una infección respiratoria a pesar de que las pruebas dieron negativo para COVID-19 en un hisopo de nariz o garganta”.

“La investigación en curso sobre los efectos a largo plazo de la COVID-19 y otras infecciones respiratorias agudas es importante porque puede ayudarnos a llegar a la raíz de por qué algunas personas experimentan síntomas más prolongados que otras. En última instancia, esto podría ayudarnos a identificar la forma más adecuada de tratamiento y atención para las personas afectadas”.

Victoria King, directora de Financiamiento e Impacto de Barts Charity, dijo: “Barts Charity apoyó rápidamente a COVIDENCE UK en respuesta al brote de COVID-19 para ayudar a informar sobre sus factores de riesgo e impactos. Estos hallazgos resaltan no solo los síntomas a largo plazo que experimentan las personas después de la infección por Covid, sino también las personas después de otras infecciones respiratorias agudas. A medida que aprendemos más sobre los síntomas prolongados de Covid y sus posibles tratamientos, estudios como este ayudan a crear una mayor conciencia sobre otras infecciones respiratorias prolongadas que pueden pasar desapercibidas”.

Referencia

Vivaldi G, Pfeffer PE, Talaei M, Jayson Basera T, Shaheen SO, Martineau AR. Long-term symptom profiles after COVID-19 vs other acute respiratory infections: an analysis of data from the COVIDENCE UK study. eClinicalMedicine[Internet]. 2023[citado 11 oct 2023]; 102251.  https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2023.102251

11 octubre 2023|Fuente:  IntraMed| Tomado de Noticias médicas

piernas azulesUn caso inusual en el que las piernas de un paciente con covid persistente se volvieron azules después de estar diez minutos de pie pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación sobre este síntoma entre las personas que padecen la enfermedad, según una nueva investigación publicada en la revista The Lancet.

El estudio, cuyo autor es el doctor Manoj Sivan, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), se centra en el caso de un hombre de 33 años que desarrolló acrocianosis, una acumulación venosa de sangre en las piernas.

Un minuto después de ponerse de pie, las piernas del paciente empezaron a enrojecer y se volvieron cada vez más azules con el tiempo, con las venas cada vez más prominentes. Al cabo de diez minutos, el color era mucho más pronunciado y el paciente describía una sensación de pesadez y picor en las piernas. Dos minutos después de volver a la posición normal, recuperó el color original.

El paciente dijo que había empezado a experimentar la decoloración desde su infección por covid-19. Se le diagnosticó el síndrome de taquicardia ortostática postural (STOP), una enfermedad que provoca un aumento anormal de la frecuencia cardíaca al ponerse de pie.

El doctor Sivan indica que «se trata de un caso sorprendente de acrocianosis en un paciente que no la había experimentado antes del covid».

«Los pacientes que experimentan esto no saben que puede ser un síntoma de covid persistente y disautonomía y pueden sentirse preocupados por lo que están viendo», añade.

El covid persistente afecta a múltiples sistemas del organismo y presenta una serie de síntomas que afectan a la capacidad de los pacientes para realizar actividades cotidianas. La acrocianosis se ha observado anteriormente en niños con disfunción del sistema nervioso autónomo (disautonomía), un síntoma común de los síndromes posvirales.

La disautonomía también se observa en otras enfermedades de larga duración, como la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica, también conocida como síndrome de fatiga crónica.

Fuente: La Voz de Galicia

Referencia: Nafi Iftekhar. Manoj Sivan, FRCP Edin. Venous insufficiency and acrocyanosis in long COVID: dysautonomia. The Lancet. Aug 2023;402 (10409) DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)01461-7

https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(23)01461-7/fulltext#%20

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