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Los efectos adictivos del fentanilo pueden estar controlados por dos vías neuronales diferentes en el cerebro, una que tiene que ver con la recompensa y la otra que promueve la búsqueda de alivio de los síntomas de la abstinencia, según un estudio con ratones.
Este avance podría ayudar al desarrollo de tratamientos para reducción de la adicción a ese opioide, un potente analgésico que está en el centro de las preocupaciones de salud pública en muchos países como Estados Unidos.
Una combinación de efectos eufóricos provocados por la liberación de dopamina (refuerzo positivo) y graves síntomas de abstinencia (refuerzo negativo) hace que la droga sea adictiva para alrededor de una cuarta parte de los consumidores, señala un estudio que publica hoy Nature.
Un equipo liderado por la Universidad de Ginebra investigó los efectos del fentanilo en el cerebro de ratones, a los que administraron esa droga e indujeron el síndrome de abstinencia para identificar las regiones cerebrales que se activan durante el refuerzo positivo y negativo.
Aunque se ha sugerido que los receptores mu opioides del cerebro están relacionados con este comportamiento, aún no se han definido con precisión los circuitos neuronales implicados.
Los investigadores vieron que el fentanilo inducía actividad en el área ventral del cerebro, la región donde se libera la dopamina. Además, la reducción de la actividad del receptor mu opioide en esa zona provocó una menor liberación de dopamina y menos signos de refuerzo positivo en los ratones.
Sin embargo, inhibir el receptor mu opioide no alteró los efectos de la abstinencia, lo que sugiere que puede haber otra vía implicada en la mediación del refuerzo negativo.
Los autores identificaron en la amígdala central, otra región del cerebro, neuronas que también expresaban receptores mu opioides y cuya actividad aumentaba durante el síndrome de abstinencia.
La desactivación de estos receptores eliminó los síntomas de abstinencia en ratones, lo que sugiere que tiene un papel en la mediación del refuerzo negativo del fentanilo.
Estos resultados podrían contribuir al desarrollo de intervenciones y medicamentos para reducir la adicción al fentanilo y ayudar a la recuperación, proponen los autores.
En un artículo que acompaña al estudio y lo comenta, Markus Heilig y Michele Petrella de la Universidad Linköping (Suecia) consideraron que estos hallazgos «representan un gran avance en la comprensión de cómo los opioides promueven la adicción».
Los autores del comentario recuerdan que en 2022, los opioides representaron alrededor de tres cuartas partes de las 108 000 muertes asociadas a sobredosis de drogas en Estados Unidos.
22 mayo 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un equipo de neurocientíficos de la Universidad Médica de Carolina del Sur (MUSC) ha identificado cambios en la actividad de unas células cerebrales conocidas como neuronas piramidales, que contribuyen a la búsqueda de drogas en un modelo preclínico de trastorno por consumo de opiáceos. Tras interrumpir el acceso a la heroína, estas neuronas se volvieron más excitables. La actividad de estas neuronas se normalizó bloqueando la enzima proteína cinasa A (PKA). La inhibición de esta enzima también redujo el comportamiento de búsqueda de opiáceos. La doctora Jacqueline McGinty, catedrática de Neurociencia, y el doctor Saurabh Kokane, becario postdoctoral en el laboratorio de McGinty, publicaron recientemente los hallazgos de su equipo en la revista Journal of Neuroscience.
El riesgo de sobredosis de opiáceos puede aumentar al volver a buscar y consumir drogas, o recaer, tras un periodo sin consumirlas, o de abstinencia.
«La prevención del retorno al consumo es la clave del éxito en el desarrollo de tratamientos eficaces para los trastornos por consumo de sustancias», afirma Kokane.
«Tras décadas de investigación sobre el trastorno por consumo de opiáceos, existen tres fármacos aprobados por la FDA, pero sólo reducen la gravedad de los síntomas de desintoxicación y no impiden la vuelta al consumo. Por lo tanto, existe una clara necesidad de más opciones de tratamiento», afirmó. «En la actualidad, carecemos de un conocimiento exhaustivo de los efectos de los opiáceos, como la heroína, sobre las neuronas que impulsan el retorno al consumo. Comprender mejor estos cambios puede conducir a opciones de tratamiento adicionales».
El laboratorio McGinty del MUSC identificó tipos específicos de neuronas piramidales que contribuyen a la recaída. Descubrieron que estas neuronas en una región específica del cerebro, la corteza prefrontal prelímbica, experimentan cambios moleculares y funcionales durante la abstinencia de heroína, un opioide de uso común, que alteran su función. El córtex prelimbico es una de las áreas del cerebro implicadas en la toma de decisiones y el control del comportamiento. Los opiáceos pueden alterar el funcionamiento normal de esta parte del cerebro y, en una persona con trastorno por consumo de opiáceos, esta interferencia puede conducir a la búsqueda compulsiva de drogas.
Es importante destacar que, en este estudio preclínico, los investigadores demuestran que la restauración de la función normal de estas neuronas mediante la inhibición de una enzima clave durante la abstinencia de heroína puede prevenir la búsqueda de drogas en un modelo de roedor.
Restablecer el control
Kokane y McGinty creen que el restablecimiento de la actividad normal en las neuronas del córtex prelímbico puede prevenir la recaída inducida por pistas, pero es necesario seguir investigando.
«Necesitamos comprender con más detalle los cambios que se producen en las neuronas durante la abstinencia de heroína y determinar cómo conducen a la recaída», afirma Kokane.
El estudio del MUSC también descubrió que en el córtex prelímbico, donde la abstinencia aumenta la actividad neuronal, el bloqueo local de la enzima PKA devolvía la actividad neuronal a niveles normales, estando más activa durante este proceso de abstinencia.
Este hallazgo condujo a los investigadores del MUSC a una nueva idea: Quizá la inhibición de la PKA podría restablecer el control.
«Cuando infundimos el inhibidor de la PKA en el córtex prelímbico durante la abstinencia de heroína, observamos una disminución de la recaída inducida por señales», afirma Kokane.
Al bloquear la PKA, los investigadores han descubierto una forma de restablecer el control del córtex prelímbico durante la abstinencia de opiáceos en un modelo de roedor. Y lo que es más importante, el restablecimiento del control en el cerebro también condujo a un mejor control conductual, ya que disminuyó la búsqueda de heroína.
«Nuestros hallazgos ofrecen una nueva diana molecular para el desarrollo de futuras farmacoterapias», afirma Kokane. «Estamos en una fase muy temprana de esta investigación, pero tiene potencial. Nuestros hallazgos sugieren que la investigación debería orientarse hacia el desarrollo de farmacoterapias que se dirijan específicamente a los cambios funcionales que se desarrollan durante la abstinencia de heroína en tipos concretos de neuronas, como los que identificamos en el córtex prelímbico.»
Hasta entonces, el equipo está entusiasmado por continuar su investigación preclínica para arrojar luz sobre el control prelímbico de la búsqueda de opiáceos y la recaída y descubrir objetivos adicionales.
«Es importante tener en cuenta que el cerebro se adapta constantemente al entorno y que los cambios que hemos documentado en el córtex prefrontal durante la abstinencia de heroína, aunque persistentes, no son necesariamente permanentes y pueden revertirse», afirma McGinty.
Mayo 13/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Neuroscience – Addiction Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network
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El consumo de cocaína produce cambios estructurales en el cerebro, reduciendo el volumen de determinadas regiones, y también funcionales, afectando a los procesos cognitivos y motivacionales, unos cambios que favorecen la adicción. Profundizar en el conocimiento de cómo se producen estos cambios y los efectos que tienen en el cerebro es el objetivo del proyecto dirigido por el investigador Alfonso Barrós Loscertales dentro del grupo de Neuropsicología y Neuroimagen Funcional de la Universitat Jaume I (Españ) en el marco de financiación del Plan Nacional sobre Drogas. Read more