mar
14
Dormir menos de seis horas y media al día puede generar, a largo plazo, una afectación en el sistema inmunológico y el desarrollo de determinados cánceres (como los hematológicos), hipertensión y diabetes, pero también hay evidencia científica de que reduce la efectividad de las vacunas hasta un 20 %. Con motivo del día mundial del sueño, el próximo 15 de marzo, el presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES), Carlos Egea, ha explicado que esta merma en la efectividad se ha confirmado durante la covid, pero se puede extrapolar a las vacunas de manera general y en distintos perfiles.
Con estos datos y esa evidencia científica, Egea ha subrayado la necesidad de quitar al sueño el estigma de que es ‘tiempo perdido’, y para ello, ha dicho, es fundamental involucrar a la administración sanitaria en la promoción de la calidad del sueño y situar a estos trastornos en el debate público. Para impulsar todo esto, Egea, en nombre de la Alianza del Sueño,comparecerá este jueves en la Comisión de Sanidad del Congreso donde reivindicará un plan nacional de calidad y cuidado del sueño, en línea con el de salud mental. ‘El cuidado de la salud mental implica también cuidar el sueño’, ha señalado este experto que ha pedido que la alianza participe en la subcomisión de salud mental del Congreso de los Diputados, donde también se entregarán las firmas de la campaña ‘’España Tiene Sueño”. Egea ha reclamado la creación de un área de capacitación específica para la medicina del sueño que dé respuesta a este creciente problema de salud pública. No dormir puede acortar la vida hasta 2,5 años Este neumólogo ha insistido en que el sueño determina ‘lo que somos y lo que vamos a ser’ por lo que dormir menos de siete horas aumenta la probabilidad de tener enfermedades cardiovasculares, el riesgo de ictus e infarto, y ha precisado que el consumo continuado de fármacos para el insomnio (benzodiacepinas) conduce al deterioro cognitivo y puede disminuir la esperanza vida hasta 2,5 años.
Egea ha avanzado que la Alianza por el Sueño (que agrupa sociedades médicas, asociaciones de pacientes y empresas) lanzará próximamente una campaña dirigida a los adolescentes, una de las franjas más afectadas por la falta de sueño, para que sean conscientes de que dormir suficientes horas repercute favorablemente en su rendimiento. También en la rueda de prensa, la neurofisióloga clínica y coordinadora de la Sociedad Española de Sueño (SES), Ana Teijeira, ha considerado que la media de sueño que necesita un adulto es ocho horas, tiempo suficiente para no generar problemas a largo plazo si bien ha recalcado que no es importante ‘solo la cantidad, también la calidad’ ya que abunda mucho el sueño fragmentado. Este año, el día mundial se celebra bajo el lema ‘Equidad en el sueño para la salud global’ que quiere decir que todas las poblaciones deben de tener las mismas oportunidades para tener un sueño de calidad y cantidad, independientemente de la edad, la raza, la etnia, las condiciones socioeconómicas o la localización geográfica.
Dormir favorece la maduración cerebral en los primeros años de vida, la eliminación de tóxicos en el cerebro y la consolidación de la memoria, pero también tiene interrelación con el sistema hormonal, el inmune y el cardiovascular y ‘para que todo funcione bien, hay que dormir bien’.
Teijeira ha reconocido que no dormir genera somnolencia y, a corto plazo, puede provocar accidentes laborales o de tráfico y a largo, el desarrollo de enfermedades graves y eventos cerebrovasculares por lo que el sueño debe plantearse como ‘una prioridad’.
Según Teijeira, el cambio climático tiene un impacto en la calidad del sueño a nivel poblacional y dormir por encima de los 29 ó 30 grados provoca serias disrupciones. El 30 % de la población española se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador y finaliza el día muy cansado, un 14 % tiene insomnio crónico y el 10 % algún trastorno vinculado a no dormir.
13 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
8
Lactancia materna tras la vacuna de refuerzo contra la covid puede transmitir anticuerpos Un equipo de científicos de la Universidad de Florida (UF) halló que las madres lactantes que reciben la vacuna de refuerzo contra la covid-19 transmiten los anticuerpos a través de la leche materna a sus bebés y, potencialmente, los protegen del virus. Se trata del tercer estudio del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentaria (IFAS) de la UF que analizó la protección por medio de anticuerpos que se transfiere a través de la leche materna de madres que recibieron la vacuna de refuerzo. ‘Consideramos que la leche materna puede desempeñar un papel importante en la protección’ contra la covid-19 durante ‘los primeros seis meses de vida de los lactantes’, dijo Vivian Valcarce, de la Facultad de Medicina de UF, que trabajó en este estudio. La también profesora asistente en la Universidad de Alabama, en Birmingham, subrayó en un comunicado que se siguen observando infantes hospitalizados por infecciones de la covid-19. Para este estudio, publicado en febrero pasado en la revista Frontiers in Nutrition, la UF/IFAS contó con dos madres hispanas del total de 14 madres. Los investigadores observaron la respuesta de los anticuerpos y la funcionalidad de los mismos en la leche materna y realizaron pruebas para detectar la presencia de anticuerpos después de que los infantes consumieran leche materna con anticuerpos contra la covid-19. Los resultados sugieren que la lactancia materna ‘puede proporcionar anticuerpos contra la covid-19 a los infantes que se consideran demasiado jóvenes para recibir una vacuna’. ‘Cuando los bebés nacen tienen un sistema inmunológico inmaduro, por lo que dependen en gran medida del sistema inmunológico de la madre’, señaló Joseph Larkin, profesor de Microbiología y Ciencia Celular de la UF/IFAS. Por ello, la lactancia materna ‘puede servir durante el periodo intermedio mientras los bebés desarrollan su propio sistema inmunológico’. En este estudio, se dio seguimiento a las 14 madres lactantes y a sus bebés desde antes de recibir la vacuna de refuerzo contra la covid-19 hasta después de recibirla. Los investigadores analizaron la sangre de las madres para confirmar que sus cuerpos produjeron anticuerpos contra la covid-19 después de una inyección de refuerzo y detectaron la presencia de anticuerpos en la leche materna. Finalmente, analizaron las heces de los bebés para confirmar que había anticuerpos presentes en el organismo de los lactantes. ‘Este estudio demuestra lo importante que es la leche materna y la lactancia para la salud infantil durante una pandemia’, afirmó Valcarce. Pese a que los niveles de anticuerpos contra la covid-19 ‘disminuyen’ con el tiempo en los individuos vacunados, ‘siguen siendo más altos que los niveles previos a la vacuna’, por lo que la investigación ‘respalda la idea de que pueden ser necesarios los refuerzos de vacunas’, acotó Larkin.
Ver articulo: Valcarce V, Stewart Stafford L, Neu J, Parker L, Vicuna V, Cross T, et al. COVID-19 booster enhances IgG mediated viral neutralization by human milk in vitro. FrontNutr[Internet].2024[citado 7 mar 2024];11. https://doi.org/10.3389/fnut.2024.1289413 https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnut.2024.1289413/full
06 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019.Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
6
Un equipo investigador del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), en el sur de España, ha demostrado la eficacia y seguridad de administrar simultáneamente las vacunas del Covid-19 y la gripe, una práctica que podría ayudar también a aliviar la carga sobre el sistema sanitario, optimizando recursos y tiempos de acción.
Un estudio multicéntrico liderado por el Instituto de Bomedicina de Sevilla (IBiS) y el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, con la participación de investigadores de la Universidad de Sevilla y del Centro de Salud Los Bermejales y el grupo de Adolfo García Sastre, de la ‘Icahn School of Medicine’ del Hospital Mount Sinai de New York.
La eficacia de administrar conjuntamente las vacunas contra la influenza y la COVID-19 es comparable a cuando se aplican por separado’, explicó María Elisa Cordero, responsable del grupo ‘Infecciones víricas y en pacientes inmunodeprimidos’ del IBiS.
Este descubrimiento responde a la sospecha inicial de que existe una posible interferencia entre las vacunas, lo que generaba incertidumbre sobre su efectividad al usarlas de forma combinada pero el estudio demuestra que no es así, que la respuesta es la misma.
‘Incluso para un tipo de virus de la gripe, la respuesta es algo mejor si se administra la vacuna de la gripe y la Covid-19 a la vez, pero en distintos brazos’, añadió la investigadora. No obstante, con relación a la eficacia de la vacunación concomitante, según subrayó la experta, aún hay aspectos de la respuesta inmunitaria que requieren una investigación más profunda, especialmente en poblaciones con respuesta inmune disminuida, como los pacientes inmunodeprimidos, uno de los principales retos a resolver.
Uno de los siguientes aspectos a investigar sería analizar, en grupos de pacientes con menor respuesta a la vacuna por sus enfermedades subyacentes como los inmunodeprimidos, si existen estrategias de vacunación que puedan mejorar la eficacia de ambas vacunas. Estamos considerando estudios futuros para explorar estrategias de vacunación que puedan mejorar la eficacia en estos grupos’, indicó la investigadora. ‘Administrar las dos vacunas a la vez puede hacer más eficiente la vacunación, ahorrando tiempo tanto al paciente como al personal sanitario’, aseguró María Elisa Cordero.
Esta estrategia no solo optimiza la logística de vacunación, ahorrando recursos y tiempo, sino que también mantiene la misma seguridad y eficacia, lo cual es fundamental para mejorar la cobertura vacunal y, por ende, la salud pública, según indica la investigadora. Este estudio marca el paso hacia una estrategia de vacunación más eficiente y flexible, capaz de enfrentar los desafíos de salud pública actuales y futuros, y resalta la importancia de la investigación constante para optimizar nuestra respuesta a las enfermedades virales.
04 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
feb
1
Las embarazadas pueden ya proteger a sus bebés de hasta 6 meses de la bronquiolitis y otras enfermedades respiratorias vacunándose, entre las 24 y las 36 semanas de gestación, con el primer suero para adultos que acaba de aprobar el Ministerio de Sanidad frente al Virus Sincitial Respiratorio (VRS).
La vacuna bivalente de Pfizer contra la proteína F en prefusión (RSVpreF), está también indicada para los mayores de 60 años, pero por ahora el Sistema Nacional de Salud solo la financiará para las embarazadas, ha explicado en la presentación del fármaco el director médico de la compañía, José Chaves. A la espera de las pautas que aún debe marcar la Comisión de Salud Pública, que debe decidir ahora su incorporación en el calendario vacunal para toda la vida, Abrysvo, nombre comercial de la vacuna, consta de una única dosis que se inyecta en el músculo de la parte superior del brazo y ya está disponible en farmacias por un precio de 234,95 euros con IVA.
‘Complementaria’ a nirsevimab Desde octubre, los recién nacidos están siendo inmunizados con nirsevimab, un anticuerpo monoclonal -no vacuna- que está desplomando las tasas de hospitalizaciones por VRS, que supone la segunda causa de muerte en lactantes menores de 12 meses en el mundo.
Se estima que, en España, las infecciones por este virus originan entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones anuales, es decir, un 2 % de los casos, sin olvidar que el sincitial puede conllevar secuelas futuras, llegando a tener cuadros parecidos a los de asma en los 5 primeros años de vida.
Esta vacuna, la primera que llega a España para adultos y única que está indicada para mujeres gestantes -la otra que desarrolla GSK es solo para mayores-, viene a ser nueva herramienta con la que recibirán una protección pasiva a través de la placenta de sus madres. Según María María Garcés, pediatra del centro de salud Nazaret (Valencia) y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Vacunología (CAV-AEP), no debe hay ‘ninguna interferencia’ entre ambos fármacos, que incluso ‘pueden ser complementarios’.
Un escudo vital para los bebés ‘Hasta hace unos años, vacunar a una mujer embarazada era un tema tabú, pero gracias a la evidencia científica, los avances y la industria se ha visto la importancia de que se vacunen, lo primero para que se protejan ellas mismas de enfermedades diversas, y luego al feto’, ha señalado Inmaculada Cuesta, enfermera, matrona y secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac).
Cuando una mujer se vacuna, genera unos anticuerpos que transfiere al feto a través de la placenta. ‘Es un acto altruista que hace la mujer en beneficio de su hijo’, al que regala ‘un escudo vital’ contra el VRS en sus primeros seis meses de vida.
Dado que la protección del lactante frente al VRS depende de esa transferencia de anticuerpos, Abrysvo se debe administrar entre las semanas 24 y 36 de embarazo; lo importante, ha querido dejar claro la experta, es que las mujeres en la edad fértil lleguen al embarazo con todo su calendario vacunal completo, más aún si son mujeres con algún factor de riesgo.
El VRS también es cosa de mayores Pero el VRS no es exclusivo de los pequeños, ha aclarado Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, sino que también impacta en los adultos a partir de los 65 años, sobre los que hay un infradiagnóstico pese a que en ellos hay más mortalidad intrahospitalaria relacionada con casos de este virus -8 %- que con la gripe.
El 90 % de la población de esta edad tiene una enfermedad crónica asociada, que se convierten en dos a los 75 y en al menos 3 cuando se cumplen los 80, por lo que su protección frente a cualquier enfermedad respiratoria ‘resulta esencial’. Gil ha querido insistir en que la vacuna no evitará la infección, pero sí las hospitalizaciones y las muertes, al igual que ocurre con otras como la covid o la gripe.
Se puede poner con la de la gripe Según su prospecto, Abrysvo se puede poner paralelamente con la vacuna de la gripe estacional. Como todo medicamento, tiene efectos adversos, siendo los más comunes en mujeres embarazadas el dolor en la zona del pinchazo, de cabeza, muscular y náuseas. Mientras que, en los mayores, los más frecuentes fueron la fatiga, el dolor de cabeza, en la zona de la inyección y mialgia. Con estas dos indicaciones ya aprobadas, la compañía farmacéutica ha iniciado dos ensayos clínicos adicionales para evaluar Abrysvo en niños con mayor riesgo de contraer enfermedad por VRS, cuya edad va desde los 2 años hasta los 18.
El segundo ensayo está evaluando a adultos de 18 a 60 años de edad, con mayor riesgo de contraer el VRS debido a afecciones médicas subyacentes como asma, diabetes y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), así como a adultos mayores de 18 años que están inmunodeprimidos y, por tanto, tienen mayor riesgo de contraer el VRS, ha concluido José Chaves, director médico de Pfizer.
30 enero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
ene
18
Un estudio observacional realizado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y del Hospital del Mar determina que la administración intradérmica de la vacuna JYNNEOS contra la viruela induce una respuesta inmunitaria eficiente que debería prote
Investigadores del Laboratorio de Biología de la Infección del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la Universidad Pompeu Fabra y de la Unidad de VIH del Instituto de Investigación Hospital del Mar, han demostrado que la vacunación intradérmica con la vacuna JYNNEOS contra la viruela es la mejor opción para proteger a las personas con VIH de contraer el virus de la viruela del mono. Esta pauta de administración de la vacuna requiere menos material para inyectar a cada paciente, lo que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles. Los resultados de este estudio observacional también indican que aquellos individuos con un nivel bajo de células T CD4 -un tipo de glóbulo blanco esencial para combatir adecuadamente nuevas infecciones- necesitan una dosis de refuerzo 28 días después de la primera dosis para compensar su estado de inmunodepresión.
El virus de la viruela del mono (monkeypox, en inglés) es un virus zoonótico de la familia del virus variólico que causa la viruela. La viruela del mono causa una enfermedad infecciosa que puede propagarse de forma autóctona entre humanos por contacto directo y por vía respiratoria. Los síntomas más comunes de la infección por viruela símica son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, inflamación de los ganglios linfáticos, erupción cutánea, síntomas respiratorios y rectales, y agotamiento. Su gravedad depende de la edad y de la respuesta del sistema inmunitario para resistir a patógenos y parásitos.
Antes de la primavera de 2022, la viruela símica solía aparecer como brotes aislados en zonas endémicas de África Central y Occidental, pero en ese momento se produjo un brote mundial que facilitó la transmisión de persona a persona. Transmisión que se produjo, principalmente, entre hombres que mantenían relaciones sexuales con hombres. Un grupo de población con muchos individuos infectados por el VIH y que son especialmente susceptibles a la infección por el virus de la viruela del mono y a su patogenicidad.
Aunque no existe una vacuna específica contra la viruela del mono, la vacuna contra la viruela protege a 8 de cada 10 personas de contraer la infección, debido al parentesco antigénico entre ambos virus.
Combatir la viruela del mono cuando se vive con el VIH
Los resultados del estudio publicado hoy en la revista Journal of Medical Virology indican que la actividad de las células T -responsables de la respuesta contra los patógenos, la homeostasis y la memoria del sistema immune- de los individuos infectados por el VIH-1, cuya carga viral estaba controlada por la terapia antirretroviral, aumentó tras la vacunación con la vacuna contra la viruela JYNNEOS. Y que la respuesta de las células T fue equivalente a la de los individuos sanos de control.
Entre las personas que viven con una infección por VIH, existe un grupo de riesgo que merece especial atención. Se trata de los llamados no respondedores inmunológicos (INR por sus siglas en inglés), individuos que controlan su carga viral con la terapia antirretroviral, pero sólo recuperan parcialmente su recuento de linfocitos T CD4.
«Nuestro estudio muestra que estos INR pueden necesitar una dosis de refuerzo 28 días después de la primera vacunación para generar una respuesta eficiente de células T y estar, así, protegidos frente a la viruela del mono», explica Robert Güerri, clínico del Hospital del Mar y profesor asociado de la UPF, que ha coordinado el estudio de vacunación. En conjunto, los nuevos hallazgos subrayan la importancia de realizar estudios específicos sobre la respuesta inmunitaria en personas con VIH, especialmente en aquellas con un número más bajo de glóbulos blancos CD4.
Las vías de administración de la vacuna modulan la respuesta inmunitaria
Antes del brote de viruela del mono de la primavera de 2022, la vacuna JYNNEOS se administraba por vía subcutánea para proteger a la población. Pero debido al aumento de la demanda de vacunas, en agosto de 2022, las autoridades sanitarias estadounidenses y europeas propusieron administrar la vacuna JYNNEOS por vía intradérmica. Por esta vía, la vacuna se libera en la capa superior de la piel, donde se encuentran muchas células inmunitarias. Aunque, lo más importante de este nuevo procedimiento es que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles, aumentando la disponibilidad de la vacuna sin comprometer su eficacia.
En contraste con la respuesta de las células T de los individuos infectados por el VIH-1 que recibieron la vacuna JYNNEOS por vía subcutánea, todos los individuos que recibieron la vacuna por vía intradérmica generaron una respuesta significativa de las células T. Por lo tanto, la vacunación intradérmica fue más eficaz para activar la inmunidad antivírica específica.
«Nuestros resultados apoyan claramente la propuesta de una vía de vacunación que ahorre dosis también para la protección de los individuos inmunodeprimidos, que son los que más necesitan la vacuna», añade Andreas Meyerhans, investigador ICREA y catedrático de la UPF, que coordinó la parte experimental del estudio.
Este estudio proporciona una indicación temprana de cómo mejor proceder con la vacunación preventiva contra la viruela del mono en un grupo de individuos con alto riesgo de infección. Sin embargo, otros estudios deberán confirmar y ampliar las observaciones derivadas de este estudio que cuenta con un número pequeño de individuos vacunados.
Referencia: Sisteré-Oró M, Du J, Wortmann DDJ, Filippi MD, Cañas Ruano E, Arrieta Aldea I, et al. Pan-pox-specific T-cell responses in HIV-1-infected individuals after JYNNEOS vaccination. J Med Virol[Internet]. 2023[citado 17 ene 2024]; 96:e29317. doi:10.1002/jmv.29317
12 enero 2024| Fuente: Eureka Alert| Tomado de Comunicado de prensa
nov
13
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (EEUU), el primero en evaluar prospectivamente la relación entre la vacunación contra el Covid-19 antes de la concepción en parejas y el aborto espontáneo, ha descubierto que no existe riesgo de aborto espontáneo entre las parejas vacunadas que intentaban tener hijos.
Múltiples estudios han demostrado que las vacunas contra la COVID-19 no provocan infertilidad ni complicaciones en el embarazo, como el aborto espontáneo, pero muchas personas todavía desconfían de los efectos adversos de la vacuna en el embarazo.
Publicado en la revista ‘Human Reproduction’, el estudio no encontró un mayor riesgo de aborto espontáneo temprano o tardío como resultado de que alguna persona de la pareja o las dos recibieran la vacuna COVID-19 antes de concebir.
El estudio es el primero en evaluar el riesgo de aborto espontáneo temprano (menos de ocho semanas de gestación) después de la vacunación contra la COVID-19 antes de la concepción, así como el primero en evaluar la vacunación masculina y el aborto espontáneo.
Los investigadores esperan que estos resultados proporcionen información útil para las personas que planean quedar embarazadas, así como para sus proveedores de atención médica. «Estos hallazgos deberían replicarse en otras poblaciones, pero son tranquilizadores para las parejas que están planeando un embarazo», afirma la autora principal Jennifer Yland, estudiante de doctorado en epidemiología en BUSPH en el momento del estudio.
Para el estudio, Yland y sus colegas analizaron datos de encuestas sobre la vacunación contra el COVID-19 y el aborto espontáneo entre mujeres y hombres participantes en el Estudio de Embarazo en Línea (PRESTO), un estudio en curso financiado por los Institutos Nacionales de Salud que inscribe a mujeres que intentan concebir y las sigue desde antes de la concepción hasta seis meses después del parto.
Las participantes en este nuevo análisis incluyeron 1 815 mujeres en los EEUU y Canadá que fueron seguidas en el estudio desde diciembre de 2020 hasta noviembre de 2022, incluidas 1 570 parejas con datos sobre la vacunación de sus parejas masculinas. Las participantes femeninas elegibles tenían entre 21 y 45 años y estaban tratando de concebir sin el uso de un tratamiento de fertilidad en el momento de la inscripción.
Fueron observadas desde su primera prueba de embarazo positiva hasta un aborto espontáneo u otro evento (como un aborto inducido, un embarazo ectópico) o 20 semanas de gestación, lo que ocurra primero.
Entre las mujeres participantes, el 75 por ciento había recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 cuando quedaron embarazadas. Casi una cuarta parte de los embarazos resultaron en abortos espontáneos, y el 75 por ciento de estos abortos espontáneos ocurrieron antes de las 8 semanas de gestación, pero no hubo un mayor riesgo.
El riesgo de aborto espontáneo fue del 26,6 por ciento entre las participantes femeninas no vacunadas, del 23,9 por ciento entre las participantes femeninas que habían recibido una dosis de la vacuna antes de la concepción, del 24,5 por ciento entre las que completaron una serie primaria completa antes de la concepción, del 22,1 por ciento entre las que completaron la serie de vacunas tres meses antes de la concepción, y el 20,1 por ciento entre aquellos que recibieron solo una dosis de una vacuna de dos dosis antes de la concepción.
«La tasa de aborto espontáneo entre las personas vacunadas no solo fue comparable con la de las participantes de PRESTO que concibieron antes de la pandemia, sino que nuestros datos indicaron un riesgo ligeramente menor de aborto espontáneo entre las personas vacunadas en comparación con las no vacunadas», señala Yland.
Referencia
Yland JJ, Wesselink AK, Regan AK, Hatch EE, Rothman KJ, Savitz DA, et al. prospective cohort study of preconception COVID-19 vaccination and miscarriage. Human Reprod[Internet].2023[citado 11 nov 2023]. https://doi.org/10.1093/humrep/dead211
13 noviembre 2023 | Fuente: redacción médica | Tomado de Noticias Sanidad