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Investigadores del Instituto Leibniz para la Investigación de Productos Naturales y Biología de Infecciones (Leibniz-HKI) y sus socios colaboradores de Dinamarca y Hungría han descubierto que las bacterias presentes en el intestino proporcionan información sobre las cantidades de hongos del género Candida potencialmente causantes de enfermedades.

Entre estas bacterias intestinales se encuentran las bacterias del ácido láctico que son conocidas por su efecto protector frente a las infecciones fúngicas.

El microbioma intestinal humano es una comunidad extremadamente compleja en la que diferentes microorganismos se controlan entre sí. Sin embargo, si se produce un desequilibrio debido a los antibióticos u otras influencias ambientales, las especies individuales pueden propagarse y provocar una infección. Los hongos del género Candida, por ejemplo, están presentes en los intestinos de muchas personas sanas. Por lo general, son inofensivos, pero también pueden causar infecciones sistémicas peligrosas.

Para el estudio, publicado en ´Nature Communications´, los investigadores examinaron muestras de heces de 75 pacientes con cáncer y encontraron que ciertas especies bacterianas siempre aparecen en mayor número cuando la cantidad de hongos del género Candida también es alta.

«Con estos datos, desarrollamos un modelo informático que fue capaz de predecir la cantidad de Candida en otro grupo de pacientes con una precisión de alrededor del 80 por ciento en función de las especies y cantidades bacterianas», explica el autor principal del estudio, Bastian Seelbinder. Estas bacterias incluían principalmente especies tolerantes al oxígeno.

Lo que sorprendió a los investigadores no fue solo el éxito de la predicción de la cantidad de hongos en función de las especies bacterianas presentes, sino también qué bacterias se correlacionaron con grandes cantidades de hongos. «Encontramos un mayor número de especies bacterianas que producen ácido láctico, incluidas las especies de Lactobacillus», afirma Seelbinder.

Las bacterias del ácido láctico, particularmente del género ´Lactobacillus´, favorecen la proliferación de Candida pero al mismo tiempo hacen que el hongo sea menos virulento. Esto podría deberse al hecho de que las especies de Candida pueden cambiar su metabolismo para poder utilizar el lactato producido por las bacterias del ácido láctico.

Esta característica les da una ventaja competitiva sobre otros hongos como ´Saccharomyces cerevisiae´, como descubrieron los investigadores en experimentos adicionales. Sin embargo, el cambio metabólico aparentemente también hace que Candida permanezca en su forma de levadura esférica generalmente inofensiva en lugar de formar hifas fúngicas que podrían invadir la mucosa intestinal.

Este estudio se ha realizado en muestras de heces de pacientes con cáncer porque «tienen un riesgo particular de contraer infecciones fúngicas», según explican los autores. Asimismo, señalan que para estudios adicionales se podrían incluir muestras de sujetos sanos para desarrollar estrategias a largo plazo para pacientes en riesgo en función de su microbioma.

 

Mayo 23/2023 (IMmédico) – Tomado de Gastroenterología – Digestivo, Neumología, Oncología  Copyright 2023: Publimas Digital

 

 

ia-knrF--1200x630@abcEl Instituto Tecnológico de Aragón ITAINNOVA y el Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) de Aragón han desarrollado GastricAITool, una herramienta de diagnóstico y pronóstico del cáncer gástrico utilizando técnicas de Inteligencia Artificial (IA) y tecnologías de Big Data. La finalidad es brindar apoyo a los clínicos en la toma de decisiones cruciales y facilitar estrategias y seguimientos más personalizados para los pacientes.

La motivación del proyecto radica en el mal pronóstico y la incidencia del cáncer gástrico, que ocupa el quinto lugar como más frecuente y la tercera causa de muerte por esa enfermedad. Por tanto, es necesario desarrollar una solución que permita un diagnóstico temprano del cáncer gástrico y prevenga pronósticos adversos, basándose en la información del paciente. Esta herramienta estará disponible para investigadores y clínicos a través de la plataforma desarrollada bajo el marco del proyecto GATEKEEPER.

Podrá utilizarse, por ejemplo, para predecir el diagnóstico del cáncer gástrico en pacientes de alto riesgo, como familiares de primer grado, o en pacientes con lesiones gástricas premalignas. Además, permitirá identificar a aquellos pacientes que puedan tener un curso de enfermedad más grave, requiriendo intervenciones terapéuticas tempranas y personalizadas, así como un seguimiento más cercano, han apuntado desde el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento.

La colaboración entre el Grupo de Big Data e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Aragón y el Grupo de Investigación Traslacional en Patología Digestiva del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón ha sido fundamental para lograr este avance significativo.

Mayo 23/2023 (IMmédico) – Tomado de Oncología, Gastroenterología-Digestivo  Copyright 2023: Publimas Digital

mayo 23, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, cáncer, Enfermedades del Sist. Digestivo, Gastroenterología, Oncología | Etiquetas: , , |

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Según la revista Nature, Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) han identificado la chispa molecular que activa los casos de cáncer de mama actualmente inexplicados por el modelo clásico de desarrollo del tumor.

«Hemos identificado lo que creemos que es el desencadenante molecular original que inicia una cascada que culmina en el desarrollo de tumores de mama en un subconjunto de cánceres de mama impulsados por estrógenos», afirma Peter Park, investigador principal del estudio y profesor de Informática Biomédica en el Instituto Blavatnik de la HMS.

Los investigadores señalan que hasta un tercio de los casos de cáncer de mama podrían surgir a través del mecanismo recién identificado. El estudio también demuestra que la hormona sexual estrógeno es la culpable de esta disfunción molecular porque altera directamente el ADN de una célula.

La mayoría de los cánceres de mama, aunque no todos, se alimentan de fluctuaciones hormonales. La opinión predominante sobre el papel del estrógeno en el cáncer de mama es que actúa como catalizador del crecimiento del cáncer porque estimula la división y proliferación del tejido mamario, un proceso que conlleva el riesgo de mutaciones cancerígenas. El nuevo trabajo, sin embargo, demuestra que el estrógeno causa estragos de una forma mucho más directa.

«Nuestro trabajo demuestra que el estrógeno puede inducir directamente reordenamientos genómicos que conducen al cáncer, por lo que su papel en el desarrollo del cáncer de mama es a la vez el de un catalizador y una causa», señala el primer autor del estudio Jake Lee, un exbecario de investigación en el laboratorio de Park que ahora es becario de oncología médica en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Aunque el trabajo no tiene implicaciones terapéuticas inmediatas, podría servir de base para el diseño de pruebas de seguimiento de la respuesta al tratamiento y ayudar a los médicos a detectar la reaparición de tumores en pacientes con antecedentes de determinados cánceres de mama.

Ya se sabe que el estrógeno estimula el crecimiento del cáncer de mama al favorecer la proliferación de las células mamarias. Sin embargo, las nuevas observaciones arrojan una luz diferente sobre esta hormona.

Muestran que el estrógeno es un personaje más central en la génesis del cáncer porque altera directamente el modo en que las células reparan su ADN.

Los hallazgos sugieren que los fármacos supresores de estrógenos como el tamoxifeno -que suelen administrarse a pacientes con cáncer de mama para prevenir la recidiva de la enfermedad- actúan de una manera más directa que la simple reducción de la proliferación de las células mamarias.

«A la luz de nuestros resultados, proponemos que estos fármacos también pueden impedir que el estrógeno inicie reordenamientos genómicos cancerígenos en las células, además de suprimir la proliferación celular mamaria», afirma Lee.

El estudio podría mejorar las pruebas de detección del cáncer de mama. Por ejemplo, la detección de la huella genómica del reordenamiento cromosómico podría alertar a los oncólogos de que la enfermedad de una paciente está reapareciendo, señaló Lee.

Un método similar de seguimiento de la recaída de la enfermedad y la respuesta al tratamiento ya se utiliza ampliamente en cánceres que albergan translocaciones cromosómicas críticas, como ciertos tipos de leucemias.

En términos más generales, el trabajo subraya el valor de la secuenciación del ADN y el análisis minucioso de los datos para profundizar en la biología del desarrollo del cáncer, señalan los investigadores.

«Todo empezó con una simple observación. Nos dimos cuenta de que el complejo patrón de mutaciones que vemos en los datos de secuenciación del genoma no puede explicarse con el modelo de los libros de texto –recuerda Park–. puede resultar ser una pieza que faltaba desde hace tiempo en el rompecabezas del cáncer de mama, Pero ahora que hemos encajado el rompecabezas, todos los patrones tienen sentido a la luz del nuevo modelo. Esto es inmensamente gratificante».

Mayo 18/2023 (IMMédico) – Tomado de Obstetricia y Ginecología, Oncología  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

 

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Un estudio dirigido por investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA sugiere que la IL-21, una molécula soluble implicada en la activación del sistema inmunitario, puede ser una posible diana terapéutica para ayudar a reducir los efectos secundarios autoinmunitarios endocrinos causados por la terapia contra el cáncer con inhibidores de puntos de control.

Los investigadores descubrieron que un grupo específico de células inmunitarias CD8+ con una fuerte actividad letal, denominadas células T CD8+ citotóxicas CXCR6+ IFN-γ, desempeñan un papel central en este ataque autoinmune. También descubrieron que la actividad de estas células CD8+ estaba controlada por la IL-21 y que su bloqueo prevenía la autoinmunidad tiroidea.

«Nuestro estudio es el primero que analiza en profundidad la causa de la autoinmunidad tiroidea asociada a los inhibidores de puntos de control en seres humanos y pone de relieve una posible vía para prevenir esta toxicidad autoinmunitaria relacionada con el tratamiento», afirma la Dra. Melissa Lechner, profesora adjunta de Medicina en la división de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y primera autora del estudio.

Los inhibidores de los puntos de control son un tipo de terapia contra el cáncer que aprovecha el poder del sistema inmunitario para combatir las células cancerosas y han demostrado tener un éxito notable en el tratamiento de múltiples tipos de cáncer avanzado. Si bien este tipo de terapia ha cambiado la faz del tratamiento del cáncer, con el aumento de la activación inmunitaria pueden producirse ataques autoinmunitarios no deseados contra tejidos sanos. Estos efectos adversos relacionados con el sistema inmunitario se producen en hasta el 60% de los pacientes tratados con esta terapia y pueden contribuir a la interrupción del tratamiento, hospitalizaciones e incluso la muerte prematura.

La causa de estas toxicidades autoinmunes sigue siendo en gran medida desconocida. En la actualidad no existen tratamientos eficaces para prevenir o revertir estos efectos adversos endocrinos inmunes durante la inmunoterapia del cáncer, que casi universalmente resultan en daño permanente de órganos y la necesidad de por vida de la terapia de reemplazo hormonal.

Para investigar la causa de las toxicidades autoinmunes que se producen durante la terapia contra el cáncer con inhibidores de puntos de control, el equipo utilizó la secuenciación de ARN unicelular de muestras de tiroides de pacientes. El equipo demostró entonces que las células T CD8+ efectoras expandidas clonalmente que expresan CXCR6+ Granzima B e interferón-γ están aumentadas en individuos con acontecimientos adversos tiroideos. Además, descubrieron que la IL-21 de las células T helper CD4+ impulsa la función tirotóxica de estas células T CD8+ y que la inhibición de la IL-21 en un modelo de ratón prevenía la autoinmunidad tiroidea asociada a los inhibidores de puntos de control.

Los resultados ponen de relieve las posibles vías inmunitarias que pueden utilizarse para reducir las toxicidades de la inmunoterapia en los pacientes. Entender cómo se desarrollan las toxicidades autoinmunes en pacientes tratados con inmunoterapia contra el cáncer ayudará a los investigadores a desarrollar estrategias para reducir estos efectos secundarios, haciendo que el tratamiento sea más seguro.

Además, los mecanismos que impulsan la autoinmunidad relacionada con la inmunoterapia del cáncer pueden compartirse con enfermedades autoinmunes espontáneas, como la diabetes de tipo 1 y la tiroiditis de Hashimoto. Así pues, los resultados de este estudio también pueden ayudar a los investigadores a identificar dianas para el tratamiento de un amplio número de enfermedades autoinmunes.

El estudio se publicó en la revista Science Translational Medicine.

 

Mayo 18/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Oncology & Cancer – Immunology  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

 

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En los últimos 5-10 años, la detección del cáncer de próstata ha experimentado un notable. La incorporación de novedosas técnicas de imagen «ha revolucionado completamente el diagnóstico», indica Juan Gómez Rivas, del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Madrid. Según indica, los clínicos basaban el diagnóstico de cáncer de próstata en el tacto rectal, determinación de PSA y biopsia, en cierta medida aleatoria. La tasa de éxito de esta actuación era que aproximadamente de uno de cada tres pacientes biopsiados tenía un tumor.

«En estos momentos, la resonancia magnética (RM), al igual que en el caso de la mama, nos ayuda a saber dónde está la sospecha tumoral, lo que ha mejorado el diagnóstico: de ese tercio de pacientes, se ha pasado a que más de la mitad de los pacientes que tienen una RM positiva tienen un cáncer de próstata. De hecho, las guías clínicas señalan que todo paciente en el que se sospecha un cáncer de próstata debe tener una resonancia magnética antes de practicarle una biopsia».

Se trata además de una medida diagnóstica coste-efectiva porque la RM no sólo dirige la biopsia sino que «discierne sobre un grupo de pacientes que no la necesita porque no tiene tumor. Evita biopsias, sobrediagnósticos y sobretratamientos», señala Gómez Rivas, que acaba de recibir uno de los premios anuales que otorga anualmente la Asociación Europea de Urología en diferentes áreas; concretamente el Cristal Matula, dedicado a un urólogo joven, menor de 40 años, con una buena trayectoria académica y de divulgación científica.

El profesional, cuya línea de interés se centra en tumores genitourinarios, y más específicamente el cáncer de próstata, alude también al apoyo que ha supuesto la PET con marcador de membrana de próstata muy específico, el PSMA.

Se trata de otra nueva técnica de imagen de Medicina Nuclear que ha variado el diagnóstico de recidivas porque permite valorar dónde se encuentra con valores muy bajos de PSA. «Esta metodología permite hacer tratamientos muy dirigidos. Por ejemplo, si un paciente tiene captación de PSMA en un ganglio de la fosa ilíaca derecha, se realiza un tratamiento de radioterapia dirigido a esa zona o se practica una linfadenectomía de rescate. Si el paciente es metastásico se le trata como tal precozmente antes de que pudiera verse en un TAC o Gammagrafía. Sin duda, tanto la imagen como el PSMA han revolucionado el escenario del cáncer de próstata».

Más esperanza de vida 

En el tratamiento de la enfermedad metastásica y resistente a la castración, el experto señala que en la última década, y más concretamente desde 2015 en patología metastásica, existen múltiples tratamientos que han aumentado la esperanza de vida de estos pacientes. «Anteriormente, en la patología metastásica, con terapia de deprivación estrogénica, la esperanza de vida era menor de cinco años, dependiendo de la carga metastásica. Pero, con los tratamientos actuales, la supervivencia ha aumentado más de siete años. Se ha producido un cambio positivo muy importante teniendo en cuenta, además que nuestra población de referencia está muy envejecida».

Mayo 17/2023 (Diario Médico) – Tomado de Urología – Se ensayan otras nuevas opciones de detección (Seguir leyendo)  Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

 

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Un estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que se celebra en Dublín (Irlanda) del 17 al 20 de mayo, sugiere que el aumento de peso en la adolescencia y la veintena aumenta el riesgo de muerte por cáncer de próstata.

El análisis de los datos de más de 250.000 hombres suecos reveló que el aumento de peso a lo largo de la vida se asociaba al desarrollo de cáncer de próstata en general y de cáncer de próstata agresivo y mortal.

La relación con el cáncer de próstata agresivo y mortal se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en los hombres de todo el mundo, con más de 1,4 millones de casos diagnosticados anualmente. Es el cáncer más frecuente en hombres en Suecia, con 10.000 casos al año, y la causa más común de muerte por cáncer en varones, con 2.000 fallecimientos anuales.

Es el cáncer más frecuente en hombres en el Reino Unido, con unos 52.000 casos al año, y la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en varones, con casi 12.000 muertes al año.

«Saber más sobre los factores que causan el cáncer de próstata es clave para prevenirlo», afirma la Dra. Marisa da Silva, del Departamento de Medicina Traslacional de la Universidad de Lund (Malmö, Suecia).

«Los únicos factores de riesgo bien establecidos, como el aumento de la edad, los antecedentes familiares de la enfermedad y varios marcadores genéticos, no son modificables, por lo que es vital identificar factores de riesgo que puedan cambiarse».

Además, aunque muchos cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar daño a un hombre durante su vida, otros son más agresivos -tienen o es probable que se extiendan rápidamente fuera de la próstata y son más difíciles de tratar- y es importante averiguar si tienen los mismos o distintos factores de riesgo.

Investigaciones anteriores han encontrado pruebas sólidas de que el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer de próstata mortal. Sin embargo, no están claras las pruebas de que la grasa corporal esté asociada al cáncer de próstata en general. Además, muchos de estos estudios se basaron en mediciones de la grasa corporal en un momento determinado y no evaluaron la agresividad.

Para saber más sobre la relación entre el peso y el cáncer de próstata, el Dr. da Silva y sus colegas analizaron los datos de 258.477 hombres cuyo peso se había medido al menos tres veces entre los 17 y los 60 años, como parte del estudio Obesity and Disease Development Sweden (ODDS).

El peso se midió de forma objetiva (83%), subjetiva (5%) y recordada (12%).

Los hombres, que estaban libres de cáncer de próstata cuando se inscribieron en el ODDS entre 1963 y 2014, fueron seguidos hasta 2019 (mediana de seguimiento de 43 años). Se registraron los diagnósticos de cáncer de próstata y las muertes durante ese tiempo.

Del grupo, 23.348 participantes fueron diagnosticados de cáncer de próstata, con una edad media en el momento del diagnóstico de 70 años, y 4.790 hombres murieron de cáncer de próstata.

El aumento de peso (más de medio kg o 1,1 lb al año) en comparación con un peso estable a lo largo de la vida de un hombre se asoció con un riesgo un 10% mayor de cáncer de próstata agresivo y un 29% mayor de cáncer de próstata mortal.

Un análisis más detallado demostró que esta relación se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.

El aumento de peso de un hombre de 1 kg al año entre los 17 y los 29 años (en total, 13 kg) se asocia a un aumento del 13% del riesgo de cáncer de próstata agresivo y del 27% del riesgo de cáncer de próstata mortal.

El Dr. da Silva afirma: «Investigaciones anteriores han relacionado las concentraciones elevadas del factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), una hormona que interviene en el crecimiento y el desarrollo celular, con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Los niveles de esta hormona se elevan en personas con obesidad y un aumento pronunciado de peso puede alimentar esta elevación y el desarrollo del cáncer.»

Los investigadores concluyen que prevenir el aumento de peso en la edad adulta joven puede reducir el riesgo de cáncer de próstata agresivo y mortal.

El Dr. da Silva añade: «No sabemos si es el aumento de peso en sí o la larga duración del sobrepeso el principal impulsor de la asociación que observamos. No obstante, hay que ganar peso para ser más pesado, por lo que evitar un aumento pronunciado de peso en los hombres jóvenes es imperativo para la prevención del cáncer de próstata.»

Mayo 17/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Oncology & Cancer – Overweight & Obesity  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

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