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Los medicamentos más modernos no llegan al cáncer de páncreas, la leucemia mieloide y el mieloma múltiple que son los tumores que, en España, sufren más retrocesos en la financiación pública de sus tratamientos, pese a tener demostrada eficacia en otros países y estar recomendados por la Sociedad Europea de Oncología Médica.
Así lo recoge el indicador Oncoidex, que analiza la financiación pública de las terapias oncológicas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y constata que solo 42 de las 140 terapias oncológicas modernas están financiadas en España frente a 30 que no tienen financiación disponible y 68 que están con restricciones, es decir los tratamientos siguen pautas diferentes a las recomendadas por los estándares europeos.
En el caso del cáncer de páncreas los medicamentos no financiados caen un 40%, por delante de la leucemia mieolide aguda (22,2% de bajada) y el mieloma múltiple (13,6%), un retroceso que ya venían denunciado las asociaciones de pacientes y que desde la Fundación oncológica Alivia explican por la ‘lentitud’ de España en incorporarse a los nuevos fármacos, proceso que puede demorarse de cinco meses hasta tres años.
Mientras sube la financiación para los tratamientos de cáncer de más prevalencia como el de vejiga (100%), hígado y vías biliares (71,4%) y el cáncer de colon y recto (57,1%). Pacientes fallecen a la espera de que aprueben su fármaco En el caso de los pacientes con mieloma múltiple las quejas por la falta de financiación se remontan a hace años, y las achacan a cuestiones de ‘racionalización del gasto público’, tal y como argumenta el último informe de la asociación española de laboratorios de medicamentos huérfanos y ultrahuérfanos (AeLmhu), que son aquellos que se dirigen a enfermedades minoritarias.
Este informe admite que de los medicamentos huérfanos que no se financian, un 40% corresponden a áreas oncológicas y la mitad de ellos esperan más de tres años para recibir financiación.
En una entrevista con EFE, la presidenta de la Comunidad Española de Pacientes con Mieloma Múltiple (CEMMp), Teresa Regueiro, que convive con esta enfermedad desde hace 15 años, subraya que gracias a la investigación y a los fármacos innovadores se ha conseguido aumentar la supervivencia media en esta enfermedad, que era de dos a tres años en 2009 a un promedio de diez en la actualidad.
El mieloma múltiple es un cáncer hematológico que cada año se cobra en España 2.000 muertes y una incidencia, según la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), de 4 y 6 casos por cien mil habitantes, lo que lo sitúa en el límite de las enfermedades raras, aquellas con una prevalencia de cinco casos o menos por cien mil. Por ello, desde la CEMMp, su presidenta insiste en la importancia de incorporar toda la innovación posible porque el mieloma múltiple es incurable, pero también ‘tratable’ y el principal objetivo es cronificar la enfermedad, es decir, frenar la evolución y reducir los síntomas. Las opciones de tratamiento varían en función del paciente, de su edad, estado general y presencia de otras enfermedades y el propósito es eliminar las células plasmáticas malignas de la médula ósea. Regueiro, que fue diagnosticada a los 45 años y nunca esperó ‘llegar hasta aquí’, subraya que los más efectivos son los fármacos de nueva generación y la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales. Fármacos caros, peor financiación Para esta paciente y presidenta de la asociación, están a la espera de aprobación varios ‘fármacos de nueva generación e inmunoterapia, y las terapias de células CAR-T que, aunque autorizaron una hace un mes, no es suficiente’.
Los pacientes con mieloma deberíamos tener al menos dos terapias CAR-T porque son las que ayudan al sistema inmunitario a encontrar y atacar a las células cancerosas’, explica.
Las demoras son largas y, según Reguerio, las excusas desde el Ministerio de Sanidad son vagas y se refieren a que ‘el laboratorio no ha presentado el expediente. No se aprueban por el precio, porque son caros y por la sostenibilidad del sistema de salud’. Regueiro admite que el mieloma múltiple es ‘una enfermedad en la que hace dos décadas nos moríamos, pero con la llegada de nuevos fármacos el Gobierno ha decidido quedarse parado y pese a que los hematólogos españoles son muy reconocidos, los afectados no están recibiendo los tratamientos que debieran’.
Eso deriva en que los pacientes, atrapados en ese limbo, intenten los ensayos clínicos gracias a que el Grupo Español de Mieoloma Múltiple (GEM) es uno de los más proactivos de Europa.
31 enero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Realizar ejercicio físico en todas las etapas del cáncer no solo es seguro, sino que es recomendable, ya que reduce un 30 % el riesgo de desarrollar un tumor, mejora la calidad de vida de los pacientes, disminuye los efectos secundarios derivados de los tratamientos y aumenta la respuesta a los mismos.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha lanzado la campaña ‘Ejercicio contra el cáncer’ para concienciar a la sociedad del valor del ejercicio físico en todas las etapas del cáncer, desde la prevención, durante el tratamiento y en los supervivientes.
Lo ha hecho en el pabellón del Club de Baloncesto Estudiantes, donde dos de los embajadores de la campaña, Carlos Suárez, jugador de la Liga LEB ORO, y Gracia Alonso, jugadora de la Liga femenina ENDESA, han puesto voz a los beneficios que reporta la práctica de alguna actividad física.
Así, la joven jugadora, que también es enfermera, ha animado a quien no hace deporte a ‘ponerse las pilas en su día a día para mejorar su salud, sus sensaciones a nivel laboral y reducir la ansiedad y la depresión’. ‘El deporte es vida’, ha resumido su compañero. Prevenir un tumor empieza por 30 minutos de actividad física regular: la práctica de actividad puede reducir hasta un 30 % el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20 % el riesgo de mortalidad específica por cáncer. Sin embargo, sólo el 37,7 % de la población adulta realiza actividad física regular mientras que el 27,4 % de la población se declara sedentaria, según el INE.
Los datos más sólidos hasta la fecha se centran en cáncer de mama y colorrectal, pero los beneficios del deporte se extienden a otros tumores como el de próstata y pulmón, ha explicado el presidente de la sociedad científica, César A. Rodríguez, durante la presentación del informe ‘Las cifras del cáncer en España 2024′. Además, el ejercicio físico ha demostrado mejorar la calidad de vida y disminuir los efectos secundarios derivados de os tratamientos, al aumentar la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes y reducir la fatiga.
Pese a ello, pocos pacientes con cáncer se mantienen físicamente activos por la falta de información por parte de los profesionales sanitarios, así como de sus propias reticencias por el miedo a nuevos efectos adversos, a la falta de motivación o a las dificultades en el acceso al ejercicio. ‘Realizar ejercicio físico es seguro durante todas las tapas asistenciales del cáncer, incluso durante los tratamientos activos como la quimioterapia, ya que se asocia con una mejor tolerancia a los mismos, e incluso podría aumentar las respuestas’, ha garantizado el experto. Junto al deporte, el oncólogo médico ha destacado la importancia de abandonar factores de riesgo, principalmente el tabaco, y ha advertido de que también los vapeadores generan sustancias carcinógenas, aunque de ellos hay menos evidencia científica acumulada porque son más recientes. ‘Las cifras de su impacto las sabremos con el tiempo’, ha concluido.
29 enero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Este año se diagnosticarán 286.664 nuevos casos de cáncer, un 2,6 % más que en 2023, con una mayoría de tumores colorrectales, de mama y de pulmón, el cual se consolida además como el tercero más frecuente en mujeres al haberse triplicado su incidencia en los últimos 20 años a causa del tabaco. Son las estimaciones que la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y Redecan (Red Española de Registros de Cáncer) hacen en el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2024′ presentado este jueves, que pronostica que, en España, al igual que en todo el mundo, los casos aumentarán progresivamente hasta alcanzar los 341.000 en 2040.
Paralelamente, se espera un aumento de la mortalidad, que pasará de las 113.000 defunciones en 2020 a más de 150.000 en 2040, al igual que la supervivencia, que se ha duplicado en los últimos 40 años y seguirá subiendo, aunque lentamente, gracias a los nuevos tratamientos y una mayor implantación del cribado, ha señalado el presidente de SEOM, César A. Rodríguez. Más población y más envejecida Las causas de que el cáncer lleve ya décadas al alza son varias, empezando por el aumento poblacional y el envejecimiento, ha apuntado el presidente de Redecan, Jaume Galceran; de hecho, un 5 % aparece en menores de 45; un 35 % entre los 45 y 64 y un 60 % en los de más de 65, mientras que el infantil apenas representa el 0,5 %.
También los factores de riesgo, como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad o el sedentarismo, y la generalización de los programas de cribado de algunos tumores como el colorrectal, los de mama, cérvix o próstata, influyen en ese incremento. En los últimos años, se ha constatado una subida constante de tumores de mama en mujeres, de colon en hombres, y de los cánceres de páncreas, riñón, tiroides -en este caso, probablemente, por el sobrediagnóstico- y linfomas no hodgkinianos en ambos sexos. Los más diagnosticados en 2024 seguirán siendo los de colon y recto (44.294), mama (36.395), pulmón (32.768), próstata (30.316) y vejiga urinaria (22.097). Muy por detrás, se detectarán linfomas no hodgkinianos (10.706), tumores de páncreas (9.986), riñón (9.208), el melanoma maligno cutáneo (7.881), cánceres de cavidad oral y faringe (7.603), de cuerpo uterino (7.305), estómago (6.868) e hígado (6.856). En los hombres, predominarán los de próstata (30.316) y colon y recto (27.009). También de pulmón (22.483) y vejiga urinaria (18.247), aunque de estos se aprecia ‘un claro descenso’ por el abandono paulatino del tabaco por parte de los varones, aunque ellos siguen fumando más que ellas (un 20,2 % fuman a diario frente al 13,9 % de las mujeres). Por el contrario, el cáncer de pulmón, que hace 15 años ‘no estaba ni en los diez primeros’ en mujeres, ha proseguido Galcerán, se confirmará como el tercero más común en ellas; la incidencia se ha triplicado ‘de forma alarmante’ desde 2003 debido al hábito tabáquico que iniciaron en los años 70. Por delante, se situarán los de mama (36.395) y los de colon y recto (17.285). Con todo, los cánceres relacionados con el tabaco son todavía muy superiores en los hombres; sin embargo, ‘es muy probable’ que en mujeres ‘sigan incrementándose en los próximos años’.
Un tercio son evitables El informe anual de SEOM apunta que la supervivencia neta a cinco años de los pacientes diagnosticados entre 2008-2013 fue del 55,3 % en hombres y del 61,7 % en mujeres, una diferencia que se explica en las distintas incidencias que presentan unos y otras de determinados tumores, por ejemplo, los de pulmón, más habitual en ellos, y mama, casi exclusivo de ellas y con mucho mejor pronóstico. A más incidencia, más mortalidad: en 2022 murieron 1.200 personas más por cáncer que en 2021, un total de 121.341, casi un cuarto del total; este incremento global fue a expensas del aumento de la mortalidad femenina, con 1.000 fallecimientos más que un año antes. El cáncer fue la principal causa de muerte en hombres (29 %), por delante de las enfermedades cardiovasculares (24,4 %) y respiratorias (10,2 %), pero no en mujeres, en las que las que los tumores ocuparon el segundo lugar (20,4 %) tras las enfermedades cardiovasculares (27,9 %). Los tumores más letales continuaron siendo los de pulmón, colon, páncreas, mama y próstata; en el caso de ellos, el de pulmón, seguido del de colon, próstata, páncreas, tumores hepáticos y de vías biliares y vejiga urinaria, mientras que en ellas el cáncer de mama fue el responsable de una mayor mortalidad, seguido por los de pulmón, colon y páncreas. A pesar de ello, la mortalidad por cáncer en España ha caído en las últimas décadas, aunque no por igual en todos los tumores ni por sexo, como demuestra el caso del de pulmón.
Un tercio de esas muertes, no obstante, son debidas a factores evitables: el principal es con diferencia el tabaco, responsable de más del 90 % de los tumores de pulmón y agente causal de otros como los de cabeza y cuello, vejiga urinaria, riñón, esófago, páncreas, estómago, colon y recto, entre otros. Cuando además de fumar, se bebe alcohol, se multiplica hasta por 30 el riesgo. No existe un nivel de consumo seguro de alcohol. La obesidad, por su parte, es el segundo factor de riesgo responsable de más cánceres en Estados Unidos, y se asocia al menos a nueve tipos. El sedentarismo y las dietas inadecuadas (insuficiente cantidad de fruta y verdura) también influyen, pese a lo cual el consumo de estos alimentos se ha venido reduciendo desde 2017. Aunque muy lejos de EEUU, en España la obesidad afecta al 13,7 % de los adultos y el sobrepeso al 33,6 %, aunque preocupan las cifras infantiles, que llegan al 30 %.
29 enero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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El tratamiento del cáncer, ya sea por quimioterapia u otras terapias dirigidas, además de provocar la muerte de un gran número de células tumorales, deriva en la formación de células tumorales senescentes. Estas células (también llamadas “zombis”) no se reproducen, pero lamentablemente generan un entorno favorable para el recrecimiento del tumor.
Investigadores del IRB Barcelona, liderados por el Dr. Manuel Serrano, han descrito cómo las células cancerígenas que después del tratamiento se han vuelto senescentes activan la proteína PD-L2 para protegerse del sistema inmune, al tiempo que reclutan células supresoras del sistema inmune. Estas células supresoras originan un entorno inhibidor que evita que los linfocitos accedan y actúen contra las células cancerosas. Las células senescentes favorecen así el crecimiento del tumor y limitan la eficacia de la quimioterapia.
“Bloqueando PD-L2 hemos visto en modelos de ratón que la quimioterapia es más eficaz contra el cáncer. Esto abre la vía a considerar el uso de un potencial inhibidor de PD-L2 como adyuvante en el tratamiento de esta enfermedad” explica el Dr. Manuel Serrano, actualmente investigador en Altos Labs (Cambridge, Reino Unido).
El estudio se ha llevado a cabo con líneas celulares y con modelos animales de investigación de cáncer de piel, páncreas y mama.
La senescencia, fenómeno común de terapias frente al cáncer
La senescencia celular es un proceso que se da de manera natural en el envejecimiento y que ha emergido como un fenómeno común en el contexto de las terapias contra el cáncer. La mayoría de las terapias oncológicas (como la quimioterapia o la radioterapia) actúan provocando múltiples daños celulares y, como consecuencia, originan células senescentes, particularmente en el interior del tumor. El equipo científico estudiará ahora si la senescencia vinculada al envejecimiento del organismo también se correlaciona con niveles elevados de PD-L2.
“Aunque hacen falta más experimentos para caracterizar el papel de esta molécula en distintos tumores humanos, este trabajo nos ha permitido ampliar nuestro conocimiento sobre el papel de PD-L2 y la interacción de las células senescentes con el sistema inmune” explica el Dr. José Alberto López, investigador postdoctoral del mismo laboratorio y primer autor del trabajo junto al Dr. Selim Chaib. El Dr. López abrirá en 2024 un nuevo laboratorio en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, un centro mixto de la Universidad de Salamanca y el CSIC. El Dr. Chaib, es ahora investigador de la Mayo Clinic, en Minnesota (Estados Unidos).
Este trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con los grupos de los doctores Joaquín Arribas, Alena Gros y María Abad en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). El Dr. Arribas dirige también el Hospital del Mar Research Institute (IMIM) y la Dra. Abad trabaja en Altos Labs. El equipo dirigido por los Dres. James Kirkland y Tamara Tchkonia de la Mayo Clinic han aportado importantes datos a este estudio. En el trabajo también ha participado la empresa Rejuveron Senescence Therapeutics, con sedes en Zúrich y Barcelona, que está desarrollando clínicamente los anticuerpos contra PD-L2.
Referencia: Chaib S, López-Domínguez JA, Lalinde-Gutiérrez M, Prats N, Marin I, Boix O, et al. The efficacy of chemotherapy is limited by intratumoral senescent cells expressing PD-L2. Nat Cancer[Internet].2024[citado 28 ene 2024]. https://doi.org/10.1038/s43018-023-00712-x
24 enero 2024| Fuente: EurekAlert| Tomado de | Comunicado de prensa
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Un equipo de investigadores del español Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto 103 genes con alteraciones, que causan enfermedades hereditarias y que, a la vez, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
Los detalles de la investigación, liderada por la jefa del grupo de Genómica Computacional del Cáncer en el CNIO, Solip Park, y hecha en colaboración con centros de Seúl (Corea del Sur), se ha publicado en Genome Medicine.
La probabilidad de desarrollar cáncer es mayor entre los que tienen variantes alteradas de los genes de predisposición al cáncer (CPG), pero estos solo explican uno de cada diez casos de cáncer, los demás podrían estar relacionados por mutaciones desconocidas. Por ahora solo se conocen un centenar de CPG. Encontrar otras variantes alteradas ayudaría a detectar el cáncer y a desarrollar tratamientos. Para descubrirlos, Park acotó la búsqueda a las personas portadoras de genes que, cuando están alterados, dan lugar a una enfermedad hereditaria.
Se trata de enfermedades monogénicas (se producen por la alteración de un solo gen), como la distrofia muscular o la enfermedad de Gaucher por la que se acumulan grasas en diversas células–. Así, junto a varias instituciones coreanas, descubrieron 103 genes en los que las alteraciones que causan enfermedades monogenéticas a menudo coexisten con otras alteraciones que predisponen al cáncer.
El estudio verificó que las personas con mutaciones de enfermedades monogenéticas hereditarias en esos 103 genes también presentaban mayor cantidad de mutaciones implicadas en cáncer que el grupo de control, de personas sanas.
Algunas de estas mutaciones se asocian a tipos específicos de cáncer, como carcinoma de células renales, linfoma no Hodgkin de células B, adenocarcinoma de mama y meduloblastoma; otras, con la propensión al cáncer en general. El equipo analizó también cómo las variantes defectuosas de esos genes promueven la progresión de los tumores y causan otras enfermedades. Uno de ellos es el gen PAH, que fue seleccionado porque presentaba la mayor cantidad de variantes susceptibles de dar lugar a varios tipos de cáncer. El equipo encontró que este gen está relacionado con el carcinoma de células escamosas de pulmón, con tumores del tejido hepático, con otras enfermedades y con un retraso en el crecimiento.
Ver artículo completo: Song S, Koh Y, Kim S, Mi Lee S, Uk Kim H, Min Ko J, et al. Systematic analysis of Mendelian disease-associated gene variants reveals new classes of cancer-predisposing genes. Genome Medicine [Internet]. 2023; 07. https://genomemedicine.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13073-023-01252-w
Enero 17 /2024(EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Investigadores del Instituto del Monte de Neurociencia de la Universidad de Rochester (EE.UU.) han descubierto que la microglía puede desencadenar déficits cognitivos tras la exposición a la radiación y puede ser un objetivo clave para prevenir estos síntomas. Estos resultados, que se han publicado en International Journal of Radiation Oncology Biology Physics, se basan en estudios anteriores que demuestran que, tras la exposición a la radiación, la microglía daña las sinapsis, básicas para el comportamiento cognitivo y la memoria.
Mediante varias pruebas de comportamiento, los investigadores estudiaron la función cognitiva de ratones antes y después de la exposición a la radiación. Los ratones hembra obtuvieron los mismos resultados en todas las pruebas, lo que indica una resistencia a las lesiones por radiación. Sin embargo, los ratones macho no podían recordar o realizar ciertas tareas tras la exposición a la radiación. Este deterioro cognitivo se correlaciona con la pérdida de sinapsis y la evidencia de un exceso de reactividad microglial potencialmente perjudicial tras el tratamiento. Los investigadores se centraron entonces en una vía de la microglía importante para la eliminación de sinapsis. Los ratones con esta microglía mutante no sufrieron deterioro cognitivo tras la radiación. Y otros a los que se administró Leukadherin-1, capaz de bloquear esta misma vía, tampoco sufrieron deterioro cognitivo.
Los investigadores aseguran que esta investigación ofrece una posible diana para desarrollar terapias que prevengan o mitiguen tales déficits en las personas que necesitan radioterapia cerebral.
Referencia: Hinkle JJ, Olschowka JA, Williams JP, Banion MK. Pharmacologic manipulation of complement receptor 3 prevents dendritic spine loss and cognitive impairment after acute cranial radiation. Int J Radiat Oncol Biol Phys[Internet]. 2023[citado 10 ene 2024]; 22:S0360-3016(23)08254-8. doi: 10.1016/j.ijrobp.2023.12.017.
11 enero 2024| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia