OJO-SECO--644x362El tratamiento con este tipo de fármacos oncológicos parece elevar el riesgo de problemas oculares, lo que debe tenerse en cuenta en el manejo de estos enfermos.

El gen del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) es en la actualidad una diana de tratamiento en el cáncer de pulmón no microcítico (además de en otros tipos como el de colon y el de mama).

Desde la aparición de los primeros fármacos inhibidores de EGFR se han desarrollado hasta tres generaciones de estas terapias para el cáncer de pulmón (gefitinib y erlotinib; afatinib, y osimertinib); y hay una cuarta generación de la familia en investigación.

Entre los efectos adversos informados con los inhibidores de EGFR se encuentran las alteraciones cutáneas y oculares. Ahora, un nuevo estudio que se publica en JAMA Ophthalmology ha profundizado en la potencial toxicidad oftálmica para señalar un marcado riesgo de queratitis.

El estudio utiliza la base de datos estadounidense TriNetX, que recoge a 1.388.108 pacientes con cáncer de pulmón, incluidos 22.225 tratados con inhibidores del EGFR, en un seguimiento de más de dos décadas. La investigación revela que el 1,12% de los enfermos que recibían estos fármacos presentaban queratitis de nueva aparición, comparados con el 0,74% de los que no recibían esa terapia.

Ojo seco

El riesgo se contemplaba para varios subtipos de queratitis, incluidas la úlcera corneal y la queratitis superficial, así como queratoconjuntivitis, que se asocia al desarrollo de la enfermedad del ojo seco.

«Estos resultados respaldan la necesidad de un diagnóstico y tratamiento rápidos de los problemas oculares asociados con los inhibidores de EGFR para prevenir complicaciones graves o interrupciones del tratamiento», escriben los autores, dirigidos por Kevin Sheng-Kai Ma, de la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.

El estudio incluye a pacientes mayores de 18 años con cáncer de pulmón tratados con inhibidores de EGFR de primera a tercera generación. En la investigación se tomaron en cuenta los diagnósticos de queratitis de nueva aparición, úlcera corneal, queratitis superficial, queratoconjuntivitis, queratitis intersticial y profunda, y neovascularización corneal.

Los científicos sugieren que el mayor riesgo de queratitis asociado al tratamiento con inhibidores de EGFR podría ser el resultado de varios mecanismos potenciales, incluida una inadecuada reparación de las células epiteliales corneales dañadas.

Posibles causas

Así, escriben que «el tratamiento con inhibidores de EGFR se ha relacionado con la tricomegalia, un efecto adverso ocular reconocido que eleva el riesgo de daño de las células corneales debido al crecimiento excesivo anormal y pestañas desalineadas», exponen los investigadores.

«Además, los inhibidores de EGFR inhiben la proliferación, estratificación y migración de las células madre del limbo y de la córnea, lo que impide la reparación adecuada de las células epiteliales corneales dañadas”.

Referencia: Huang P, Lin C, Dana R, Ma KS. Epidermal Growth Factor Receptor Inhibitors for Lung Cancer and the Risk of Keratitis. JAMA Ophthalmol[Internet].2024[citado 19 ene 2024];. doi:10.1001/jamaophthalmol.2023.6089

15 enero 2024| Fuente: Diario Médico |Tomado de | especialidades Oftalmología

alzheimer1Los síntomas neuropsiquiátricos comunes que los médicos observan en los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen su origen en la inflamación cerebral y no en las proteínas amiloide y tau, según un artículo publicado en JAMA Network Open por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.). El hallazgo refuerza la evidencia cada vez mayor del papel de la neuroinflamación en la progresión del Alzheimer y sugiere nuevas vías para el desarrollo de terapias dirigidas a los síntomas neurológicos de la enfermedad.

En este estudio los investigadores trabajaron con 109 ancianos, la mayoría de los cuales no presentaban alteraciones cognitivas. Sin embargo, la mayoría de esos individuos dieron positivo en amiloide y tau. Al medir los niveles de neuroinflamación, beta amiloide y tau mediante imágenes cerebrales y comparar los resultados con evaluaciones clínicas de la gravedad de los síntomas neuropsiquiátricos, los científicos descubrieron que la activación microglial estaba estrechamente asociada a diversos síntomas neuropsiquiátricos, como trastornos del sueño y agitación. Mientras que los niveles de amiloide y tau por sí solos predecían los síntomas neuropsiquiátricos, la neuroinflamación parecía tener un efecto añadido.

La neuroinflamación se asoció en mayor medida con los cuidadores o familiares que informaban de los rápidos cambios de humor de sus seres queridos, que pasaban de la calma a las lágrimas o la ira, uno de los síntomas habituales de la enfermedad. Los individuos cuyos cuidadores mostraban mayores niveles de angustia al atenderlos presentaban mayores niveles de inflamación cerebral.

Referencia: Schaffer Aguzzoli C, Ferreira PCL, Povala G,  FerrariSouza JP, Bellaver B, Soares Katz C, et al. Neuropsychiatric Symptoms and Microglial Activation in Patients with Alzheimer Disease. JAMA Netw Open[Internet]. 2023[citado 18 ene 2024];6(11):e2345175. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.45175

8 enero 2024| Fuente: Neurología| Tomado de| Noticia

esquizofrenia2Investigadores del Instituto de Salud Mental del Hospital del Mar y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) han asociado la incapacidad de las personas esquizofrénicas de filtrar la información que les llega del exterior con un defecto en una línea concreta de neuronas en su cerebro. Según el trabajo, publicado en European Psychiatry, este defecto es responsable de la visión distorsionada de la realidad que tienen estas personas y el hecho que deriva en los síntomas de la esquizofrenia, informa el hospital en un comunicado este miércoles. Los autores especifican que han identificado alteraciones funcionales en el cerebro del esquizofrénico compatibles con un defecto en un tipo de neurona del sistema GABA, lo cual podría explicar casi toda la constelación de síntomas de la esquizofrenia, puntualizando que estos hallazgos que han conseguido a través de estudios funcionales de neuroimagen del cerebro de personas con esta enfermedad.

En concreto, han analizado mapas funcionales del cerebro generados con resonancia magnética de 87 personas con esquizofrenia y los ha comparado con mapas funcionales de 137 controles sin la enfermedad. Las neuronas con función inhibitoria, las neuronas, se encuentran en todas las entradas sensoriales del cerebro, el sistema visual, el gusto, el olfativo, el auditivo y el tacto, y también están presentes en el sistema emocional y en el área donde se desarrolla el pensamiento razonado y en la parte encargada del lenguaje.

Su disfunción provoca que las personas con esquizofrenia tengan una percepción distorsionada de la realidad, no la puedan gestionar de forma correcta y desarrollen los síntomas de la enfermedad.

Referencia: Pujol J, Pujol N, Mané A, Martínez Vilavella G, Deus J, Blanco Hinojo L. Mapping alterations in the local synchrony of the cerebral cortex in schizophrenia. European Psychiatry [Internet]. 2023[citado 19 ene 2024];66(1):e84. doi: 10.1192/j.eurpsy.2023.2463

11 enero 2024| Fuente: Neurología| Tomado de| Noticia

enero 19, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Ciencia, Neurociencia básica, Neuropsicología, Neuropsiquiatría | Etiquetas: , , , |

ELAEn las personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), los cambios en las neuronas parecen activar las células inmunitarias y, según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval, en Quebec (Canadá), disminuir la inflamación podría reducir los síntomas de la enfermedad. Como es bien sabido, la ELA está causada por la pérdida de motoneuronas superiores, situadas en el cerebro, y motoneuronas inferiores, que se extienden desde la médula espinal hasta los músculos. Utilizando un modelo de ratón modificado genéticamente, los investigadores descubrieron que se producían cambios estructurales en las neuronas superiores antes de que se manifestaran los síntomas.

El estudio, publicado en Acta Neuropathologica Communications, sugiere que estos cambios morfológicos envían una señal a la microglía y los astrocitos. Cuando llegan, su efecto es protector, pero si permanecen demasiado tiempo, se vuelven tóxicas para las neuronas. Esto provoca una reducción de las conexiones sinápticas entre las neuronas motoras del cerebro y la médula espinal, lo que a su vez provoca una reducción de las conexiones sinápticas con los músculos. Estos cambios conducen a la atrofia y la pérdida de la función motora. Dada esta correlación entre los síntomas y la respuesta inmunitaria, el equipo de investigación se preguntó si sería posible restaurar las conexiones sinápticas bloqueando la inflamación, para lo cual utilizaron un fármaco semisintético basado en la withaferina A, un extracto de la planta ashwagandha, que se utiliza desde hace miles de años en la medicina tradicional india. El fármaco bloquea la inflamación y permite que las motoneuronas vuelvan a un estado más normal.

Los autores observaron que las neuronas se regeneran en ausencia de células inmunitarias activadas. Las dendritas de las motoneuronas empiezan a crecer y a establecer conexiones de nuevo, aumentando el número de sinapsis entre las motoneuronas y los músculos, por lo que esto parece una forma prometedora de mejorar los síntomas de la ELA, tanto si la enfermedad es hereditaria como esporádica, ya que ambos tipos están asociados a la inflamación. También apuntan que otras enfermedades en las que la inflamación desempeña un papel, como el Alzheimer, podrían beneficiarse de este enfoque.

Referencia: Pelaez MC, Desmeules A, Gelon PA, Glasson B, Marcadet L, Rodgers A, et al. Neuronal dysfunction caused by FUSR521G promotes ALS-associated phenotypes that are attenuated by NF-κB inhibition. Acta neuropathol commun[Internet].2023[citado 18 ene 2024]; 11(1): 182. doi: 10.1186/s40478-023-01671-1.

1 enero 2024| Fuente: Neurología| Tomado de| Noticia

enero 19, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Ciencia, Neurodegeneración | Etiquetas: , , , , |

enfermedad huntingtonLa enfermedad de Huntington (EH) es un trastorno raro neurodegenerativo. La información fiable del estado nutricional, especialmente de la composición corporal, es crítica en clínica y en investigación. La facilidad de aplicación y portabilidad del análisis de la bioimpedancia de múltiples frecuencias (mfBIA) la convierten en una herramienta atractiva para medirla, pero se desconoce su precisión en la EH. Todo ello, ha llevado a un grupo de investigadores de la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, los hospitales Reina Sofía de Tudela y el Universitario de Burgos, así como de las universidades de Burgos, Valladolid, Extremadura y León, a desarrollar un estudio transversal, observacional y unicéntrico cuyo objetivo ha sido evaluar la precisión del mfBIA frente a la absorciometría dual de rayos X (DEXA) en la EH.

En el estudio, publicado en Revista de Neurología, la EH se midió con la subescala motora de la escala unificada de valoración de la EH y con la capacidad funcional total. La composición corporal se valoró según la masa libre de grasa (MLG), la masa grasa (MG), el índice de masa libre de grasa (IMLG) y el índice de masa grasa (IMG). Se utilizó el coeficiente de correlación intraclase con intervalos de confianza al 95% y estimaciones de sesgo mediante gráficos de Bland-Altman. Se incluyó a 16 pacientes, siete hombres y nueve mujeres, con edad media de 58,5 (32-68) años, capacidad funcional total de 10 (3-13) y escala unificada de valoración de la EH de 31 (7-85). La fiabilidad era alta entre el mfBIA y la DEXA para el IMLG en hombres, 0,88 y mujeres, 0,9; y para el IMG en hombres, 0,97 y mujeres, 0,91. El mfBIA sobreestimó ligeramente la MLG, la MG, el IMG y el IMLG en los hombres, pero subestimó el IMLG en las mujeres.

El estudio concluye que el mfBIA es un método fácil de usar, seguro, no invasivo y preciso para medir la composición corporal y el estado nutricional en pacientes con EH leve-moderada.

Referencia: Rivadeneyra-Posadas J, Simón-Vicente L, Castillo-Alvira D, Raya-González J, Soto-Celix M, Rodríguez-Fernández A, García-Bustillo Á, Saiz-Rodríguez M, Vázquez-Sánchez F, Aguado-Garcia L, Gámez Leyva-Hernández G, Cubo E. Cómo estimar la composición corporal en la enfermedad de Huntington. Estudio transversal y observacional con bioimpedancia de múltiples frecuencias. Rev Neurol[Internet] 2024[citado 19 ene 2024];78 (01):17-25. doi: 10.33588/rn.7801.2023224

1 enero 2024| Fuente: Neurología| Tomado de| Noticia

envejecmiento saludableUn nuevo estudio sugiere que la esperanza de vida de los hombres está cada vez más próxima a la de las mujeres. Entre las causas, un descenso del tabaquismo y de las muertes relacionadas con el alcohol.

Históricamente, las mujeres han vivido más que los hombres, pero los cambios en los estilos de vida pueden estar ayudando a los hombres a alcanzarlas. Ahora, un estudio publicado este miércoles (17.01.2024) en la revista Plos ONE, desgrana los países con mayor y menor longevidad, así como el aumento de la esperanza de vida tanto para mujeres y hombres.

«Este estudio concuerda con las tendencias epidemiológicas que sugieren un aumento de la esperanza de vida en el mundo y una reducción de las diferencias entre hombres y mujeres a lo largo del tiempo», afirma Brandon Yan, de la Universidad de California en San Francisco, en declaraciones recogidas por el portal NewScientist.

El estudio analizó los datos de mortalidad de 194 países desde 1990 hasta 2020. Los investigadores constataron que, en líneas generales, la longevidad aumenta en prácticamente todos los países del mundo mientras la brecha que existe entre la esperanza de vida de los hombres y las mujeres (siempre mayor) se va estrechando, aunque las diferencias entre países y continentes continúa siendo abismal.

La longevidad, tendencia al alza

Así, entre los países con una mayor longevidad (Europa, Japón o Norteamérica), la esperanza de vida supera ya los 80 años, mientras que en los lugares donde esa esperanza es más exigua (Guinea-Bisáu, la República Centroafricana o Uganda) apenas alcanza los 60 años, aunque también estos han registrado mejorías en sus indicadores durante las últimas décadas y continuarán haciéndolo durante los próximos diez años, confían los investigadores.

El estudio fue realizado por un equipo internacional de economistas y demógrafos en el que han participado investigadores de España y Reino Unido, concretamente de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), de la Universidad de Barcelona, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres o de la Universidad de Oxford.

Los investigadores también hicieron una prospección para 2030, corroborado ese aumento de la longevidad en todo el mundo, a pesar de algunos fenómenos concretos, como la crisis del sida en el África subsahariana o las sucesivas epidemias y pandemias. En este sentido, han advertido de tomar con cautela los resultados, pues acontecimientos inesperados podrían cambiar drásticamente las proyecciones.

Un grupo de hombres de avanzada edad en Millesimo, Italia.Un grupo de hombres de avanzada edad en Millesimo, Italia.

Cinco grandes grupos de países

El estudió clasificó 194 países en cinco grandes grupos en función de esa longevidad; a la cabeza se sitúan los países desarrollados, entre ellos Europa, Norteamérica, Japón, Australia o Nueva Zelanda.

En el segundo grupo están los países en vías de desarrollo, como Rusia, China, algunos de los países más ricos de América Latina y el norte de África.

En un tercero han incluido a la mayoría de los países latinoamericanos, Siria o los países del sudeste asiático.

En el cuarto conjunto han incorporado a la mayoría de los países africanos. Y al final un grupo de países donde la esperanza de vida es muy corta en comparación con el primer grupo, entre los cuales está Ruanda, Guinea-Bisáu, la República Centroafricana, Uganda o Lesoto.

Hombres y mujeres, más cerca

En declaraciones a la agencia Efe, el investigador principal del estudio, David Atance, economista y profesor en la Universidad de Alcalá de Henares (España), ha subrayado que todos los indicadores mejoran en todos los grupos, aunque entre el 2000 y 2020 se ha observado un estrechamiento de la brecha entre hombres y mujeres.

Principalmente, porque ambos se han beneficiado de los avances sanitarios y de una mayor concienciación sobre enfermedades como el sida, dice Atance. También han disminuido las muertes relacionadas con el tabaquismo y el alcohol, que afectan desproporcionadamente más a los hombres, lo que puede haber contribuido a reducir la diferencia de esperanza de vida entre hombres y mujeres, añade.

Los datos muestran una evidencia

En el primer grupo (los países más desarrollados), la longevidad se situaba en el año 1990 en 72 años para los hombres y 77 para las mujeres; en el año 2010 se avanzó hasta 78 años para los hombres y 83 las mujeres; y la prospección que hacen los investigadores es que en 2030 esa esperanza de vida se sitúe en 83 y 86 años, respectivamente. Y dos países (España y Japón) se sitúan siempre por encima de la media en este grupo.

En el lado opuesto de la tabla, el de los países con una longevidad más corta, la esperanza de vida en el año 1990 era de 44 años para los hombres y 50 para las mujeres; en el 2010 avanzaron hasta 57 y 61, respectivamente. Los investigadores han calculado que en el año 2030 los hombres vivirán en esos países una media de 61 años y las mujeres 62.

Atance ha explicado que el proceso que siguen todos los países para mejorar sus cifras es casi siempre el mismo: primero se reduce la mortalidad infantil; después se mejora la calidad de vida en la edad adulta gracias sobre todo a los avances médicos, y finalmente se introducen medidas que mejoran y alargan el envejecimiento.

Y aunque la brecha entre hombres y mujeres en cuanto a esperanza de vida se va reduciendo, Atance ha observado que ese indicador «nunca llegará a igualarse, porque la ciencia ha demostrado ya las diferencias físicas y fisiológicas entre ellos y algunas de esas diferencias hacen que el hombre sea más propenso a padecer algunas enfermedades», subraya.

No obstante, los investigadores reconocen que el covid-19 puede haber afectado a la esperanza de vida de los seres humanos en general y de los hombres en particular.

Referencia: Atance D, Mercè Claramunt M, Varea X, Aburto JM. Convergence and divergence in mortality: A global study from 1990 to 2030. PLOS ONE[Internet].2024[citado 17 enero 2024]. doi.org/10.1371/journal.pone.0295842

17 enero 2024| Fuente: DW.com| tomado de Ciencia

  • Noticias por fecha

    enero 2024
    L M X J V S D
    « dic   feb »
    1234567
    891011121314
    15161718192021
    22232425262728
    293031  
  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración