nov
15
Investigadores canadienses han conseguido aumentar un 60 % la vida de una mosca (Drosophila melanogaster) introduciendo en su dieta un complemento alimenticio a base de plantas y una asociación de probióticos, y también han conseguido protegerla de las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento, lo que confirmaría la importancia del eje intestino-cerebro para la salud.
Las moscas que siguieron el tratamiento vivieron hasta 66 días, 26 días más que las otras moscas que no recibieron el complemento alimenticio. Se observó además que algunas afecciones vinculadas al envejecimiento, especialmente la insulinorresistencia, la inflamación y el estrés oxidativo, disminuyeron en este grupo de moscas.
El complemento alimenticio suministrado a las moscas, triphala (tres frutas), es una fórmula utilizada en la antigua ciencia ayurvédica, compuesta de amalaki (grosella hindú) bibhitaki (Terminalia bellirica) y haritaki (Terminalia chebula).
Según los autores, una sola formulación probiótica actúa simultáneamente en varias vías de señalización bioquímica para provocar efectos fisiológicos amplios y beneficiosos. La asociación Triphala-probióticos sería al menos ligeramente más eficaz que cada uno de ambos componentes tomados por separado. Estos resultados están vinculados a lo que los científicos denominan «eje intestino-cerebro», una vía de comunicación bidireccional entre la macrobiota y el cerebro. El estudio se publica en Sci Rep 2018.
noviembre 14/2018 (neurologia.com)