ninos1El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no solo sirve para explicar estos casos concretos, sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.

En un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD – IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.

El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, reflexiona el Dr. Abel González-Pérez.

 La huella mutacional de la quimioterapia

El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.

En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.

Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, explica la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.

Mutaciones tempranas o eventos independientes

Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.

La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación

El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos. Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.

La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando. Segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.

Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo” concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.

Ver artículo: Sánchez Guixé M, Muiños F, Pinheiro Santin M, González Huici V, Rodriguez Hernandez CJ, Avgustinova A, et al. Origins of Second Malignancies in Children and Mutational Footprint of Chemotherapy in Normal Tissues. Cancer Discov[Internet]. 2024[citado 20 mar 2024]; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-23-1186

20 marzo 2024| Fuente: Dicyt| Tomado de| Noticias|Salud

Cientificos_BrasilCientíficos brasileños descubrieron una bacteria en el suelo de la Amazonía que produce un compuesto con propiedades antitumorales similares a las de la quimioterapia, lo que podría ayudar a luchar contra el cáncer de mama y otras enfermedades, informaron este jueves los responsables del estudio. La bacteria ‘Pseudomonas aeruginosa’, que se encuentra en el suelo del estado amazónico de Pará, genera un compuesto que resultó ser capaz de reducir al 50 % la capacidad de las células cancerosas para crecer y multiplicarse en 72 horas, según el estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports.

Este resultado es comparable a los obtenidos por los tratamientos convencionales con quimioterapia, según afirmaron los científicos en un comunicado divulgado por el Instituto Vale de Tecnología y por la Universidad Federal del Sur y Sudeste de Pará. La sustancia también demostró resultados prometedores en la lucha contra otras bacterias y virus de interés veterinario y médico, como el herpes o el coronavirus murino, que infecta a los ratones, según el comunicado. De acuerdo con uno de los autores del estudio, Sidnei Cerqueira, el compuesto descubierto puede servir para inhibir la toxicidad en suelos contaminados por metales pesados. Otro de los autores, José Pires, señaló el suelo amazónico como un lugar propicio para el desarrollo de diferentes bacterias con gran ‘interés farmacéutico’.

Ver artículo: Cerqueira dos Santos S, Araújo Torquado C, Alexandria Santos D de, Orsato A, Leite K, Mara Serpeloni J, et al. Production and characterization of rhamnolipids by Pseudomonas aeruginosa isolated in the Amazon region, and potential antiviral, antitumor, and antimicrobial activity. Scientific Reports[Internet].2024[citado 15 mar 2024]; 4629. https://doi.org/10.1038/s41598-024-54828-w

14 marzo 2024 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

terapia celularUn proyecto colaborativo para llevar la promesa de la terapia celular a pacientes con glioblastomna ha mostrado resultados espectaculares entre los primeros pacientes que recibieron el nuevo tratamiento. En un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, investigadores del Mass General Cancer Center (Boston), miembro del sistema de salud Mass General Brigham, compartieron los resultados de los primeros tres casos de pacientes de un ensayo clínico de fase 1 que evalúa un nuevo enfoque de la terapia CAR-T para el glioblastoma (GBM).

El ensayo, conocido como INCIPIENT, está diseñado para evaluar la seguridad de las células T CARv3-TEAM-E en pacientes con GBM recurrente. Apenas unos días después de un único tratamiento, los pacientes experimentaron reducciones dramáticas en sus tumores, y un paciente logró una regresión tumoral casi completa. El enfoque del estudio combina dos formas de terapia, lo que permite tratar el glioblastoma de una manera más amplia y potencialmente más efectiva.

Los autores desarrollaron previamente células CAR-T para atacar una mutación cancerosa común conocida como EGFRvIII, pero cuando eso por sí solo tuvo efectos limitados, su equipo diseñó estas células CAR-T para administrar TEAM contra EGFR de tipo salvaje, que no se detecta en condiciones normales en el tejido cerebral, pero se expresa en más del 80% de los casos de GBM.

El enfoque combinado resultó prometedor en modelos preclínicos de glioblastoma, lo que animó al equipo de investigación a buscar una traducción clínica. Se inscribieron tres pacientes en el estudio entre marzo de 2023 y julio de 2023. Las células T de los pacientes se recolectaron y transformaron en la nueva versión de células CAR-TEAM, que luego se volvieron a infundir en cada paciente. Los pacientes fueron monitorizados para detectar toxicidad durante todo el estudio. Todos los pacientes habían sido tratados con radiación de atención estándar y quimioterapia con temozolomida y fueron inscritos en el ensayo después de la recurrencia de la enfermedad. Los pacientes toleraron bien las infusiones, aunque casi todos tuvieron fiebre y un estado mental alterado poco después de la infusión.

Ver artículo: Choi BD, Gerstner ER, Frigault MJ, Leick M, Mount C, Balaj L, et al.   Intraventricular CARv3-TEAM-E T Cells in Recurrent Glioblastoma.  N Engl J Med. 2024 Mar 13. doi: 10.1056/NEJMoa2314390.

15 marzo 2024| Fuente: Neurología| Tomado de |Noticia

marzo 15, 2024 | gleidishurtado | Filed under: cáncer | Etiquetas: , , , , , |

quimioterapiaEl tratamiento del cáncer, ya sea por quimioterapia u otras terapias dirigidas, además de provocar la muerte de un gran número de células tumorales, deriva en la formación de células tumorales senescentes. Estas células (también llamadas “zombis”) no se reproducen, pero lamentablemente generan un entorno favorable para el recrecimiento del tumor.

Investigadores del IRB Barcelona, liderados por el Dr. Manuel Serrano, han descrito cómo las células cancerígenas que después del tratamiento se han vuelto senescentes activan la proteína PD-L2 para protegerse del sistema inmune, al tiempo que reclutan células supresoras del sistema inmune. Estas células supresoras originan un entorno inhibidor que evita que los linfocitos accedan y actúen contra las células cancerosas. Las células senescentes favorecen así el crecimiento del tumor y limitan la eficacia de la quimioterapia.

“Bloqueando PD-L2 hemos visto en modelos de ratón que la quimioterapia es más eficaz contra el cáncer. Esto abre la vía a considerar el uso de un potencial inhibidor de PD-L2 como adyuvante en el tratamiento de esta enfermedad” explica el Dr. Manuel Serrano, actualmente investigador en Altos Labs (Cambridge, Reino Unido).

El estudio se ha llevado a cabo con líneas celulares y con modelos animales de investigación de cáncer de piel, páncreas y mama.

La senescencia, fenómeno común de terapias frente al cáncer

La senescencia celular es un proceso que se da de manera natural en el envejecimiento y que ha emergido como un fenómeno común en el contexto de las terapias contra el cáncer. La mayoría de las terapias oncológicas (como la quimioterapia o la radioterapia) actúan provocando múltiples daños celulares y, como consecuencia, originan células senescentes, particularmente en el interior del tumor. El equipo científico estudiará ahora si la senescencia vinculada al envejecimiento del organismo también se correlaciona con niveles elevados de PD-L2.

“Aunque hacen falta más experimentos para caracterizar el papel de esta molécula en distintos tumores humanos, este trabajo nos ha permitido ampliar nuestro conocimiento sobre el papel de PD-L2 y la interacción de las células senescentes con el sistema inmune” explica el Dr. José Alberto López, investigador postdoctoral del mismo laboratorio y primer autor del trabajo junto al Dr. Selim Chaib. El Dr. López abrirá en 2024 un nuevo laboratorio en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, un centro mixto de la Universidad de Salamanca y el CSIC. El Dr. Chaib, es ahora investigador de la Mayo Clinic, en Minnesota (Estados Unidos).

Este trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con los grupos de los doctores Joaquín Arribas, Alena Gros y María Abad en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). El Dr. Arribas dirige también el Hospital del Mar Research Institute (IMIM) y la Dra. Abad trabaja en Altos Labs. El equipo dirigido por los Dres. James Kirkland y Tamara Tchkonia de la Mayo Clinic han aportado importantes datos a este estudio. En el trabajo también ha participado la empresa Rejuveron Senescence Therapeutics, con sedes en Zúrich y Barcelona, que está desarrollando clínicamente los anticuerpos contra PD-L2.

Referencia: Chaib S, López-Domínguez JA, Lalinde-Gutiérrez M, Prats N, Marin I, Boix O, et al. The efficacy of chemotherapy is limited by intratumoral senescent cells expressing PD-L2. Nat Cancer[Internet].2024[citado 28 ene 2024]. https://doi.org/10.1038/s43018-023-00712-x

24 enero 2024| Fuente: EurekAlert| Tomado de | Comunicado de prensa

higado2Estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) con participación del IBSAL

CIBER/DICYT El hepatoblastoma es el cáncer de hígado más común en la infancia. A pesar de los avances en su tratamiento combinado de cirugía y quimioterapia, esta enfermedad presenta importantes desafíos terapéuticos, especialmente para los pacientes con tumores agresivos. Ahora, un estudio publicado en la revista científica Journal of Hepatology ha identificado unas dianas epigenéticas clave para su tratamiento, una investigación que abre nuevas perspectivas para el tratamiento de diversas formas de cáncer.

El trabajo es un estudio multicéntrico liderado por el Grupo de Hepatología del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra en colaboración con José Juan García Marín, científico del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y de la Universidad de Salamanca (USAL); María Luz Martínez-Chantar, del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias – CIC bioGUNE; Pau Sancho-Bru, del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer – IDIBAPS; y Carolina Armengol, del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP). La investigación se ha desarrollado en el marco del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), dentro del Proyecto Coordinado PMed4HB y el Proyecto Intramural, y ha contado con la ayuda del Ministerio de Ciencia e Innovación y de la Asociación Española Contra el Cáncer, entre otras instituciones públicas y privadas.

“Nuestro trabajo revela que las alteraciones epigenéticas, mecanismos que controlan la actividad de los genes, desempeñan un papel crucial en el desarrollo y progresión de la enfermedad. En concreto, hemos identificado una diana terapéutica prometedora, la enzima histona-lisina-metiltransferasa G9a, que participa activamente en la regulación epigenética en estos tumores”, apunta Matías Ávila, codirector del Programa de Tumores Sólidos del Cima y coordinador del estudio, según la información del CIBER recogida por DiCYT.

«Este descubrimiento es un avance significativo en la comprensión del hepatoblastoma y presenta nuevas oportunidades para desarrollar terapias dirigidas que puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes pediátricos que luchan contra esta enfermedad», comenta Carolina Armengol, que cuenta con 20 años de experiencia en investigación del hepatoblastoma y es líder del grupo de Oncología Hepática Infantil C-LOG del IGTP, grupo pionero en el estudio del cáncer hepático infantil en España.

En opinión de Maite García, investigadora del Laboratorio de Hepatología del CIMA, grupo líder en el estudio de los tumores hepáticos, «este trabajo no solo arroja luz sobre el hepatoblastoma sino que también sugiere que las terapias dirigidas contra la enzima G9a podrían ser efectivas en otros tipos de tumores dependientes del mismo oncogén (c-MYC)”.

Bloqueo del crecimiento celular

El estudio descubrió que, a pesar de que el hepatoblastoma no presenta muchas mutaciones genéticas, sí muestra alteraciones en ciertos mecanismos que controlan la actividad de los genes. “En particular, encontramos que una enzima llamada G9a estaba muy activa en estos tumores. Cuando bloqueamos esta enzima con moléculas inhibidoras en experimentos de laboratorio, pudimos detener el crecimiento de las células cancerosas del hepatoblastoma”, apuntan los autores del trabajo.

También observaron que este cáncer de hígado infantil cambia la forma en que las células metabolizan los nutrientes. Al bloquear G9a, pudieron revertir estos cambios metabólicos, que realizan un papel importante para el crecimiento del cáncer.

Este estudio destaca la importancia de las alteraciones epigenéticas en el hepatoblastoma y sugiere que G9a es una diana terapéutica prometedora. Además, ofrece una comprensión más profunda de los mecanismos moleculares involucrados en la agresividad de los tumores de hígado infantil y en la falta de respuesta a la terapia farmacológica. Los hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevas herramientas y terapias más efectivas para el tratamiento de esta enfermedad.

Referencia

Clavería-Cabello A, Herranz JM, Latasa MU, Arechederra M, Uriarte I, Pineda-Lucena A, et al. Identification and experimental validation of druggable epigenetic targets in hepatoblastoma. J Hepatol[Internet]. 2023[citado 24 oct 2023];79(4):989-1005. DOI: 10.1016/j.jhep.2023.05.031.

26 octubre 2023 | Fuente: DICYT| Tomado de Ciencias Sociales

octubre 26, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Cirugía, Pediatría, Quimioterapia | Etiquetas: , , , , , |

quimioterapia2La identificación de nuevos genes relacionados con la resistencia quimioterapia en pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CECyC) abre nuevas vías para la medicina de precisión en este tipo de cáncer.

El cáncer de cabeza y cuello (CECyC) engloba un grupo de cánceres que se forman en los tejidos del tracto digestivo superior o en los senos y cavidad nasal. La mayoría derivan de las células escamosas que forman estos tejidos, de donde reciben su nombre.

Cuando el CECyC no está muy avanzado existen opciones de tratamiento efectivas con una elevada tasa de supervivencia a cinco años. En el caso de enfermedad avanzada, sin embargo, existen menos oportunidades de tratamiento. Una de las causas de esta situación es que todavía se desconoce en gran medida la variabilidad genética del CECyC. Como resultado, todos los pacientes reciben un tratamiento similar sin tener en cuenta el perfil genético de su cáncer. No existen opciones de tratamientos de precisión que permitan definir el mejor tratamiento para el tumor de cada paciente y, en muchos casos, las combinaciones de quimioterapia estándar derivan en toxicidad o resistencia al tratamiento.

Con el objetivo de mejorar esta situación, investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han utilizado diferentes aproximaciones bioinformáticas y genéticas dirigidas a identificar genes que puedan estar relacionados con la enfermedad y permitan clasificar mejor a los pacientes. Los resultados apuntan a dos nuevos genes de interés y dos moléculas con potencial terapéutico.

“Estos resultados son un paso prometedor para que en el futuro los pacientes de cáncer reciban un tratamiento personalizado basado en sus genes y su tipo de tumor que les proporcione una mejor tasa de supervivencia y mejores resultados terapéuticos”, ha señalado Muy-Teck Teh, investigador en la Universidad Queen Mary de Londres y uno de los responsables del estudio.

Identificando los genes que confieren resistencia a la quimioterapia en carcinoma escamoso de cabeza y cuello

En primer lugar, los investigadores utilizaron minería de datos para identificar genes que se expresan de forma diferente en muestras sanas y tumorales de pacientes con CECyC. De esta forma identificaron 40 genes candidatos.

A continuación, el equipo analizó la expresión de los 40 genes seleccionados en ocho líneas de células orales, así como en 10 líneas de CECyC. De esta forma, acotaron el número de candidatos a 28 genes con expresión diferencial entre células normales y células tumorales. Los candidatos, además, participan en procesos relacionados con el cáncer, como la modulación del sistema inmunitario o la proliferación.

Por último, el equipo evaluó en diferentes experimentos qué genes de los que mostraban diferente actividad podían influir en la resistencia a la quimioterapia en el CECyC. En este paso identificaron 10 genes relacionados, y seleccionaron los cuatro más significativos (TOP2A, DNMT1, INHBA y NEK2) para realizar estudios más detallados.

Finalmente, a partir de ensayos más precisos con los cuatro genes más prometedores, los investigadores  concluyen que la expresión de NEK2 confiere quimioresistencia al cisplatino, al 5-fluorouracilo, al paclitaxel, y al docetaxel. Por otra parte, los genes INHBA y TOP2A confieren la resistencia a la mayoría de líneas celulares resistentes a fármacos. Y en cuanto a DNMT1, los investigadores señalan que ejerce efectos heterogéneos en cuanto a la quimiorresistencia.

Nuevas perspectivas para hacer frente a la resistencia a la quimioterapia

Una vez identificados los genes cuya activación está relacionada con la resistencia a los multitratamientos que se utilizan para hacer frente al CECyC, el siguiente paso de los investigadores fue identificar fármacos o sustancias que pudieran regular su actividad.

El equipo utilizó una librería de fármacos para rastrear posibles interacciones fármaco-gen y encontró dos compuestos de origen natural muy interesantes. Tanto la Sirodesmina A, de origen fúngico, como el fármaco anticáncer Carfilzomib, bloquean la expresión de NEK2 e INHBA y devuelven la sensibilidad al cisplatino a las células resistentes.

Los investigadores plantean que tanto la Sirodesmina A como el Carfilzomib podrían reposicionarse  para contrarrestar la resistencia al cisplatino en tumores con expresión elevada de NEK2 y/o INHBA.

Resultados prometedores para la medicina de precisión

El trabajo identifica dos genes relacionados con la resistencia al tratamiento en el CECyC, cuya expresión podría servir para clasificar mejor a los pacientes. Además, también presenta dos compuestos que podrían ayudar a hacer frente a la aparición de resistencias.

Estudios futuros deberán investigar en mayor detalle las interacciones entre la Sirodesmina A y el Carfilzomib y los genes NEK2 y INHBA, así como su potencial en un entorno clínico.

“Por desgracia, hay muchas personas que no responden a la quimioterapia ni a la radioterapia”, indica Muy-Teck Teh, investigador en la Universidad Queen Mary de Londres y director del estudio. “Pero nuestro estudio ha demostrado que, al menos en los cánceres de cabeza y cuello, son estos dos genes concretos los que podrían estar detrás de esta situación, y que se pueden atacar para luchar contra la quimiorresistencia”.

Referencia científica

Khera N, Soodhalaagunta Rajkumar A, Abdulkader M Alkurdi K, Liu Z, Ma H, et al. Identification of multidrug chemoresistant genes in head and neck squamous cell carcinoma cells. Mol Cancer. 2023; 146. doi: http://dx.doi.org/10.1186/s12943-023-01846-3

19/09/2023

Fuente: (genotipia)    Tomado de  Noticias  Genética Médica News  

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