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La Sociedad Española del Sueño (SES) ha aclarado este martes que el Ministerio de Sanidad ha clasificado la luminoterapia como una pseudoterapia para el tratamiento de problemas de salud mental y no para abordar problemas de sueño, algo para lo que sí está «científicamente avalado».
La SES ha mostrado su inquietud porque se haya podido generar «confusión» entre la población sobre los usos de la luminoterapia, que se utiliza habitualmente en trastornos del sueño relacionados con alteraciones en los ritmos circadianos, como el trastorno afectivo estacional (TAE) y el desfase horario (síndrome de retraso y adelanto de fase) o incluso el insomnio.
Según recuerda en una nota, el pasado 11 de abril los Ministerios de Sanidad y de Ciencia publicaron ocho nuevos informes de pseudoterapias en las que analizaban prácticas como la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia o las técnicas de relajación.
El de luminoterapia estaba centrado en su uso para tratar problemas de salud mental, y concluía que «debido a distintas limitaciones metodológicas de los estudios incluidos, no es posible extraer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad».
Pero, según la SES, existe «un cuerpo creciente de evidencia científica» que respalda su empleo en el tratamiento de diversos trastornos del sueño.
«Es importante distinguir entre su aplicación en problemas de salud mental y otros campos donde tiene respaldo científico, como determinados trastornos de sueño. Es crucial educar a la población sobre las diferencias y asegurar que se promueva su uso adecuado basado en evidencia», ha resaltado María José Martínez, coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES.
La luminoterapia consiste en la exposición a una fuente de luz brillante que simula la luz natural, para de esta forma regular los ritmos circadianos y mejorar el estado de ánimo y el sueño. Las sesiones se suelen llevar a cabo durante ciertas horas del día, generalmente por la mañana, para reforzar la sincronización del reloj biológico interno.
Como principal sincronizador del sistema circadiano, la luz «es la señal que activa a nuestro cerebro y le dice que hay que ponerse en marcha. Elimina de nuestra sangre la melatonina, hormona del sueño, por lo que nos hace estar más alerta», explica Martínez.
Entre sus beneficios, enumera, se incluyen la mejora del estado de ánimo, la regulación del ritmo de sueño-vigilia, y el alivio de los síntomas de los trastornos del sueño. Además, también puede aumentar la energía y la concentración durante el día, pero subraya que aunque existe «un cuerpo creciente de evidencia científica» que respalda su uso en diversos trastornos del sueño, hay que aplicarla siguiendo pautas clínicas y bajo la supervisión profesional.
21 mayo 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia