organoAunque la extirpación del timo es habitual, su papel en la inmunidad y la salud del adulto sigue sin estar claro. Un nuevo estudio propone que el timo adulto es esencial para el mantenimiento de la inmunidad.

En términos generales, se ha mantenido la opinión de que el timo, una pequeña glándula grasa del tamaño de una nuez ubicada detrás del esternón, desempeña un papel fundamental en la inmunidad durante la infancia, pero a menudo se considera «innecesaria» en la edad adulta.

Sin embargo, una investigación reciente liderada por la Universidad de Harvard y basada en datos retrospectivos sugiere que el timo podría tener una relevancia más significativa de lo que se pensaba previamente. Parece que esta glándula podría tener una función crucial en el mantenimiento de la salud inmunológica a medida que envejecemos, especialmente en la prevención de enfermedades como el cáncer.

Científicos estadounidenses, al comparar información de pacientes a quienes se les había extirpado el timo con la de aquellos que conservaban esta glándula, han descubierto patrones interesantes. Aquellos que habían sido sometidos a una timectomía presentaron un mayor riesgo de mortalidad por diversas causas en etapas posteriores de su vida. También se observó un aumento en la probabilidad de desarrollar cáncer, así como un leve incremento en enfermedades autoinmunes.

Investigación observacional, pero con implicaciones significativas

Es importante destacar que esta investigación tiene un carácter observacional, lo que significa que no puede establecer una relación directa entre la presencia del timo y los resultados adversos en la salud de los pacientes. No obstante, los hallazgos tienen implicaciones clínicas significativas.

«La magnitud del riesgo era algo que nunca habríamos esperado», afirma David Adden, catedrático de Medicina Gerald y Darlene Jordan y profesor del Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa, que dirigió el estudio publicado en The New England Journal of Medicine en colaboración con investigadores del Hospital General de Massachusetts.

Aunque todavía no se comprenden por completo las razones detrás de estas asociaciones, los investigadores teorizan que la ausencia del timo podría perturbar de alguna manera el funcionamiento saludable del sistema inmunológico en la edad adulta.

«La razón principal por la que el timo influye en la salud general parece ser la protección contra el desarrollo del cáncer», agrega Scadden.

El timo: un «accidente evolutivo»

Antiguamente considerado un lugar donde las células en declive se acumulaban y visto como un «accidente evolutivo» sin mayor importancia, el timo, a pesar de su papel crucial en los años formativos, solía pensarse que perdía relevancia en la edad adulta, siendo también removido en ocasiones durante cirugías cardiacas para facilitar el acceso al corazón y a los principales vasos sanguíneos.

En la primera infancia, el timo se encuentra especialmente activo en la producción de células T, un tipo de glóbulos blancos que combaten infecciones y enfermedades. Sin embargo, a medida que llega la pubertad, el timo tiende a transformarse en tejido adiposo. Aun así, la extirpación temprana de esta glándula resulta en una disminución a largo plazo de las células T en los pacientes.

Los análisis de datos retrospectivos

Para llegar a estas conclusiones, Scadden y su equipo analizaron el riesgo de mortalidad, cáncer y enfermedades autoinmunes en un grupo de 1 146 pacientes a quienes se les realizó una timectomía y un grupo igual de adultos que se sometieron a cirugía cardiotorácica sin extirpación del timo.

Al evaluar a todos los pacientes con un seguimiento de más de cinco años, se observó una tasa de mortalidad más alta en el grupo de timectomía en comparación con la población general de Estados Unidos, con un 9 % frente a un 5.2 %, respectivamente. Lo mismo sucedió con la mortalidad por cáncer, con un 2.3 % frente a un 1.5 %. Además, el cáncer en este grupo fue más agresivo y mostró más recaídas después del tratamiento en comparación con el grupo de control.

En un subgrupo de pacientes, se encontró que aquellos que habían sido sometidos a una timectomía tenían una producción sistemáticamente menor de nuevas células T y niveles más elevados de moléculas proinflamatorias en la sangre, que son pequeñas proteínas de señalización asociadas con la autoinmunidad y el cáncer.

«En conjunto, estos hallazgos respaldan el papel del timo en la producción de nuevas células T en la edad adulta y en el mantenimiento de la salud humana», concluyen los autores. «La alteración de la homeostasis causada por la timectomía es suficiente para afectar negativamente a los resultados críticos de salud, lo que argumenta firmemente que el timo adulto sigue siendo funcionalmente importante».

Fuente: DW

Referencia: Kameron A. Kooshesh, Brody H. Foy, David B. Sykes, Karin Gustafsson, and David T. Scadden, M.D. Health Consequences of Thymus Removal in Adults August 3, 2023. N Engl J Med 2023; 389:406-417. DOI: 10.1056/NEJMoa2302892

https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2302892

 

 

alzheimer-1

Hace cuatro años un grupo de investigadores encontró a una mujer que podría tener la llave contra la demencia más común en el mundo, el alzhéimer. Aquella huella genética se suma ahora a otra que han hallado en un hombre de 67 años y que servirá como nueva pista con la enfermedad que afecta a más de 38 millones de personas en todo el mundo.

En esta ocasión, la pieza del puzle que porta el hombre está en el gen RELN, H3447R (denominado Reelin-Colbos por el estudio de investigación de biomarcadores de Colombia-Boston), que codifica la proteína de señalización reelina, clave en las principales alteraciones cognitivas y bioquímicas de las demencias relacionadas con la proteína tau. En el caso de la mujer, el misterio se está en una mutación rara en el gen APOE3, uno de los responsables del desarrollo de la neurodegeneración, que actúa como freno frente a la aparición de los síntomas asociados con la enfermedad de Alzheimer. «Hemos caracterizado el segundo caso del mundo en el que hemos comprobado la resiliencia frente la enfermedad de Alzheimer autosómica dominante (ADAD)», explican los autores en Nature.

El equipo de investigación que ha dado con el varón y la nueva mutación es el mismo que encontró a la mujer. El grupo multidisciplinar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf y el Grupo de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en Medellín (Colombia) llevan décadas resolviendo el rompecabezas de las mutaciones genéticas que causan Alzheimer entre los habitantes emparentados en una región rural de Antioquía y que provocan la aparición de síntomas a edades muy tempranas.

Para poner en contexto ambos casos, Joseph F. Arboleda-Velasquez, uno de los autores y profesor asociado Facultad de Medicina de Harvard, explica a El Mundo que «si en la mujer protegida la mutación estaba en el gen APOE, ahora en el varón la mutación se encuentra en el gen Reelin». Y continúa aportando detalles de las diferencias en cada caso. «En ella, la mutación de APOE se denominó Christchurch, las pruebas mostraban un cerebro que tenía muchas placas de amiloide, pero poca acumulación de tau, otra proteína que también resulta importante para en el alzhéimer. En el hombre se ha observado, además, una elevada presencia de ambas proteínas, tanto amiloide como tau, lo cual indica que es posible estar protegido incluso cuando la patología clínica de alzhéimer es alta».

La ADAD es una forma hereditaria rara de la demencia y que está más comúnmente causada por mutaciones específicas en el gen PSEN1-E280A que codifica la proteína transmembrana presenilina 1. «Se caracteriza por la aparición temprana de deterioro cognitivo, como déficits de memoria, a una edad temprana, típicamente a los 40-50 años de edad», explican los investigadores.

En la publicación se pone en contexto la situación del hombre frente a la de su hermana que sí que desarrolló la sintomatología clínica del alzhéimer y terminó falleciendo a los 73 años, con un cúmulo de patologías asociadas, tras iniciar la demencia a los 61 años. Ambos compartían la mutación PSEN1-E280A con la variante Reelin. Ella también presentó un retraso en la edad de inicio del deterioro cognitivo, aunque con una protección menor en comparación con su hermano y una enfermedad en etapa terminal prolongada. «La hermana tenía antecedentes de una lesión grave en la cabeza, que requirió cirugía reconstructiva, así como antecedentes de depresión e hipotiroidismo. Estos factores pueden haber tenido un impacto en su perfil clínico y deben tenerse en cuenta al evaluar su fenotipo», puntualizan en las conclusiones los autores.

Los investigadores explican que compararon al varón con la mujer, los dos con ADAD tardía. «Ambas personas mostraron una patología amiloide generalizada y considerable en el cerebro, que es un sello patológico de la enfermedad de Alzheimer». Y apuntan las diferencias encontradas: «Sin embargo, hubo una agregación limitada de tau (una proteína estabilizadora de microtúbulos en el cerebro) en la corteza entorrinal, una región del cerebro que se ve afectada característicamente en las primeras etapas clínicas de la enfermedad de Alzheimer».

Para verificar qué sucedía los autores realizaron la secuenciación genética y encontraron que el varón albergaba un tipo diferente de mutación: una nueva variante rara de RELN (H3447R denominada Reelin-COLBOS). Los investigadores detallan los complejos procesos que sirven para explicar la resistencia al desarrollo de las manifestaciones de la neurodegeneración que «esta mutación da como resultado un ligando RELN, una molécula de unión, que puede ser más eficaz para limitar la agregación de tau, pero para lo que se necesita más investigación». Las proteínas APOE y Reelina involucradas en la protección de estos individuos funcionan como ligandos de receptores celulares comunes y los autores apuntan que esto podría sugerir un mecanismo común para la resistencia al Alzheimer.

¿Cómo se podría saber si uno tiene estos genes del alzhéimer? 

Con estos descubrimientos cabe especular si habrá más personas que cumplan estos rasgos y si habría posibilidad de plantear cribado para encontrarlas. «Mientras que sí resulta sencillo realmente llevar a cabo los estudios genéticos para buscar la variante, sin embargo, estamos ante una mutación muy rara. Por lo que lo más seguro es que se encontrará en pocos pacientes», lamenta Arboleda-Velasquez.

Pese a ello, el investigador de Harvard subraya la participación de la comunidad estudiada. «Es importante reconocer la contribución de los pacientes que con mucho sacrificio participan de los estudios clínicos y genéticos. Ellos son los héroes de este descubrimiento».

Una puerta a nuevas terapias contra el alzhéimer 

Si bien en los últimos tiempos llegan buenas noticias en el tratamiento del alzhéimer, la caracterización de estas nuevas pistas genéticas puede suponer opciones a corto plazo. «Cada uno de estos pacientes abre la puerta a varias terapias. Estamos avanzando en el anticuerpo inspirado en el caso de Christchurch y también tenemos progresos en los abordajes inspiradas en el caso de Reelin», detalla Arboleda-Velasquez.

En la actualidad, en EEUU ya está disponible Lecanemab para los pacientes. Se trata de un anticuerpo monoclonal desarrollado por la compañía japonesa Eisai y la estadounidense Biogen indicado para los pacientes que están en las etapas más tempranas de la enfermedad. El fármaco ha logrado reducir la tasa de deterioro cognitivo temprano en un 27% en comparación con un placebo.

Mayo 15/2023 (Diario Médico) – Tomado de Neurología – Estudio en ‘Nature’  Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U. Todos los derechos reservados.

 

Investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) han estudiado la evolución de las propiedades de resistencia a los antibióticos de los péptidos antimicrobianos (AMP). En el artículo «The evolution of colistin resistance increases bacterial resistance to host antimicrobial peptides and virulence» (La evolución de la resistencia a la colistina aumenta la resistencia bacteriana a los péptidos antimicrobianos del huésped y la virulencia), publicado en eLife, los investigadores detallan un inquietante descubrimiento sobre cómo un tipo específico de agente antimicrobiano, la colistina, podría estar entrenando a E. coli y posiblemente a otros patógenos para evadir mejor el sistema inmunitario humano.

Los péptidos antimicrobianos (AMP) son moléculas multifuncionales que se encuentran en todas las formas de vida y forman parte esencial del sistema inmunitario innato de los animales. Modulan la respuesta inmunitaria y defienden contra los patógenos invasores matando bacterias, levaduras, hongos y virus, e incluso pueden atacar a las células cancerosas. Además, son moléculas evolutivamente muy conservadas en organismos que van desde los procariotas hasta los seres humanos.

Este aspecto altamente conservado y naturalmente capacitado de los AMP es probablemente la razón por la que tienen tanto éxito en la lucha contra patógenos que de otro modo serían resistentes y la principal causa de preocupación en el estudio. Si el uso antropogénico de los AMP puede impulsar la resistencia a los AMP como tratamiento, también podría estar impulsando la evolución de la resistencia cruzada al sistema inmunitario innato de humanos y animales.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la resistencia a los antimicrobianos es una amenaza mundial creciente. Aunque los antimicrobianos han sido un método de referencia para evitar la muerte por todo tipo de infecciones, su eficacia está ahora en peligro, ya que los tratamientos que antes funcionaban de forma fiable ya no lo hacen porque los microorganismos han creado resistencia a ellos.

La colistina es un AMP derivado de un bacilo bacteriano que se utilizó ampliamente en la agricultura a partir de la década de 1980. Tras un brote de E. coli resistente a la colistina en China, la práctica se prohibió en 2016. En la actualidad, la colistina se utiliza principalmente para infecciones graves resistentes a otros muchos antibióticos. Es una última línea de defensa cuando otras opciones han fallado, por lo que la evolución patógena de la resistencia a la colistina tendría consecuencias terribles. Lo que los investigadores encontraron en su estudio apunta a algo mucho peor.

Los investigadores probaron E. coli con el gen de resistencia a la colistina MCR-1 contra AMP humanos y animales y descubrieron, por término medio, que los plásmidos MCR proporcionaban una mayor resistencia a los AMP del huésped en un 62%.

En un experimento con suero sanguíneo, los investigadores hallaron altos niveles de resistencia al suero humano, lo que demuestra que MCR-1 protege eficazmente incluso contra mezclas complejas de antimicrobianos. El equipo aisló aún más el experimento con una versión de la cepa analizada que carecía de MCR-1 (mediante knockout del gen) y descubrió que se comportaba como una de tipo salvaje, señalando al gen MCR-1 resistente a la colistina como el impulsor de la resistencia.

Los resultados plantean la posibilidad de que la mayor resistencia a los AMP proporcionada por MCR-1 pueda aumentar la invasión bacteriana de los huéspedes al comprometer su inmunidad innata. Si no se controla, la pérdida de una defensa terapéutica crítica contra patógenos multirresistentes que adquieren genes resistentes a los AMP podría afectar a la capacidad de los profesionales clínicos para combatirlos eficazmente. Tal vez exista un riesgo aún mayor de que los patógenos «normales», actualmente combatidos por nuestro sistema inmunitario innato, se vuelvan inmunes a nosotros.

 

Abril 27/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Immunology  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network. 

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

 

  • A medida que ha aumentado la esperanza de vida humana, también lo ha hecho el número de personas que viven 100 años o más.
  • Los investigadores han descubierto que los centenarios tienen una composición y una actividad celular inmunitaria únicas, lo que les confiere un sistema inmunitario que les ayuda a vivir más tiempo.
  • Los científicos creen que estos hallazgos pueden servir para desarrollar terapias contra el envejecimiento saludable.

La esperanza de vida de los seres humanos en nuestro planeta se ha más que duplicado desde 1900. La esperanza de vida mundial ha pasado de 31 años en 1900 a 73,2 años en 2023, y se espera que siga aumentando hasta los 77,1 años en 2050.

También aumenta el número de personas que alcanzan los 100 años o más. Conocidos como centenarios, los investigadores estiman que había alrededor de 450.000 centenarios en todo el mundo en 2015, y se prevé que ese número aumente a 3,7 millones en 2050.

Investigaciones anteriores a principios de la década de 2000 estimaban que, a escala mundial, el número de personas que vivirían 100 años o más se quintuplicaría con creces entre 2005 y 2030.

Algo que aún se desconoce es qué permite a algunas personas vivir hasta los 100 años, mientras que otras no.

Dirigido por investigadores del Centro Médico Tufts y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, un nuevo estudio ayuda a responder a esta pregunta al descubrir que los centenarios poseen una composición y una actividad celular inmunitaria únicas, lo que les confiere un sistema inmunitario altamente funcional y les permite vivir más tiempo.

Los científicos creen que estos hallazgos podrían servir para desarrollar terapias contra el envejecimiento saludable. El estudio se ha publicado recientemente en la revista Lancet eBioMedicineFuente fidedigna.

¿Qué le ocurre a nuestro sistema inmunitario a medida que envejecemos?

A medida que envejecemos, todas las partes del cuerpo experimentan cambios, incluido el sistema inmunitario.

Según el Dr. Scott Kaiser, geriatra y director de Salud Cognitiva Geriátrica del Pacific Neuroscience Institute de Santa Mónica (California), hay dos conceptos principales en lo que se refiere a cómo cambia el sistema inmunitario a medida que envejecemos.

«Uno es la inmunosenescencia, que es el proceso de disfunción inmunitaria relacionado con la edad», explicó a Medical News Today.

«Así que los cambios en la composición y la función de nuestro sistema inmunológico con el tiempo pueden conducir a una mala función inmune en las personas mayores. Y eso está estrechamente relacionado con la vulnerabilidad de las personas a las infecciones, enfermedades autoinmunes, e incluso varios tipos de cáncer», dijo.

«Y luego está el tema del inflammaging (inflamatorio), que es un término que se ha utilizado para describir el aumento de la inflamación relacionada con la edad debido a los altos niveles de marcadores proinflamatorios en la sangre y en diferentes tejidos del cuerpo. Se trata de un importante factor de riesgo para todo tipo de enfermedades, incluidos los procesos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo», continuó el Dr. Kaiser.

«Así que hay mucho que estudiar en cuanto a la función inmunitaria a lo largo del tiempo y cómo los cambios de nuestro sistema inmunitario con la edad pueden hacernos más vulnerables o protegernos», añadió.

Examinar una inmunidad de “élite”

Según la Dra. Tanya Karagiannis, bioinformática sénior del Centro de Métodos Cuantitativos y Ciencia de Datos del Instituto de Investigación Clínica y Estudios de Política Sanitaria del Centro Médico Tufts y autora principal de este estudio, ella y su equipo decidieron estudiar el sistema inmunitario de los centenarios porque con la edad se producen cambios en nuestro sistema inmunitario, incluso en su función y composición celular, y estos cambios pueden provocar enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

«Muchos centenarios experimentan retrasos en la aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, lo que sugiere la presencia de una inmunidad de élite que sigue siendo altamente funcional incluso en la vejez extrema», declaró a Medical News Today.

Para este estudio, los investigadores realizaron secuenciación unicelular en una categoría de células inmunitarias denominadas células mononucleares de sangre periférica (PBMC) a partir de muestras de sangre tomadas de siete centenarios inscritos en el New England Centenarian Study.

«Utilizamos datos unicelulares y aplicamos nuevos métodos computacionales para analizar las células inmunitarias que circulan por el sistema inmunitario a lo largo de la vida humana. Observamos las diferencias en la presencia de tipos específicos de células inmunitarias en edades más tempranas y en la vejez extrema, y descubrimos cambios específicos de los tipos celulares en el envejecimiento y la vejez extrema», explicó el Dr. Karagiannis.

«También tomamos los mismos tipos celulares y exploramos las diferencias en la expresión génica a través de las edades para descubrir diferentes patrones de expresión génica de la longevidad extrema que cambian con la edad, pero que también son exclusivos de la vejez extrema», añadió.

Tipos celulares únicos en centenarios

Tras el análisis, los investigadores confirmaron las observaciones realizadas en estudios anteriores sobre el envejecimiento, que identificaban cambios transcripcionales y de composición específicos de cada tipo celular que sólo se daban en los centenarios y que reflejaban una respuesta inmunitaria normal.

También descubrieron que los centenarios tenían firmas de tipo celular específicas de una longevidad excepcional, tanto en genes con cambios relacionados con la edad como en genes expresados de forma única en centenarios.

«No nos sorprendió tanto encontrar genes que cambian con la edad en los centenarios, ya que se trata de una población que envejece. Lo que nos sorprendió fueron los distintos patrones de envejecimiento que identificamos, incluidos genes específicos del envejecimiento en los que los niveles de expresión cambiaban con la edad, pero no en la longevidad extrema en diversas poblaciones celulares», afirmó el Dr. Karagiannis.

«Nuestros hallazgos pueden sentar las bases para explorar posibles impulsores de la vejez extrema que podrían conducir al descubrimiento de terapias para un envejecimiento saludable. Nos gustaría explorar los cambios longitudinales en las células inmunitarias de los centenarios y los individuos más jóvenes para ayudar a definir mejor los impulsores protectores de la longevidad extrema que proporcionan los resultados beneficiosos para la salud observados en estos individuos», continuó.

Nuevas terapias para enfermedades relacionadas con el envejecimiento

Después de revisar este estudio, el Dr. Kaiser dijo a Medical News Today que encontró este estudio interesante, ya que en realidad miró a las personas que han envejecido muy bien, que han desafiado la edad, por así decirlo, y luego miró lo que está pasando en ellos para ver si podemos aprender algo.

«Las posibles lecciones están en lo que nos hace más resistentes», explicó.

«Observar a estas personas que han tenido una longevidad extrema, viviendo hasta los 100 años e incluso más, y averiguar cuál es la naturaleza, cuál es la característica de su sistema inmunitario para que podamos entender mejor lo que podría estar pasando, y luego averiguar cómo eso podría traducirse en terapias potenciales para otras personas, para que más gente pueda disfrutar de eso».

    – Dr. Kaiser

MNT también habló conKathleen Cameron, directora sénior del Centro para el Envejecimiento Saludable del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento, acerca de este estudio. Ella dijo que la comprensión de los cambios inmunológicos que vienen con el envejecimiento es importante para ayudar a las personas a vivir más tiempo. Y mucha gente quiere vivir más si también puede estar sana.

«Si podemos determinar qué es lo que crea esta resistencia inmunológica en las personas que viven más de 100 años, eso puede conducir a tratamientos que ayuden a las personas a vivir más tiempo. O, si hay ciertos comportamientos saludables que conducen a esta resistencia, eso también nos ayudaría», continuó Cameron.

Sin embargo, dijo que se trata de una investigación muy preliminar, ya que este estudio fue pequeño, y debería conducir a otros estudios para ayudar a los profesionales de la salud a comprender mejor esta resistencia inmunológica.

«Se necesita más investigación para comprender el efecto que tienen estos patrones inmunitarios en la longevidad. ¿Hay algo en la historia familiar de los centenarios u otras cosas que hayan sucedido en su vida, la exposición a ciertas cosas que podrían haber cambiado su sistema inmunológico? No lo sabemos gracias a este estudio. Saber más sobre esto podría conducir a nuevas terapias o nuevas formas de mejorar el sistema inmunitario.»

– Kathleen Cameron

Abril 11/2023 (Medical News Today) – Tomado de la Selección de Feature Stories. Copyright 2023 Healthline Media UK Ltd, Brighton, UK. Traducido al español por DeepL Traductor. Copyright 2023 DeepL.

Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles han identificado un mecanismo que podría explicar por qué las mujeres son menos susceptibles a infecciones virales como la del reciente coronavirus: la presencia de una mayor dosis de un gen que escapa de la inactivación del cromosoma X en linfocitos.

Como ocurre con otras características o rasgos, existen diferencias en la respuesta inmunitaria entre ambos sexos biológicos. Las mujeres suelen ser más proclives a las enfermedades autoinmunes, mientras que los hombres son más susceptibles a ciertas infecciones virales, como se puso de manifiesto en la reciente pandemia de COVID-19.

Un reciente estudio publicado en Nature Inmunology ofrece una explicación a la diferencia de susceptibilidad a algunas infecciones virales. El equipo ha identificado un gen, que escapa a la inactivación del cromosoma X y se expresa a mayores niveles en un tipo de célula inmunitaria en mujeres, facilitando su acción antiviral.

Los linfocitos NK como elemento central de las diferencias en la respuesta antiviral

Los linfocitos o células NK  (del inglés Natural Killer) representan una de las primeras líneas de defensa del organismo frente a virus por lo que estudios previos ya habían planteado que este tipo de células podría estar implicado en las diferencias en la respuesta antiviral entre ambos sexos.

Hasta el momento se sabía que el número de linfocitos NK es mayor en hombres que en mujeres, lo que resultaba inesperado, teniendo en cuenta que los hombres son más susceptibles a los virus. Ahora, los investigadores de la Universidad de California Los Angeles han encontrado una diferencia genética entre hombres y mujeres que lleva a que los linfocitos NK de las mujeres sean más efectivos frente a los virus.

Un gen que escapa a la inactivación del cromosoma X contribuye a  mejorar la eficacia de los linfocitos NK

A partir del análisis de expresión de linfocitos NK de ambos sexos, los investigadores encontraron que el gen KDM6A, se expresa a menores niveles en individuos masculinos que en los femeninos, tanto en ratón como en humanos.

El gen KDM6A codifica para UTX, un regulador epigenético que modula la expresión génica. Una característica de KDM6A es que se localiza en el cromosoma X, del que las mujeres tienen dos copias y los hombres una única. Para mantener el equilibrio de dosis génica entre ambos sexos, en las células de sexo femenino se produce la inactivación de uno de los dos cromosomas X. No obstante, algunos genes escapan a esa inactivación, contribuyendo a las diferencias entre ambos sexos. Este es el caso del gen que codifica para UTX.

Los investigadores han encontrado que KDM6A se expresa de forma más elevada en miembros del sexo femenino, independientemente de los niveles de hormonas gonadales. Por tanto la expresión diferencial de KDM6A entre ambos sexos es una característica de dimorfismo sexual independiente de las hormonas sexuales.

En los diferentes experimentos realizados los investigadores encontraron que, por una parte UTX regula el número de linfocitos NK, afectando negativamente a su supervivencia (razón por la cual las mujeres tienen menor número de estas células), y por otra aumenta su efectividad y efecto citotóxico.

“Aunque se sabe que los hombres tienen más células NK en comparación con las mujeres, no entendíamos por qué el aumento del número de células NK no era más protector durante las infecciones virales. Resulta que las mujeres tienen más UTX en sus células NK que los hombres, lo que les permite luchar contra las infecciones virales de manera más eficiente”, dijo la coautora principal, la Dra. Maureen Su, profesora de microbiología, inmunología y genética molecular y de pediatría en la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA.

A través de su papel como regulador epigenético, “la proteína UTX de las células NK es necesaria para controlar la eficacia biológica de las células NK, modular la accesibilidad a motivos de unión de factores de transcripción, aumentar la accesibilidad en genes efectores y preparar a las células NK para una rápida respuesta a la infección viral”, señalan los autores en el trabajo.

Implicaciones terapéuticas de los resultados

Los resultados del trabajo tienen diversas implicaciones para la práctica clínica. En primer lugar, pueden ser aplicados en el desarrollo de aproximaciones terapéuticas más personalizadas. Las diferencias en la función de los linfocitos NK observadas en ambos sexos apuntan a considerar el sexo biológico como variable en ciertos escenarios, como por ejemplo el de hombres con enfermedad viral grave donde “aumentar la actividad de UTX en las células NK podría proporcionar beneficio terapéutico”, señalan los autores.

Otro escenario de interés podría ser el de las terapias celulares frente al cáncer. “Dada la emoción reciente con el uso de linfocitos NK en la clínica, necesitaremos incorporar el sexo como un factor biológico en las decisiones de tratamiento y el diseño de la inmunoterapia”, ha señalado Tim O’Sullivan, profesor de Microbiología, Inmunología y Genética Molecular en la Universidad de California Los Angeles y uno de los directores del trabajo.

Además, los resultados aportan información que podría ser útil para comprender mejor dos condiciones asociadas a la deficiencia de  UTX: el síndrome de Kabuki y el síndrome de Turner. Ambas conllevan una alteración del sistema inmunitario y un riesgo aumentado a las infecciones. Estudios futuros deberán evaluar si las diferencias observadas entre ambos sexos en las linfocitos NK pueden tener relevancia en estas enfermedades.

Por último, los investigadores también plantean que serán necesarios nuevos estudios para determinar si UTX actúa también modulando las diferencias entre sexos que se observan en otros tipos celulares inmunitarios, como las células B, monocitos, neutrófilos o ciertos linfocitos T.

Artículo científico: Cheng, M.I., Li, J.H., Riggan, L. et al. The X-linked epigenetic regulator UTX controls NK cell-intrinsic sex differences. Nat Immunol (2023). https://doi.org/10.1038/s41590-023-01463-8

Fuente:  An extra X chromosome-linked gene may explain decreased viral infection severity in females. https://www.uclahealth.org/news/extra-x-chromosome-linked-gene-may-explain-decreased-viral

Abril 12/2023 (Genotipia) – Tomado de la selección de Genética Médica. Copyright 2023. Genotipia

abril 12, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: COVID-19, Enfermedades transmisibles, infecciones virales, Inmunología | Etiquetas: , , , , |

Entre 300 y 400 personas mueren a causa de la covid-19 todos los días en Estados Unidos, y la aceptación del último refuerzo de la vacuna es inferior al 15 por ciento, alertó una fuente autorizada. Read more

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