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Un estudio muestra que, tras una mala noche, la hormona que controla el apetito se ve afectada y provoca un mayor estrés emocional, lo que a su vez hace que aumenten las ganas de comer para compensar la falta de energía.
junio 15, 2015 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Enfermedades, Enfermedades crónicas no trans., Especialidades, Medicina, Medicina Interna, Medicina Preventiva, Nutrición, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: aumento de la ingesta de comida, diabetes o las enfermedades del corazón, dormir poco durante la noche, la obesidad |