Aedes_aegyptiCientíficos en EE.UU. encontraron que el Aedes aegypti, conocido como el mosquito de la fiebre amarilla, es capaz de adaptarse a las temperaturas en su ‘entorno local’ en medio del cambio climático, y optimizar así su desempeño a la hora de transmitir enfermedades.

La conclusión de nuestro estudio es que, si queremos comprender completamente la transmisión en un lugar y cómo esto podría cambiar en el futuro, debemos estudiar los mosquitos a nivel local y no asumir que la forma en que la temperatura afecta la transmisión en un sitio  necesariamente se puede extrapolar a todos los demás sitios’, subrayó en declaraciones a EFE el entomólogo Matthew Thomas. El Aedes aegypti es una de las especies invasoras más importantes a nivel global, responsable de infectar cada año a más de 400 millones de personas en todo el mundo con virus como el dengue, la fiebre amarilla, la chikunguña y el Zika.

El estudio, en el que participó la Universidad de Florida (UF), examinó la adaptación térmica de los mosquitos, un aspecto crítico que a menudo se pasa por alto en los modelos que evalúan el impacto del cambio climático en las enfermedades transmitidas por estos insectos.

Según el Instituto de Investigación Científica de Especies Invasoras (ISRI, en inglés) de la UF, muchos modelos no consideran la influencia potencial de la adaptación térmica en los mosquitos y por consiguiente su mejor rendimiento, es decir la aptitud física o potencial para transmitir enfermedades como el dengue o el Zika. Para Thomas, director del ISRI, lo que el estudio sugiere es que ‘los mosquitos sí pueden optimizar su desempeño en el entorno local inmediato en medio de los cambios climáticos’. ‘Esto es potencialmente importante porque sugiere que, si deseamos hacer predicciones precisas del riesgo actual o futuro de distribución de enfermedades como el dengue o el Zika, podríamos necesitar examinar la biología de los mosquitos a nivel local y no simplemente asumir que podemos tomar un modelo de transmisión y extrapolarlo en el tiempo y el espacio’, precisó. ‘Cómo esta adaptación local podría conducir a diferentes patrones de riesgo de transmisión es ahora el tema de un estudio de seguimiento que recién estamos completando’, indicó. El Aedes aegypti -explicó Thomas- generalmente se limita a los trópicos y subtrópicos. La temperatura óptima probablemente esté entre los 25 y 30 grados centígrados.

Explicó que su potencial para transmitir enfermedades se verá ‘gravemente’ afectado por debajo de los 20 grados centígrados o por encima de 35 grados centígrados aproximadamente.

‘En promedio, a medida que el clima calienta, esperamos que las condiciones adecuadas se desplacen más hacia el norte, lo que potencialmente permitirá que los mosquitos amplíen su distribución y que también aumente potencialmente el número de meses aptos para la transmisión de nfermedades’, señaló. Sin embargo, las condiciones también podrían volverse
demasiado calurosas, lo que provocaría reducciones en su distribución en otros lugares. Sobre si hay ciudades que están experimentando un aumento de las enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes aegypti debido a sus mayores niveles de comodidad como resultado de los cambios de temperatura atribuidos al cambio climático, Thomas dijo que se requieren más estudios.

Sin embargo, señaló que los resultados de la investigación actual, que fue publicada en la revista Global Change Biology, ‘sugerirían que las poblaciones pueden adaptarse para maximizar su aptitud en sus entornos locales y esperaríamos que esto influyera en el riesgo de transmisión.

De ciudades como Miami, que fue afectada gravemente por el Zica, Thomas señaló que esta jurisdicción es muy adecuado para esta especie de mosquito y también para permitir la transmisión de esa enfermedad. ‘Actualmente no se conoce si los mosquitos se han adaptado a las condiciones específicas de Miami y cómo esta adaptación ha ocurrido, pero nuestros resultados sugieren que esto es probable y que podría determinar el riesgo de transmisión local’, agregó.

11 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

covid-19-516x288El virus COVID-19 puede persistir en la sangre y el tejido de los pacientes durante más de un año después de que haya terminado la fase aguda de la enfermedad, según una nueva investigación de la UC San Francisco que ofrece pistas potenciales de por qué algunas personas desarrollan COVID durante mucho tiempo.

Los científicos encontraron piezas de SARS-CoV-2, conocidas como antígenos COVID, permaneciendo en la sangre hasta 14 meses después de la infección y durante más de dos años en muestras de tejidos de personas que tenían COVID.

Estos dos estudios proporcionan algunas de las pruebas más fuertes hasta ahora de que los antígenos COVID pueden persistir en algunas personas, aunque creemos que tienen respuestas inmunitarias normales, dijo Michael Peluso, MD, investigador de enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la UCSF, quien dirigió ambos estudios.

Los hallazgos fueron presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), que se celebró del 3 al 6 de marzo de 2024, en Denver.

Evidencia de infección a largo plazo

Al principios de la pandemia, se pensaba que el COVID-19 era una enfermedad transitoria. Pero un número creciente de pacientes, incluso aquellos que previamente habían estado sanos, continuaron teniendo síntomas, como, niebla cerebral, problemas digestivos y problemas vasculares, durante meses o incluso años.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de 171 personas que habían sido infectadas con COVID. Utilizando una prueba ultrasensible para la proteína COVID, que ayuda al virus a romper en las células humanas, los científicos encontraron que el virus todavía estaba presente hasta 14 meses después en algunas personas.

Entre los que fueron hospitalizados por el COVID, la probabilidad de detectar los antígenos del COVID era aproximadamente el doble de lo que era para los que no lo estaban. También fue mayor para quienes reportaban estar más enfermo, pero no estaban hospitalizados.

Como médico, estas asociaciones me convencen de que estamos en algo, porque tiene sentido que alguien que se había enfermado con COVID tuviera más antígeno que puede quedarse, dijo Peluso.

Virus persiste hasta dos años en tejido

Dado que se cree que el virus persiste en los reservorios de tejidos, los científicos revirtieron en el Long COVID Tissue Bank de la UCSF, que contiene muestras donadas por pacientes con y sin COVID largo.

Detectaron porciones de ARN viral hasta dos años después de la infección, aunque no había evidencia de que la persona se hubiera reinfectado. Lo encontraron en el tejido conectivo donde se encuentran las células inmunitarias, lo que sugiere que los fragmentos virales estaban causando que el sistema inmunitario atacara.  En algunas de las muestras, los investigadores descubrieron que el virus podría estar activo.  Peluso mencionó que se necesita más investigación para determinar si la persistencia de estos fragmentos impulsa el COVID largo y riesgos asociados como ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

07 marzo 2024| Fuente: EurekAlet| Tomado de | Comunicado de prensa

apendicitis niñosUn reciente estudio publicado en JAMA Pediatrics concluye que la actividad de cuatro genes puede predecir la gravedad de la apendicitis en pacientes pediátricos. La apendicitis, que es la inflamación del apéndice, es la urgencia quirúrgica más común en niños.

Producida generalmente debido a un bloqueo del apéndice que deriva en una infección, la inflamación del apéndice se manifiesta a través del dolor abdominal. En la mayoría de los casos, el diagnóstico es sencillo, aunque la falta de especificidad en la presentación clínica puede dificultar el proceso. El problema radica en estimar el grado de gravedad.

El tratamiento de la apendicitis suele consistir en una intervención quirúrgica para extirpar el apéndice y evitar su perforación lo que puede extender la infección por el organismo. Además, se ha planteado que en ciertos casos leves el tratamiento con antibióticos puede ser una opción a valorar.

En este contexto, diferenciar entre apendicitis simple y apendicitis aguda con perforación en niños puede mejorar el diagnóstico y contribuir a determinar mejor el tratamiento. Con este objetivo, un reciente estudio publicado en JAMA Pediatrics plantea una prueba molecular para complementar los métodos estándar de determinación de la gravedad de la apendicitis en niños: un análisis de expresión de cuatro genes que permite diferenciar entre las formas más graves y leves de la apendicitis.

Expresión génica relacionada con la gravedad de la apendicitis

Para identificar biomarcadores relacionados con la progresión o gravedad de la apendicitis los investigadores analizaron la expresión génica en muestras de sangre de 71 niños entre 5 y 17 años  que ingresaron en el Hospital de Niños de Alberta (Canadá) con dolor abdominal y sospecha de apendicitis. De estos pacientes, 35 tuvieron apendicitis simple, 14 mostraron perforación en apéndice y en 22 no se confirmó apendicitis.

El equipo observó cambios significativos en la expresión génica de los niños del grupo con apendicitis perforada, relacionados con la función inmunitaria y más concretamente con una disminución en la respuesta inmunitaria e inflamatoria. En estos pacientes, el perfil de expresión mostró similitudes con el reportado en pacientes con sepsis, lo que es consistente con los procesos que se espera que ocurran en un escenario de perforación del apéndice.

Además, los investigadores identificaron una firma de expresión de cuatro genes que permitía diferenciar la apendicitis perforada de la apendicitis simple, con una precisión del 85.7%. Los cuatro genes son PLBD1, S100A12, S100A8 y ANXA3 y en todo ellos la expresión está aumentada en pacientes con apéndice perforado.  S100A12 y S100A8 codifican proteínas de la familia S100 y son conocidos moduladores del sistema inmunitario. De hecho, S100A12 ya se ha sugerido como biomarcador de diversas condiciones inflamatorias y digestivas. ANXA3, que pertenece a la familia de las anexinas, también se ha propuesto como biomarcador de sepsis en pacientes pediátricos.

Biomarcadores genéticos para una mejor predicción del riesgo en apendicitis

La identificación de biomarcadores genéticos capaces de predecir la severidad de la apendicitis en niños puede tener implicaciones en el manejo clínico de esta condición.

En primer lugar, ofrece una herramienta diagnóstica poco invasiva (basada en un análisis de sangre) que, junto a métodos tradicionales, puede favorecer una estratificación más precisa del riesgo y, por tanto, un manejo de los pacientes mejor adaptado a cada situación.

Por ejemplo, en los casos donde se estime mayor gravedad se puede proceder rápidamente a la intervención quirúrgica para minimizar el riesgo de complicaciones graves. “El desarrollo de estrategias de diagnóstico precoz y tratamiento de la apendicitis con perforación pediátrica debe basarse en la desregulación inmunitaria subyacente y en las similitudes con la sepsis”, señalan los investigadores en el trabajo. Además, el estudio proporciona una estimación de los procesos inmunitarios que pueden estar implicados en la apendicitis, especialmente cuando se trata de casos más graves.

Artículo científico: Dhillon BK, Kortbeek S, Baghela A, Brindle M, Martin DA, Jenne CN, Vogel HJ, Lee AHY, Thompson GC, Hancock REW. Gene Expression Profiling in Pediatric Appendicitis. JAMA Pediatr. 2024 Feb 19:e236721. doi: http://dx.doi.org/10.1001/jamapediatrics.2023.6721.

07 marzo2024|Fuente:Genotipia|Tomado de | Noticias

marzo 12, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Genética, Pediatría, Problemas de Salud, Riesgo a la Salud, Salud | Etiquetas: , , , |

ni;oEspecialistas del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona están tratando con terapia genética, por primera vez en el mundo, a un niño de apenas cuatro años que sufre la enfermedad neuromuscular de Duchenne, en el marco de un ensayo clínico internacional.

La distrofia de Duchenne es una enfermedad genética y minoritaria que provoca una debilidad muscular progresiva desde edades muy tempranas y evoluciona hasta la pérdida de la capacidad de andar y afectaciones respiratorias y cardíacas. Hasta ahora, ese tipo de tratamientos genéticos sólo se había hecho a personas mayores de cuatro años, por lo que el centro barcelonés se sitúa a nivel mundial en este tratamiento en edades tan tempranas.

El jefe de la unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Sant Joan de Déu, Andrés Nascimento, ha explicado que el tratamiento se aplicó hace unas semanas y, por ahora, el niño se ha mantenido estable, sin efectos secundarios, a la espera de confirmar los resultados positivos de su evolución. La distrofia de Duchenne es una patología genética poco frecuente, dentro del grupo de las conocidas como enfermedades minoritarias, que está ligada al cromosoma X y que produce una debilidad progresiva en la persona afectada.

El diagnóstico de la enfermedad se suele dar en los primeros años de vida y los pacientes ven deteriorados sus músculos poco a poco: entre los tres y cuatro años se pone en evidencia la debilidad, y lo habitual es perder la capacidad de andar entre los 12 y los 14 años.

Actualmente, no existe ningún tratamiento que ofrezca una cura o una mejora de los síntomas de la enfermedad, por lo que es muy difícil combatirla, y las únicas terapias que existen para intentar retrasar la progresión todavía no son capaces de estabilizar el cuadro clínico.

La terapia genética aplicada lo antes posible es la opción terapéutica más prometedora que existe para frenar la distrofia de origen genético, aunque hasta ahora sólo se había aplicado a pacientes mayores de cuatro años.

Los resultados positivos de las terapias genéticas hechas hasta ahora han permitido la aprobación por parte de la agencia americana de medicamentos y alimentos (FDA) del tratamiento para pacientes de entre cuatro a cinco años. Al ser la enfermedad de carácter progresivo, cuanto más tiempo pasa hasta aplicar el tratamiento, más tejido muscular es sustituido por grasa y fibrosis, por lo que para los pacientes es vital recibir la terapia lo antes posible, antes de que el daño muscular sea irreversible.

07 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

ITSEuropa experimenta un aumento ‘alarmante’ de casos de infecciones de transmisión sexual, lo que muestra la necesidad de impulsar medidas de prevención y tratamientos efectivos, advirtió el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC). Los últimos datos de este organismo de referencia de la Unión Europea (UE), correspondientes a 2022, revelan una subida interanual del 48 % de los casos de gonorrea, del 34 % de los de sífilis y del 16 % de clamidia.

El número de afectados por linfogranuloma venéreo y por sífilis congénita (transmitida de la madre al feto) también se han incrementado ‘de forma substancial’. El ECDC insta a tomar medidas proactivas como realizar test, sobre todo a quienes tienen nueva o varias parejas sexuales, ya que algunas de estas infecciones son asintomáticas. ‘Mientras infecciones como la clamidia, gonorrea y sífilis son tratables, pueden causar aun así complicaciones para la salud si no se tratan. Esto incluye, entre otros, inflamación pélvica o dolor crónico’, consta en un comunicado. La clamidia y la gonorrea pueden provocar además infertilidad y, la sífilis, problemas neurológicos y cardiovasculares, apunta el ECDC, que recuerda que una de las formas más efectivas de prevenir esas infecciones es practicar sexo seguro. ‘Test, tratamiento y prevención son la base de cualquier estrategia a largo plazo. Debemos priorizar la educación sexual, ampliar el acceso a test y servicios de tratamiento y combatir el estigma asociado a estas enfermedades’, señaló la directora del ECDC, Andrea Ammon.

07 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

AmigdalasLos mapas celulares de los órganos del cuerpo, con el número y tipos de células, sus ubicaciones o interacciones son esenciales para entender la regulación del organismo y cómo este se protege ante las enfermedades.

Un equipo científico ha logrado, ahora, gracias a tecnología puntera descifrar el de la amígdala. Se trata del mapa más exhaustivo hasta la fecha de este órgano linfoide secundario, con 556.000 células individuales clasificadas en 121 tipos, un catálogo abierto a la comunidad científica que sus responsables han convertido, además, en un cómic protagonizado por una célula B, una heroína que tiene que luchar contra los patógenos.

Esta forma parte de ‘BCLLatlas’, un proyecto europeo que tiene el objetivo de combatir la leucemia linfocítica crónica, la más frecuente en occidente. El mapa de la amígdala, que es el primer resultado de ese proyecto, contribuye a su vez a la iniciativa internacional ‘Human Cell Atlas’, que está cartografiando todos los tipos celulares del cuerpo humano para transformar la comprensión de la salud y la enfermedad.  Más allá de la amigdalitis Las amígdalas son un excelente modelo de órgano debido a su accesibilidad y su ubicación estratégica, situadas en la intersección de los sistemas respiratorio y digestivo, donde entran los patógenos que se ingieren o inhalan.

No son solamente una masa de tejido, sino un órgano linfoide secundario, parte del sistema linfático, que a su vez es una pieza principal del sistema inmunitario del cuerpo, explicó Juan Nieto, inmunólogo en el Grupo de Célula Única del CNAG.

Allí las células inmunes se encuentran, interactúan y generan la producción de anticuerpos y células capaces de responder de manera especializada a las infecciones y mantener una memoria para futuros ataques, ahonda el investigador; como recibe muchas bacterias y virus, estudiar la respuesta inmune dentro de este órgano es ‘bastante relevante’.

Para ello y para crear este mapa que ayudará a aumentar la comprensión de enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, como las leucemias y los linfomas, los investigadores analizaron una veintena de muestras de amígdalas extraídas de menores, jóvenes y adultos, sin dolencias inflamatorias.

Tecnologías de vanguardia Utilizaron dos tecnologías principales, la secuenciación genética a nivel de célula única y la transcriptómica espacial. La primera, detalló Nieto, separa célula a célula y permite ver la composición del RNA y sus cambios individualmente, en cada una de ellas, lo que hasta hace unos años era inviable.  La segunda supone trasladar lo que se observa a través del microscopio a una resolución también unicelular y conocer qué genes se expresan y en qué células (transcriptoma).

El gran salto que se ha dado con estás técnicas es que ahora se sabe exactamente ‘quién hace qué y si, por ejemplo, hay una función alterada, quién es el culpable’, resumió el científico de origen colombiano, quien lleva más de 15 años investigando en Barcelona.

Este atlas celular ha proporcionado alguna sorpresa. Se tenía una visión bastante clara de la respuesta inmune de la amígdala, de las células inmunitarias innatas -la primera barrera de defensa del cuerpo- y de las adaptativas -las células especializadas que atacan y destruyen invasores, y mantienen una memoria para futuros ataques. Pero no de los pasos intermedios para lograr esa diferenciación, donde hay más complejidad y donde pueden darse también errores que desembocarían en enfermedad, subrayó Nieto; este mapa, cuyos detalles se publicaron en la revista Immunity, resuelve algunas incógnitas en este sentido. El atlas es abierto; el CNAG ha desarrollado un software ( HCATonsilData) que permite a la comunidad científica y centros sanitarios acceder y descargarlo para facilitar sus investigaciones.

El objetivo, comentó Nieto, era generar una referencia de cómo funciona la biología de la respuesta inmune en la amígdala para que todo el mundo pueda utilizarla, para sus trabajos y ampliarla.  Amígdaland, el cómic para explicar el proyecto El atlas celular de la amígdala humana se ha traducido en un cómic de dos hojas -en colaboración con la divulgadora Miriam Rivera- que narra las aventuras de una célula B en la lucha contra los patógenos.

Las principales características histológicas de las amígdalas, todos sus habitantes crecen, interactúan y maduran hasta que desarrollan una profesión específica destinada a defender al organismo contra los patógenos. Estas profesiones están determinadas por los genes que expresan, que luego se traducen en proteínas que determinan la función de la célula inmunitaria, explicó el CNAG. Todo esto se narra a través de un protagonista singular, que comienza siendo un linfocito hasta que, a través de un proceso de maduración, se convierte en una célula plasmática específica capaz de generar anticuerpos contra los patógenos.
06 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

  • Noticias por fecha

    octubre 2024
    L M X J V S D
    « sep    
     123456
    78910111213
    14151617181920
    21222324252627
    28293031  
  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración