may
22
Las autoridades de Reino Unido encubrieron un escándalo asociado a las transfusiones de sangre de 1970 a 1991, causantes del contagio de más de 30 000 personas con VIH y hepatitis, reveló hoy un estudio.
Según el grupo de trabajo de la denominada «Investigación de Sangre Infectada», pesquisa prolongada durante los últimos cinco años, personal médico y Gobierno conocían de esta situación, desde los orígenes del Servicio Nacional de Salud (NHS) en 1948.
No obstante, significó el documento, fallaron a las víctimas en repetidas ocasiones y las expusieron a riesgos inaceptables.
Para el responsable de la investigación, Brian Langstaff, la magnitud de esas conclusiones resulta «horripilante» y subrayó la deliberada intención de «ocultar la verdad».
El texto mencionó entre los riesgos a los que expusieron a miles de personas —3 000 de las cuales ya fallecieron— la repetida importación de productos sanguíneos del extranjero, incluida sangre de donantes estadounidenses de alto riesgo como presos o drogadictos.
Langstaff denunció que ese desastre no fue un accidente, pues médicos, centros de transfusión y gobiernos no dieron prioridad a la seguridad de los pacientes, de ahí la ocurrencia de infecciones y la destrucción de vidas por la negligencia.
Los grupos más afectados, de acuerdo con el estudio, fueron las personas con hemofilia y trastornos en la coagulación, a quienes se les suministró sangre con hepatitis C, y aquellos que recibieron transfusiones tras el parto, accidentes o durante tratamientos médicos.
20 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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30
Aunque la terapia celular con CAR-T lleva décadas investigándose, los medicamentos se administran en España desde hace apenas cuatro años, abriendo horizontes para atacar enfermedades como el cáncer, ganar en supervivencia y mejorar la vida del paciente, en un campo todavía incipiente, muy prometedor y en el que aún se afronta una «curva de aprendizaje».
Las terapias avanzadas suponen un gran paso en el sistema sanitario y una «ventana de oportunidad» en patologías y situaciones donde otros tratamientos no llegan. Ese nuevo camino está en la terapia génica, regenerativa o celular, como las CAR-T, explica a EFE la hematóloga del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, Lucrecia Yáñez.
Estas terapias tienen un gran potencial para desarrollar tratamientos personalizados y representan una perspectiva de revolución en la medicina.
En el otro lado de la balanza está su elevado coste: el tratamiento de cada paciente con CAR-T puede superar los 300 000 euros.
Una de las funciones de nuestro sistema inmunológico es eliminar las células tumorales. Pero esta función se puede perder y desarrollar una formación anormal en alguna parte del cuerpo de tejido en forma de tumor. Ahí entrarían en juego las CAR-T, «un linfocito, modificado genéticamente, que reconoce específicamente a las células que tiene que matar», detalla la doctora Yáñez.
Esta terapia consiste, básicamente, en extraer linfocitos T de la propia persona, modificarlos genéticamente, e introducirlos posteriormente como un medicamento. «Pero primero hay que evaluar al paciente, porque no todos los pacientes van a poder recibir esta terapia», advierte la hematóloga de Valdecilla.
Viaje a Ámsterdam e infusión
El primer paso es la extracción de linfocitos de esa persona, que posteriormente se envían a Ámsterdam, donde se realiza la modificación genética. Esos linfocitos son «la materia prima» con la que se van a desarrollar las células CAR-T para que después vuelvan a infundirse en ese paciente.
El proceso para crear esas células se prolonga dos o tres semanas y, una vez concluido, son necesarios controles. Cuando hay una validación, se devuelven las células criopreservadas y cuando retornan al lugar de origen, donde está el paciente, se le ingresa y se le administra una linfodepleción, que es un tipo de quimioterapia que se aplica para preparar al organismo.
Ya por fin, el CAR-T se descongela y se infunde. »
Durante los primeros días pueden aparecer complicaciones, que son variables dependiendo en parte del paciente y de cómo esté controlada la enfermedad», señala la doctora Yáñez.
Tras los primeros días, y si no aparecen más complicaciones, el paciente es dado de alta y tiene un seguimiento de consulta externa, para monitorizar la enfermedad.
Éste es un procedimiento complejo y que justifica que el Ministerio de Sanidad haya seleccionado para la administración de la terapia CAR-T a centros con gran experiencia en el uso de terapias antitumorales complejas, incluyendo el trasplante de progenitores hematopoyéticos, como es el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.
Veinte pacientes en dos años
Valdecilla fue designado en junio de 2022 centro infusor de CAR-T, junto a otros trece más dentro de la geografía nacional, en un movimiento del Ministerio que supuso duplicar la red de terapias avanzadas en España.
Yáñez explica que realmente había una necesidad de ampliar esa red, ya que cuando se decidieron los primeros centros en todo el país no se designó ninguno en el norte, «desde Galicia hasta el País Vasco», de forma que los pacientes tenían que trasladarse a Madrid o Barcelona.
El primer paciente al que se infundió terapia CAR-T en Valdecilla fue en agosto de 2022. Hasta hoy ha habido 20 beneficiados de esta terapia y hay dos en espera de que se les administre en las próximas semanas.
De los veinte, además, tres han llegado de otras comunidades autónomas, el País Vasco y La Rioja.
La puesta en marcha y la administración de esta terapia ha requerido el trabajo de un equipo multidisciplinar de profesionales, e involucra al Hospital Marqués de Valdecilla y al Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria. «El proceso es muy complejo y se necesita a muchas personas para llevarlo a cabo», destaca la doctora Yáñez.
28 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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22
Los virus de las hepatitis C y B son una de las causas de este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes en la sangre, y de las patologías que lo preceden, las gammapatías monoclonales
Identificar precozmente una infección por esos virus puede ayudar a prescribir el tratamiento adecuado y evitar que derive en patologías malignas
El trabajo ha merecido un editorial en la revista Haematologica.
Hace unos años la curación de un paciente de mieloma múltiple tras haber sido tratado de una hepatitis C sorprendió a los investigadores del grupo de Joaquín Martínez, de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO, una colaboración del Hospital 12 de Octubre (H12O) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El mieloma múltiple es uno de los cánceres de la sangre más frecuentes.
El deseo de entender la curación de ese paciente ha llevado a descubrir que los virus de las hepatitis B y C son una de las causas del mieloma múltiple, y que eliminar la infección con antivirales es la vía para combatir muchos casos de este tipo de cáncer.
El hallazgo del grupo del CNIO y el Hospital 12 de Octubre, realizado en colaboración con Sylvie Hermouet, de la Universidad de Nantes (Francia), ha merecido un reciente editorial en la revista Haematologica. “El reconocimiento de esta asociación entre la hepatitis vírica y el mieloma múltiple, así como con las patologías que se sabe que anteceden a la aparición del mieloma, las gammapatías monoclonales, tiene importantes implicaciones clínicas”, señala Haematologica.
Y añade: “Identificar precozmente una infección por el virus de hepatitis B o C en estos individuos puede conducir al tratamiento antiviral adecuado y la consiguiente mejora de los resultados”.
Se desconoce qué causa el mieloma múltiple, y aunque se sospecha hace tiempo que tiene relación con patógenos infecciosos, nunca se había comprobado esta conexión ni entendido la razón.
Las investigadoras María Linares y Alba Rodríguez-García, de la Unidad Clínica de Cáncer Hematológico H12O-CNIO y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), decidieron estudiar la sorprendente curación del paciente con hepatitis. Para ello recurrieron a la teoría que atribuye la causa del mieloma múltiple a la exposición crónica del organismo a un agente infeccioso.
Un exceso de anticuerpos frenado por antivirales
El mieloma múltiple (MM) consiste en una proliferación excesiva de las células de la sangre que generan los anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas), las proteínas que defienden al organismo de infecciones. En el mieloma, un determinando anticuerpo –distinto en cada caso, en función del agente infeccioso— es producido de manera continua y excesiva. Una teoría propone que esta anomalía se debe a la exposición crónica al agente infeccioso, que altera las señales bioquímicas implicadas en la producción del anticuerpo específico contra ese agente.
La curación del paciente con mieloma y hepatitis C tras haber sido tratado de esta enfermedad infecciosa parece apoyar esa teoría. Linares y Rodríguez-García conjeturaron que el organismo dejó de estar crónicamente expuesto al virus de la hepatitis porque el fármaco antiviral lo eliminó, y por eso el mieloma desapareció –las células que fabrican anticuerpos anti-hepatitis C dejaron de reproducirse en exceso–.
Para investigar si en efecto había ocurrido así se realizaron 2 estudios en los que se incluyeron 54 pacientes con gammapatía monoclonal (la patología que antecede al mieloma múltiple) y hepatitis: 9 pacientes con hepatitis C, en un primer trabajo, y 45 pacientes con hepatitis B, en el trabajo publicado en Haematologica. En gran parte de ellos comprobaron que el anticuerpo que estaban produciendo de manera constante y excesiva era, efectivamente, contra el virus de la hepatitis.
Después pasaron a analizar una cohorte mucho más amplia de pacientes de mieloma múltiple (más de 1.300) infectados de hepatitis B, y de hepatitis C (más de 1.200). En ambas cohortes concluyeron que en quienes recibieron tratamiento con antiviral “la probabilidad de supervivencia fue significativamente mayor”.
Nuevas opciones para detección temprana y tratamientos
Los autores, que también publican sus resultados en Haematologica, aseguran que, “en pacientes infectados por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C el mieloma múltiple o la gammapatía pueden estar causadas por estos virus, y el estudio demuestra la importancia del tratamiento antivírico en estos pacientes”.
El editorial de la revista concluye: “La asociación entre la hepatitis vírica y el desarrollo de mieloma múltiple y otras gammapatías monoclonales se ha convertido en un importante campo de investigación. Las infecciones crónicas por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C contribuyen a la patogénesis de estas neoplasias hematológicas, lo que justifica un aumento de las estrategias de concienciación, detección y tratamiento”, concluye Haematologica.
Añade que en pacientes de gammapatías dirigidos por estas hepatitis –que pueden ser identificados tras el análisis del anticuerpo que están produciendo en exceso–, “la terapia antiviral debe ser prescrita lo antes posible”.
Referencia: Rodríguez García A, Mennesson N, Hernandez Ibarburu G, Luz Morales M, Garderet L, Bouchereau L, et al. Impact of viral hepatitis therapy in multiple myeloma and other monoclonal gammopathies linked to hepatitis B or C viruses. Haematologica[Internet].2024[citado 21 ene 2024]; 109(1). https://doi.org/10.3324/haematol.2023.283096
18 enero 2024| Fuente: EurekaAlert| Tomado de | Comunicado de Prensa