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Los adultos con depresión tienen más del doble de riesgo de desarrollar demencia y esto persiste independientemente de cuándo se diagnostique la depresión en la vida, según muestra un estudio grande basado en la población.[1]
El hecho de que la asociación entre la depresión y la demencia persistiera incluso entre las personas a las que se les diagnosticó depresión por primera vez a una edad temprana o mediana proporciona «fuerte evidencia de que la depresión no solo es un síntoma temprano de la demencia, sino que también aumenta su riesgo», dijo a Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio, Dra. Holly Elser, Ph. D., epidemióloga y médica residente de la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 24 de julio en JAMA Neurology.[1]
Duplica el riesgo
Varios estudios previos que han examinado la relación entre la depresión y la demencia a lo largo de la vida han demostrado consistentemente que la depresión más adelante en la vida está asociada con la demencia subsiguiente.
«En general, se piensa que la depresión en la vejez es un síntoma temprano de demencia o una reacción al deterioro cognitivo subclínico», explicó la Dra. Elser.
Los investigadores querían examinar si la asociación entre la depresión y la demencia persiste incluso cuando la depresión se diagnostica antes en la vida, lo que podría sugerir que aumenta el riesgo de demencia.
«Hasta donde yo sé, el nuestro es el estudio más grande sobre este tema hasta la fecha, pues aprovecha los datos recopilados de forma rutinaria y prospectiva de más de 1,4 millones de ciudadanos daneses seguidos desde 1977 hasta 2018″, señaló la Dra. Elser.
La cohorte contó con 246.499 personas diagnosticadas con depresión y 1.190.302 personas sin depresión.
En ambos grupos, la mediana de edad rondaba los 50 años y 65% eran mujeres. Aproximadamente dos tercios (68%) de los diagnosticados con depresión recibieron su diagnóstico antes de los 60 años.
En los modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox, el riesgo general de demencia se duplicó con creces en las personas diagnosticadas con depresión (hazard ratio [HR]: 2,41). El riesgo de demencia con depresión fue más pronunciado para los hombres (HR: 2,98) que para las mujeres (HR: 2,21).
Esta asociación persistió incluso cuando el tiempo transcurrido desde el diagnóstico de depresión fue de 20 a 39 años (HR: 1,79) y si la depresión se diagnosticó en la vida temprana (18 a 44 años: HR, 3,08), en la edad media (45 a 59 años: HR, 2,95), o en la tercera edad (≥60 años: HR, 2,31).
Fuente: Elser H, Horváth-Puhó E, Gradus JL, Smith ML, y cols. JAMA Neurol. 24 Jul 2023:e232309. doi: 10.1001/jamaneurol.2023.2309. PMID: 37486689; PMCID. Fuente
8 de agosto de 2023. Medscape
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Un nuevo estudio sugiere que incorporar aceite de oliva en su dieta podría ayudar a reducir el riesgo de morir de demencia. Dado que muchos países enfrentan tasas crecientes de enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, el estudio ofrece la esperanza de que los factores de un estilo de vida saludable, como la dieta, puedan ayudar a prevenir o retrasar la progresión de estas condiciones devastadoras.
«Nuestro estudio refuerza las pautas dietéticas que recomiendan aceites vegetales como el aceite de oliva y sugiere que estas recomendaciones no solo respaldan la salud del corazón, sino también potencialmente la salud del cerebro», dijo Anne-Julie Tessier, RD, Ph.D., becaria postdoctoral en el Harvard T. H. Escuela Chan de Salud Pública. «Optar por aceite de oliva, un producto natural, en lugar de grasas como la margarina y la mayonesa comercial es una opción segura y puede reducir el riesgo de demencia fatal».
Tessier presentó los hallazgos en NUTRITION 2023, la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición que se llevó a cabo del 22 al 25 de julio en Boston.
El estudio es el primero en investigar la relación entre la dieta y la muerte relacionada con la demencia. Los científicos analizaron cuestionarios dietéticos y registros de defunción recopilados de más de 90 000 estadounidenses durante tres décadas, durante las cuales 4749 participantes del estudio murieron a causa de la demencia.
Los resultados indicaron que las personas que consumían más de media cucharada de aceite de oliva al día tenían un 28 % menos de riesgo de morir de demencia en comparación con las que nunca o rara vez consumían aceite de oliva. Además, reemplazar solo una cucharadita de margarina y mayonesa con la cantidad equivalente de aceite de oliva por día se asoció con un riesgo 8 a 14 % menor de morir de demencia.
La investigación sugiere que las personas que usan aceite de oliva regularmente en lugar de grasas animales o procesadas tienden a tener dietas más saludables en general. Sin embargo, Tessier señaló que la relación entre el aceite de oliva y el riesgo de mortalidad por demencia en este estudio era independiente de la calidad general de la dieta. Esto puede sugerir que el aceite de oliva tiene propiedades que son excepcionalmente beneficiosas para la salud del cerebro.
«Algunos compuestos antioxidantes en el aceite de oliva pueden cruzar la barrera hematoencefálica, lo que podría tener un efecto directo en el cerebro», dijo Tessier. «También es posible que el aceite de oliva tenga un efecto indirecto sobre la salud del cerebro al beneficiar la salud cardiovascular».
Estudios anteriores han relacionado una mayor ingesta de aceite de oliva con un menor riesgo de enfermedad cardíaca. También se ha demostrado que la incorporación del aceite de oliva como parte de un patrón dietético mediterráneo ayuda a proteger contra el deterioro cognitivo.
Tessier advirtió que la investigación es observacional y no prueba que el aceite de oliva sea la causa de la reducción del riesgo de demencia fatal. Se necesitarían estudios adicionales, como ensayos controlados aleatorios, para confirmar los efectos y determinar la cantidad óptima de aceite de oliva que se debe consumir para obtener estos beneficios. Sin embargo, en general, el estudio se alinea con las recomendaciones dietéticas y refuerza la evidencia de que usar aceite de oliva en lugar de margarina o mayonesa puede ayudar a mantener una dieta saludable.
7 agosto 2023 (Medialxpress)
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El uso de terapia hormonal sustitutoria en la menopausia se asocia con una mayor tasa de demencia y enfermedad de Alzheimer, ha sugerido un amplio estudio danés publicado por The BMJ. El trabajo observó un aumento en las usuarias a largo plazo de la terapia hormonal menopáusica, pero también en las usuarias a corto plazo en torno a la edad de la menopausia (55 años o menos), como se recomienda actualmente.
Los autores evaluaron la asociación entre el uso de la terapia combinada de estrógenos y progestágenos (progestágeno sintético) y el desarrollo de demencia según el tipo de tratamiento hormonal, la duración del uso y la edad en el momento del uso. A partir de datos de registros nacionales, identificaron 5.589 casos de demencia y 55.890 controles libres de demencia emparejados por edad entre 2000 y 2018 de una población de todas las mujeres danesas de 50-60 años en 2000 sin antecedentes de demencia y sin ninguna razón subyacente que les impidiera usar terapia hormonal menopáusica. La edad media en el momento del diagnóstico fue de 70 años. Antes del diagnóstico, 1.782 (32%) casos y 16.154 (29%) controles habían recibido terapia con estrógenos-progestágenos desde una edad media de 53 años. La duración media del uso fue de 3,8 años para los casos y de 3,6 años para los controles.
Los resultados muestran que, en comparación con las personas que nunca habían utilizado el tratamiento, las personas que habían recibido terapia con estrógenos-progestágenos tenían una tasa un 24% mayor de desarrollar demencia por todas las causas y enfermedad de Alzheimer, incluso en las mujeres que recibieron el tratamiento a la edad de 55 años o menos. Las tasas eran mayores con un uso más prolongado, oscilando entre el 21% para un año o menos y el 74% para más de 12 años de uso. El aumento de la tasa de demencia fue similar entre los regímenes de tratamiento continuo (estrógeno y progestágeno tomados diariamente) y cíclico (estrógeno diario con progestágeno tomado 10-14 días al mes). El uso de terapia sólo con progestina y sólo con estrógenos vaginales no se asoció con el desarrollo de demencia.