covid-19-516x288Para alivio de todos, y tras el fin de la emergencia sanitaria, ya se habla cada vez menos de la pandemia de covid-19. Sin embargo, queda un tema polémico: el de la covid persistente (o long covid en inglés).

Unos dicen que se trata de una invención y que sólo está en la cabeza de los pacientes. Otros que es una catástrofe en ciernes que volverá a colapsar el sistema sanitario. Para orientarnos en este asunto, en los últimos meses se ha generado información nueva que nos puede evitar caer en uno de esos dos extremos.

En primer lugar, ya tenemos números aproximados sobre la incidencia a nivel poblacional. Se estima que al menos un 10 % de los casos de covid resultan en covid persistente. Si hay contabilizados 650 millones de casos totales en el mundo, esto supone 65 millones de personas. Según la gravedad de la enfermedad el porcentaje varía: es menor (10-30 %) si el curso de la enfermedad fue leve, mientras que en los hospitalizados aumenta hasta un 50-70 %.

De acuerdo con una reciente revisión con datos de diversos estudios y encuestas, alrededor del 80 % son mujeres, el 50 % de los casos tienen edades comprendidas entre los 36 y 50 años (una media de 43 años) y el 30 % no tiene comorbilidades asociadas previas.

Nuestra misión es compartir el conocimiento y enriquecer el debate.

Además de estas estadísticas que nos ayudan a poner el problema en contexto, se ha avanzado mucho en la definición correcta de la covid persistente y sus similitudes con otros síndromes postvirales, lo que facilita el diagnóstico. Y, por último, ya se disciernen posibles métodos de prevención y tratamiento.

¿Qué es la covid persistente y por qué surge?

A pesar de llevar observándose desde el comienzo de la pandemia, el término “covid persistente” todavía genera confusión e incertidumbre. La razón es que no nos hallamos ante una afección limitada a un órgano concreto. En realidad, lo podríamos definir como un síndrome que aparece en ciertas personas tras haber enfermado de covid-19.

Y ¿cuándo se puede decir que alguien sufre de covid persistente? Según la OMS, cuando los síntomas persisten al menos durante 2 meses sin ninguna otra explicación, independientemente de la gravedad con la que hayamos pasado la enfermedad.

El meollo de la cuestión es que esos síntomas no están claramente identificados. Existen hasta 200 diferentes, que pueden requerir la intervención de diversos especialistas médicos.

Esquema de los síntomas de la covid persistente con sus patologías asociadas y los especialistas que las pueden tratar. Adaptado por Matilde Cañelles.

Con semejante lista de síntomas, no es de extrañar que hasta los mismos profesionales tengan dificultades diagnosticando los casos. Para complicar aún más las cosas, el comienzo y duración de los síntomas es variado. Por ejemplo, los síntomas neurológicos suelen aparecer con un retraso de semanas o incluso meses tras pasar la enfermedad. Este tipo de síntomas tiende a empeorar con el tiempo y durar más.

Por otro lado, los síntomas gastrointestinales y respiratorios aparecen antes y es más fácil que acaben desapareciendo. Hay otros síntomas, como dolor de articulaciones y espalda, pérdida de cabello, visión borrosa o hinchazón de las extremidades inferiores, que son más comunes tras un año que a los dos meses.

Por desgracia, muy pocas personas diagnosticadas con covid persistente se recuperan del todo. Es más, según un estudio de 2022, un 85 % de los pacientes que tenían síntomas a los dos meses de pasar la enfermedad, aún los conservaban después de un año.

¿Reservorios de virus, autoinmunidad o un sistema inmune alterado?

Aunque las causas de este síndrome no se conocen a ciencia cierta, se manejan varias hipótesis:

reservorios del virus que “persisten” en los tejidos; disregulación inmunológica;

reactivación de otros virus (Epstein Barr o Herpervirus 6, entre otros);

impacto del SARS-CoV-2 sobre la microbiota;

autoinmunidad;

trombos en los capilares con daño al endotelio;

señalización alterada en el tronco encefálico o el nervio vago.

En resumen, cuando hablamos de covid persistente no hablamos sólo de “cansancio”, sino de una confluencia de patologías que se pueden alargar temporalmente y devenir en enfermedades crónicas –como diabetes, enfermedad coronaria o demencia– de no tratarse a tiempo. Por eso es importante un diagnóstico certero.

Avances en diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se basa principalmente en la duración y persistencia de los síntomas relacionados con la covid-19 (fatiga, dificultad para respirar, dolor en el pecho y confusión mental, entre otros). La valoración suele ser clínica y se basa en la historia médica del paciente y en una evaluación física. Hasta la actualidad, no hay una prueba específica para diagnosticar la covid persistente, aunque un estudio reciente muestra que hay ciertos marcadores específicos en la sangre que se podrían utilizar para su diagnóstico.

Según la Guía Clínica para la atención al paciente con covid persistente (2022), se pueden realizar pruebas adicionales para descartar otras afecciones médicas que podrían estar contribuyendo a estos síntomas. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre específicos en función de los síntomas, estudios de imagen como la resonancia magnética, y pruebas de función pulmonar (espirometría).

En una revisión más actualizada (marzo del 2023), los autores explican que las herramientas de diagnóstico están en su mayoría en desarrollo. Una línea importante son las investigaciones sobre la identificación de biomarcadores que sugieren que los niveles de vesículas extracelulares (orgánulos que se liberan naturalmente de las células), y/o marcadores inmunológicos que indicarían una alta citotoxicidad, podrían ser indicativos de covid persistente.

En cuanto al tratamiento, actualmente no existe uno específico para la covid persistente. Hay diferentes terapias, que son efectivas en función de los síntomas a tratar. Muchos de los métodos curativos utilizados para las personas afectadas con encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica o EM/CFS son efectivos para personas con covid persistente. Algunos suplementos han mostrado buenos resultados en el tratamiento tanto de covid persistente como de EM/SFC, incluyendo coenzima Q10 y d-ribosa, y pueden merecer un estudio adicional.

Resumen de tratamientos en función de los síntomas. Tabla modificada por Nuria E. Campillo del articulo de Davis et al. Nat. Rev. Microbiology 2023, 21, 133-146.

Hacer deporte con covid persistente puede ser contraproducente

Algunos expertos opinan que el ejercicio es perjudicial para los pacientes con covid persistente que tienen EM/SFC o malestar posesfuerzo y que no debe utilizarse como tratamiento. Se basan en un estudio en personas con covid persistente mostrando que la actividad física empeoró la condición del 75 % de los pacientes y menos del 1 % experimentó mejoría. Sin embargo, se necesitan más estudios en esta dirección, ya que en el caso de EM/SFC la terapia de ejercicio aeróbico gradual produce un efecto beneficioso.

En resumen, las opciones de tratamiento actuales se basan en estudios piloto a pequeña escala en covid persistente, o en lo que ha sido efectivo para otras enfermedades.

Todo esto nos muestra que el SARS-CoV-2 pasa por nuestro organismo dejando su huella, a veces mucho más duradera de lo que quisiéramos (no olvidemos que la ME/SFC suele ser un diagnóstico de por vida). Por suerte, gracias a muchos investigadores que han decidido no correr un tupido velo sobre la pandemia, sabemos mucho más sobre las secuelas del virus y cómo hacerlas desaparecer. Pero aún llevará un tiempo el tener una visión completa, tanto a nivel clínico como poblacional.

Referencia

Davis HE, McCorkell L, Moore Vogel JM,Topol EJ.  Long COVID: major findings, mechanisms and recommendations. Nat Rev Microbiol[Internet].2023[citado 11 oct 2023]; 21: 133–146. https://doi.org/10.1038/s41579-022-00846-2

11 octubre 2023|Fuente:  theconversation| Tomado de Noticias médicas

SARCoV2Perfiles de síntomas a largo plazo después de COVID-19 frente a otras infecciones respiratorias agudas.

Un nuevo estudio de la Universidad Queen Mary de Londres, publicado en EClinicalMedicine de The Lancet, ha descubierto que las personas pueden experimentar síntomas a largo plazo, o «resfriados prolongados», después de infecciones respiratorias agudas que dan negativo en la prueba de COVID-19.

Perfiles de síntomas a largo plazo después de COVID-19 frente a otras infecciones respiratorias agudas: un análisis de datos del estudio COVIDENCE UK

Antecedentes

La COVID prolongada es una entidad bien reconocida, aunque heterogénea. Las infecciones respiratorias agudas (IRA) debidas a otros patógenos pueden causar síntomas a largo plazo, pero pocos estudios comparan las secuelas posagudas entre el SARS-CoV-2 y otras IRA. Nuestro objetivo era comparar los perfiles de síntomas entre personas con infección previa por SARS-CoV-2, personas con infecciones respiratorias agudas (IRA)previas no relacionadas con el COVID-19 y controles contemporáneos, e identificar grupos de síntomas a largo plazo.

Métodos

COVIDENCE UK es un estudio poblacional prospectivo del Reino Unido sobre las infecciones respiratorias agudas en adultos. Analizamos datos de 16 posibles síntomas prolongados de COVID y calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), informados entre el 21 de enero y el 15 de febrero de 2021, por participantes no vacunados contra el SARS-CoV-2. Clasificamos a los participantes como con infección previa por SARS-CoV-2 o IRA previa no relacionada con COVID-19 (≥4 semanas antes) o sin IRA reportada.

Comparamos los síntomas según el estado de infección mediante regresión logística y fraccionada, e identificamos grupos de síntomas mediante análisis de clase latente (LCA).

Este estudio está registrado en ClinicalTrials.gov, NCT04330599.

Resultados

Incluimos a 10 171 participantes (1 311 [12,9 %] con infección por SARS-CoV-2, 472 [4,6 %] con IRA no relacionadas con COVID-19). Ambos tipos de infección se asociaron con una mayor prevalencia/gravedad de la mayoría de los síntomas y una disminución de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en comparación con ninguna infección.

Los participantes con infección por SARS-CoV-2 tuvieron mayores probabilidades de sufrir problemas con el gusto y el olfato (odds ratio 19,74, IC del 95 %: 10,53–37,00) y aturdimiento o mareos (1,74, 1,18–2,56) en comparación con los participantes con IRA no relacionadas con COVID-19.

Los modelos de análisis de clase latente (LCA) separados identificaron tres grupos de gravedad de los síntomas para cada tipo de infección. En los grupos más graves (que representan el 22 % de los participantes tanto para las IRA por SARS-CoV-2 como para las no relacionadas con COVID-19), la infección por SARS-CoV-2 presentó una mayor probabilidad de problemas con el gusto y el olfato (probabilidad 0,41 frente a 0,04), caída del cabello (0,25 vs.0,16), sudoración inusual (0,38 frente a 0,25), aceleración inusual del corazón (0,43 frente a 0,33) y problemas de memoria (0,70 frente a 0,55) que las IRA no relacionadas con la COVID-19.

Interpretación

Tanto las infecciones respiratorias agudas (IRA) por SARS-CoV-2 como las no relacionadas con COVID-19 se asocian con una amplia gama de síntomas más de 4 semanas después de la infección aguda. La investigación sobre las secuelas posagudas de las IRA debería extenderse desde el SARS-CoV-2 para incluir otros patógenos.

Comentarios

Algunos de los síntomas más comunes del «resfriado prolongado» incluyeron tos, dolor de estómago y diarrea más de 4 semanas después de la infección inicial. Si bien la gravedad de una enfermedad parece ser un factor clave del riesgo de síntomas a largo plazo, se están realizando más investigaciones para establecer por qué algunas personas sufren síntomas prolongados mientras que otras no.

Los hallazgos sugieren que puede haber impactos duraderos en la salud después de infecciones respiratorias agudas no relacionadas con la COVID, como resfriados, influenza o neumonía, que actualmente no se reconocen. Sin embargo, los investigadores aún no tienen evidencia que sugiera que los síntomas tengan la misma gravedad o duración que el Covid prolongado.

La investigación, financiada por Barts Charity, comparó la prevalencia y la gravedad de los síntomas a largo plazo después de un episodio de COVID-19 con un episodio de otra infección respiratoria aguda que dio negativo en la prueba de COVID-19. Aquellos que se recuperaban de COVID-19 tenían más probabilidades de experimentar aturdimiento o mareos y problemas con el gusto y el olfato en comparación con aquellos que tenían una infección respiratoria no relacionada con COVID-19.

Si bien el Covid prolongado es ahora una afección reconocida, se han realizado pocos estudios que comparen los síntomas a largo plazo después de la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 con otras infecciones respiratorias.

El estudio es el último resultado de COVIDENCE UK, el estudio nacional sobre COVID-19 de la Universidad Queen Mary de Londres, lanzado en 2020 y aún en seguimiento, con más de 19 000 participantes inscritos. Este estudio analizó datos de 10 171 adultos del Reino Unido, con respuestas recopiladas mediante cuestionarios y análisis estadísticos realizados para identificar grupos de síntomas.

Giulia Vivaldi, investigadora sobre COVIDENCE UK de la Universidad Queen Mary de Londres y autora principal del estudio, dijo: “Nuestros hallazgos arrojan luz no solo sobre el impacto del Covid prolongado en la vida de las personas, sino también sobre otras infecciones respiratorias. La falta de conciencia, o incluso la falta de un término común, impide tanto la notificación como el diagnóstico de estas afecciones.

“A medida que continúa la investigación sobre el Covid prolongado, debemos aprovechar la oportunidad para investigar y considerar los efectos duraderos de otras infecciones respiratorias agudas.

“Estas infecciones ‘largas’ son muy difíciles de diagnosticar y tratar principalmente debido a la falta de pruebas de diagnóstico y a la gran cantidad de síntomas posibles. Sólo durante mucho tiempo se han investigado más de 200 casos de Covid”.

El profesor Adrian Martineau, investigador jefe de COVIDENCE UK y profesor clínico de inmunidad e infecciones respiratorias en la Universidad Queen Mary de Londres, dijo: » Nuestros hallazgos pueden coincidir con la experiencia de personas que han luchado con síntomas prolongados después de haber tenido una infección respiratoria a pesar de que las pruebas dieron negativo para COVID-19 en un hisopo de nariz o garganta”.

“La investigación en curso sobre los efectos a largo plazo de la COVID-19 y otras infecciones respiratorias agudas es importante porque puede ayudarnos a llegar a la raíz de por qué algunas personas experimentan síntomas más prolongados que otras. En última instancia, esto podría ayudarnos a identificar la forma más adecuada de tratamiento y atención para las personas afectadas”.

Victoria King, directora de Financiamiento e Impacto de Barts Charity, dijo: “Barts Charity apoyó rápidamente a COVIDENCE UK en respuesta al brote de COVID-19 para ayudar a informar sobre sus factores de riesgo e impactos. Estos hallazgos resaltan no solo los síntomas a largo plazo que experimentan las personas después de la infección por Covid, sino también las personas después de otras infecciones respiratorias agudas. A medida que aprendemos más sobre los síntomas prolongados de Covid y sus posibles tratamientos, estudios como este ayudan a crear una mayor conciencia sobre otras infecciones respiratorias prolongadas que pueden pasar desapercibidas”.

Referencia

Vivaldi G, Pfeffer PE, Talaei M, Jayson Basera T, Shaheen SO, Martineau AR. Long-term symptom profiles after COVID-19 vs other acute respiratory infections: an analysis of data from the COVIDENCE UK study. eClinicalMedicine[Internet]. 2023[citado 11 oct 2023]; 102251.  https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2023.102251

11 octubre 2023|Fuente:  IntraMed| Tomado de Noticias médicas

PREMIO NOBELjpegEl Nobel de Medicina ha distinguido este lunes a la húngara Katalin Karikó y al estadounidense Drew Weissman por sentar las bases para el desarrollo de las vacunas con ARN mensajero (ARNm) contra el Covid-19 y otras enfermedades infecciosas.

Sus investigaciones no solo alteraron la comprensión de “cómo el ARN mensajero interactúa con nuestro sistema inmune”, sino que fueron “cruciales” para obtener vacunas efectivas a un ritmo “sin precedentes” durante “una de las grandes amenazas a la salud humana en tiempos modernos”, destacó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.

Los descubrimientos sobre las modificaciones de las bases de nucleósidos logrados por ambos investigadores podrían ser usados además en el futuro para tratar ciertos tipos de cáncer y producir proteínas terapéuticas.

La presidenta del comité nobel de Medicina, Gunilla Carlsson indicó, en la rueda de prensa posterior al anuncio del premio, que el éxito de las vacunas contra Covid-19 han tenido una enorme repercusión en el interés de las tecnologías basadas en ARNm.

Entre las aplicaciones enumeró nuevas vacunas contra otros virus, como el de la gripe, esta tecnología es una plataforma “rápida y flexible” para realizarlas.

Además, se investiga en vacunas terapéuticas para el cáncer, ya sea de manera personalizada o más general, y existen ensayos clínicos para administrar proteínas terapéuticas. “Hay mucho trabajo que veremos en el futuro”, dijo Carlsson.

El fallo resalta que durante mucho tiempo ha habido vacunas basadas en virus muertos o debilitados, pero que no fue hasta décadas recientes, gracias a los progresos en biología molecular, que se empezaron a probar otras a partir de componentes virales individuales.

Usando el código genético viral se han obtenido así vacunas contra la hepatitis B o el ébola.

El hecho de que la producción de vacunas basadas en virus, proteínas o vectores requiera cultivo celular a gran escala, lo que limita la producción en caso de brotes o pandemias, ha impulsado durante tiempo a los científicos a buscar tecnologías de vacunas independientes de este.

En la década de 1980 se introdujeron métodos eficientes para producir ARNm sin cultivo celular, denominados transcripción in vitro, pero su inestabilidad, las dificultades para producirlo y que causase reacciones inflamatorias limitó sus aplicaciones clínicas.

Mientras trabajaban en la Universidad de Pensilvania (EUA), Karikó y Weissman, que compartían su interés por el uso terapéutico del ARNm, empezaron a colaborar en las diferentes formas de interacción de este con el sistema inmune.

Descubrieron que las células dendríticas -importantes en la vigilancia inmunitaria y la activación de respuestas inmunológicas inducidas por vacunas- reconocían ARNm transcrito in vitro como una sustancia extraña que las activaba y liberaba moléculas de señalización inflamatorias.

En una investigación publicada en 2005 revelaron que la respuesta inflamatoria era prácticamente eliminada cuando se incluían modificaciones de base en el ARNm y, en otros estudios posteriores, que la producción de proteínas aumentaba de forma notable, lo que eliminaba “obstáculos críticos” en sus aplicaciones terapéuticas.

Varias compañías comenzaron a trabajar a partir de 2010 usando ese método para producir primero vacunas contra el virus Zika y el MERS-CoV, y años más tarde, con la pandemia de Covid-19 contra el SARS-CoV-2, lo que permitió tener vacunas efectivas contra este a finales de 2020.

“Las vacunas han salvado millones de vidas y prevenido enfermedades severas en muchas más, permitiendo a las sociedades abrir y regresar a condiciones normales”, explica el Karolinska.

Nacida en Szolnok (Hungría) en 1955, Karikó se formó en su país antes de ampliar estudios a finales de la década de 1980 en Estados Unidos, donde ejerció la docencia en la Universidad de Pensilvania hasta 2013, para pasar luego a ocupar puestos dirigentes en la farmacéutica BioNTech, una de las productoras de vacunas contra el Covid-19.

El secretario del Comité del Nobel de Medicina Thomas Perlmann, encargado de comunicar el galardón por teléfono a los elegidos, dijo que ambos estaban abrumados y agradecidos

Pelmann destacó la figura de Karikó, “una científica extraordinaria e inusual” a la que apasionó la idea del ARNm y su uso terapéutico, y que “resistió cualquier tentación de alejarse de ese camino y hacer algo quizás más fácil”.

Weissman (Lexington, EUA, 1959) se especializó en bioquímica y enzimología en la Universidad Brandeis y continuó su labor científica en la Universidad de Boston, los Institutos Nacionales de Salud y en la Universidad de Pensilvania, donde comenzó a trabajar con Karikó en el estudio del ARN y el sistema inmunitario innato.

Ambos han recibido premios como el Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2021), así como el Premio Rosenstiel (EUA) en 2020.

Los premiados suceden en el palmarés del Nobel de Medicina al sueco Svante Pääbo, galardonado el año pasado por sus descubrimientos sobre el genoma de homínidos extinguidos y la evolución humana.

Karikó, que también tiene nacionalidad estadounidense, es la primera húngara en ganar un Nobel y la décimo tercera mujer en recibir el de Medicina, de un total de 227 galardonados desde 1901.

Ambos compartirán 997 mil dólares con que están dotados este año todos los Nobel.

La ronda de ganadores continuará mañana con el premio de Física, al que seguirán, en los próximos días, los de Química, Literatura, de la Paz y Economía.

Referencia

Karikó K, Weissman D.  The Nobel Prize in Physiology or Medicine 2023. Press Release.

3 octubre 2023 | Fuente: el Comentario |Tomado de Ciencia y Salud

octubre 3, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Avances en la Ciencia, Ciencia, COVID-19 | Etiquetas: , , , , , , , , |

desintoxicacionLos efectos secundarios graves de la vacunación contra el COVID-19 son muy poco frecuentes y no hay pruebas de que las personas necesiten someterse a un tratamiento de “desintoxicación de la proteína de la espícula” después de vacunarse, contrariamente a lo que se afirma en internet. Tampoco se ha demostrado que un tratamiento de este tipo ayude a las personas a recuperarse del COVID persistente o de problemas de salud a largo plazo después de haber contraído este virus.

Para la gran mayoría de las personas, los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19 son leves y temporales, como dolor en el brazo o fiebre. No hay motivos para creer que sea necesario someterse a ningún tipo de procedimiento de desintoxicación después de la vacunación. Algunas personas tienen síntomas persistentes después del COVID-19, lo que se conoce como COVID persistente. Pero no hay ningún tratamiento probado para esta afección.

A pesar de esto, el Dr. Peter A. McCullough, un cardiólogo con un historial de difusión de afirmaciones falsas o engañosas sobre el COVID-19 y las vacunas, ha estado promoviendo un protocolo de “desintoxicación de la proteína de la espícula” no probado, que se ha compartido ampliamente en Instagram.

“Al igual que traje al mundo el primer protocolo de tratamiento para el COVID-19 (…) el Protocolo McCullough, ayer publiqué el primer protocolo de desintoxicación para las personas que han contraído COVID varias veces o han sido vacunadas varias veces o ambas. Y eso es para conseguir que el cuerpo comience a eliminar la proteína de la espícula de su sistema”, dijo McCullough en un clip de video en uno de los mensajes.

El SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, tiene la proteína de la espícula en su superficie y la utiliza para entrar en las células. Las vacunas contra el COVID-19 aprobadas o autorizadas en EE. UU. contienen la proteína de la espícula o instruyen a las células de una persona a que produzcan la proteína de la espícula. El sistema inmunitario reacciona ante la proteína de la espícula, lo que lo prepara mejor para reconocer y responder al virus si lo encuentra en el futuro.

El “Protocolo McCullough” recomienda tratamientos para el COVID-19 que han demostrado no funcionar, entre ellos, la hidroxicloroquina y la ivermectina. El nuevo protocolo titulado “Base Spike Detoxification” (Desintoxicación de la proteína de la espícula), descrito en el número de otoño de 2023 de la revista Journal of American Physicians and Surgeons, sugiere tomar una combinación de curcumina, bromelina y natoquinasa.

La revista Journal of American Physicians and Surgeons, en la que McCullough y sus colegas describieron el protocolo no probado, es una publicación de Association of American Physicians and Surgeons (Asociación de Médicos y Cirujanos Estadounidenses), una pequeña organización de médicos conocida por ofrecer opiniones médicas marginales. La publicación no está indexada por Medline, una base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. que incluye publicaciones que han cumplido ciertos requisitos básicos, como pasar una revisión de calidad científica.

No hay pruebas de que el trío de sustancias presentado por McCullough ayude a eliminar del cuerpo humano la proteína de la espícula. Y aunque los tratamientos para el COVID persistente son muy necesarios, no hay estudios en humanos que sugieran que el tratamiento de McCullough sería eficaz.

“No hay ensayos clínicos que yo conozca que demuestren la eficacia para las personas con COVID persistente, ya sea individualmente o en combinación”, nos dijo en un correo electrónico el Dr. Benjamin Abramoff, médico especialista en medicina física y rehabilitación y director de la Clínica de Evaluación y Recuperación Post-COVID de la Universidad de Pensilvania, acerca de las sustancias que McCullough promociona.

“No hay pruebas de que estos suplementos funcionen para el COVID persistente”, dijo la Dra. Kristin Englund, médica de enfermedades infecciosas y directora de Long COVID reCOVer Clinic de la Clínica Cleveland.

“No he visto ningún dato publicado y revisado por pares que indique que estas intervenciones tengan algún efecto”, nos dijo en un correo electrónico David R. Walt, del Instituto Wyss de la Universidad de Harvard, en respuesta a una pregunta sobre si el protocolo de McCullough puede ayudar a las personas con la “desintoxicación de la proteína de la espícula”. Walt es experto en análisis de proteínas y otras biomoléculas.

Otro mensaje en Instagram en el que se compartió el protocolo sin fundamento daba a entender que McCullough tiene credibilidad porque “difunde la información, no le dice ‘yo tengo la fórmula, cómprela’. Eso lo puede conseguir donde sea. Él le deja saber cuál es el trato, así que mire quién está haciendo dinero y quién solo le da la información de forma gratuita para ayudarle”.

Es posible comprar las sustancias que McCullough menciona en diversas empresas. Pero McCullough es director científico de The Wellness Company y promociona el producto Spike Support de la empresa, que contiene natoquinasa, por lo que se beneficia económicamente de su recomendación. De acuerdo con lo que dice en su nuevo artículo sobre el protocolo, McCullough recibe “apoyo salarial parcial y tiene un cargo accionario en The Wellness Company”.

“The Wellness Company ha traído la mejor noticia a quienes padecen COVID persistente o se arrepienten de la vacunación contra el COVID-19”, dice  McCullough en una publicación reciente patrocinada en el sitio web Vigilant News. “Nuestro producto Spike Support es la base del protocolo recientemente publicado ‘Base Spike Detoxification Protocol’, el primer y único tratamiento para ayudar a las personas a recuperarse de las secuelas posagudas del COVID-19 y la vacunación”, continuó, repitiendo la afirmación sin fundamento de que el tratamiento tiene beneficios.

Aunque no existen tratamientos basados en pruebas para las afecciones persistentes al COVID, también llamadas a veces secuelas posagudas del COVID-19, hay algunas medidas que las personas pueden tomar para reducir posiblemente su riesgo de contraerlo en primer lugar. Esto incluye vacunarse contra el COVID-19.

“Promover tratamientos no probados para el COVID persistente puede conducir a una pérdida de tiempo y de dinero, y posiblemente incluso a efectos adversos de los tratamientos”, dijo Abramoff. “Avivar los temores sobre la vacunación no solo puede conducir a un mayor riesgo de padecer el COVID agudo, sino también a los riesgos del COVID persistente”.

Englund recomendó “ser cautelosos a la hora de gastar mucho dinero en afirmaciones de eficacia no probadas”.

Nos pusimos en contacto con McCullough y The Wellness Company para hacerles preguntas, pero no recibimos respuesta.

No se ha demostrado que el protocolo de desintoxicación de la proteína de la espícula funcione en las personas

El propio McCullough y sus coautores escribieron en el Journal of American Physicians and Surgeons que su protocolo no se ha probado lo suficiente en humanos como para hacer afirmaciones terapéuticas.

“Se desconoce la duración del tratamiento y el impacto en los resultados clínicos, como la calidad de vida, las puntuaciones de los síntomas, la hospitalización y la muerte”, escribieron. “Por lo tanto, no se pueden hacer afirmaciones terapéuticas hasta que se completen grandes ensayos prospectivos, aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo”.

Sin embargo, McCullough hace declaraciones en videoclips sugiriendo dosis y duración del tratamiento y dice que su protocolo ayudará a la gente. “Estas son las dosis: natoquinasa 2.000 unidades dos veces al día, bromelina 500 mg al día y curcumina 500 mg dos veces al día. ¿Cuánto tiempo? Entre 3 y 12 meses para desintoxicar el cuerpo”, dijo en un clip compartido en Instagram. “He tenido suficiente experiencia en mi clínica para saber que esto ayudará”, añadió, antes de repetir la declaración de que no puede hacer afirmaciones terapéuticas.

El producto Spike Support, que contiene natoquinasa, cuesta 65,99 dólares por 120 cápsulas, según el sitio web de The Wellness Company.

McCullough y sus coautores teorizan en su artículo que su tratamiento puede dirigirse a la proteína de la espícula, basándose en estudios en los que los investigadores descubrieron que la natoquinasa o el extracto de natto podían degradar las proteínas de la espícula o partes de ellas. La natoquinasa procede del natto, un alimento elaborado a partir de soja fermentada. Los estudios se realizaron in vitro, es decir, en placas de laboratorio. No demostraron si la natoquinasa puede degradar la proteína de la espícula en humanos, ni siquiera en animales.

También se refirieron a la investigación que indica que la bromelina, que deriva de los tallos de la piña, escinde la proteína de la espícula, de nuevo demostrado solo in vitro. Y se refirieron a modelos informáticos que, según ellos, indican que la curcumina, presente en la cúrcuma, podría bloquear la interacción de la proteína de la espícula con las células.

El Dr. Igor Koturbash, codirector del Centro de Investigación de Suplementos Dietéticos de la University of Arkansas for Medical Sciences, nos dijo por correo electrónico que las pruebas in vitro no demuestran que una sustancia vaya a funcionar como se pretende como tratamiento.

“Muchos fitoquímicos y otros productos naturales y sintéticos han demostrado ser eficaces in vitro contra las infecciones virales, incluido el COVID”, afirmó. “No recuerdo que muchos de ellos hayan demostrado su eficacia en sistemas animales y mucho menos en humanos”.

McCullough y sus colegas proporcionaron un extenso resumen de otras investigaciones sobre las tres sustancias, algunas de las cuales repiten textualmente el texto de un artículo de 2020 de otro grupo de investigadores. Ninguna de estas investigaciones se realizó en personas con COVID persistente, ni muestra los efectos de las sustancias sobre la proteína de la espícula.

Afirmaciones infundadas avivan el miedo a la proteína de la espícula

McCullough y The Wellness Company repiten a menudo la idea de que la proteína de la espícula persiste en el organismo y perjudica a las personas después de la vacunación o de contraer el COVID-19.

Esta idea se basa en algunas hipótesis sobre los orígenes del COVID persistente y un efecto secundario muy poco frecuente de la vacuna. Pero McCullough y su empresa toman estas ideas teóricas y las utilizan para promocionar sin fundamento su protocolo y el producto Spike Support.

“Vuelva a sentirse como antes del COVID. Vacunado o no, las proteínas tóxicas de la espícula suponen una amenaza a largo plazo para su salud”, dice la página en la que se vende el producto Spike Support en el sitio web de The Wellness Company.

“Ayer fue un día histórico, ya que se publicó el primer protocolo de desintoxicación en la literatura médica de EE. UU. que ofrece a la gente la oportunidad de tomar todo este asunto en sus propias manos y utilizar sustancias naturales para empezar a ayudar al cuerpo a eliminar de sus células y tejidos esta proteína tan peligrosa”, dijo McCullough en un video compartido en las redes sociales.

Los expertos nos dijeron que la desintoxicación de la proteína de la espícula no es un término utilizado generalmente por los profesionales médicos.

“Es completamente innecesario”, dijo Walt sobre el concepto de desintoxicación de la proteína de la espícula. “Casi todas las personas eliminan la proteína. Hay muy pocas personas en las que la proteína de la espícula persiste, pero es muy raro”.

Walt explicó que, tras la vacunación o la infección, se desarrolla una respuesta de anticuerpos frente a la proteína de la espícula, lo que causa su eliminación. Esta respuesta de los anticuerpos se produce tres días después de la vacunación y entre tres días y una semana después de la infección.

Walt es coautor de un artículo publicado a principios de este año en Circulation en el que se teoriza sobre un posible papel, aunque no confirmado, de la proteína de la espícula circulante persistente en la miocarditis, o inflamación del músculo cardíaco, un efecto secundario poco frecuente de la vacuna. Los investigadores hallaron la proteína de la espícula no ligada a anticuerpos circulando en la sangre de adolescentes y adultos jóvenes con miocarditis tras la vacunación, pero no en la sangre de personas sanas vacunadas.

“Aunque las implicaciones de este hallazgo deben comprenderse mejor, estos resultados no alteran la relación riesgo-beneficio a favor de la vacunación contra el COVID-19 para prevenir desenlaces clínicos graves”, escribieron los investigadores.

Otros trabajos han sugerido un mecanismo diferente, relacionado con la inflamación, para este problema cardiaco infrecuente.

Como discutiremos más adelante, hay algunas pruebas de que las personas con COVID persistente tienen virus o componentes virales persistentes en su cuerpo, tales como la proteína de la espícula, lo que lleva a la hipótesis de que esto podría contribuir a sus síntomas. Pero incluso si esto realmente resulta ser un contribuyente al COVID persistente, no se ha demostrado que el protocolo de McCullough ayudaría con el problema.

Falta de tratamientos para el COVID persistente

Los expertos nos dijeron que les preocupa que individuos malintencionados se aprovechen de la situación de que las personas con COVID persistente sufren y no tienen opciones de tratamiento basadas en fundamentos médicos.

Hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo de padecer COVID persistente. “La mejor manera de prevenir el COVID persistente es evitar contraer el COVID agudo mediante medidas tales como el uso de mascarillas y la vacunación”, dijo Abramoff.

En el caso de las personas que contraen el COVID-19, el hecho de estar vacunadas probablemente reduce el riesgo de COVID persistente y también posiblemente su gravedad, señaló. También ha habido estudios que indican un posible papel para el antiviral Paxlovid o para la metformina, un medicamento antidiabético, mientras se está enfermo con COVID-19 para reducir el riesgo de COVID persistente.

“Todavía hay muchas preguntas sobre el COVID persistente, así que, como resultado, no tenemos tratamientos para esta afección”, dijo Englund. “Sabemos cómo tratar los síntomas, pero no sabemos cómo tratar el problema subyacente”.

Una iniciativa de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés) denominada RECOVER llevará a cabo al menos cuatro ensayos para probar tratamientos contra el COVID persistente, dirigidos a abordar la biología subyacente teórica de la enfermedad o a aliviar los síntomas. Hay varios otros ensayos clínicos previstos o en curso.

Los investigadores esperan probar tratamientos dirigidos a diferentes causas o mecanismos posibles del COVID persistente. Uno de ellos es la persistencia del virus, de la proteína viral o del ARNm viral. Abramoff dijo que existen “pruebas preliminares interesantes” de que la persistencia vírica podría contribuir al COVID persistente, y añadió que “[s]i bien se trata de una teoría convincente, aún no se ha demostrado”.

Según la Dra. Upinder Singh, médica especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford, varios ensayos clínicos están probando el Paxlovid como tratamiento para el COVID persistente, con la teoría de que este medicamento antivírico podría ayudar a tratar el virus residual. Singh es una de las investigadoras principales del ensayo RECOVER de Stanford y también participa en otras investigaciones sobre el uso de Paxlovid para el COVID persistente.

Algunos representantes de pacientes e investigadores han expresado preocupación por el ritmo de las investigaciones y los diseños de los estudios previstos. Mientras tanto, algunas personas y grupos han realizado encuestas o recopilados informes anecdóticos de pacientes con COVID persistente sobre los beneficios de los suplementos, incluida la natoquinasa.

Pero aún faltan datos clínicos.

“No tenemos un tratamiento, por lo que la gente suele estar desesperada por obtener ayuda, y siento que algunas de estas cosas infundadas realmente se aprovechan de esa desesperación, ese miedo y esa ansiedad”, dijo Singh durante una entrevista sobre el protocolo de desintoxicación de la proteína de la espícula de McCullough.

“Comprendo la desesperación de la gente por sentirse mejor y volver a su estado de salud anterior al COVID, pero eso no significa que debamos recurrir a cualquier cosa, porque puede ser una pérdida de tiempo y de mucho dinero y puede tener efectos nocivos”, expresó Englund.

Posibles problemas legales con las afirmaciones de Spike Support

El producto Spike Support de The Wellness Company está etiquetado como suplemento. A diferencia de los nuevos medicamentos, los suplementos no necesitan obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés), un proceso que incluye una evaluación de la seguridad y la eficacia, antes de ser comercializados.

Pero para etiquetar un producto como suplemento, las empresas no pueden afirmar que previene o trata una enfermedad. Los expertos legales nos dijeron que las afirmaciones sobre el producto vinculadas a la empresa, como las que aparecen en su sitio web y en los contenidos patrocinados, pueden estar infringiendo los límites acerca de afirmaciones sobre tratamiento.

“En este caso, la FDA podría determinar que los productos están mal etiquetados”, nos dijo por correo electrónico Allison Whelan, experta de la FDA y profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad del Estado de Georgia.

Si la FDA determina que los productos son medicamentos mal etiquetados, dijo Whelan, su primer paso “probablemente sería enviar una ‘carta de advertencia’ a la empresa solicitando que [esta] modifique sus afirmaciones sobre los productos, de modo de no hacer ninguna afirmación sobre enfermedades”.

Whelan dijo que, por sí solas, las afirmaciones en la página de The Wellness Company para la venta del producto Spike Support darían a la FDA autoridad para enviar una carta de advertencia a la empresa.

La página dice, por ejemplo: “Compre diariamente Spike Support y protéjase a usted y a su familia contra los efectos del COVID, las vacunas y la excreción de virus”.

Alexandra Roberts, profesora de Derecho y Medios de Comunicación de la Facultad de Derecho de Northeastern University, también nos envió un correo electrónico en el que nos explicó que la FDA podría considerar las afirmaciones de los contenidos patrocinados como afirmaciones de medicamentos. Como hemos mencionado antes, a McCullough se lo cita en una publicación patrocinada que enlaza con Spike Support en la que dice que el producto es la “base” del “primer y único tratamiento para ayudar a las personas a recuperarse de las secuelas posagudas del COVID-19”.

Roberts, experto en legislación sobre publicidad engañosa, dijo que las afirmaciones sobre Spike Support también podrían ser competencia de la Comisión Federal de Comercio, que “tiene la responsabilidad principal en lo que respecta a la regulación de la veracidad o falsedad de la publicidad (además del etiquetado) de alimentos, medicamentos sin receta, dispositivos y cosméticos”.

“Así que, si las afirmaciones sobre Spike Support o la natoquinasa son falsas, o si los datos no justifican adecuadamente esas afirmaciones, la FTC podría tomar medidas”, dijo.

Cuando le preguntamos si la FDA había emprendido alguna acción relacionada con The Wellness Company o su producto Spike Support, un portavoz nos dijo que la “FDA no habla de investigaciones posibles o en curso, salvo con la parte implicada”.

“La FTC no ha anunciado ninguna acción pública relacionada con este producto”, dijo un portavoz de la FTC.

Referencia

Kyriakopoulos A, McCullough P, Nigh G, Seneff S. Proteolytic Targets for SARS-CoV-2 Spike Protein Degradation Hope for Systemic Detoxification. 6. 86-89. Journal of American Physicians and Surgeons [Internet].2023[citado 29 sep 2023];28(3). Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/373690638_Proteolytic_Targets_for_SARS-CoV-2_Spike_Protein_Degradation_Hope_for_Systemic_Detoxification

23 septiembre 2023  |  Fuente: Factcheck.org 

septiembre 30, 2023 | gleidishurtado | Filed under: COVID-19, Vacuna, Virus SARS-CoV-2 | Etiquetas: , , , , |

covid-19-516x288Las personas que sufren covid persistente presentan claras diferencias en la función inmunitaria y hormonal, frente aquellos que no la padecen, según un estudio que publica este lunes en Nature.

La investigación a cargo del Hospital Mount Sinai y la Escuela de Medicina de Yale (EE.UU) muestra la existencia de biomarcadores en la sangre que pueden identificar con precisión a los pacientes con covid persistente. ‘Unos hallazgos que pueden servir de base para realizar pruebas más sensibles a los pacientes con covid prolongada y tratamientos personalizados para estos pacientes’, indicó el investigador principal David Putrino, del Mount Sinai.

La investigación se hizo con 271 personas: Un grupo con covid persistente, otro que se había recuperado de la covid sin secuelas y el tercero de personas que nunca habían tenido coronavirus. Los datos indican que algunas de las diferencias más pronunciadas entre el grupo con covid prolongado y los dos grupos de control estaban relacionadas con la disfunción inmunitaria y hormonal.

En concreto, había biomarcadores que indicaban una actividad anormal de los linfocitos T (encargados de localizar la célula infectada y destruirla), la reactivación de múltiples virus latentes (incluidos el de Epstein-Barr y otros herpesvirus) y reducciones significativas de los niveles de cortisol. Este es ‘un paso decisivo’ hacia el desarrollo de protocolos de análisis de sangre válidos y confiables para la covid persistente, agregó el experto.

Esta enfermedad deja síntomas que persisten meses después de la infección por coronavirus, entre ellos, confusión mental, fatiga extrema, dificultad para respirar y dolor crónico. Cada paciente se sometió a detallados cuestionarios sobre sus síntomas, historial médico y salud relacionada con la calidad de vida, además de tomarse pruebas de sangre.

Los investigadores identificaron diferencias y similitudes de biomarcadores entre los grupos y luego aplicaron análisis de aprendizaje automático para comprender mejor cuáles fueron más efectivos para permitir que el algoritmo identificara a los pacientes con covid prolongada. En general, el algoritmo pudo diferenciar entre personas con y sin esa enfermedad con una precisión del 96 % y detectar la afección basándose en características distintivas detectadas en la sangre de los participantes en el grupo con covid persistente.

Estos marcadores deben validarse en estudios más amplios, pero constituyen ‘un primer paso en la disección de la patogénesis’ de la covid persistente, agregó la también investigadora Akiko Iwasaki, de la Universidad de Yale.

Estos hallazgos muestran que las personas con covid persistente ‘viven con un proceso de enfermedad que se puede observar mediante los protocolos de análisis de sangre establecidos en el estudio, pero que también varía de un paciente a otro según su historial médico específico’, destacó Putrino. Por ello, agregó, los médicos deben escuchar a sus pacientes y realizar una amplia variedad de pruebas fisiológicas y de laboratorio, mientras adoptan un enfoque altamente personalizado para el manejo médico de la covid persistente.

El investigador recordó que ‘no existe una fórmula mágica’ para tratar esta dolencia, porque se infiltra en sistemas complejos como la regulación inmunitaria y hormonal. Las enfermedades complejas requieren soluciones de tratamiento complejas y necesitamos -dijo- una investigación más rápida para comprender mejor la covid persistente y descubrir terapias nuevas y prometedoras.

Referencia

Klein J, Wood J, Jaycox J, Dhodapkar RM, Lu P, Gehlhausen JR, et al. Distinguishing features of Long COVID identified through immune profiling. Nature. 2023. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06651-y

Fuente: Fuente: (EFE) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

septiembre 27, 2023 | gleidishurtado | Filed under: COVID-19 | Etiquetas: , , , , , |

OMS-OPSLa Organización Mundial de la Salud ha acogido hoy con satisfacción el compromiso histórico manifestado por los líderes mundiales ante la Asamblea General de las Naciones Unidas de reforzar la cooperación, la coordinación, la gobernanza y la inversión internacionales necesarias para evitar que se repitan las devastadoras repercusiones sanitarias y socioeconómicas causadas por la COVID-19, lograr que el mundo esté mejor preparado frente a futuras pandemias y retomar el camino hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

«La primera cumbre de Jefes de Estado sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias es un hito histórico en el empeño urgente por lograr que todas las personas del mundo estén más seguras y mejor protegidas frente a los efectos devastadores de las pandemias,» ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Acojo con satisfacción este compromiso de los líderes mundiales de proporcionar el apoyo político y la orientación necesarios para que la OMS, los gobiernos y todas las partes implicadas puedan proteger la salud de las personas y tomen medidas concretas para invertir en las capacidades locales, garantizar la equidad y apoyar la arquitectura sanitaria mundial para emergencias que el mundo necesita.»

La declaración política, aprobada por el Sr. Dennis Francis, Presidente del septuagésimo octavo periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y resultado de las negociaciones llevadas a cabo bajo la hábil dirección de los Embajadores Gilad Erdan, de Israel, y Omar Hilale, de Marruecos, subrayaron el papel fundamental que desempeña la OMS como «autoridad directiva y coordinadora en asuntos de sanidad internacional» y la necesidad de «comprometerse aún más con una financiación sostenible que proporcione a la Organización Mundial de la Salud una financiación adecuada y previsible con la que disponer de los recursos necesarios para cumplir sus funciones básicas.»

«La experiencia vivida por las personas que sufrieron la pandemia de la COVID-19 debe estar en el foco de nuestras mentes de cara al futuro para hacer realidad la clara orientación proporcionada por los líderes mundiales,» afirmó el Dr. Tedros. «Debemos aprender a proteger mejor a nuestras comunidades y a implicarlas, informarlas y empoderarlas para que formen parte de la solución. Tenemos que construir sistemas de atención clínica más sólidos que puedan salvar vidas. Para ello se requieren acciones concretas que garanticen un acceso equitativo a las contramedidas médicas, una financiación sostenible y adecuada, unas comunidades empoderadas y comprometidas y unos trabajadores de la salud competentes, capacitados y equipados.»

«Los devastadores efectos de la COVID-19 demostraron por qué el mundo necesita un enfoque más colaborativo, cohesivo y equitativo para prevenir, prepararse y responder ante pandemias,» afirmó el Dr. Tedros.

El Dr. Tedros señaló que los gobiernos y los asociados multilaterales ya han empezado a sentar las bases de un mundo más seguro con la creación del Fondo contra Pandemias, el Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias, el BioHub de la OMS para compartir voluntariamente nuevos materiales biológicos y el centro de transferencia de tecnología para las vacunas de ARNm.

Sin embargo, el Dr. Tedros añadió que en la declaración política aprobada el miércoles se pedía un mayor refuerzo de la arquitectura mundial para emergencias sanitarias con miras a proteger mejor al mundo frente a una reaparición de la COVID-19.

Entre las numerosas medidas requeridas, en la declaración política se reconocía la necesidad de que los Estados Miembros tuvieran a bien:

  • Concluir las negociaciones sobre un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias, también conocido como Acuerdo sobre Pandemias, y proseguir su labor para introducir modificaciones específicas en el Reglamento Sanitario Internacional (2005) para mayo de 2024.
  • En consonancia con el proceso del Acuerdo sobre Pandemias, garantizar el acceso sostenible, asequible, justo, equitativo, eficaz, eficiente y oportuno a las contramedidas médicas, incluidas las vacunas, las pruebas diagnósticas, los tratamientos y otros productos de salud.
  • Adoptar medidas para contrarrestar y abordar los efectos negativos en la salud física y mental de las personas de la información errónea, la desinformación, los discursos de odio y la estigmatización en relación con la salud, especialmente en las plataformas de las redes sociales, incluida la lucha contra la reticencia a vacunarse en el contexto de la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, y fomentar la confianza en los sistemas y las autoridades de salud pública, entre otras cosas aumentando la educación, la adquisición de conocimientos y la sensibilización en materia de salud pública, reconociendo al mismo tiempo que la participación efectiva de las partes interesadas requiere el acceso a información oportuna, precisa y basada en pruebas, así como la sensibilización, en particular mediante el uso de herramientas de salud digital.
  • Proteger a nuestras comunidades invirtiendo en la atención primaria de salud y otras medidas relativas al sistema de salud, como parte de un compromiso con la cobertura sanitaria universal, con el fin de garantizar la existencia de sistemas de salud nacionales sólidos para responder a futuras pandemias.
  • Invertir para garantizar que la OMS se refuerce al nivel necesario para desempeñar su papel en la respuesta a las amenazas pandémicas. La financiación sostenible de la OMS y de los sistemas nacionales de salud es esencial para lograr que el mundo sea más seguro.
  • Reforzar el personal de salud y las capacidades de respuesta rápida, los sistemas de vigilancia y suministro, y las capacidades de fabricación local para empoderar a todos los países y permitir que tengan la capacidad de satisfacer sus propias necesidades de prevención, preparación y respuesta frente a pandemias.
  • Aumentar la capacidad de los sistemas de salud para hacer frente a las amenazas pandémicas en los países de ingreso bajo y mediano bajo, especialmente en África.
  • Contrarrestar y abordar los efectos negativos en la salud física y mental de las personas de la información errónea, la desinformación, los discursos de odio y la estigmatización en relación con la salud, especialmente en las plataformas de las redes sociales, con el fin de fortalecer la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, y fomentar la confianza en los sistemas y las autoridades de salud pública.
  • Aprovechar el potencial del sistema multilateral y ampliar el enfoque multisectorial necesario para mejorar la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, debido a las muy diversas causas y consecuencias de las pandemias, en apoyo de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Tras la aprobación en el día de hoy de la declaración política por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los líderes de los Estados Miembros de las Naciones Unidas hicieron declaraciones sobre la importancia crítica de la prevención, preparación y respuesta ante pandemias y la necesidad de una arquitectura mundial para emergencias sanitarias sólida, coordinada y de gran alcance.

Fuente: OMS. Tomado de Centro de prensa Comunicado de prensa

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