COVID-19Los factores de riesgo son el sexo femenino y la gravedad de la infección aguda por COVID-19. La variabilidad de los síntomas obliga a plantear diagnósticos diferenciales.

Desde hace mucho tiempo se conocen síndromes postinfecciosos caracterizados por fatiga y debilidad. En 2020 se vincularon manifestaciones similares a la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), como astenia, intolerancia al esfuerzo, disnea, pérdida de memoria, dolor generalizado y ortostasis.

Este grupo de síntomas persistentes, comúnmente denominado COVID prolongado, síndrome post-COVID o condición post-COVID (PCC), es común y tiene una prevalencia estimada del 10 % al 30 % de los pacientes post-COVID. El impacto médico, psicosocial y económico del PCC es inmenso. En Estados Unidos, el PCC ha provocado entre 2 y 4 millones de desempleados y 170 mil millones de dólares en salarios perdidos anualmente.

Los riesgos para el desarrollo de condición post-COVID (PCC) incluyen el sexo femenino y la infección aguda grave por COVID.

Además, los pacientes con PCC pueden tener un metabolismo de la glucosa único en la tomografía por emisión de positrones cerebral, incluso en ausencia de trastornos estructurales. Esto indica una causa neuroinflamatoria del PCC en el sistema nervioso central, incluida la disfunción límbica y talámica que conduce a la hipervigilancia; sensibilidad sensorial y desregulación del lóbulo frontal/prefrontal que conduce a deterioro de la cognición y sueño no reparador; e hiperactividad simpática que conduce a un aumento del tono simpático y una disminución de la variabilidad de la frecuencia cardíaca.

Definición y criterios diagnósticos Post-Covid

Un desafío con el diagnóstico de PCC es la terminología, lo que genera estimaciones imprecisas de la prevalencia y dificulta la estandarización de la atención. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2, abarcan a todos los pacientes con síntomas persistentes más allá de 28 días.

Según el Servicio Nacional de Salud y el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención, el COVID-19 persistente dura entre 4 y 12 semanas después de la aparición de los síntomas. y el PCC ocurre más de 12 semanas después del inicio de los síntomas. Estos criterios de diagnóstico incluyen casos limitados a un sistema, como tos posviral y anosmia posviral, y casos que involucran manifestaciones más complejas de COVID-19.

En consecuencia, los autores de este trabajo y más tarde la Organización Mundial de la Salud han propuesto pautas concisas para definir el PCC. que incluyen pacientes con síntomas persistentes que no pueden explicarse mediante un diagnóstico alternativo.

Evolución y Examen físico

Distinguir la condición post-COVID (PCC) de otras afecciones puede ser un desafío porque los pacientes a menudo informan numerosos síntomas sistémicos. El curso se puede dividir en 3 épocas: historia médica premórbida, curso agudo de la enfermedad COVID-19 y síntomas persistentes post-COVID.

La historia premórbida de COVID debe ser integral, incluyendo el nivel funcional preexistente junto con la tolerancia a la actividad física y ocupacional. El curso agudo de COVID-19 enfatiza la ubicación de los síntomas, la duración y la gravedad de la enfermedad, lo que puede revelar una lesión orgánica secundaria a la infección por COVID, como edema pulmonar o miocardiopatía.

El síntoma persistente post-COVID se centra en la mayor preocupación del paciente, entendiendo que los mismos pueden clasificarse en 2 categorías amplias y potencialmente superpuestas: PCC con predominio de fatiga, que puede involucrar intolerancia ortostática; y PCC con predominio de dolor.

Al igual que la historia clínica, un examen físico completo debe excluir diagnósticos alternativos, como, por ejemplo, anemia, endocrinopatías, trastornos inflamatorios del tejido conectivo, apnea obstructiva del sueño, neuropatías y enfermedades malignas. Los examinadores deben evaluar la hipotensión ortostática haciendo que el paciente permanezca acostado durante 10 minutos antes de tomar el pulso y la presión arterial y luego repetir esas medidas después de que el paciente haya estado de pie durante varios minutos.

Diagnósticos diferenciales y Pruebas

Las pruebas de laboratorio de rutina, como el panel metabólico completo, el hemograma completo, el nivel de dímero D, las pruebas de función tiroidea, la velocidad de sedimentación globular y la concentración de proteína C reactiva, generalmente no revelan daño orgánico debido al COVID-19, a pesar de la persistencia de síntomas limitantes de la función.

Aunque el daño orgánico es poco común en la condición post-COVID (PCC), los ejemplos incluyen secuelas de la infección por COVID como neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, embolia pulmonar, miocarditis, miocardiopatía, artritis inflamatoria y lesión hepática o renal aguda.

En general, un panel metabólico completo para excluir anomalías electrolíticas y un hemograma completo y tasa de sedimentación eritrocítica para excluir anomalías inflamatorias son razonables en todos los pacientes que presentan síntomas post-covid persistente.

Considerando las complicaciones tromboembólicas de la COVID-19, la prueba del dímero D puede ser útil ya que valores inferiores a 0,5 mg/L tienen un buen valor predictivo negativo.

Para los pacientes que luchan contra una fatiga significativa, se descartaría la insuficiencia suprarrenal con pruebas de estimulación con corticotropina, el hipotiroidismo con estudios de función tiroidea, la apnea obstructiva del sueño con oximetría o polisomnografía nocturna y las deficiencias de micronutrientes con vitamina D y tal vez vitamina B 12.

Para los pacientes con un PCC con predominio del dolor, se debe evaluar la miopatía sustancial con determinaciones de creatina quinasa y aldolasa, y la artropatía inflamatoria se puede evaluar con anticuerpos antinucleares y factor reumatoide cuando existe una sospecha previa adecuada de trastornos autoinmunes del tejido conectivo.

Para síntomas neuropáticos como parestesias, alodinia y disestesias, se podría considerar la electromiografía. Para los pacientes con intolerancia ortostática o PCC con predominio de fatiga, a menudo se realiza electrocardiografía, ecocardiografía transtorácica y monitorización Holter con un diario de síntomas.

Ver artículo: Mueller MR, Ganesh R, Hurt RT, Berckman TJ. Post-COVID Conditions. May Clin Proc[Internet].2023[citado 14 mar 2024];98(7): 1071 8.DOI:https://doi.org/10.1016/j.mayocp.2023.04.007

12 marzo 2024| Fuent: IntraMed| Tomado de | Artículos

marzo 15, 2024 | gleidishurtado | Filed under: COVID-19, Mujer | Etiquetas: , , , , , , |

COVID-19El 26 de febrero de 2020, Brasil registró el primer caso de COVID-19 en su territorio, lo que marcó el inicio de la pandemia en Latinoamérica y el Caribe.  Desde su aparición el 30 de diciembre de 2019 en Wuhan, China, el virus SARS-CoV-2 dejó un devastador rastro a nivel mundial, con 774 millones de casos y 7 millones de fallecimientos registrados hasta la fecha. Las Américas fueron duramente golpeadas, representando el 25% del total de casos y el 43% de todas las muertes, situándose como la región con mayor número de defunciones por COVID-19 a nivel mundial. Read more

covid-19-516x288El COVID-19 persistente, también conocido como COVID de larga duración, es un tema de gran interés en la comunidad científica y médica.

Un estudio publicado en la revista Science mostró diferencias significativas en las proteínas de la sangre en más de 110 personas que habían tenido covid, las cuales 40 presentaban síntomas seis meses después del contagio.  El covid persistente es el nombre que se da a una gran variedad de síntomas presentes generalmente en los tres meses después de la infección y que continúan al menos dos meses después del contagio del virus SARS-CoV-2.

Los síntomas más frecuentes del COVID son el cansancio, la dificultad para respirar, el dolor muscular Y problemas para concentrarse, también conocidos como “neblina mental».

Aunque el número de personas afectadas por este fenómeno sigue siendo difícil de evaluar, representarían de 10 a 20% de las personas que contrajeron el covid, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Varios trabajos científicos recientes han avanzado en los mecanismos, el diagnóstico y el tratamiento de esta afección. Según el suizo Onur Boyman, principal autor del estudio, una parte del sistema inmunitario del organismo, el sistema del complemento, que lucha normalmente contra las infecciones matando a las células infectadas, sigue al parecer activa y continúa atacando partes sanas, lo que provoca lesiones en los tejidos.

Otro estudio reciente en los enfermos de covid largo, publicado en Nature, detectó anomalías en los tejidos musculares y una disfuncionalidad de las mitocondrias, la fuente de energía de las células, lo que podría explicar el cansancio extremo.

Un estudio publicado en el British Medical Journal hace hincapié en la importancia del apoyo a los enfermos y señala que la reeducación en grupo mejora la calidad de vida de los pacientes que sufren el síndrome poscovid, varios estudios recientes han confirmado la protección de las vacunas contra el SARS-CoV-2 frente al riesgo del covid persistente, en adultos y niños.

Sin embargo, el covid de larga duración es difícil de delimitar porque es «multisistémico». Y se suele pensar «en enfermedades en función de los sistemas de órganos», explica Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en San Luis.

Entender los mecanismos del covid largo podría ayudar a comprender «por qué y cómo las infecciones agudas provocan enfermedades crónicas», según este investigador. También podría reforzar la lucha contra otras dolencias, como el síndrome de la fatiga crónica o los síntomas persistentes de después de la gripe.

Para más detalle, consulte el artículo completo: Cervia Hasler C, Bruningk S, Hoch T, Fan B, Muzio G, Thompson RC, et al. Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science[Internet]. 2024[ citado 12 feb 2024]; 383(6680). DOI: 10.1126/science.adg7942

12 de febrero 2024| Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

El coronavirus «no ha desaparecido

coronaLa Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó hoy más de 400.000 nuevos casos de Covid-19 en el mundo durante las tres primeras semanas del año, así como 7.800 muertes, más de 171.000 hospitalizaciones y 2.100 ingresos a terapia intensiva.

Ante el reciente repunte de virus respiratorios, la directora del Departamento de Preparación y Prevención de Epidemias y Pandemias de la agencia sanitaria de la ONU, Maria Van Kerkhove señaló que el coronavirus «no ha desaparecido», informó la agencia de noticias Europa Press.

En esta línea, destacan el aumento de la circulación del JN.1, «una variante dominante en todo el mundo» que representa alrededor del 79 por ciento de las secuencias que se comparten a nivel mundial.

Desde la OMS esperan que esa tendencia «continúe en las próximas semanas», según se informó durante un seminario en el que se abordaron qué variantes están circulando, su riesgo e impacto, y qué se puede hacer para prevenir y proteger contra infecciones.

Por su parte, el responsable regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, informó unas semanas atrás que las vacunas contra la Covid-19 salvaron a al menos 1,4 millones de vidas en ese continente, en su mayoría personas mayores de edad, e insistió que el virus «llegó para quedarse», consignó la agencia de noticias AFP.

«Hoy en día, 1,4 millones de personas en nuestra región (europea) -en su mayoría ancianos- pueden disfrutar de la vida con sus seres queridos porque han tomado la decisión vital de vacunarse contra la Covid-19″, sostuvo Kluge.

«A medida que aprendemos a vivir con los virus respiratorios, es absolutamente vital para las poblaciones vulnerables mantenerse al día en sus vacunaciones contra la Covid y la gripe», consideró el representante de la OMS.

Asimismo, enfatizó en la necesidad de que Europa continúe la inversión en salud y realice «esfuerzos» en materia de financiación para mejorar la situación de los trabajadores en el sector de salud y reducir la escasez de medicamentos básicos.

2 de febrero 2024| Fuente: IntraMed| Tomado de | Noticias médicas

febrero 3, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Coronavirus, COVID-19, Mundo, Organización Mundial de Salud(OMS), Salud | Etiquetas: , |

cienciaUna investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que analiza cómo se informaron los españoles durante la pandemia de la COVID-19 y su percepción sobre el papel de periodistas, medios, comunidad científica y autoridades gubernamentales y sanitarias durante la misma concluye que los jóvenes confían menos en la ciencia que la gente mayor, entre otras cuestiones.

Un 72,6 % de los jóvenes de 18 a 24 años está de acuerdo con que la ciencia busca la verdad y la hace pública, mientras que el 90,2 % de los adultos de más de 65 años apoya esta afirmación. Además, el porcentaje de jóvenes de esta misma edad que creen que la ciencia es un peligro para la humanidad casi triplica a quienes sostienen esta opinión entre los más mayores. Estos son algunos de los datos que se desprenden de este estudio, publicado recientemente por estos investigadores de la UC3M y la USC en la revista Profesional de la Información.

Estos resultados sugieren que aumenta la desconfianza en la ciencia entre los jóvenes, algo que explica, por ejemplo, la escasez de vocaciones científicas en este segmento. “La gente joven no quiere enrolarse en carreras de ciencia, tecnología y matemáticas, porque creen que la ciencia no es un método para la búsqueda de la verdad y que incluso es peligrosa para el futuro del ser humano”, indica uno de los autores del estudio, Carlos Elías, catedrático de Periodismo en el Dpto. de Comunicación de la UC3M.

«Es paradójico, y muy preocupante, que las generaciones con mayor acceso a la información y a la educación, las mejor formadas en la historia de España, son las que menos información consumen y las que más desconfían de la ciencia y del periodismo, dos campos que comparten la búsqueda de la verdad. Debemos hacer una reflexión profunda sobre qué está pasando», señala Alberto Quian, profesor de Periodismo en la USC y coautor del estudio.

Los resultados de este trabajo apuntan que la edad y la ideología son los factores que más condicionan el uso de diferentes tipos de fuentes informativas. En relación al consumo de medios tradicionales, las personas que más los consultan son las que se sitúan en el centro político, mientras que los de izquierdas suelen recurrir más a fuentes oficiales (como las autoridades sanitarias); al contrario que los que se sitúan en la derecha, que prefieren más los organismos de investigación (como el CSIC, Instituto Carlos III, etc.) o las universidades. Por otra parte, “los antivacunas, en cambio, prefieren las fuentes alternativas (programas como Cuarto Milenio o La Estirpe de los Libres, por ejemplo). Y esto se explica porque los medios tradicionales sí son favorables a las vacunas”, señalan los investigadores.

Este trabajo, financiado por fondos FEDER, de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Ciencia e Innovación, se basa en una encuesta descriptiva a una muestra de 1 800 personas representativas de la población española, mayores de edad y residentes en las 17 comunidades autónomas, realizada entre el 6 y el 22 de junio de 2022.

Los resultados de este trabajo podrían encontrar aplicación en el ámbito educativo y de políticas públicas, según los investigadores. “Creo que hay que incidir en los colegios, en los institutos y en las universidades, en algo que se llama ‘educomunicación’, para que los jóvenes entiendan cuáles son las fuentes solventes y las implicaciones de la ciencia y el método científico”, señala Carlos Elías.

Referencia: Quian A, Elías C, Soengas Pérez X. Consumption of information and citizen´s perception of the sources consulted during the Covid-19 pandemic: A study of the situation based on opinion polls. International political communication [Internet].2023[citdo 23 ene 2024];32(4). DOI DOI: https://doi.org/10.3145/epi.2023.jul.13

18 enero 2024│Fuente: EurekAlert│ Tomado de│ comunicado de Prensa

enero 24, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Ciencia, Ciencia y Tecnología, COVID-19, España | Etiquetas: , , , , , |

analisis. sangrejpgEl análisis de muestras de sangre de pacientes con COVID-19 prolongado, una afección debilitante de causas desconocidas, ha revelado cambios en las proteínas séricas como la causa probable. Estos hallazgos destacan potenciales biomarcadores para el diagnóstico del COVID-19 prolongado y podrían proporcionar información sobre el tratamiento de la afección. No todos los pacientes se recuperan completamente del COVID-19. Aproximadamente el 20% de los pacientes diagnosticados con COVID-19 y alrededor del 5% de todas las personas infectadas con SARS-CoV-2 desarrollan síntomas persistentes, llamados COVID prolongado, que pueden persistir durante muchos meses. Los síntomas del COVID-19 prolongado pueden incluir fatiga, malestar tras un esfuerzo e incapacidad cognitiva, además de involucrar a múltiples órganos. Aunque estudios previos han mostrado que los pacientes con COVID-19 prolongado presentan signos de disfunción inmunológica, activación persistente de células inmunológicas y producción de anticuerpos autoinmunes, la causa subyacente del COVID-19 prolongado todavía se comprende de manera deficiente y los biomarcadores diagnósticos para esta condición no están bien definidos. Actualmente, el COVID-19 prolongado tampoco cuenta con un tratamiento efectivo. En esta ocasión, Carlo Cervia-Hasler y sus colaboradores informan de los hallazgos de un análisis longitudinal del suero sanguíneo de 113 pacientes que se recuperaron completamente de COVID-19 o desarrollaron COVID-19 prolongado, así como de controles sanos. Aplicando enfoques de proteómica de alto rendimiento, Cervia-Hasler et al. midieron los niveles séricos de 6596 proteínas humanas entre los participantes del estudio. Los sujetos con COVID-19 agudo confirmado fueron seguidos durante hasta un año y se tomaron nuevas muestras de suero sanguíneo a los 6 meses y a los 12 meses cuando ello fue posible. Los pacientes que experimentaron COVID-19 prolongado mostraron cambios en las proteínas del suero sanguíneo, lo que apunta a una activación desregulada del sistema del complemento, coagulación alterada y lesiones tisulares, lo que sugiere respuestas tromboinflamatorias continuas. Los autores muestran que, a nivel celular, la firma tromboinflamatoria asociada con COVID-19 prolongado se vinculó con un aumento de los agregados monocito-plaqueta. La desregulación de las proteínas del complemento podría contribuir a la tromboinflamación asociada con COVID-19 prolongado. Los hallazgos del estudio identifican posibles biomarcadores para COVID-19 prolongado y nuevas estrategias de tratamiento que justifican una investigación adicional tanto en el ámbito diagnóstico como terapéutico. Wolfram Ruf escribe en un artículo de Perspective relacionado: «Si bien las intervenciones terapéuticas con inhibidores de la coagulación y del complemento en COVID-19 agudo produjeron resultados mixtos, las características patológicas específicas del COVID-19 prolongado sugieren posibles intervenciones para pruebas clínicas».

Referencia: Cervia Hasler C, Brüningk S, Hoch T, Fan B, Muzio G, Thomson RC, et al.  Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science[Internet].2024[citado 21 ene 2024];383(6680). DOI: 10.1126/science.adg7942

18 enero 2024| Fuente: EurekaAlert| Tomado de | Comunicado de Prensa

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