abr
14
Europa se adaptó mejor a las bajas temperaturas que a las altas en las dos últimas décadas, hecho que trae consecuencias para sus habitantes, destaca hoy en un estudio The Lancet Planetary Health.
Liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el estudio realizado en colaboración con el Barcelona Supercomputing Center (BSC) muestra que se produce una disminución significativa del riesgo de mortalidad relacionada con el frío en los últimos años en comparación con la primera década de los 2000.
También se ha observado una reducción del riesgo de muerte relacionada con el calor durante este periodo, aunque en menor medida.
Al analizar los registros de temperatura y mortalidad de más de 800 regiones en 35 países europeos durante el período 2003-2020, los investigadores descubrieron que el riesgo relativo de muerte a las temperaturas más bajas disminuyó un dos por ciento anual.
Por otro lado, el riesgo relativo de muerte a las temperaturas más altas también disminuyó, pero a una tasa promedio menor del uno por ciento anual.
Tradicionalmente, este tipo de estudios se han basado en umbrales de temperatura fijos para calcular los riesgos, sin tener en cuenta que la vulnerabilidad a temperaturas idénticas no es la misma en toda Europa. Para superar esta limitación, el equipo desarrolló un nuevo concepto: Temperatura de Riesgo Extremo (ERT).
Al cruzar datos regionales de temperatura y mortalidad, este nuevo enfoque permitió calcular la temperatura a la que el riesgo de muerte supera un umbral determinado para cada zona geográfica. Los investigadores también tuvieron en cuenta las variaciones en la mortalidad para reflejar las adaptaciones a la temperatura a lo largo del tiempo, explicaron los autores.
Utilizando esta metodología, el equipo observó que, entre 2003 y 2020, Europa experimentó 2,07 días de frío peligroso (días de frío-ERT) menos al año. Por el contrario, los días de calor peligroso (días de calor-ERT) aumentaron en 0,28 días al año.
Curiosamente, no todas las partes de Europa se vieron afectadas de la misma manera. Por ejemplo, las regiones del sureste europeo, a pesar de sus condiciones más cálidas, experimentaron días de calor y frío más peligrosos, lo que provocó un mayor riesgo de mortalidad asociada.
Con el tiempo, hemos mejorado nuestra capacidad para afrontar las bajas temperaturas, un proceso conocido científicamente como adaptación. En el caso del calor, las personas también se están volviendo resilientes, aunque esta mejora es menor que la adaptación al frío, explicó Zhao-Yue Chen, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
La vulnerabilidad a las temperaturas extremas varía considerablemente según la ubicación, siendo las regiones del sur de Europa más sensibles a los cambios de temperatura que las del norte.
Esta disparidad se debe en parte a factores socioeconómicos, como el aislamiento inadecuado de las viviendas, el menor gasto público en salud y el acceso limitado a apoyo o asistencia social para las poblaciones vulnerables, añadió Zhao-Yue Chen.
10 abril 2025 | Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.| Noticia
oct
5
Eventos climáticos severos como tormentas, deslizamientos de tierra e inundaciones pueden tener una mayor prevalencia de violencia contra las mujeres, según un estudio realizado por la University College London y publicado en PLOS Climate.
Los investigadores recopilaron datos sobre violencia de pareja —física y/o sexual—a partir de 363 encuestas realizadas en 156 países entre 1993 y 2019, centrándose en mujeres que actualmente tenían una pareja.
El equipo también acopió información sobre eventos hidrometeorológicos y climáticos de 1920 a 2022 en 190 naciones y analizó la relación entre estos y la violencia de pareja, al tiempo que consideraban la situación económica del país.
Hallaron un vínculo significativo entre la violencia de pareja y ciertos fenómenos hidrometeorológicos (como tormentas, deslizamientos de tierra e inundaciones), mientras que con otros tipos de eventos, como terremotos e incendios forestales, no mostraron una conexión clara.
Otro aspecto destacado en el estudio es que los países con un Producto Interno Bruto más alto tenían tasas más bajas de violencia de pareja.
La autora principal, la profesora Jenevieve Mannell, detalló que un pequeño conjunto de evidencia muestra que el calor y la humedad aumentan los comportamientos agresivos, incluida la violencia.
«Los desastres relacionados con el clima aumentan el estrés y la inseguridad alimentaria en las familias de formas que pueden conducir a un aumento de la violencia; también reducen los servicios sociales que suelen estar disponibles para hacer frente a la violencia de pareja, como la policía y la sociedad civil», comentó.
Añadió que todo esto sucede con mayor frecuencia y gravedad en países que tienen normas de género patriarcales y donde el uso de la violencia contra las mujeres se acepta ampliamente como un comportamiento normal.
Los expertos advierten que la violencia contra las mujeres debe ser una consideración en los procesos de planificación de los países para casos de desastres.
02 octubre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
oct
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Sanidad se suma a una declaración pionera en la Unión Europea para prácticas sostenibles en medicina
El Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) se han adherido a la Declaración de Sostenibilidad de Glasgow, una iniciativa pionera en Europa para reducir la huella de carbono y promover la sostenibilidad en anestesiología y cuidados intensivos.
En una nota de prensa, Sanidad ha informado de que la ministra de Sanidad, Mónica García, y el responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio, Héctor Tejero, han suscrito este miércoles la declaración, lo que supone que España se convierte en el primer país cuyo Gobierno se adhiere a la Declaración de Sostenibilidad de Glasgow.
Entre las principales recomendaciones se encuentra la selección de anestésicos con bajo potencial de calentamiento, la optimización del consumo de energía en quirófanos y el uso de fuentes de energía renovable, además de minimizar la generación de residuos y mitigar la contaminación farmacéutica en aguas residuales.
Se calcula que el sector sanitario es responsable de un 5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, causantes del cambio climático.
El cambio climático ha sido reconocido por la OMS como una crisis de salud pública y se estima que, de no abordarse, podría causar 250 000 muertes adicionales anualmente entre 2030 y 2050.
La Declaración de Glasgow subraya la urgencia de incorporar la sostenibilidad en la atención médica y reducir la contribución de los hospitales a la crisis ambiental.
02 octubre 2024|Fuente: EFE|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
2
El 35 % de los españoles se considera expuesto a eventos meteorológicos extremos (incluidas sequías, olas de calor o fuertes tormentas) un porcentaje menor que en el conjunto de la UE (38 %), según un Eurobarómetro que revela que los europeos que tienen más conciencia de ese peligro son los griegos (61 %), los malteses (56 %) y los húngaros y eslovenos (48 %).
También los ciudadanos de los Países Bajos (45 %), de Italia (44 %) y de Hungría (43 %) se creen más expuestos ante la posibilidad de sufrir ese tipo de fenómenos que los españoles, indica el barómetro, realizado entre el 7 de febrero y el 3 de marzo pasados.
Pese a citarlos menos, los fenómenos climáticos extremos son el primer «riesgo de desastre» que mencionan los españoles al ser preguntados, seguido de los incendios forestales (29 %), las emergencias sanitarias humanas (24 %) y las inundaciones (22 %).
Después, los españoles se refieren a las amenazas de ciberseguridad (17 %), las tensiones políticas o geopolíticas (14 %) y los desastres geológicos (12 %).
En la UE, el 38 % menciona los fenómenos meteorológicos extremos, seguidos de las emergencias sanitarias humanas (como los brotes de enfermedades contagiosas), que cita el 27 % y las inundaciones (26 %).
A continuación, los europeos se refieren a la amenaza de los ciberataques (23 %) y las tensiones políticas o geopolíticas (22 %), seguidos de la falta de funcionamiento de las infraestructuras críticas (21 %).
La encuesta evalúa el nivel de concienciación de los ciudadanos de la UE sobre los riesgos de catástrofes que podrían afectarles, su preparación para hacer frente a diversos escenarios de riesgo de catástrofes y la confianza que depositan en una serie de agentes ante este tipo de situaciones.
En ese sentido, el 72 % de los españoles dice confiar en la información de las autoridades públicas y servicios de emergencia sobre los riesgos de desastre en la zona donde viven, frente al 70 % de la media europea.
Aunque el 60 % no cree estar bien informado sobre los riesgos de desastre que podrían afectarle (49 % en la UE).
En cuanto a las fuentes de información a las que recurrirían para enterarse sobre el riesgo de catástrofes, el 45 % de los españoles cita a los medios de comunicación (49 % de los europeos), a las redes de medios sociales (35 % frente al 29 % en la UE) y a los servicios de gestión de emergencias (33 % en España y 27 % en la UE). EFE
30 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
10
El cambio climático, los incendios forestales y la contaminación del aire siguen teniendo «un impacto negativo creciente sobre la salud, los ecosistemas y la agricultura», con millones de muertes atribuidas al aire sucio, señaló en un informe este jueves 5 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
«Casi todos los habitantes de la Tierra, nueve de cada 10 personas, respiran un aire que, en esencia, no es apto para su uso, contiene un alto nivel de contaminantes, y son los países de ingresos bajos y medios los más afectados», dijo Lorenzo Labrador, oficial científico de la OMM.
Según Labrador «la contaminación del aire ambiental, procedente sobre todo de los vehículos y de la industria, causa más de 4,5 millones de muertes prematuras al año».
Esa cifra «supera las muertes causadas por la malaria y el VIH/sida juntas, por lo que la contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental de nuestro tiempo. No solo para la salud en sí misma, sino que también exacerba el cambio climático», agregó.
El boletín de la OMM destacó que las especies químicas que degradan la calidad del aire se emiten, por lo general, junto con gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento planetario.
La mala calidad del aire, a su vez, altera la salud de los ecosistemas, dado que los contaminantes atmosféricos se depositan sobre la superficie terrestre. La deposición de nitrógeno, azufre y ozono deteriora los servicios provistos por los ecosistemas, como el agua limpia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono.
«El cambio climático y la calidad del aire no pueden tratarse por separado. Van de la mano y deben abordarse conjuntamente. Reconocer esta interrelación y actuar en consecuencia llevaría beneficios para la salud del planeta, sus habitantes y nuestras economías», dijo la secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett.
Aunque los datos que nutren el boletín sobre calidad del aire y clima corresponden a 2023, «en los ocho primeros meses de 2024 se han mantenido las tendencias observadas el año anterior: calor intenso y sequías persistentes que han avivado el riesgo de incendios forestales y contaminación atmosférica», indicó Barrett.
Los períodos de calor intenso observados en lo que va de año, más las sequías persistentes en todo el mundo, aumentan el riesgo de incendios forestales y contaminación del aire.
El reporte expone que la inhalación de materia particulada con un diámetro de 2,5 micrómetros (milésimos de milímetro), o menos, constituye un grave peligro para la salud, en especial si se prolonga durante largos períodos.
Entre las fuentes de esas diminutas y dañinas partículas destacan las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles, los incendios forestales y el polvo del desierto levantado por el viento.
El informe menciona que el año pasado batió récords la superficie de tierra quemada por incendios forestales en Canadá, por ejemplo, con mayor emisión de partículas incluso que los incendios en Siberia (Rusia) el año 2021.
Entre las enfermedades prevenibles que causa el aire contaminado están los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas, el cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias agudas, incluido el asma.
Según el informe se observa «una tendencia a una menor contaminación en Europa y China», en comparación con América del Norte y la India, donde hubo aumento en las emisiones contaminantes provenientes de actividades humanas e industriales.
Otro aspecto subrayado por Labrador es que «las partículas en suspensión pueden afectar la productividad de los cultivos», incluidos el maíz, el arroz y el trigo.
«Mucha de esta contaminación por partículas en suspensión que afecta el rendimiento de los cultivos se debe a prácticas humanas, que incluyen las de uso de la tierra en la labranza y la cosecha. También la aplicación de fertilizantes y la quema de rastrojos al final de la temporada de crecimiento», observó.
Según datos recabados de experimentos en India y China, la materia particulada puede menguar el rendimiento de los cultivos hasta en 15 % en zonas contaminadas.
Esa materia en el aire reduce la cantidad de luz solar que llega a la superficie de las hojas y bloquea físicamente los estomas de las hojas, que regulan el intercambio de vapor de agua y dióxido de carbono con la atmósfera.
El boletín se presentó de modo previo al Día del Aire Limpio para Cielos Azules de este año, el 7 de septiembre, con llamados de la OMM a los gobiernos para proteger la salud, el medio ambiente y la economía ante la contaminación del aire.
Los países y sus ciudades «tienen que reconocer primero que existe un problema de calidad del aire y que hay suficientes datos para reconocer que se trata de un problema mundial, en particular en las zonas urbanas», concluyó Labrador.
06 septiembre 2024|Fuente: IPS |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
5
El verano de 2024 en Japón igualó al mismo período estacional del año anterior como el más caluroso desde 1898, confirmó hoy la dirección de la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA).
Numerosos expertos se reunieron en esta capital para analizar las altas temperaturas sin precedentes desde que existen registros sistemáticos (1898) y concluyeron que el calentamiento global no se detendrá aquí, las condiciones podrían arreciarse en el futuro.
Según cálculos de la entidad científica nipona, la temperatura media entre junio y agosto fue 1,76 °C más alta de lo habitual, por lo que se igualó el récord del verano pasado.
El julio más caluroso desde el inicio de la serie estadística hace 126 años fue el de 2024, cuando se constataron temperaturas máximas de 40 grados o más en seis lugares en un solo día, algo considerado peligroso.
Más de 12 000 personas con síntomas de golpe de calor fueron trasladadas a hospitales de todo el país, solo en la semana del 22 al 28 de julio.
Igualmente en agosto la población japonesa percibió un clima bastante cálido, favorecido por sistemas de alta presión que cubrieron el archipiélago, especialmente el oeste, y produjeron cielos soleados con un calor intenso.
A lo largo del verano, la JMA emitió diversas alertas de insolación por temperaturas superiores a la media habitual.
Debido al peligro para la salud que representa la exposición a altas temperaturas, el gobierno japonés publicó en el período una serie de recomendaciones, incluidas evitar salidas y ejercicios innecesarios, ingerir líquidos y sal con frecuencia, así como no dudar en utilizar aires acondicionados.
A la vez, se alertó de que las personas mayores y los bebés requieren una atención especial, pues corren un mayor riesgo de sufrir golpes de calor.
03 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
