Investigadores de la Universidad de California en San Diego han hallado una forma de distinguir entre los gestos que hacen las personas con las manos examinando únicamente datos de imágenes cerebrales no invasivas, sin información de las propias manos. Los resultados constituyen un primer paso en el desarrollo de una interfaz cerebro-ordenador no invasiva que algún día podría permitir a pacientes con parálisis, amputación de miembros u otros problemas físicos utilizar su mente para controlar un dispositivo que les ayude en las tareas cotidianas.

La investigación, publicada recientemente en la edición electrónica de la revista Cerebral Cortex, representa los mejores resultados obtenidos hasta la fecha en la distinción de gestos con una sola mano mediante una técnica completamente no invasiva, en este caso, la magnetoencefalografía (MEG).

«Nuestro objetivo era evitar los componentes invasivos», afirma el autor principal del artículo, el doctor Mingxiong Huang, codirector del Centro de MEG del Instituto Qualcomm de la Universidad de California en San Diego. Huang también está afiliado al Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Escuela de Ingeniería Jacobs de la UC San Diego y al Departamento de Radiología de la Escuela de Medicina de la UC San Diego, así como al Sistema Sanitario de Asuntos de Veteranos (VA) de San Diego. «La MEG ofrece una opción segura y precisa para desarrollar una interfaz cerebro-ordenador que, en última instancia, podría ayudar a los pacientes».

Los investigadores subrayaron las ventajas de la MEG, que utiliza un casco con un conjunto de 306 sensores integrados para detectar los campos magnéticos producidos por las corrientes eléctricas neuronales que se mueven entre las neuronas del cerebro. Otras técnicas alternativas de interfaz cerebro-ordenador son la electrocorticografía (ECoG), que requiere la implantación quirúrgica de electrodos en la superficie cerebral, y la electroencefalografía del cuero cabelludo (EEG), que localiza la actividad cerebral con menos precisión.

«Con la MEG, puedo ver el cerebro pensando sin necesidad de quitar el cráneo y poner electrodos en el propio cerebro», afirma el coautor del estudio Roland Lee, MD, director del Centro de MEG del Instituto Qualcomm de la UC San Diego, profesor emérito de radiología de la Facultad de Medicina de la UC San Diego y médico del VA San Diego Healthcare System. «Sólo tengo que ponerles el casco de MEG en la cabeza. No hay electrodos que puedan romperse mientras están implantados dentro de la cabeza; no hay cirugía cerebral costosa y delicada; no hay posibles infecciones cerebrales».

Lee compara la seguridad de la MEG con tomar la temperatura a un paciente. «La MEG mide la energía magnética que emite el cerebro, como un termómetro mide el calor que emite el cuerpo. Por eso es completamente no invasiva y segura».

Mayo 20/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Neuroscience, Biomedical technology  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

 

mayo 22, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: Avances en la Ciencia, Bienestar y Calidad de Vida, Biotecnología, Neurociencia |

Conforme avanza la investigación se sabe que algunas enfermedades que siempre se han considerado raras o infrecuentes no lo son tanto. Es el caso de la amiloidosis cardiaca por transtiretina, que ya se demostró hace años que es una de las causas más frecuentes de insuficiencia cardiaca en personas mayores de 65 años.

La enfermedad se produce porque el organismo fabrica una sustancia conocida como proteína amiloide, que se deposita en forma de placas en las paredes del corazón, haciéndolas más gruesas y rígidas (por eso popularmente recibe el nombre de ‘síndrome del corazón rígido’). Esto conlleva que los pacientes sufran fatiga, retengan líquidos y tengan dificultades para hacer esfuerzos porque la insuficiencia cardiaca hace que el corazón no sea capaz de bombear la sangre que el organismo necesita.

«Este depósito de la sustancia también puede afectar al sistema eléctrico del corazón, por lo que los pacientes pueden sufrir arritmias. Si el depósito sigue progresando, el corazón va perdiendo mucha fuerza y llega un momento en el que el paciente fallece», explica Pablo García-Pavía, jefe de Cardiopatías Familiares del Hospital Universitario Puerta de Hierro e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del CIBER Cardiovascular (CIBERCV). De hecho, la supervivencia media de los pacientes sin tratamiento es de solo tres años.

La enfermedad puede tener dos orígenes: genético y asociado a la edad. El origen genético se debe a mutaciones en el gen de la transtiretina (TTR) y el amiloide puede acumularse en el corazón y en los nervios. En este caso, los pacientes tienen dificultades para caminar, moverse, etc. Por otro lado, cuando está asociado a la edad solo hay afectación del corazón, pero no hay síntomas neurológicos. Esta forma es mucho más frecuente, «abarca aproximadamente de un 90 a 95% de los casos, por cuanto las formas hereditarias abarcan el 5-10% restante.

Tratamientos solo para frenar la progresión de la enfermedad

Hasta hace pocos años no había ningún tipo de tratamiento para la amiloidosis cardiaca por transtiretina. En 2019 se aprobó en Europa un fármaco oral contra la enfermedad, el tafamidis, que es un estabilizador de la transtiretina. «Lo que hace es impedir el depósito del amiloide tanto en el corazón, como en los nervios (cuando esto sucede). Es decir, enlentece la progresión de la enfermedad», indica García-Pavía.

Según García-Pavía , aunque este fármaco frena la progresión de la enfermedad no mejora el estado de los pacientes porque no elimina el amiloide que ya hay depositado en el corazón. Es ahí donde entra este nuevo tratamiento cuyos abren una puerta a la esperanza para estos pacientes.

El estudio se centra en la capacidad del organismo para desarrollar un mecanismo natural para eliminar el amiloide ya acumulado. Este nuevo fármaco “lo que busca es acelerar ese sistema natural de retirada del amiloide», señala García-Pavía. Para ello, el especialista explica que el laboratorio suizo Neuroimmune, ha analizado “a personas muy mayores y sanas, ha buscado qué anticuerpos tenían en su sangre y ha localizado uno que tiene la capacidad de unirse al amiloide por transtiretina».

Ese anticuerpo se emplea para estimular el sistema defensivo de los pacientes y a su vez, para eliminar el amiloide pegado a las paredes del corazón. «El laboratorio suizo lo ha seleccionado y producido a gran escala. Es como utilizar la sabiduría natural del organismo de las personas mayores para fabricar un medicamento que sirva a la gente enferma».

El fármaco NI006, como se llama por ahora, se administró en el ensayo por vía intravenosa a dosis progresivamente mayores de forma mensual durante un año. «Los pacientes que recibieron más dosis aparentemente tuvieron una mayor reducción de los depósitos de amiloide en el corazón y mejoría de diversos parámetros cardiacos. El estudio abre la puerta a una nueva generación de fármacos destinados a una enfermedad que se ve que cada vez es más frecuente y con el progresivo envejecimiento de la población estará cada vez más presente», remata García-Pavía.

Para Pavía, hay cuatros factores que van a hacer que se diagnostique cada vez más esta enfermedad: «La población cada vez está más envejecida y al estar asociada a la edad, cuanto más vivamos más pacientes van a padecerla. En segundo lugar, que se conoce más, que haya más conocimiento hace que se diagnostiquen más pacientes. En tercer lugar, han mejorados las técnicas diagnósticas: antes esta enfermedad solo podía diagnosticarse mediante una biopsia de corazón, mientras que ahora existen técnicas de imagen que permiten detectar el depósito de amiloides sin biopsia. En cuarto lugar, la disponibilidad de tratamientos, que hacen que aprendamos más de la enfermedad y busquemos más los pacientes porque les podemos ofrecer algo».

40 pacientes de seis países

Este primer ensayo se ha hecho en 40 pacientes de seis hospitales europeos (tres de Francia, uno de Alemania, uno de Holanda y el Puerta de Hierro de España). Como todo estudio fase I, se ha analizado el perfil de seguridad del fármaco y a qué dosis puede ser efectivo. A pesar de los buenos resultados, García-Pavía es prudente y recalca que se necesitan más estudios con mayor número de pacientes. «Constituye un avance importante ya que no había ningún fármaco para esta enfermedad que mejorase al paciente y le quitara el amiloide del corazón, pero es necesario seguir haciendo pruebas.”

El especialista incide en esa cautela: «Hemos visto que la medicación es segura y que las dosis de más de 10 miligramos por kilo de peso del medicamente parecen efectivas para quitar el amiloide, pero tendremos que hacer un estudio con muchos más pacientes, entre 600 y 1.000, y una dosis que se considere efectiva, que será más de esos 10 miligramos por kilo de peso, para ver si se confirma esto que hemos visto en el ensayo fase I. Si se demuestra, ya se solicitaría la aprobación para que acabe llegando a los hospitales. Pero en este momento no creo que la gente tenga que ver esto aún como la cura de la enfermedad».

Ese estudio fase III en el que se probará la medicación frente a placebo en un número importante de personas comenzará después del verano. Ahí ya participarán países de todo el mundo, incluyendo EEUU. De hecho, la farmacéutica estadounidense Alexion, la división de enfermedades raras de AstraZeneca, ha comprado la molécula para realizar esta fase III y comercializarla en caso de que se demuestre su efectividad y se apruebe.

 

Mayo 21/2023 (Diario Médico) – Tomado de Cardiología – Participan seis hospitales europeos liderados por el Puerta de Hierro  Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

Las técnicas de secuenciación de próxima generación (NGS) han logrado captar la presencia de ADN bacteriano en muestras quirúrgicas de artritis de cadera y rodilla en pacientes que se sometieron a una artroplastia total de articulación, según un estudio dirigido por el Dr. Javad Parvizi, del Instituto Ortopédico Rothman de la Universidad Thomas Jefferson (EEUU). La infección es una de las principales causas de insuficiencia articular en pacientes que se someten a una artroplastia articular total, aunque en muchos casos no se identifica una causa bacteriana específica.

En los últimos años, se ha generado una amplia investigación que examina el efecto de los microbiomas en la salud y las enfermedades humanas. Las potentes técnicas de NGS permiten a los investigadores encontrar evidencia de ADN bacteriano que, de otro modo, pasaría desapercibido.

Los recientes hallazgos, publicados en ´The Journal of Bone y Cirugía Articular´, se suman a un creciente cuerpo de evidencia que indica que las articulaciones nativas albergan microbios, como parte de un microbioma, aunque aún se desconoce la relevancia clínica de este descubrimiento, así como el mecanismo de colonización microbiana.

En dicho estudio, el Dr. Parvizi y su equipo obtuvieron muestras intraoperatorias de líquido sinovial, especímenes de tejido profundo e hisopos intramedulares de la cadera o la rodilla operadas de 117 pacientes que se sometieron a una artroplastia de cadera o rodilla por primera vez. Las muestras se recolectaron con estricta atención a la técnica estéril para minimizar el riesgo de contaminación bacteriana.

Cinco tipos de bacterias

A continuación, los investigadores utilizaron una plataforma NGS para analizar los tipos y la diversidad del ADN microbiano en cada muestra. El análisis de más de 800.000 «lecturas» de ADN condujo a la identificación de 361 especies diferentes de bacterias. En general, se encontró ADN bacteriano en muestras de 113 de 117 pacientes con osteoartritis de cadera o rodilla.

Los cinco tipos de bacterias más frecuentes fueron Escherichia, Cutibacterium, Staphylococcus, Acinetobacter y Pseudomonas, todos microbios comunes que causan infecciones . Los hallazgos fueron generalmente similares para los tres tipos de muestras, aunque los hisopos intramedulares mostraron una diversidad bacteriana ligeramente mayor que las muestras de líquido sinovial o tejido profundo.

Se encontró que los hallazgos del microbioma no estaban relacionados con una amplia gama de factores relacionados con el paciente, como la edad, el sexo, la raza y la comorbilidad. Sin embargo, el hospital en el que se realizó la artroplastia demostró ser un factor significativo, explicando el 18,5 % de la variación en una medida de diversidad bacteriana. Este hallazgo podría reflejar diferencias en los tipos de bacterias que se encuentran en ambientes hospitalarios o una posible contaminación intraoperatoria.

Otro factor a tener en cuenta fue el historial de inyecciones de corticosteroides, un tratamiento común para la osteoartritis de cadera y rodilla. Los resultados mostraron «abundancias diferenciales» de bacterias en pacientes con inyecciones de corticosteroides en los últimos seis meses, lo que nuevamente aumenta la posibilidad de contaminación. Sin embargo, los investigadores señalaron, al respecto, que «las especies más comunes observadas en este estudio no se encontraban entre las más comunes en estudios previos del microbioma de la piel, lo que sugiere que los perfiles microbianos detectados probablemente no se explican únicamente por la contaminación de la piel».

Este estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia de que las articulaciones nativas, tradicionalmente asumidas como estériles y libres de bacterias, están de alguna manera expuestas a los microbios. Los investigadores enfatizan la necesidad de realizar más estudios para evaluar la relación entre el hospital donde se trata a los pacientes y las bacterias detectadas en «entornos de microbiomas cerrados», como las articulaciones de la rodilla y la cadera.

«Estos hallazgos contribuyen a establecer la señal microbiana de referencia e identificar las variables contribuyentes en la articulación osteoartrítica, lo que será valioso como comparación en los contextos de infección y el éxito de la artroplastia a largo plazo», concluyen el Dr. Parvizi y sus coautores.

Mayo 19/2023 (IMMédico) – Tomado de Atención Primaria, I+D+I, E. Infecciosas y Microbiología, Reumatología, Medicina Interna  Copyright 2023 Copyright: Publimas Digital.

 

Un nuevo anticuerpo monoclonal restaura el correcto funcionamiento del punto de control inmunitario (immune checkpoint) en artritis reumatoide, reduciendo la actividad de la enfermedad.

Así lo demuestra un estudio multicéntrico en fase 2 que acaba de ser publicado en New England Journal of Medicine, según el cual peresolimab consigue buenos resultados iniciales en el abordaje de la artritis reumatoide, al disminuir la inflamación y la actividad de la enfermedad.

La utilización de anticuerpos monoclonales en el abordaje de una enfermedad inmunitaria como es la artritis reumatoide es algo habitual. La novedad en este ensayo, según destaca Javier Rodríguez-Carrio, profesor de Inmunología de la Universidad de Oviedo, consultado para ayudar en la interpretación del estudio, es la actuación sobre la molécula PD-1, que participa en la inhibición del sistema inmunitario.

Anteriormente, ya se habían ensayado en diversos tipos de tumores estrategias sobre esta vía de inhibición de los puntos de control inmunitario, pero su aplicación en enfermedades autoinmunes no había sido explorada hasta la fecha.

Segundo punto de control

El sistema inmunitario en condiciones normales cuenta con un segundo punto de control que desencadena la respuesta activa o efectora, “de modo que no se activa simplemente porque se detecte la presencia de una molécula, un microbio o una proteína, sino que es necesario este segundo escalón”, explica Javier Rodríguez-Carrio.

Este sistema de control puede funcionar de manera inhibitoria. La cuestión es que en enfermedades autoinmunes aunque la molécula PD-1 está presente puede no ser capaz de generar esa señalización inhibitoria.

Lo que peresolimab consigue es interaccionar con dicha molécula para activar esa respuesta inhibitoria deficiente, es decir, “logra restaurar el freno endógeno del sistema inmunitario y evitar que éste reaccione frente al propio organismo”.

El ensayo en fase 2, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo fue realizado en pacientes con artritis reumatoide moderada o grave y que habían mostrado una respuesta inadecuada a otros fármacos o desarrollado efectos secundarios severos frente a fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológicos (otros anticuerpos monoclonales) o convencionales.

Mejora de la afectación clínica

Los resultados tras 12 semanas de tratamiento fueron favorables en el grupo que recibió peresolimab, al reducir la actividad de la enfermedad, produciéndose así una mejora de la afectación clínica a nivel articular y disminuyendo la inflamación.

Aunque los datos son prometedores será necesario continuar el ensayo con un volumen más importante de pacientes y realizar un seguimiento más prolongado para comprobar que no aumenta el riesgo de aparición de neoplasias u otro tipo de efectos adversos en estos pacientes, al reducirse la actividad del sistema inmunitario.

Mayo 18/2023 (Diario Médico) – Tomado de Reumatología – Estudio en fase 2  Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

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Según la revista Nature, Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) han identificado la chispa molecular que activa los casos de cáncer de mama actualmente inexplicados por el modelo clásico de desarrollo del tumor.

«Hemos identificado lo que creemos que es el desencadenante molecular original que inicia una cascada que culmina en el desarrollo de tumores de mama en un subconjunto de cánceres de mama impulsados por estrógenos», afirma Peter Park, investigador principal del estudio y profesor de Informática Biomédica en el Instituto Blavatnik de la HMS.

Los investigadores señalan que hasta un tercio de los casos de cáncer de mama podrían surgir a través del mecanismo recién identificado. El estudio también demuestra que la hormona sexual estrógeno es la culpable de esta disfunción molecular porque altera directamente el ADN de una célula.

La mayoría de los cánceres de mama, aunque no todos, se alimentan de fluctuaciones hormonales. La opinión predominante sobre el papel del estrógeno en el cáncer de mama es que actúa como catalizador del crecimiento del cáncer porque estimula la división y proliferación del tejido mamario, un proceso que conlleva el riesgo de mutaciones cancerígenas. El nuevo trabajo, sin embargo, demuestra que el estrógeno causa estragos de una forma mucho más directa.

«Nuestro trabajo demuestra que el estrógeno puede inducir directamente reordenamientos genómicos que conducen al cáncer, por lo que su papel en el desarrollo del cáncer de mama es a la vez el de un catalizador y una causa», señala el primer autor del estudio Jake Lee, un exbecario de investigación en el laboratorio de Park que ahora es becario de oncología médica en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Aunque el trabajo no tiene implicaciones terapéuticas inmediatas, podría servir de base para el diseño de pruebas de seguimiento de la respuesta al tratamiento y ayudar a los médicos a detectar la reaparición de tumores en pacientes con antecedentes de determinados cánceres de mama.

Ya se sabe que el estrógeno estimula el crecimiento del cáncer de mama al favorecer la proliferación de las células mamarias. Sin embargo, las nuevas observaciones arrojan una luz diferente sobre esta hormona.

Muestran que el estrógeno es un personaje más central en la génesis del cáncer porque altera directamente el modo en que las células reparan su ADN.

Los hallazgos sugieren que los fármacos supresores de estrógenos como el tamoxifeno -que suelen administrarse a pacientes con cáncer de mama para prevenir la recidiva de la enfermedad- actúan de una manera más directa que la simple reducción de la proliferación de las células mamarias.

«A la luz de nuestros resultados, proponemos que estos fármacos también pueden impedir que el estrógeno inicie reordenamientos genómicos cancerígenos en las células, además de suprimir la proliferación celular mamaria», afirma Lee.

El estudio podría mejorar las pruebas de detección del cáncer de mama. Por ejemplo, la detección de la huella genómica del reordenamiento cromosómico podría alertar a los oncólogos de que la enfermedad de una paciente está reapareciendo, señaló Lee.

Un método similar de seguimiento de la recaída de la enfermedad y la respuesta al tratamiento ya se utiliza ampliamente en cánceres que albergan translocaciones cromosómicas críticas, como ciertos tipos de leucemias.

En términos más generales, el trabajo subraya el valor de la secuenciación del ADN y el análisis minucioso de los datos para profundizar en la biología del desarrollo del cáncer, señalan los investigadores.

«Todo empezó con una simple observación. Nos dimos cuenta de que el complejo patrón de mutaciones que vemos en los datos de secuenciación del genoma no puede explicarse con el modelo de los libros de texto –recuerda Park–. puede resultar ser una pieza que faltaba desde hace tiempo en el rompecabezas del cáncer de mama, Pero ahora que hemos encajado el rompecabezas, todos los patrones tienen sentido a la luz del nuevo modelo. Esto es inmensamente gratificante».

Mayo 18/2023 (IMMédico) – Tomado de Obstetricia y Ginecología, Oncología  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

 

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El paciente mayor y pluripatológico es un perfil habitual en la consultas de los médicos internistas y, probablemente, “el que más puede beneficiarse de los avances terapéuticos, que implican mayor seguridad en los fármacos y más eficacia”, apunta José María Galván, adjunto del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid.

Por ello, “no debemos excluirles de esos avances por ser mayores o por tener más enfermedades, al contrario, hay que priorizarlos para su administración”.

Así resumen este especialista el mensaje de unas jornadas científicas donde se ha revisado la práctica clínica en algunas de las enfermedades que los internistas atienden con más frecuencia.

Con la peculiaridad de que los ponentes de estas I Jornadas de Actualización en Medicina Interna han sido residentes (R4 y R5) del Servicio de Medicina Interna del hospital madrileño.

Residentes ‘expertos’

Bajo la dirección científica de Carmen Suárez, y con la organización de Miguel Martínez, Carmen Sáez y José María Galván, este encuentro se beneficia de un sistema de formación con el que se busca favorecer una carrera investigadora y asistencial. Galván considera que se trata de una fórmula poco habitual en los centros hospitalarios: “Durante la residencia, a partir del tercer año, se asigna a cada médico un tema de interés, en el que tendrán que profundizar y del que serán una especie de abanderados, con todo lo que ello supone”, desde una actualización exhaustiva a una mayor implicación en potenciales ensayos clínicos.

El también responsable de la consulta de diagnóstico rápido del Servicio describe cómo a través de sesiones específicas, los residentes ponen en común los conocimientos adquiridos, pero este año por primera vez se ha abierto a un auditorio externo, algo que esperan poder repetir en sucesivas convocatorias.

Los residentes como ponentes de las jornadas han “bajado a tierra” las principales novedades de aspectos de la práctica clínica tan diversos como las vasculitis primarias de pequeño vaso; el uso de la vía subcutánea en los cuidados paliativos; el pronóstico en la pluripatología, y el manejo de las encefalopatías, por mencionar algunos de los temas abordados.

VIH en pacientes no tan jóvenes

El manejo del paciente con VIH, otro perfil habitual para el internista es, tal como se expuso en la actualización a cargo de Aresio Sancha, todo un desafío a medida que aumenta la edad media y las comorbilidades.

Galván advierte de que “tenemos la idea de que los pacientes con VIH son personas jóvenes, pero la realidad es que muchos de los nuevos diagnósticos, como, por supuesto, aquellos donde se detectó la infección hace tiempo se encuentran en su cuarta o quinta década de vida. Son pacientes que presentan todo un reto de cronicidad”, afirma en alusión al riesgo de osteoporosis y de enfermedades cardiovasculares que suele confluir en estos pacientes, así como de trastornos por abuso de sustancias tóxicas o de otras enfermedades de transmisión sexual diferentes al VIH, y que, sobre todo, requieren de una adecuada organización con atención primaria y otras especialidades.

Riesgo cardiovascular e insuficiencia cardiaca

En las jornadas también salió a la palestra la importancia de optimizar la adherencia a los tratamientos para la hipertensión arterial (HTA), patología cuya actualización corrió a cargo de Carlos Rodríguez. Y Jesús Álvarez abordó, entre otros temas relativos al manejo de la insuficiencia cardiaca, cómo se están integrando algunas novedades terapéuticas, en concreto, los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), cuyo papel beneficioso en pacientes con fracción de eyección conservada, además de en aquellos con diabetes y/o con enfermedad renal crónica, avala un uso cada vez más amplio.

Mayo 18/2023 (Diario Médico) – Tomado de Médico Joven – Jornadas de Actualización Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

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