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El uso de medicamentos para tratar la depresión durante el embarazo puede incidir en los cambios cerebrales del bebé, advierte una investigación estadounidense publicada en JAMA Pediatrics.
Los autores se plantearon esa tesis luego de analizar las imágenes del órgano central de nuestro sistema nervioso de 16 recién nacidos de gestantes que habían utilizado inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) como antidepresivos.
También, examinaron a 21 bebés de mujeres con depresión sin controlar en el embarazo y 61 de féminas sin ese padecimiento.
Como resultado, los bebés de las mujeres que consumieron los ISRS tenían más grande las regiones cerebrales encargadas de procesar emociones que las de los otros dos grupos.
Según Jiook Cha, uno de los autores, de acuerdo con nuestro estudio y los de otros equipos, podemos decir con algo de certeza que los ISRS influyen en el desarrollo del cerebro fetal.
Como no sabemos qué interviene exactamente en el desarrollo cognitivo y emocional de los bebés en el largo plazo, se necesitan más estudios para conocerlo, consideró.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
La agencia sanitaria de la ONU estima que entre dos y cuatro de cada diez mujeres sufren esa dolencia durante la gestación o en el periodo postparto, de ahí la importancia de controlarla para mejorar la salud de la mujer y del bebé.
abril 25/2018 (PL)