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Los deportistas jóvenes que lanzan más de 100 pelotas por semana se arriesgan a una dolorosa lesión por uso excesivo que puede dañar el desarrollo normal del hombro, advierte una investigación reciente.
La lesión se conoce como apofisiolisis acromial, y los investigadores dijeron que puede conducir a problemas adicionales, como desgarros en el manguito rotatorio.
«No hay problema con que los adolescentes realicen lanzamientos en el béisbol. El problema es exagerar», señaló el Dr. Johannes Roedl, radiólogo de la división musculoesquelética del Hospital de la Universidad de Thomas Jefferson, en Filadelfia.
«Animo a los padres a hacer que sus hijos jueguen deportes, pero no hagan que sus hijos realicen repetitivamente los mismos movimientos, uno de los cuales es el lanzamiento», aconsejó Roedl.
El acromion, que forma el hueso en la parte superior del hombro, se desarrolla de la fusión de cuatro huesos individuales en la adolescencia. Pero Roedl encontró que las lesiones por uso excesivo del acromion antes de los 25 años se vinculaban con una fusión incompleta posteriormente.
Para el estudio, que aparece en la revista Radiology (doi.org/10.1148/radiol.14140587), los investigadores observaron los expedientes de más de 2300 pacientes de ambos sexos que tenían entre 15 y 25 años de edad. Todos se habían sometido a IRM entre 1998 y 2012 tras quejarse de dolor de hombro. La mayoría eran lanzadores de béisbol o softbol.
Cerca del tres por ciento sufrían de dolor en la parte superior del hombro, y una fusión incompleta del acromion. Roedl comparó a esos pacientes con un grupo similar de la afección, y estudió sus antecedentes de lanzamientos.
Lanzar más de 100 lanzamientos por encima de la cabeza por semana fue un factor de riesgo sustancial para contraer la afección, advirtió.
De los que tenían una lesión por uso excesivo, el 40 % dijeron que habían realizado más de cien lanzamientos de pelotas a la semana. En el grupo de comparación, apenas el 8 % habían lanzado tanto.
Todos los jugadores lesionados dejaron de lanzar durante tres meses. Uno se sometió a cirugía, y los demás recibieron antiinflamatorios no esteroides.
Se realizaron IRM o radiografías al menos dos años después, cuando los jugadores habían cumplido los 25 años. Mientras que el 86 % de los jugadores con una lesión por uso excesivo tenían una fusión incompleta del acromion, lo mismo sucedió en apenas un 4 % de los jugadores sanos.
Más de dos terceras partes del grupo de uso excesivo también habían sufrido de desgarros del manguito rotatorio, frente al 29 % de los demás, y los desgarros eran más graves en el grupo de uso excesivo, halló el estudio.
Aunque este inconveniente no es común, puede ser un problema, advirtió el Dr. Michael Shepard, cirujano ortopédico del Instituto Ortopédico del Hospital de Hoag en Newport, California, y médico de equipo de los Angels of Anaheim de Los Ángeles.
El mensaje final es claro: evitar lanzar en exceso, planteó Shepard, que no participó en el estudio.
Las lesiones por uso excesivo son comunes en los estados cálidos, donde muchos niños juegan béisbol y otros deportes durante todo el año, comentó.
«No deje que su hijo juegue pelota todo el año, y tampoco que lance todo el año», aconsejó. «Haga que jueguen en general menos de nueve meses. Y que lancen menos de seis meses».
Generalmente, los profesionales tienen tres meses de descanso, anotó.
El Dr. Craig Spurdle, cirujano ortopédico del Hospital Pediátrico de Miami, en Florida, se mostró de acuerdo en que jugar todo el año no es buena idea.
Que 100 lanzamientos se consideren como pocos o demasiados «depende de la edad», dijo Spurdle, que no participó en el estudio.
El Instituto Americano de Medicina Deportiva (American Sports Medicine Institute) dice que los lanzadores de 15 a 18 años no deben jugar más de dos partidos por semana, y que deben limitar los lanzamientos a 50 por partido.
octubre 15/2014 (Medlineplus)
Roedl JB, Morrison WB, Ciccotti MG, Zoga AC.Acromial Apophysiolysis: Superior Shoulder Pain and Acromial Nonfusion in the Young Throwing Athlete.Radiology. 2014 Oct 14