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Científicos españoles explican por primera vez cuáles son los mecanismos biológicos que se esconden detrás de las propiedades de algunos alimentos
CIBER/DICYT Varios equipos del CIBEROBN liderados por la Universitat Rovira i Virgili- IISPV han demostrado por primera vez cuál es el proceso mediante el cual las legumbres ayudan a reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Las legumbres se caracterizan por su contenido en proteínas vegetales, fibra, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Son un alimento típico de la dieta mediterránea y su consumo se ha asociado a un menor riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, obesidad o diabetes. Sin embargo, hasta el momento ningún estudio había descubierto cuáles son los mecanismos biológicos que se esconden detrás de estas asociaciones.
Las ciencias ómicas, como en el caso de la metabolómica, han permitido entender mejor los procesos biológicos involucrados en los efectos derivados del consumo de algunos alimentos sobre el organismo, como el café, el aceite de oliva o la carne. Sin embargo, hasta ahora no se había identificado la huella metabolómica -pequeñas moléculas resultantes del consumo de alimentos y vías metabólicas implicadas- de las legumbres y su relación con el riesgo de padecer diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.
El equipo investigador, en colaboración con científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard University y la Universidad de Navarra, estudió muestras de sangre de 1.833 individuos mayores con alto riesgo cardiovascular procedentes del ensayo clínico PREDIMED. A partir de estas muestras se evaluó el consumo de alimentos al inicio del estudio y después de un año de seguimiento. A partir de métodos estadísticos avanzados de aprendizaje automático (Machine learning) se identificó un patrón molecular del consumo de legumbres. La investigación mostró que aquellos individuos que comían más legumbres también presentaban un patrón más alto de adherencia a la dieta mediterránea, con mayor consumo de lácteos, verduras y frutas y una menor ingesta de carne y cereales.
Estos métodos utilizados no sólo permiten identificar vías metabólicas relacionadas con la diabetes y enfermedades metabólicas, sino que confirman la importancia que tiene la alimentación en patologías de larga duración y abre nuevas vías de investigación para desarrollar posibles fármacos y tratamientos preventivos.
La huella metabolómica en sangre estaba formada por 40 metabolitos, entre los que destacan varias clases de lípidos, y ésta se relacionó con un 23% menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Estos resultados “muestran la importancia que tiene el consumo de legumbres para la salud y, en especial, en la prevención de esta enfermedad”, indica el equipo investigador. Además, los metabolitos identificados en el estudio «nos ayudan a comprender mejor las vías metabólicas relacionadas con su consumo y su posible implicación en la fisiopatología de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares», añaden.
Los resultados de este trabajo se han publicado en la revista científica Cardiovascular Diabetology y lo encabezó el investigador predoctoral Hernando J. Margara Escudero bajo la dirección del equipo de investigación de la URV-IISPV formado por Indira Paz Graniel, Jesús García Gavilán, Nancy Babio y Jordi Salas-Salvadó. Todos son miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.
Ver artículo: Margara Escudero HJ, Paz Graniel I, García Gavilán J, Ruiz Canela M, Sun Q, et al. Plasma metabolite profile of legume consumption and future risk of type 2 diabetes and cardiovascular disease. Cardiovascular Diabetology[Internet].2024[citado 03 mar 2024];23. DOI https://doi.org/10.1186/s12933-023-02111-z
16 febrero 2024| Fuente: Dicyt.com| tomado de | Alimentación
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Madrugador o noctámbulo, todo el mundo aprecia una buena noche de sueño. Pero a pesar de las mejores intenciones, el sueño de calidad puede eludirnos, a veces hasta el punto en que puede contribuir a graves problemas de salud.
Un estudio pionero en el mundo de la Universidad de Australia del Sur muestra que dormir bien por la noche está relacionado con la forma en que estructura su día, con el ejercicio en el centro de la calidad del sueño. El estudio examinó diferentes componentes del uso del tiempo y diferentes aspectos del sueño entre 1168 niños (edad promedio de 12 años) y 1360 adultos (sus padres, edad promedio de 44 años, principalmente madres) el estudio encontró que los niños y adultos con niveles más altos de actividad física moderada a vigorosa tenían menos problemas de sueño, menos cansancio y mejor calidad de sueño.
Las pautas australianas indican que la mayoría de los adultos necesitan alrededor de ocho horas de sueño por noche, mientras que los niños y adolescentes requieren de 8 a 11 horas.
La Dra. Lisa Matricciani, investigadora de la Universidad de Australia del Sur, enfatiza que comprender los factores que afectan la calidad del sueño es vital para la buena salud y el bienestar. A pesar de lo que sabemos sobre el sueño, muchas personas todavía luchan por lograr una buena noche de sueño, según el Dr. Matricciani.
Cuando las personas piensan en la calidad del sueño, tienden a centrarse en los ajustes inmediatamente antes de acostarse, por ejemplo, evitar las pantallas, no comer demasiado y evitar el alcohol, pero nuestra investigación mira más allá de esto a la gama de actividades que realizamos durante el día.
Lo que encontramos es que nuestras actividades diurnas están vinculadas a diferentes aspectos de nuestro sueño, desde la calidad del sueño, la eficiencia del sueño (cuánto tiempos pasas en la cama cuando realmente estás dormido) y la cantidad total de sueño que tenemos, hasta los niveles de cansancio durante el día y cuándo elegimos irnos a la cama.
A veces, las actividades que elegimos pueden desplazar directamente el sueño, piense en los niños que juegan videojuegos hasta altas horas de la noche, pero otras veces, es la forma en que pasamos nuestras horas diurnas.
En este estudio creamos diferentes simulaciones para ver cómo los aspectos de extensión y restricción del tiempo se relacionaban con diferentes aspectos del sueño.
Descubrimos que, si los niños y los adultos aumentaban la actividad física de moderada a vigorosa, se sentirían menos cansados, tendrían menos problemas de sueño y un sueño de mejor calidad.
Curiosamente, el simple hecho de dedicar más tiempo al sueño predijo un sueño más inquieto.
Todo el mundo quiere dormir bien por la noche. Si se trata simplemente de ser más activo durante el día, entonces puede ser un objetivo relativamente alcanzable para la mayoría de nosotros».
Ver artículo: Matricciani L, Dumuid D, Stanford T, Maher C, Bennett P, Bobrovskaya L, et al. Time use and dimensions of healthy sleep: A cross-sectional study of Australian children and adults. The Lancet Healthy Longevity [Internet].2024[citado 03 mar 2024]. https://doi.org/10.1016/j.sleh.2023.10.012
29 febrero 2024| Fuente: EureKalert| Tomado de | Comunicado de prensa
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Identificar todas las causas de los síntomas de la Covid persistente es esencial para la prevención y el tratamiento específicos, evitar consecuencias a largo plazo y determinar las necesidades de rehabilitación de las personas afectadas.
El papel que pueden jugar procesos alérgicos como factor de riesgo de la Covid persistente no está claro y aún no se ha examinado en profundidad. De ahí que investigadores del Instituto de Medicina Social e Investigación de Sistemas de Salud en Alemania propusieron revisar y evaluar sistemáticamente la evidencia epidemiológica sobre las asociaciones entre afecciones alérgicas preexistentes y Covid persistente para informar la investigación etiológica.
Los resultados del metanálisis, según publica la revista ´Clinical & Experimental Allergy´, reveló que el asma preexistente medida en poblaciones hospitalarias y la rinitis preexistente se asociaron significativamente con una mayor incidencia de COVID persistente.
El asma fue la enfermedad alérgica preexistente más común medida por separado en un total de 12 estudios, y un solo de ellos analizó las enfermedades alérgicas en general. El asma y la rinitis pueden aumentar el riesgo de COVID prolongado, pero la certeza de la evidencia es muy baja», según los investigadores. Por lo tanto, se necesita una investigación epidemiológica más sólida para aclarar el papel de la alergia en el desarrollo dicho trastorno.
Y es que, como apuntaron, «identificar todas las causas de los síntomas de la Covid persistente es esencial para la prevención y el tratamiento específicos, evitar consecuencias a largo plazo y determinar las necesidades de rehabilitación de las personas afectadas. Asimismo, “necesitamos una definición mejor y armonizada de lo que se considera COVID persistente para estudios epidemiológicos de este tipo. Independientemente de ello, actualizaremos nuestro análisis una vez que se hayan publicado más estudios en los próximos meses», explicó el autor correspondiente, prof. Christian Apfelbacher, del Instituto de Investigación en Medicina Social y Sistemas de Salud, en Alemania.
Para concluir, sugirieron que las personas con asma o rinitis pueden tener un mayor riesgo de padecer Covid persistente después de la infección por SARS-CoV-2. «La evidencia de estas asociaciones es muy incierta, por lo que se necesita una investigación epidemiológica más sólida para aclarar el papel de la alergia en la etiología de dicho trastorno», según indicaron.
Ver artículo: Wolff D, Drewitz P, Ulrich A, Siegels D, Deckert S, Sprenger AA, et al. Allergic diseases as risk factors for Long-COVID symptoms: Systematic review of prospective cohort studies. Clinical & Experimental Allergy. 2023; 53(11) : 1162-1176 . https://doi.org/10.1111/cea.14391
8 noviembre 2023| Fuente: IMMédico| Tomado de | Noticia
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La soledad que a menudo experimentan las personas mayores en nuestra sociedad tiene un efecto negativo en su salud física, según investigadores de la UMC de Ámsterdam y la Universidad de Glasgow. Emiel Hoogendijk, epidemiólogo de Salud Pública de Ámsterdam, analizó los resultados de la investigación de más de 130 estudios y descubrió que la soledad conducía a un aumento de la fragilidad física, lo que a su vez aumenta el riesgo de resultados adversos para la salud como depresión, caídas y deterioro cognitivo. Estos resultados se publican hoy en The Lancet Healthy Longevity.
Recientemente, y especialmente durante la pandemia de COVID-19, se ha prestado más atención a los posibles efectos nocivos de la soledad y el aislamiento social en la salud de las personas mayores. Queríamos ver hasta dónde llegaban estos efectos y vimos que todo tipo de reducción del funcionamiento social, como la soledad, el aislamiento social y la falta de apoyo social, se asociaban con el deterioro físico en los adultos mayores», dice Hoogendijk.
Dirigidos por Peter Hanlon, investigador clínico de la Universidad de Glasgow, junto con investigadores de la UMC de Ámsterdam, Canadá, Australia y Suecia, los investigadores analizaron la relación entre el funcionamiento social y la fragilidad física en adultos mayores. «La fragilidad se refiere a muchas formas diferentes de deterioro físico, como la pérdida de peso, la reducción de la velocidad al caminar y la disminución de la fuerza muscular. Todo esto puede tener un efecto, por ejemplo, en la probabilidad de que te caigas», dice Hanlon.
Investigaciones anteriores ya han indicado que la fragilidad puede conducir a una disminución del contacto social: «En algunos casos, la vulnerabilidad física también puede hacer que las personas pierdan contactos sociales o se sientan más solas, por ejemplo, porque se vuelven menos móviles», dice Hoogendijk. Esta investigación muestra que esta relación también se puede revertir, con una disminución en el contacto social que conduce a la fragilidad.
El deterioro del funcionamiento social puede tener efectos nocivos para la salud, y el Cirujano General de EE.UU. afirmó el año pasado que la soledad es tan dañina como fumar 15 cigarrillos al día. «Sabemos que las personas con sentimientos de soledad o con falta de contactos sociales tienen un mayor riesgo de, entre otras, depresión y diversas enfermedades crónicas. Por ejemplo, la falta de contacto social puede tener un efecto directo en el sistema inmunológico, pero también puede tener un efecto indirecto en la salud, por ejemplo, a través de un estilo de vida poco saludable. Queremos hacer más investigaciones sobre esto en el próximo período», dice Hoogendijk.
El deterioro del funcionamiento social y físico a menudo ocurre al mismo tiempo. «Las personas mayores que son físicamente vulnerables a menudo también tienen que lidiar con un deterioro en el funcionamiento social y mental. Como estamos cuidando a los adultos mayores, debemos prestar atención a todos estos aspectos», dice Hanlon. Y concluye: «La soledad, por ejemplo, no es un problema fácil de resolver. Sin embargo, cada vez hay más conocimiento disponible sobre posibles intervenciones efectivas, incluidas actividades que apoyen a las personas mayores para aumentar sus conexiones sociales».
Ver artículo: Hanlon P, Wighman H, Politis M, Kirkpatric S, Jones C, Andrew M, et al. The relationship between frailty and social vulnerability: a systematic review. The Lancent Healthy Longevity[Internet]. 2024[citado 03 mar 2024]; 5(3): e 214-E226. DOI:https://doi.org/10.1016/S2666-7568(23)00263-5
29 febrero 2024| Fuente: EureKalert| Tomado de | Comunicado de prensa
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1 de marzo de 2024, Port St. Lucie, Florida: Investigadores de la Clínica Cleveland han descubierto un mecanismo clave utilizado por el virus del herpes asociado al sarcoma de Kaposi (KSHV), también conocido como herpesvirus humano 8 (HHV8), para inducir cáncer. La investigación apunta a nuevas opciones de tratamiento eficaces para los cánceres asociados al KSHV, como el sarcoma de Kaposi, el linfoma de derrame primario y la enfermedad de Castleman multicéntrica asociada al HHV8.
El virus herpes asociado al sarcoma de Kaposi (KSHV), activa una vía específica para impulsar la infección viral persistente y el crecimiento celular, allanando el camino para la formación de tumores.
Nuestros hallazgos tienen implicaciones significativas: los virus causan entre el 10% y el 20% de los cánceres en todo el mundo, un número que aumenta constantemente a medida que se realizan nuevos descubrimientos. El tratamiento de los cánceres inducidos por el virus con terapias estándar contra el cáncer puede ayudar a reducir los tumores que ya están allí, pero no soluciona el problema subyacente del virus», dijo Jun Zhao, Ph.D., del Centro de Investigación e Innovación de la Florida de la Clínica Cleveland. «Comprender cómo los patógenos transforman una célula sana en una célula cancerosa descubre vulnerabilidades explotables y nos permite fabricar y reutilizar medicamentos existentes que pueden tratar eficazmente las neoplasias malignas asociadas a virus».
El estudio de Nature Communications, dirigido por el Dr. Zhao, revela que KSHV manipula dos enzimas humanas llamadas CDK6 y CAD para remodelar la forma en que las células humanas producen nuevos nucleótidos, los componentes básicos del ADN y el ARN, y procesan la glucosa. Los cambios en la forma en que crecen las células infectadas y la persistencia del KSHV ponen a las células en un riesgo mucho mayor de formar tumores y desempeñan un papel crucial en la causa del cáncer.
El equipo demostró que el virus activa una vía específica que impulsa el metabolismo y la proliferación celular. La inhibición de este proceso con los medicamentos existentes para el cáncer de mama aprobados por la FDA redujo la replicación del KSHV, bloqueó la progresión del linfoma y redujo los tumores existentes en modelos preclínicos.
Al igual que otros herpesvirus, el KSHV a menudo no presenta síntomas al principio y permanece en el cuerpo después de la infección primaria. El virus permanece latente, suprimido por el sistema inmunitario. Sin embargo, el KSHV puede reactivarse cuando la inmunidad se debilita, como en las personas mayores, las personas con VIH/SIDA y los receptores de trasplantes. En estos grupos de alto riesgo, el virus ahora activo puede desencadenar cánceres agresivos.
Los cánceres inducidos por KSHV son de acción rápida, agresivos y difíciles de tratar. Se estima que el 10% de las personas en América del Norte y el norte de Europa tienen KSHV, pero esto se extiende por todo el mundo. Se estima que más del 50% de las personas en partes del norte de África tienen el virus. Los expertos estiman que estas tasas son más altas, ya que el KSHV a menudo no se diagnostica debido a la falta de síntomas. Estos hallazgos tienen implicaciones que van más allá de KSHV; los investigadores pueden aplicar el conocimiento sobre el KSHV a otros virus asociados con el cáncer que podrían usar el mismo proceso para causar cáncer.
Para comprender los procesos metabólicos de las células y descubrir las vulnerabilidades del virus, el Dr. Zhao colaboró con Michaela Gack, Ph.D., directora científica del Centro de Investigación e Innovación de Florida.
Las células cancerosas que se replican rápidamente reprograman el metabolismo para impulsar el crecimiento. Mientras tanto, la mayoría de los virus no pueden producir energía o las moléculas necesarias por sí mismos, por lo que dependen de las células humanas para que hagan el trabajo por ellos. El equipo descubrió que el virus se apodera de la proteína huésped CDK6 y CAD, lo que hace que las células infectadas produzcan metabolitos adicionales, lo que permite una replicación más rápida del virus y una proliferación descontrolada de las células.
Ver artículo: Wan Q, Tavakoli L, Yu Anrew, Zhou R, Liu Q, Feng S, et al. DHijacking of nucleotide biosynthesis and deamidation-mediated glycolysis by an oncogenic herpesvirus. Nature Communications[Internet].2024[citado 2 mar 2024],15(1442). DOI https://doi.org/10.1038/s41467-024-45852-5
01 marzo| Fuente: EureKalert| Tomado de | Comunicado de prensa
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Un suplemento de zumo de remolacha reduce la presión arterial y mejora la capacidad de ejercicio en personas con EPOC.
Un tratamiento de 12 semanas con un suplemento diario de zumo de remolacha para personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) redujo la presión arterial y mejoró la distancia que los pacientes podían caminar en seis minutos, según un estudio publicado en el ´European Respiratory Journal´.
La EPOC, que incluye la bronquitis crónica y el enfisema, es una enfermedad pulmonar grave que afecta a unos 400 millones de personas en todo el mundo. Provoca dificultades respiratorias y limita gravemente la capacidad de actividad física de las personas. También aumenta el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
La nueva investigación comparó un suplemento de zumo de remolacha concentrado con alto contenido en nitratos con un placebo de zumo de remolacha con el mismo aspecto y sabor, pero sin nitratos.
El estudio fue realizado por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido), dirigidos por el profesor Nicholas Hopkinson. «Existen algunas pruebas de que el zumo de remolacha como fuente de suplementos de nitrato podría ser utilizado por los atletas para mejorar su rendimiento, así como algunos estudios a corto plazo sobre la presión arterial», explica.
«Unos niveles más altos de nitrato en la sangre pueden aumentar la disponibilidad de óxido nítrico, una sustancia química que ayuda a relajar los vasos sanguíneos –prosigue–. También aumenta la eficacia de los músculos, lo que significa que necesitan menos oxígeno para realizar el mismo trabajo».
En el nuevo estudio participaron 81 personas con EPOC que recibían tratamiento en el Hospital Royal Brompton de Londres (Reino Unido) y cuya presión arterial sistólica era superior a 130 milímetros de mercurio (mmHg). La presión arterial sistólica es el nivel más alto que alcanza la tensión arterial cuando late el corazón, y el intervalo ideal oscila entre 90 y 120 mmHg. Además de controlar la tensión arterial de los pacientes, los investigadores evaluaron la distancia que podían caminar en seis minutos al principio y al final del estudio.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir durante 12 meses el suplemento de remolacha rico en nitratos (70 mililitros de zumo de remolacha concentrado que contenían 400 miligramos de nitrato una vez al día) o el placebo.
Los investigadores descubrieron que los que tomaron el suplemento rico en nitratos experimentaron una reducción media de la presión arterial sistólica de 4,5 mmHg en comparación con los que tomaron el placebo. También se observó un aumento medio de unos 30 metros en la distancia que los pacientes podían caminar en seis minutos en el caso de los que tomaban el zumo de remolacha rico en nitratos.
Según el profesor Hopkinson, «al final del estudio, comprobamos que la presión arterial de las personas que tomaban la bebida de zumo de remolacha rica en nitratos era más baja y sus vasos sanguíneos se volvían menos rígidos. El zumo también aumentó la distancia que las personas con EPOC podían caminar en seis minutos en comparación con el placebo».
«Se trata de uno de los estudios de mayor duración realizados hasta ahora en este campo –resalta–. Los resultados son muy prometedores, pero deberán confirmarse en estudios más amplios y a más largo plazo.»
El profesor Apostolos Bossios, del Instituto Karolinska y el Hospital Universitario Karolinska de Estocolmo (Suecia), que dirige la asamblea de enfermedades de las vías respiratorias de la Sociedad Respiratoria Europea y no participó en la investigación, recuerda que «la EPOC no tiene cura, por lo que existe una necesidad acuciante de ayudar a los pacientes a vivir lo mejor posible con esta enfermedad y reducir su riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares».
«En general, los pacientes que participaron en este ensayo consideraron aceptable el suplemento de zumo de remolacha y observaron beneficios en la presión arterial y la movilidad –indica–. Esto sugiere que pueden notar mejoras en la vida cotidiana y que deberían tener un menor riesgo de cardiopatía e ictus, pero tendremos que estudiar a los pacientes durante más tiempo para confirmar si es así».
Ver artículo: Webb AJ. Every beet you take: lowering systolic blood pressure and improving vascular function/exercise capacity via the dietary nitrate–nitrite–NO pathway in patients with COPD. European Respiratory Journal[Internet]. 2024[citado 2 mar 2024] 2302238. DOI: 10.1183/13993003.02238-2023
20 diciembre 2023| IMMédico| Tomado de | Noticia