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Las personas mayores con enfermedad renal tienen un mayor riesgo de demencia, y el riesgo aumenta con el ritmo y la fase de deterioro de la función renal, según un amplio estudio observacional realizado por investigadores del Instituto Karolinska de Suecia y publicado en la revista Neurology.
Los resultados subrayan la importancia de la detección y el seguimiento de la demencia en personas con enfermedades renales, dicen los investigadores.
«Nuestro estudio subraya la importancia de la baja función renal como posible factor de riesgo de demencia poco reconocido , afirma el coautor Juan Jesús Carrero, profesor del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska También muestra que el riesgo de demencia probablemente atribuido a la enfermedad renal es similar o mayor que el observado para otros factores de riesgo bien establecidos para la demencia, incluyendo la enfermedad cardiovascular y la diabetes».
La demencia es el deterioro progresivo de la cognición y el funcionamiento más allá del proceso normal de envejecimiento. Se produce sobre todo en la vejez, con una prevalencia global estimada del 5 al 7 % en los mayores de 60 años. La demencia se asocia a un mal estado de salud en general y a un mayor riesgo de muerte, aunque las estrategias de tratamiento son limitadas. Actualmente, la identificación de los factores de riesgo potencialmente modificables es una de las pocas estrategias viables para prevenir la demencia.
La enfermedad renal crónica, una reducción persistente de la función renal, también es muy común entre los adultos mayores, con una prevalencia global en la población del 25-40 por ciento dependiendo de la edad. Incluso una reducción leve de la función renal se asocia a un mayor riesgo de otras enfermedades. Estudios anteriores de menor envergadura han examinado la relación entre la enfermedad renal y la demencia, pero han encontrado resultados contradictorios.
En este estudio sueco de más de 325 000 individuos de 65 años o más, los investigadores encontraron una clara relación entre una función renal deficiente y la probabilidad de recibir un diagnóstico de demencia durante el seguimiento. En total, se detectaron casi 19 000 casos de demencia (5,8 %) durante una media de seguimiento de cinco años.
Cuanto menor era la función de los riñones, mayores eran las tasas de incidencia de la demencia. Un descenso más rápido de la función renal en el plazo de un año también se relacionó con un mayor riesgo posterior de demencia.
«Este es, hasta donde sabemos, el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre la función renal y la demencia, superando en varias veces el tamaño de la muestra de todos los estudios anteriores combinados y evaluando todo el espectro de la función renal», destaca Juan Jesús Carrero.
Los investigadores utilizaron los datos del proyecto Stockholm CREAtinine Measurements (SCREAM), una cohorte de utilización de la asistencia sanitaria que incluye a todos los residentes de Estocolmo que se sometieron a pruebas de creatinina durante 2006-2011.
La creatinina es un producto de desecho de los músculos que los riñones eliminan de la sangre y liberan en la orina. Se utiliza en combinación con otros factores, como la edad y el sexo, para calcular la llamada tasa de filtración glomerular estimada (TFGe), que suele utilizarse para determinar la función renal.
Una TFGe de 90 ml/min o superior se considera normal en la mayoría de las personas sanas. Estos datos se combinaron con otros registros sobre la utilización de la asistencia sanitaria, incluidos los relativos a los diagnósticos y tratamientos de la demencia.
Tras ajustar los posibles factores de confusión, los investigadores llegaron a la conclusión de que una puntuación de TFGe de 30-59 ml/min se asociaba a un aumento del 71 % del riesgo de demencia, mientras que una puntuación de TFGe inferior a 30 ml/min se asociaba a más del doble de riesgo de demencia, en comparación con una puntuación de TFGe normal.
«Aunque no podemos determinar la causalidad basándonos en estos hallazgos, nuestro análisis sugiere que hasta un 10 por ciento de los casos de demencia podrían atribuirse a la enfermedad renal crónica», afirma el autor correspondiente Hong Xu, investigador postdoctoral del Departamento de Neurobiología, Ciencias de la Atención y Sociedad del Instituto Karolinska.
«Esperamos que nuestros hallazgos puedan ayudar a los responsables de las políticas sanitarias a desarrollar e implementar estrategias apropiadas para el cribado y seguimiento de la demencia en personas con enfermedad renal y viceversa, así como ayudar a la planificación de los servicios sanitarios», concluye.
mayo 06/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.