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La población de las Américas ha ganado 16 años de vida como promedio en los últimos 45 años. Ahora una persona que nace en nuestro continente puede vivir hasta los 75 años, casi cinco años más que el promedio mundial. Read more
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Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han destacado la eficacia de la vacunación contra la gripe en personas mayores para prevenir casos de mayor gravedad por causa de este virus. El trabajo, cuyos resultados publica el Canadian Medical Association Journal (CMAJ), ha sido liderado por la investigadora de la Universidad de Barcelona Ángela Domínguez. Read more
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La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno neurodegenerativo que conlleva, entre otras manifestaciones, una afectación progresiva de alteraciones cognitivas, como la memoria y el lenguaje, así como de alteraciones conductuales. Además de las terapias farmacológicas no curativas, la terapia con música viene asentándose en los últimos años como una terapia no farmacológica eficaz para paliar muchas de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Read more
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Científicos del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas del Hospital Sant Pau de Barcelona (IIB Sant Pau) han identificado los mecanismos por los que la enzima lipasa hepática, asociada con la presencia de alteraciones metabólicas, obesidad y el desarrollo de esteatosis hepática (hígado graso), causa acumulación de lípidos hepáticos y el desarrollo de adiposidad. Read more
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Investigadores del grupo CTS-158 GALENO de la Universidad de Cádiz, dirigidos por el profesor José Castro Piñero, han trabajado durante tres años en un importante estudio multicéntrico basado en analizar la influencia de la actividad física en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, un trabajo para el que han tenido en cuenta factores ambientales, nutricionales, emocionales, genéticos, entre otros.
La principal novedad de este estudio reside en el hecho de que el grupo de individuos analizados ha estado formado por 230 niños, de entre 6 y 10 años, de 18 centros escolares de la provincia de Cádiz.
Para entender mejor la importancia de este trabajo y de sus resultados, se debe destacar que hasta la fecha existían diversas publicaciones realizadas en este sentido sobre adultos y adolescentes, pero ninguna en niños de 6 a 10 años. De esta forma, los investigadores de la Universidad de Cádiz, junto con la Universidad de Granada, la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid, han centrado sus esfuerzos en la elaboración de unos puntos de corte de capacidad aeróbica, tanto para niños como para niñas de entre 6 y 10 años, que ayudarán a determinar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en esta franja de edad.
«Gracias a la gran cantidad de información recogida a lo largo de estos tres años, se han podido establecer una serie de puntos de corte que, además de ayudarnos a hacer perfiles, nos han posibilitado el ir un paso más allá y comprobar que el nivel de capacidad aeróbica que tiene el niño a los 6 años, por ejemplo, determina su nivel de riesgo cardiovascular dentro de dos años«, como explica el coordinador de este trabajo en la UCA, José Castro Piñero. Así, estos investigadores han podido observar que «el nivel de capacidad aeróbica que tiene un niño de 6 a 10 años viene a determinar el riesgo cardiovascular de este dos años después«.
Entre otras muchas cosas, el equipo del profesor Castro Piñero observó que «los niños que, en una primera instancia, tenían unos niveles altos de capacidad aeróbica, es decir, estaban por encima del punto de corte, tenían un perfil cardiovascular más saludable que aquellos que estaban por debajo de ese punto de corte. Por lo tanto, el nivel de capacidad aeróbica que un sujeto tiene a los 6 años, determinaba el riesgo cardiovascular posteriormente«. Por ello, «es importante establecer ya estrategias o fomentar la actividad física para mejorar lo que sería la capacidad aeróbica desde pequeño, y es que desde que somos niños nuestro nivel de capacidad aeróbica nos está determinando nuestro nivel de salud cardiovascular«.
Además de ello, y siempre en el contexto del proyecto UP&DOWN, respaldado por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, los investigadores del grupo GALENO también analizaron qué podría ocurrir si el niño cambia su nivel de capacidad aeróbica. De esta forma, «encontramos que aquellos niños que mantenían un nivel alto de capacidad aeróbica, en el seguimiento que les hicimos durante estos años eran los que tenían mejor salud cardiovascular. Y aquellos niños que, durante los dos años tenían bajo nivel de capacidad aeróbica, eran los que tenían peor perfil cardiovascular». De igual forma, pudieron contrastar que «cuando desciendes tu nivel de capacidad aeróbica también el riesgo cardiovascular se incrementa, es decir, no podemos confiarnos porque con 6 años teníamos un buen nivel, hay que mantenerlo«.
Por ello, y tras la publicación de este trabajo bajo el título Cardiorespiratory fitness cut points for early detection of present and future cardiovascular risk in children: A two-year follow-up study en la prestigiosa Mayo Clinic Proceedings, desde la Universidad de Cádiz se recomienda establecer un protocolo de intervención desde centros educativos y sanitarios para fomentar desde la infancia la actividad física, focalizándola en una mejora de la capacidad aeróbica, para preservar lo que sería la salud cardiovascular.
enero 12/2018 (immedicohospitalario.es)