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«La mejor forma de nutrición del recién nacido es la leche materna, que contiene probióticos, microorganismos vivos que desarrollan funciones imprescindibles». El especialista italiano en pediatría Paolo Manzoni ha pedido durante el XVII Memorial Guillermo Arce, celebrado en Salamanca, más protagonismo para esta alternativa terapéutica.
El experto, defendió que «la evidencia es tan alta que, cuando se juntan todos los estudios aleatorizados de calidad máxima, se agregan unos datos que muestran que la mortalidad se reduce en un 50 % cuando se les suministran probióticos. No se sabe aún la razón», agregó.
Sobre el futuro de los probióticos destacó que ya se ha demostrado que son eficaces y ahora el reto es certificar qué tipos acumulan más efectividad. «Tenemos que demostrar cuáles son más adecuados e indicados para las diferentes patologías del prematuro y del niño. Como concepto general, todos sirven, pero hay algunos que son mejores».
Respecto al limitado uso de los probióticos, Manzoni reconoció que existen dos tipos de barreras. «Para derribar las culturales es necesario ampliar la posibilidad de pediatras y médicos de conocer en profundidad todo lo que existe en la literatura médica». Otro obstáculo es el comercial, ya que «no son sustancias muy rentables».
Por último, Manzoni comentó que ya se ha desarrollado un área de investigación que valora los efectos sobre recién nacidos y lactantes y los resultados «son muy prometedores e impactantes para prevenir enfermedades como la enterocolitis necrotizante o mejorar las alergias o tolerancia alimentaria».
diciembre 4/2014 (Diario Médico)