déficit de sueñoLos hallazgos destacan la falta de sueño como un factor de riesgo modificable para la diabetes tipo 2.

La insuficiencia crónica del sueño en mujeres afecta la sensibilidad a la insulina independientemente de los cambios en la adiposidad: resultados de un ensayo aleatorizado

La falta de sueño se asocia con la diabetes tipo 2, aunque se desconoce el impacto causal de la falta crónica de sueño en el metabolismo de la glucosa en las mujeres. Investigamos si la restricción leve y prolongada del sueño (SR), parecida al sueño breve en el mundo real, afecta el metabolismo de la glucosa en las mujeres.

Metodología

Se reclutó a mujeres (de 20 a 75 años de edad) sin enfermedades cardiometabólicas y con un tiempo total de sueño (TST) habitual confirmado por actigrafía de 7 a 9 h/noche para participar en este estudio cruzado, aleatorizado, con dos fases de 6 semanas: mantenimiento de una adecuada sueño (AS) y 1,5 h/noche SR.

Los resultados incluyeron niveles plasmáticos de glucosa e insulina, valores HOMA de resistencia a la insulina (HOMA-IR) basados en muestras de sangre en ayunas, así como el área total bajo la curva de glucosa e insulina, el índice de Matsuda y el índice de disposición de una prueba de tolerancia oral a la glucosa.

Resultados

Nuestra muestra incluyó 38 mujeres (n = 11 mujeres posmenopáusicas). Los valores se informan con ±SEM. Los modelos lineales ajustados a los valores de resultado iniciales demostraron que el tiempo total de sueño (TST) se redujo en 1,34 ± 0,04 h/noche con SR versus AS (P <0,0001).

Los valores de insulina en ayunas (β = 6,8 ± 2,8 pmol/L; P = 0,016) y HOMA-IR (β = 0,30 ± 0,12; P = 0,016) aumentaron con restricción leve y prolongada del sueño (SR) versus AS, con efectos sobre HOMA-IR más pronunciados en mujeres posmenopáusicas en comparación con mujeres premenopáusicas (β = 0,45 ± 0,25 vs. β = 0,27 ± 0,13, respectivamente; P para interacción = 0,042).

El cambio en la adiposidad no medió los efectos de la restricción leve y prolongada del sueño (SR) sobre el metabolismo de la glucosa ni los resultados del cambio en la muestra completa cuando se incluyó como covariable.

Conclusiones

Reducir la duración del sueño a 6,2 h/noche, lo que refleja la duración media del sueño de los adultos estadounidenses con sueño breve, durante 6 semanas perjudica la sensibilidad a la insulina, independientemente de la adiposidad.

Los hallazgos destacan que el sueño insuficiente es un factor de riesgo modificable de resistencia a la insulina en las mujeres que debe ser objeto de esfuerzos de prevención de la diabetes.

Ver más información:  Zuraikat FM, Laferrère B, Cheng B, Scaccia SE, Cui Z, Aggarwal B, et al. Chronic Insufficient Sleep in Women Impairs Insulin Sensitivity Independent of Adiposity Changes: Results of a Randomized Trial. Diabetes Care[Internet]. 2023[citado 29 nov 2023]; dc231156. https://doi.org/10.2337/dc23-1156

30 noviembre 2023|Fuente: IntraMed | Tomado de Noticias médicas 

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OMS1La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad sanitaria internacional ratificaron hoy la necesidad de que el impacto del cambio climático en la salud ocupe un lugar central en las negociaciones de la COP28. En vísperas del inicio de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP28), que se desarrollará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que dar prioridad a este tema no es solo una elección, es la base de las sociedades resilientes.

Precisó que los fenómenos meteorológicos extremos de los últimos meses en todo el planeta ofrecen una visión aterradora de lo que tendrá lugar en un mundo que se calienta rápidamente. Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, unos tres mil 500 millones de personas (casi la mitad de la humanidad) viven en zonas muy vulnerables al cambio climático. Además, las muertes relacionadas con el calor entre los mayores de 65 años aumentaron un 70 por ciento a nivel global en dos décadas, según las cifras de la OMS.

La comunidad sanitaria considera que el cambio climático ya afecta a la salud, contribuyendo a la propagación de enfermedades infecciosas y transmitidas por vectores, por lo que es urgente que los negociadores comprendan que es una amenaza directa a la vida mundial que no se puede ignorar o restarle importancia. También insiste en la trascendencia de reducir y detener las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que siete millones de muertes prematuras al año se atribuyen a la contaminación atmosférica. ‘Son necesarias medidas apremiantes de mitigación, incluida la transición a fuentes de energías limpias, para proteger la salud humana y crear resultados sostenibles’, concluyó el llamado. Los expertos plantean que la COP28 es una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta.

En la cita, el mundo hará un balance del progreso establecido por el Acuerdo de París (tratado climático histórico firmado en 2015) y trazará el plan de acción para reducir las emisiones de forma drástica y proteger
vidas y sustentos.

29 noviembre 2023 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

calor extremoSe espera que las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares debido al calor extremo aumenten entre 2036 y 2065 en los Estados Unidos, según un estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud. Los investigadores, cuyo trabajo se publica en Circulation, predicen que los adultos de 65 años o más y los adultos negros probablemente se verán afectados de manera desproporcionada.

Si bien el calor extremo actualmente representa menos del 1 % de las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares, el análisis del modelo predijo que esto cambiará debido a un aumento proyectado en los días de verano con una temperatura de al menos 32,22 grados. Este índice de calor, que tiene en cuenta cómo se siente la temperatura con la humedad, mide la temperatura extrema. Los adultos mayores y los adultos negros serán los más vulnerables porque muchos tienen afecciones médicas subyacentes o enfrentan barreras socioeconómicas que pueden influir en su salud, como no tener aire acondicionado o vivir en lugares que puedan absorber y atrapar el calor, conocidos como «islas de calor».

«Las cargas para la salud derivadas del calor extremo seguirán aumentando en las próximas décadas», afirmó Sameed A. Khatana, M.D., M.P.H., autor del estudio, cardiólogo y profesor asistente de medicina en la Universidad de Pensilvania, Filadelfia. «Debido al impacto desigual del calor extremo en diferentes poblaciones, esto también es una cuestión de equidad sanitaria y podría exacerbar las disparidades sanitarias que ya existen».

Para generar estas predicciones, los investigadores evaluaron datos a nivel de condado de los 48 estados contiguos entre mayo y septiembre de 2008-2019. Durante ese tiempo se produjeron más de 12 millones de muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. Utilizando estimaciones de modelos ambientales, también descubrieron que el índice de calor aumentaba al menos a 32,2 grados unas 54 veces cada verano. Los investigadores vincularon las temperaturas extremas que ocurrieron durante cada período de verano con un promedio nacional de 1 651 muertes cardiovasculares anuales. Algunas zonas, como el sur y el suroeste, se vieron más afectadas que otras, como el noroeste y el noreste.

Utilizando análisis de modelos para pronosticar cambios ambientales y poblacionales, los investigadores observaron el período 2036-2065 y estimaron que cada verano, entre 71 y 80 días, la temperatura será de 32,2 grados o más. Con base en estos cambios, predijeron que el número de muertes cardiovasculares anuales relacionadas con el calor aumentará 2,6 veces para la población general: de 1 651 a 4 320. Esta estimación se basa en que las emisiones de gases de efecto invernadero, que atrapan el calor del sol, se mantienen al mínimo. Si las emisiones aumentan significativamente, las muertes podrían más que triplicarse, hasta 5 491.

Para los adultos mayores y los adultos negros, las proyecciones fueron más pronunciadas. Entre las personas de 65 años o más, las muertes podrían casi triplicarse, aumentando de 1 340 a 3 842 si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen estables, o a 4 894 si no lo hacen. Entre los adultos negros, las muertes podrían más que triplicarse, pasando de 325 a 1 512 o 2 063.

Al comparar las poblaciones actuales y futuras, los investigadores tuvieron en cuenta múltiples factores, incluida la edad, las condiciones de salud subyacentes y el lugar donde vivía una persona.

La mayoría de las personas se adaptan al calor extremo, ya que el cuerpo encuentra formas de enfriarse, como por ejemplo a través de la transpiración. Sin embargo, las personas con problemas de salud subyacentes, incluidas diabetes y enfermedades cardíacas, pueden tener respuestas diferentes y enfrentar mayores riesgos de sufrir un ataque cardíaco, un ritmo cardíaco irregular o un derrame cerebral.

«La cantidad de eventos cardiovasculares debido al calor afecta a una pequeña proporción de adultos, pero esta investigación muestra lo importante que es para aquellos con riesgos subyacentes tomar medidas adicionales para evitar temperaturas extremas», dijo Lawrence J. Fine, M.D., asesor principal en la rama de prevención y aplicaciones clínicas, en la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), parte de los NIH.

Los autores describieron los enfoques de enfriamiento que algunas ciudades están utilizando: plantar árboles para dar sombra, agregar centros de enfriamiento con aire acondicionado y usar materiales reflectantes del calor para pavimentar calles o pintar techos. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender cómo estos enfoques pueden afectar la salud de la población.

«Además de pensar en el impacto de las temperaturas extremas en Estados Unidos, este tipo de pronóstico de modelado también presagia el impacto que el calor extremo podría tener en todo el mundo, especialmente en regiones con climas más cálidos y que se ven desproporcionadamente afectadas por las disparidades en la salud», dijo Flora N. Katz, Ph.D., directora de la División de Capacitación e Investigación Internacional del Centro Internacional NIH Fogarty.

Perspectiva clínica

¿Qué es nuevo?

Se proyecta que el número de muertes cardiovasculares asociadas con el calor extremo entre los adultos que viven en los Estados Unidos contiguos tendrá un aumento estadísticamente significativo desde el período actual (2008-2019) hasta el período de mediados de siglo (2036-2065).

Se prevé que el número medio de muertes cardiovasculares asociadas al calor extremo por año aumente en un 162 % (IC del 95 %, 142-182 %) en un escenario que represente un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero como resultado de las políticas climáticas actuales o en un 233 % (95 % IC, 206–259 %) en un escenario que representa grandes aumentos de emisiones de gases de efecto invernadero.

Se estima que el aumento proyectado en las muertes cardiovasculares asociadas al calor extremo será significativamente mayor entre los adultos mayores en comparación con los adultos más jóvenes y entre los adultos negros no hispanos en comparación con los adultos blancos no hispanos.

¿Cuáles son las implicaciones clínicas?

Debido a una combinación de aumento continuo de los días de calor extremo, envejecimiento de la población estadounidense y migración continua a áreas más cálidas, se prevé que el número de muertes cardiovasculares asociadas con el calor extremo continúe aumentando en las próximas décadas.

Este aumento tiene el potencial de exacerbar las disparidades preexistentes en la salud cardiovascular entre comunidades, especialmente para los adultos negros no hispanos en comparación con los adultos blancos no hispanos.

Se necesitan intervenciones urgentes de infraestructura y salud pública para ayudar a las comunidades a adaptarse a los aumentos proyectados del calor extremo y mitigar sus efectos adversos para la salud.

Ver más información:  Khatana SE, Eberly LA, Nathan AS, Groeneveld PW.  Projected change in the burden of excess cardiovascular deaths associated with extreme heat by mid-century (2036-2065) in the contiguous United States. Circulation [Internet]. 2023[citado 26 nov 2023];148: 1559-1569. doi: https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.123.066017

27 noviembre 2023 |Fuente: IntraMed | Tomado de Noticias médicas

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obesidad y cáncerLa obesidad podría no ser el único factor que vincula el consumo de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de cáncer de boca, garganta y esófago, según un estudio que publica European Journal of Nutrition.

Investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) quisieron profundizar en los estudios que asocian el consumo de ultraprocesados y los resultados adversos para la salud, en concreto los cánceres del tracto aerodigestivo superior.

El equipo trató de establecer si la asociación entre el consumo de ese tipo de comida y el cáncer de cabeza y cuello y el adenocarcinoma esofágico (un cáncer de esófago) en EPIC podía explicarse por un aumento de la grasa corporal. Para ello, analizaron datos sobre dieta y estilo de vida de 450.111 personas durante 14 años, entre ellos los procedentes del estudio de cohorte Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (EPIC), el más grande de Europa.

Los resultados de los análisis del equipo mostraron que consumir un 10 % más de ultraprocesados se asocia con un 23 % más de riesgo de cáncer de cabeza y cuello y un 24 % más de adenocarcinoma de esófago.

Sin embargo, el aumento de la grasa corporal solo explicaba ‘una pequeña proporción de la asociación estadística’ entre el consumo de ultraprocesados y el riesgo de padecer estos cánceres del tracto aerodigestivo superior. En concreto, la relación entre el consumo de ultraprocesados y el cáncer del tracto aerodigestivo superior ‘no parecía explicarse en gran medida por el índice de masa corporal y la relación cintura-cadera’, según la autora principal de la investigación, Fernanda Morales-Berstein, de la Universidad de Bristol. Por ello, los autores sugieren que otros mecanismos podrían explicar esa asociación, por ejemplo, los aditivos, incluidos los emulsionantes y edulcorantes artificiales, que ya se habían vinculado previamente con el riesgo de enfermedades.

De igual manera, los contaminantes de los envases de alimentos y el proceso de fabricación, podrían explicar, en parte, el vínculo entre el consumo de ultraprocesados y el cáncer del tracto aerodigestivo superior.

El equipo advirtió además de que las asociaciones entre el consumo de ultraprocesados y los cánceres del tracto aerodigestivo superior halladas en el estudio podrían verse afectadas por ciertos tipos de sesgo, indicó la Universidad de Bristol.

Esto explicaría por qué encontraron pruebas de una asociación entre un mayor consumo de ultraprocesados y un mayor riesgo de muertes accidentales, algo que es muy poco probable que sea causal.

Los alientos ultraprocesados ‘están claramente asociados con muchos resultados adversos para la salud, pero aún no está claro si realmente los causan o si factores subyacentes como los comportamientos generales relacionados con la salud y la posición socioeconómica son responsables del vínculo’, destacó George Davey Smith, del mismo centro educativo.

Por ello, son necesarios estudios de cohortes con evaluaciones de la ingesta de seguimiento dietético a largo plazo, que tengan en cuenta también los hábitos de consumo contemporáneos, para replicar los resultados de este estudio, ya que los datos dietéticos del EPIC se recogieron en la década de 1990, cuando el uso de ultraprocesados era todavía relativamente bajo. Además, hay que seguir investigando para identificar otros mecanismos, como los aditivos alimentarios y los contaminantes, que puedan explicar los vínculos observados, agrega el estudio.
ver más información:

Morales Berstein F, Biessy C, Viallon V, Goncalves Soares A, Casagrande C, Hémon B, et al. Ultra-processed foods, adiposity and risk of head and neck cancer and oesophageal adenocarcinoma in the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition study: a mediation analysis. Eur Nutr[Internet].2023[citado 22 nov 2023]. https://doi.org/10.1007/s00394-023-03270-1

 23 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

noviembre 23, 2023 | gleidishurtado | Filed under: alimentación, cáncer, Obesidad, Oncología | Etiquetas: , , |

resistencia antimicrobianaLa Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que ‘existe una necesidad urgente de reforzar la gobernanza y el liderazgo en los países’ para detener la resistencia a los antimicrobianos (RAM), por lo que considera que es imprescindible ‘un apoyo financiero y técnico adicional para que los países elaboren, prioricen, apliquen y supervisen sus planes’. Este año, la Semana Mundial de Concienciación sobre la RAM, que se celebra del 18 al 24 de noviembre, se centra en las medidas urgentes necesarias para detener la resistencia a los antimicrobianos. La RAM se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder a los principios activos, o agentes antimicrobianos, de los medicamentos utilizados para tratarlos. Cuando los antibióticos (que se utilizan para tratar las infecciones bacterianas) y otros agentes antimicrobianos dejan de ser eficaces, las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de la enfermedad, de enfermedades graves y de muerte.

La RAM contribuye a casi 5 millones de muertes humanas al año sólo por infecciones bacterianas. Esto, ‘unido a la escasa inversión en investigación y desarrollo de nuevos antimicrobianos’, ha llevado a la OMS a señalar la RAM como una de las 10 principales amenazas para la salud pública mundial a las que se enfrenta la humanidad. El principal motor de la RAM -que amenaza a los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente- es el uso indebido y excesivo de antimicrobianos, tanto para la salud humana como en la producción de alimentos. Para orientar la acción urgente que se necesita, muchos países han desarrollado planes de acción nacionales (PAN) multisectoriales contra la RAM. Los datos publicados recientemente en la encuesta anual ‘Tracking AMR Country Self-assessment Survey’, que supervisa la aplicación de los PAN de los países, muestran que, si bien el 93 por ciento de los países han establecido PAN contra la RAM y el 68 por ciento  están aplicando algunos elementos de sus planes, sólo el 27 por ciento de los países cuentan con un PAN presupuestado, que incluya un marco de seguimiento y evaluación, y sólo el 11 por ciento de los países han previsto partidas financieras para apoyar los PAN contra la RAM en su presupuesto nacional. Con el fin de mejorar el uso de antimicrobianos en humanos a nivel mundial, la OMS ha desarrollado el libro de antibióticos ‘Access, Watch, Reserve’ (AWaRe). La publicación contiene orientaciones basadas en datos probatorios sobre el tratamiento óptimo de más de 30 infecciones comunes, incluidos los casos en que los antibióticos no son necesarios. La OMS sigue trabajando con los países sobre la mejor manera de adaptar el libro a las necesidades nacionales. La Semana Mundial de Concienciación sobre la RAM, cuyo lema es ‘Prevenir juntos la resistencia a los antimicrobianos’, promueve acciones conjuntas de líderes y comunidades de diversos sectores que trabajan para preservar los antimicrobianos y proteger la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente. Este tema será un punto clave en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos que se celebrará en septiembre de 2024, en la que se instará a los países a asumir compromisos audaces para hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos y trabajar para alcanzar los objetivos acordados internacionalmente y acelerar la acción en los países.

Referencia: Tracking AMR Country Self-assessment Survey – TrACSS (7.0) 2023

17 noviembre 2023 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

publicaciones medicasMenos del 5 % de las investigaciones clínicas a nivel mundial se hace en Latinoamérica y solo una mínima parte se realiza en mujeres, por lo que es clave que existan más oportunidades en este campo en la región y, sobre todo, con enfoque de género, señalaron este miércoles expertas en temas de la salud.

‘En este momento se cuentan más de 107.000 estudios clínicos y, en toda América Latina, tenemos 4.000, esto representa menos del 5 % de la actividad que hay a nivel mundial’, reveló la gerente de operaciones clínicas en Roche Caribe, Centroamérica y Venezuela, Virginia Cozzi Vilches.

Durante su participación en el panel ‘El poder de la equidad de género en investigación clínica’ en el marco del Roche Press Day, la experta precisó que, tan solo en España, actualmente se realizan 5.000 investigaciones clínicas, mientras que Estados Unidos cuenta con 33.000.

Lamentablemente, el 75 % de los estudios clínicos están en seis países a nivel mundial, entonces no podemos hablar de representatividad de la mujer en este tema’, afirmó.

Falta de regulación La exministra de Salud de Ecuador Ximena Garzón Villalba coincidió con Cozzi en que a nivel regional hacen falta muchas oportunidades para que se realicen investigaciones, pero antes se debe mejorar la parte regulatoria.

‘En todos nuestros países de América Latina tenemos que actualizarnos en aspectos como la ejecución de estudios clínicos innovadores que, en este momento, nuestras regulaciones no contemplan’, expresó. Explicó que actualmente no se tiene reglamentación sobre cómo organizar y compartir los datos con terceros y cómo sistematizarlos, que ‘es algo que también requiere atención’.

Enfoque de género Garzón Villalba dijo que en las investigaciones clínicas es necesario incluir a las mujeres y sus resultados para poder personalizar los tratamientos, pues incluso cuando participan en los estudios muchas veces ‘esos resultados no se reportan y no los conocemos’. En ese sentido, Cozzi Vilches explicó que en Roche -con quien EFE mantiene un acuerdo de concienciación sobre oncología- ya realizan estudios clínicos diferenciados por sexo, analizando variables como sus análisis de laboratorio y estilos de vida.

Asimismo, la doctora Garzón Villalba señaló que es importante que el género femenino no sólo esté presente en los estudios clínicos, sino que se abran las puertas para investigadoras. ‘No solamente no hemos podido ser partícipes dentro de los ensayos clínicos, sino que no hemos podido ser partícipes como investigadoras por esta limitación que tenemos en el constructo social, esas políticas públicas deberían estimular la formación y
el empleo de la mujer como científicas’, enfatizó.

17 noviembre 2023 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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