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9
Un nuevo informe de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), confirma hoy que los progresos orientados a alcanzar el uso óptimo de los antimicrobianos muestran signos de desaceleración en el sector.
Tras varios años consecutivos de baja significativa, los últimos datos revelan un preocupante aumento del dos por ciento en el uso de antimicrobianos en los animales a nivel mundial entre 2019 y 2021.
Estos datos aparecen en el más reciente documento sobre el uso de antimicrobianos en animales publicado en la Novena Reunión del Grupo de Líderes Mundiales sobre Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), celebrada en Suecia.
Dicho texto ratifica la necesidad de actuar de manera urgente, pues contar con sistemas de vigilancia sólidos es fundamental para respaldar una toma de decisiones informada que permita la implementación de intervenciones rentables contra la RAM en el marco del enfoque Una sola salud.
Los antimicrobianos son medicamentos esenciales y su eficacia debe preservarse para el tratamiento, el control y, cuando sea imprescindible, la prevención de enfermedades infecciosas en animales, seres humanos y plantas.
En la actualidad, la resistencia a estos medicamentos es un tema de gran preocupación, ya que pone en peligro la salud de todos.
Debido a la RAM, los informes económicos prevén una pérdida potencial de 1,8 años de esperanza de vida en todo el mundo para 2035.
De acuerdo con la OMSA, si bien la RAM representa un fenómeno natural, puede acelerarse debido al uso indebido y excesivo de antimicrobianos en todos los sectores, por lo que es esencial contar con sistemas de seguimiento eficaces que permitan fundamentar las decisiones relativas al uso responsable de los antibióticos.
Para abordar ese rechazo con eficacia en los animales, las medidas preventivas son la prioridad. Si bien las vacunas constituyen sólidas aliadas para prevenir enfermedades que, de otro modo, implicarían el uso de antimicrobianos, entre 2017 y 2024 sólo se destinaron seis centavos de cada 10 dólares a la investigación y el desarrollo de vacunas zoosanitarias.
Esto pone de manifiesto la necesidad de fomentar la investigación, el desarrollo y la implementación de herramientas innovadoras en sanidad animal.
08 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
abr
27
En los últimos nueve años, desde la puesta en marcha del Plan Nacional frente a la Resistencia de los Antibióticos (PRAN) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) hace nueve años, se ha experimentado un «descenso paulatino» de la resistencia a los antibióticos, «llegando a reducir un 27 %», pero, en los últimos tres años se está experimentando una subida del uso de antimicrobianos, según ha señalado el coordinador del PRAN, Antonio López.
«Estamos viendo a ver cuáles son las causas de este aumento, hay que incidir en ciertos mensajes, pero bueno, la realidad es esa. A pesar del enorme éxito de las medidas que se van implementando y de la colaboración de todo el mundo se ve que no es suficiente», ha apuntado López durante los Desayunos POP sobre ‘Estrategias de salud pública contra infecciones y resistencias antimicrobianas’ organizado por Servimedia este jueves.
Asi, ha resaltado las diferencias palpables entre los países del norte de Europa, que «llevan más de 20-30 años trabajando en la resistencia antimicrobiana», y los países del sur de Europa, principalmente del Mediterráneo, que «no han empezado a darle importancia a este problema hasta hace 10 años».
«Reducir el uso de antimicrobianos cuesta tiempo, pero no solo cuesta tiempo, reducir el uso de antimicrobios y que se vea un impacto en la incidencia de infecciones y bacterias resistentes cuesta que la gente, e incluso todas las personas, profesionales y pacientes, entiendan la importancia de esto», ha advertido el coordinador del PRAN.
En este sentido, el experto ha incidido en la necesidad de abordar la resistencia antimicrobiana desde un enfoque multidisciplinario que incluya a los especialistas y a los pacientes porque «no se puede entender abordar este problema sin que exista la multidisciplinaridad y colaboración poniendo el paciente en el centro».
Así lo ha apuntado también el presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), Federico García, señalando que el cambio «tiene que partir absolutamente de cambios culturales en los que se consiga entender que la forma de avanzar es coordinarse, y no trabajar individualmente».
«El aumento en la resistencia de antimicrobianos es algo que está sucediendo a nivel mundial, se tiene que considerar una pandemia existente en este momento, algunos lo denominan una ‘pandemia silenciosa’.
Todas las medidas que se están poniendo para poder frenar el incremento de la bacteria multirresistente, aunque están siendo eficaces porque no estamos asistiendo a un incremento, tienen margen de mejora, está claro», ha apuntado Federico García.
En este aspecto, el especialista ha apuntado que «en países en los que llevan 25 años educando en prevención y en salud pública», se han conseguido en el campo de la resistencia a los antimicrobianos resultados totalmente diferentes a los de España».
Asimismo, el miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC, José María Molero García, ha resaltado que «España es un país de los que más consume antibióticos en Europa» y que, «comparado con un país como Holanda, que es el que menos consume en Europa, en España se consume tres veces más antibióticos».
Esta situación sucede «por múltiples razones» pero, según el miembro de semFYC, la principal es «la costumbre, la presión que hace la misma sociedad por las creencias de que el antibiótico cura una enfermedad viral cuando eso no es verdad». «Todo ello conlleva que estamos en un problema importante y que tenemos que tratar nosotros en nuestras consultas día a día», ha añadido.
LA PREVENCIÓN A TRAVÉS DE LA VACUNACIÓN: CLAVE PARA NO USAR TANTOS ANTIBIÓTICOS
En paralelo al aumento del uso de antibióticos, los expertos han destacado el incremento de enfermedades infecciosas y enfermedades emergentes que, debido a las condiciones climáticas, ya se consideran en algunos territorios enfermedades endémicas como el dengue. Ante esta situación los expertos apuntan a la prevención a través de la vacunación como una de las claves para reducir el uso de los antibióticos.
«Se están haciendo endémicas enfermedades emergentes como el dengue, ya las tenemos aquí y son endémicas en algunos países y, si no lo son ya, pronto lo van a ser en España. También estamos experimentando un aumento de enfermedades de transmisión sexual», ha advertido el presidente de SEIMC.
En este sentido, el coordinador del PRAN, Antonio López, ha indicado que la prevención es un «pilar fundamental», es una «medida clara para evitar las infecciones y, por tanto, el uso de antimicrobianos». «Tenemos medidas para luchar contra algunas de esas infecciones, como las vacunas contra la difteria o el meningococo. Se tienen vacunas para infecciones víricas, muchas de las cuales tienen complicaciones bacterianas y esas vacunas van a ayudar.
«Los virus respiratorios también tienen vacunas. Pero no solo necesitamos vacunas sino poner esas vacunas, introducir esas vacunas en los calendarios de vacunación», ha indicado por su parte la Vocal de Relaciones con Sociedades Científicas de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Victoria Nartallo.
Así, ha apostillado que es necesario «hacer un abordaje integral del paciente» vacunando no solo a él, sino a sus convivientes, sobre todo cuando se trata de personas de riesgo.
«Además, en la vacunación adulta tenemos todavía muchísimo margen de mejora. Así como la vacunación infantil en España es maravillosa y tenemos altísimas coberturas, la vacunación en los adultos es un campo donde tenemos mucho margen de mejora», ha apuntado.
Otro aspecto clave que se ha abordado durante la jornada es la atención del paciente crónico ya que «es un tipo de paciente específico que tiene más infecciones por su propia patología» y que, por ello, necesitan «un abordaje integral», y un enfoque diferente en la vacunación.
Por ello, la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, ha apuntado a la necesidad de que los calendarios vacunales tengan una indicación específica para pacientes crónicos. «Muchas veces vamos a los carteles o lo que se dice y ponen mayores, embarazadas, pero el crónico no lo sabe. Tendemos a decir las personas frágiles o las personas vulnerables, pero la gente que está en su casa no sabe si es frágil o vulnerable. Esto hay que explicarlo mejor, porque pedimos que la gente se vacune, pero no lo tenemos. Tenemos que mejorar el canal de comunicación, que haya coberturas suficientes y que se priorice a los crónicos», ha señalado Carina Escobar.
25 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
abr
15
Perros y gatos domésticos pueden desempeñar una papel importante en la propagación de bacterias multirresistentes a antibióticos, según sugiere un estudio que ha encontrado evidencias de transmisión entre mascotas domésticas enfermas y sus dueños sanos en Portugal y el Reino Unido.
La investigación señala la inquietud ante la posibilidad de que esas mascotas puedan actuar como reservorios de resistencia y contribuir a ella.
Además, subraya la importancia de incluir los hogares con animales en los programas de vigilancia de la resistencia a los antibióticos.
Las infecciones farmacorresistentes matan a más de 1,2 millones de personas al año en el mundo. Según las previsiones, la cifra aumentará a 10 millones en 2050 si no se toman medidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la resistencia es una de las mayores amenazas para la salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
La investigadora principal del estudio, Juliana Menezes, de la Universidad de Lisboa, destaca en un comunicado que comprender y abordar la transmisión de bacterias resistentes de animales de compañía a humanos «es esencial para combatir eficazmente la resistencia a los antimicrobianos tanto en la población humana como en la animal».
Bacterias en heces y orina de perros y gatos
El equipo analizó muestras de heces y orina e hisopos de piel de perros y gatos y sus dueños para detectar enterobacterias resistentes a antibióticos comunes.
En el estudio participaron cinco gatos, 38 perros y 78 humanos de 43 hogares de Portugal. Además de 22 perros y 56 humanos de 22 hogares del Reino Unido.
Entre los datos del estudio se indica que, en cinco hogares de Portugal, uno con un gato y cuatro con perros, tanto la mascota como el propietario eran portadores de bacterias productoras de b-lactamasas de espectro-extendido y plásmido-ampc (ESBL/AmpC por sus siglas en inglés). La producción por algunos gérmenes de ESBL/AmpC forma parte de la resistencia bacteriana.
Los análisis genéticos mostraron que las cepas eran las mismas, lo que indicaba que las bacterias se transmitían entre la mascota y el propietario. En uno de estos hogares, un perro y su dueño también tenían la misma cepa de Klebsiella pneumoniae resistente a los antibióticos.
Perros y propietarios, portadores de la misma bacteria
Las enterobacterias productores de ESBL/AmpC en el Reino Unido se aislaron de ocho perros (36,4 %) y tres propietarios (12,5 %). En dos hogares, tanto el perro como el propietario eran portadores de la misma bacteria productora de ESBL/AmpC.
En uno de los hogares de Portugal, el momento en que se produjeron los resultados positivos de la bacteria «sugiere claramente» que la bacteria se transmitió de un animal de compañía (dos perros y un gato) a un ser humano, agrega el comunicado.
Las bacterias pueden transmitirse entre animales de compañía y humanos al acariciarlos, tocarlos o besarlos y al manipular las heces.
Para prevenir la transmisión, los investigadores recomiendan una buena higiene, como lavarse las manos después de acariciar al perro o gato y de manipular sus heces fecales.
12 abril 2024|Fuente: EFE|Tomado de|Noticia
nov
13
En el ámbito de la salud pública, la comunicación veraz y simplificada de los riesgos derivados de la resistencia a los antimicrobianos, mejoraría la conciencia de la población respecto al problema farmacológico cuyas consecuencias fatales trasciende las fronteras.
Los autores proponen la utilización de términos concretos, familiares, fáciles de procesar y pronunciar que faciliten las percepciones de riesgo en la población no profesional.
El estudio que publica la revista Communications Medicine evalúa las palabras eficaces que en las comunicaciones públicas incidirían en la comprensión masiva del riesgo que significan las «infecciones resistentes a los medicamentos» y «resistencias a los antibióticos».
Incluye una muestra de EE. UU. obtenida en 2020 y otra del Reino Unido de 2021. El seguimiento se realizó para mejorar la generalización de los resultados iniciales en diferentes contextos y momentos de recolección de datos. Además, el estudio del Reino Unido abordó deficiencias específicas del enfoque correspondiente al primer muestreo con la utilización de tomas abarcativas de todo el país y el aumento de participantes.
Escala del problema
La comunicación transmitida en términos de salud pública, reveló que el término de uso frecuente para describir la resistencia bacteriana a medicamentos o antibióticos actuales (resistencia a los antimicrobianos o RAM) carece de claridad y, por lo tanto, no es recordado por las personas.
La RAM es una amenaza mundial de dimensiones sin precedentes para la atención sanitaria. Al asociarse con aproximadamente 4,95 millones de muertes en 2019, superala cifra de 3,3 millones atribuibles a la COVID-19 en 2020.
En el proceso biológico que se define RAM, microorganismos como bacterias, virus y hongos mutan, adquieren la capacidad de resistir el tratamiento con medicamentos como los antibióticos. Pese a que la mutación de microorganismos es un proceso natural, cada uso de antibióticos, al promover su aparición, acelera el problema.
Una barrera clave para abordar la RAM es la notable falta de conocimiento y conciencia sobre el tema, especialmente en los legos sin conocimientos médicos especializados.
La cobertura mediática anterior sobre la resistencia a los antimicrobianos no logró comunicar la urgencia y gravedad del problema. Las razones incluyeron riesgos para la salud competitivos, como la sepsis, que dominó indebidamente los medios de comunicación debido a narrativas de enfermedades fácilmente comprensibles.
La atención a la resistencia a los antimicrobianos disminuyó aún más durante la reciente pandemia de COVID-19, a pesar de que los académicos definen la resistencia a los antimicrobianos como una “pandemia silenciosa” y sugieren que la propagación de bacterias multirresistentes e infecciones intratables podrían conducir a una próxima pandemia internacional.
La tarea de investigación fue precedida por la Dra. Eva Krockow de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Visión, Universidad de Leicester, Reino Unido.
El trabajo, basado en opiniones de participantes voluntarios de EE.UU. y el Reino Unido, advierte que las campañas de atención sanitaria deben aumentar con urgencia la concientización del público sobre este importante problema; sobre ellas asegura que en la actualidad son inconsistentes, abstractas y con un lenguaje técnico de difícil reproducción.
Al centrarse en la capacidad de memorización de las palabras y la asociación al riesgo para los términos usados de manera más frecuente en la descripción de la RAM, destaca: “resistencia a los antimicrobianos” y cinco variantes usadas comúnmente, incluidas “RAM”, “resistencia a los antibióticos”, “resistencia bacteriana”, “infecciones farmacorresistentes” y “superbacterias”. Además, el artículo hace referencia a otros 34 términos de riesgo para la salud como cáncer y enfermedad cardíaca.
Detalles del estudio
La investigación evaluó en 237 participantes de Estados Unidos y 924 del Reino Unido la memoria y el riesgo asociado a cada término; utilizó para ello una escala que abarcaba la comprensión de las definiciones con calificaciones de ´muy seguro´ a ´perjudicial o muy riesgoso´. Además se les pidió que consideraran la pronunciabilidad y la familiaridad, entre otros atributos lingüísticos.
Los resultados mostraron que “RAM” y “resistencia antimicrobiana” se encontraron entre los términos con menor puntuación de los 40, tanto por asociación al riesgo como para la capacidad de memorización y, por lo tanto, inadecuados para la comunicación de la salud pública. Por el contrario, los términos “resistencia a los antibióticos” y, en menor medida, “infecciones farmacorresistentes”, obtuvieron mejores resultados.
Los investigadores afirman que para poder proteger la medicina y conservar los medicamentos existentes para generaciones futuras, es imperativo reducir el uso de antibióticos a nivel global. Con tal fin, consideran necesarias las campañas de salud pública que fomenten un cambio en el comportamiento.
El estudio resalta la importancia de renombrar la RAM por un término memorizable y comprensible para el público general y no solo para los profesionales de comunidades médicas o científicas.
La percepción del riesgo es una medida importante para determinar la efectividad de un término puesto que las personas a menudo proyectan los efectos de gravedad y riesgo a la vulneración de su salud. Por lo tanto, la terminología que tiene mayores probabilidades de ser efectiva será aquella que la población general alerte con claridad sobre una amenaza inminente.
Los resultados del estudio determinaron que entre las mayores amenazas a la salud los participantes juzgaron de manera correcta las enfermedades cardíacas y el cáncer, sobreestimaron la gravedad de los riesgos que acarrean las enfermedades tropicales y, de manera simultánea, subestimaron la amenaza de la RAM.
El artículo resalta que la resistencia a los antimicrobianos ocupó el sexto lugar como factor de muerte a nivel mundial con la previsión de superar al cáncer para transformarse en causa principal para el 2050.
Las comparaciones estadísticas de los seis términos sanitarios relacionados a la RAM indicaron que “infecciones farmacorresistentes” era significativamente más efectivo en inducir las percepciones del riesgo que los demás términos de RAM existentes. Sin embargo, los resultados también mostraron que éste mismo término ocupó un lugar bastante bajo respecto de la capacidad de memorización, mientras que “resistencia a los antibióticos” se recordó con mayor facilidad.
Dada la limitada eficacia de toda la terminología existente relacionada a la RAM, los investigadores instan a futuras investigaciones de manera urgente para poder identificar un nombre fácil de recordar y tenga éxito en evocar percepciones de riesgo proporcionales. A modo de ejemplo, citan el cambio de nombre del nuevo coronavirus de Wuhan por Covid-19, éxito reciente del cual es posible aprender.
Referencia
Krockow EM, Cheng KO, Maltby J, McElroy E. Existing terminology related to antimicrobial resistance fails to evoke risk perceptions and be remembered. Commun Med [Internet].2023[citado 11 nov 2023; 3(1):149. https://doi.org/10.1038/s43856-023-00379-6
13 noviembre 2023 | Fuente: SIICSALUD| Tomado de Noticias biomédicas
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