sep
13
Más de 9 000 casos de fiebre de Oropuche y dos defunciones fueron reportados en las Américas en lo que va de 2024, incluso en países donde no existían, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud.
De acuerdo con el organismo sanitario, desde su última alerta epidemiológica emitida el 1 de agosto de 2024 y hasta el 6 de septiembre, fueron notificados 1 774 casos adicionales de esa enfermedad en seis países, aumentando el total a 9 852 confirmados.
Brasil es el más afectado con 7 931 casos y dos defunciones, y a la lista se suman: Bolivia (356 casos), Colombia (74), Cuba (506), Perú (930) y recientemente República Dominicana (33).
Además, se registraron contagiados importados en Estados Unidos (21) y Canadá (uno), tras viajes a países endémicos, y fuera de la región se documentaron 30 casos en Europa por igual motivo.
En cuanto a la transmisión de la madre al feto, en Brasil confirmaron por ese motivo una muerte fetal y una anomalía congénita, mientras actualmente realizan investigaciones adicionales sobre otros decesos fetales, abortos y anomalías congénitas.
Se trata de una enfermedad viral caracterizada por fiebre alta, dolor intenso de cabeza, dolores musculares y articulares; en algunos casos, puede causar complicaciones más graves como meningitis o encefalitis.
Según los expertos, aunque la mayoría de las personas se recupera por completo, no existe un tratamiento específico y la prevención es fundamental.
La fiebre del Oropouche se transmite principalmente a través de la picadura de jejenes infectados, pequeños insectos que suelen picar durante el día y que habitan en áreas húmedas con materia orgánica y en zonas boscosas.
Dado el aumento de casos en 2024, el organismo sanitario reiteró el llamado a los países a reforzar la vigilancia, notificar cualquier evento inusual y fortalecer las medidas de prevención y control del vector.
10 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
ago
14
Costa Rica anunció hoy la elaboración de un plan de respuesta para evitar el contagio en el país del Oropouche, una enfermedad viral trasmitida por mosquitos y parecida al dengue, pero más benigna.
El Ministerio de Salud descartó la presencia de infectados dentro del territorio nacional, pero activó el programa profiláctico para prevenir que la enfermedad sea trasladada desde los cuatro Estados afectados en la región, Bolivia, Brasil, Colombia y Perú.
La nación centroamericana «inició preparativos ante la posibilidad de introducción del virus», reafirma un reporte de esa cartera, que incluyó este lunes por primera vez en su boletín semanal de vigilancia epidemiológica a este virus, cuya propagación «causó alerta en la Organización Panamericana de la Salud«.
Según esas fuentes el principal síntoma es la fiebre y el virus que la causa fue aislado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago durante un brote y, posteriormente, en 1960, fue identificado en Brasil en el análisis de un oso perezoso.
La enfermedad –explica el Ministerio de Salud- es transmitida a los humanos principalmente mediante la picadura del mosquito Culicoides paraensis (también conocido como jején, purruja o mosquito de la arena), así como por el Culex quinquefasciatus, que habita ampliamente en el país.
De acuerdo con estudios, el Oropouche se caracteriza por síntomas similares a los del dengue, como fiebre alta, cefalea, mialgias y artralgias, lo que hace esencial una diferenciación diagnóstica precisa, la cual se confirma mediante pruebas de laboratorio.
12 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jul
20
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó hoy que se investiga la probable transmisión vertical (de madre a hijo antes o inmediatamente después del parto) del virus Oropouche (OROV) en Brasil.
En el gigante sudamericano fueron reportados recientemente varios casos de gestantes infestadas por el virus cuyos fetos murieron y durante su análisis se detectó material genético de OROV en la sangre del cordón umbilical y en tejidos de varios órganos, incluidos el cerebro, hígado, riñones, pulmones, corazón y el bazo, lo cual es un indicativo de transmisión vertical.
La OPS/Organización Mundial de la Salud instó a los Estados Miembros a que se mantengan alerta ante la ocurrencia de eventos similares en sus territorios y a que notifiquen su ocurrencia a través de los canales establecidos en el Reglamento Sanitario Internacional.
Según la alerta epidemiológica de la OPS, hasta el 16 de julio de 2024 han sido notificados 7 688 casos confirmados de Oropouche en cinco países de la Región de las Américas.
Estos son: Bolivia, con 313 casos, Brasil (6 976), Colombia (38), Cuba (74) y Perú (287).
Durante el último trimestre se han notificado casos de OROV en zonas y países donde no se habían registrado casos autóctonos previamente.
OROV se transmite al ser humano principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis que está presente en la Región de las Américas, pero también puede ser transmitido por el mosquito Culex quinquefasciatus.
Así, la proximidad de criaderos de los vectores a los lugares de habitación humana es un factor de riesgo importante para la infección.
Las medidas de control vectorial se enfocan en la reducción de las poblaciones de los vectores mediante la identificación y eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de ellos.
Estas medidas incluyen: fortalecer la vigilancia entomológica para la detección de especies con potencial vectorial, mapear las áreas urbanas, periurbanas y rurales con condiciones para el desarrollo de los potenciales vectores, y el fomento de buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo.
Adicionalmente se deben tomar medidas para prevenir la picadura de los vectores, las cuales se refuerzan en el caso de las mujeres embarazadas.
Entre estas se encuentran la protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas (de esta manera también se previenen otras arbovirosis), y uso de prendas que cubran piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo.
También el empleo de repelentes que contienen DEET, IR3535 o icaridina, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su empleo debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
Los expertos destacan que en situaciones de brote deben evitarse las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los vectores, es decir, al amanecer y atardecer.
18 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia