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Un estudio muestra que los inmigrantes diagnosticados de tuberculosis sin antecedentes de tratamiento antituberculoso previo corren mayor riesgo de presentar resistencias.
Los extranjeros que son diagnosticados de tuberculosis en España y no han recibido ningún tratamiento previo tienen más riesgo de presentar resistencia a los fármacos desde el primer momento, según los datos de un estudio publicado en la revista Archivos de Bronconeumología, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La tuberculosis sin tratamiento previo conocido debe ser tratada durante al menos 6 meses con 3 o 4 fármacos antituberculosos de uso corriente, también llamados de primera línea, que frecuentemente se hallan integrados en un mismo medicamento.
Sin embargo, y tal como explica SEPAR, una inadecuada administración, bien por deficiencia en la prescripción médica o bien por incumplimiento del enfermo, puede conllevar la aparición de tuberculosis multirresistente, es decir, resistente al menos a los 2 fármacos vitales para su tratamiento, isoniacida y rifampicina (MDR-TB).
El estudio Retubes , cuyos resultados fueron presentados en el 47 Congreso Nacional de SEPAR celebrado en junio en Bilbao, analizó la resistencia a fármacos antituberculosos de primera línea en España durante 2010- 2011, para lo cual se utilizarón una cohorte de 519 enfermos (342 españoles y 177 extranjeros) diagnosticados de tuberculosis, a partir de antibiogramas sistemáticos, en 32 hospitales y una unidad extrahospitalaria de España.
Al analizar a los 428 enfermos sin antecedentes de tratamiento antituberculoso, vieron que la resistencia inicial a isoniacida afectó, sobre todo, a la muestra inmigrante.
«Por motivos económicos, laborales o porque conviven en grupo, los extranjeros diagnosticados de tuberculosis sin antecedentes de tratamiento antituberculoso previo corren mayor riesgo de presentar resistencia inicial», ha explicado Rafael Blanquer, neumólogo y autor principal del estudio, que ha recordado que muchas de estas personas proceden de países con «limitados programas de control y con un contexto asociado a la privación socioeconómica».