dic
15
Científicos en Gran Bretaña anunciaron que se presentó un ‘avance significativo’ durante un tratamiento pionero para tratar la enfermedad de Huntington (EH), que es hereditaria, degenerativa y mortal. Read more
sep
20
Un estudio internacional abre una nueva gama de aplicaciones neuroprotectoras de los cannabinoides, evitando los efectos secundarios psicoactivos. El trabajo revela que el compuesto Δ9-THCA –el principal fitocannabinoide no psicoactivo biosintetizado por la planta Cannabis sativa L.– puede proteger potencialmente las células del cerebro de enfermedades degenerativas, como el huntington, y podría ser una opción de tratamiento viable para pacientes con esclerosis múltiple, alzhéimer y de párkinson. Read more
jun
17
La regulación de la proteína Pyk2 se identifica como nueva diana terapéutica para tratar la enfermedad de Huntington, según un estudio español que publica Nature Communications.
abr
1
Investigadores de Cataluña han participado en un trabajo sobre el huntington, publicado esta semana en Nature Neuroscience, que abre la puerta a nuevas terapias aplicables en la fase previa a la aparición de los síntomas. Los resultados confirman que las neuronas de los pacientes, aunque aparentemente realizan la misma función que las neuronas sanas, no son 100 % iguales incluso desde el desarrollo. Read more
ene
25
Unos científicos han identificado un vínculo entre la enfermedad de Huntington y una disfunción del núcleo subtalámico, un componente de los ganglios basales, un grupo de estructuras cerebrales esenciales para el control de los movimientos y de los impulsos. Read more
dic
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La enfermedad de Huntington es de origen genético. A la espera de la acción de las nuevas técnicas de edición genética en el ámbito biomédico, no hay aún cura conocida para esta enfermedad neurodegenerativa. Se estima que su prevalencia está en torno a cinco personas de cada 100 000, lo que la cataloga como enfermedad rara. Por eso pocas empresas farmacéuticas centran sus esfuerzos en desarrollar tratamientos.
El daño neuronal ocasiona convulsiones en los miembros, pero también episodios depresivos. “Todo ello produce un gran sufrimiento en el paciente y afecta seriamente a su salud física y mental”, explica Eduardo Muñoz, investigador principal del equipo de Universidad de Córdoba (UCO) en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), en España, centrado en inflamación y cáncer.
La causa está en una proteína, llamada huntingtina en honor al descubridor de la enfermedad, George Huntington. Su mutación y sobreexpresión la convierte en tóxica para las células del cuerpo estriado, una parte interna del cerebro. Este núcleo regula movimientos motrices involuntarios como los del balanceo de los brazos al andar. Al alterar estas funciones, el individuo que padece el corea no puede controlar estos impulsos. La situación se agrava con el paso del tiempo.
El equipo de la UCO junto a la Universidad Complutense de Madrid y la empresa cordobesa VivaCell Biotechnology ha desarrollado un nuevo compuesto cannabinoide que tiene acción neuroprotectora en modelos animales de la enfermedad, lo que abre la puerta al desarrollo de un fármaco eficaz para el tratamiento de estos pacientes.
Los investigadores, que han contado con la colaboración de la Universidad del Piamonte Oriental (Italia), se fijaron en la acción de un compuesto originario del cannabis llamado cannabigerol y partir de él desarrollaron nuevos derivados como el VCE-003.2.
La planta Cannabis sativa tiene actividad psicotrópica por la acción del cannabinoide tetrahidrocannabinol (THC), pero esta planta también contiene 80 y 90 cannabinoides que no tienen ninguna actividad psicotrópica, y sí un alto potencial farmacológico. Dos de ellos, el cannabidiol y el cannabigerol son de especial interés por su “potencial farmacológico”, señala el catedrático de Inmunología.
Los científicos investigaron el derivado de cannabigerol, VCE-003.2 y observaron su acción tanto In vitro como en ratones. En ambos casos, el compuesto actuaba como modulador de un factor de transcripción PPARg ejerciendo una actividad antiinflamatoria y neuroprotectora. Además, la molécula aumentaba la capacidad de promover la supervivencia de los precursores neuronales afectados, por lo que es posible que pueda actuar como neurorreparador. Los resultados han sido publicados recientemente en la revista Scientific Reports.
La empresa Vivacell Biotechnology, fundada como empresa derivada de este grupo de investigación de la Universidad de Córdoba hace 13 años, ha patentado la molécula y está en fase de solicitud del estatus de medicamento huérfano tanto a la Agencia Europea de Medicamentos como a su equivalente estadounidense (la FDA).
Paralelamente, el equipo investigador también ha desarrollado una investigación en colaboración con VivaCell identificando otra molécula denominada VCE-004.8, la cual es derivada del cannabidiol para el tratamiento de la esclerodermia, una enfermedad rara de origen autoinmune que provoca fibrosis en piel y otros órganos internos.
VivaCell ha asegurado una financiación de cerca de 10 millones de euros para el desarrollo preclínico regulatorio del VCE-004.8 con el objetivo de iniciar los primeros ensayos clínicos de fase I en 2018.
diciembre 6/2016 (noticiasdelaciencia.com)
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