nov
21
Una decena de sociedades médicas de Argentina alertaron hoy que legalizar los cigarrillos electrónicos pondría en riesgo la salud de los jóvenes
Organismos nacionales de sociedades científicas y civiles comprometidas con la salud pública advirtieron que una eventual habilitación de estos productos implicaría un grave retroceso sanitario y expondría especialmente a niños y adolescentes a nuevas formas de adicción a la nicotina, señala un comunicado de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
En su nota, la AAMR indica que hay datos alarmantes: En Argentina, un 8,9% de los adolescentes de 13 a 18 años declara ser consumidor actual de cigarrillos electrónicos.
Solo en la Ciudad de Buenos Aires, un 38,7% de los jóvenes dijo haber probado alguna vez un producto de tabaco o nicotina. A escala mundial 7,1% de los adolescentes de 13 a 15 años usaba estos dispositivos.
La AAMR, más la Sociedad de Tisiología y Neumología de la Provincia de Buenos Aires, la Asociación Argentina de Tabacología, la Argentina de Pediatría, la Unión Antitabáquica Argentina y la Fundación Interamericana del Corazón coincidieron en manifestar profunda preocupación ante los intentos de legalizar los dispositivos electrónicos en el país.
A ellas se sumaron la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables y la Asociación Argentina de Especialistas en Adicciones.
Según el informe Productos emergentes y daño a la salud: situación en Argentina y recomendaciones (2025), elaborado por múltiples sociedades médicas y órganos de salud, “no existe evidencia científica independiente que respalde que los cigarrillos electrónicos o productos de tabaco calentado sean seguros o de riesgo reducido”.
Por el contrario, un metaanálisis reciente muestra que el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y trastornos metabólicos es similar al de los cigarrillos tradicionales, y que el uso dual (vapeo más tabaco convencional) aumenta el riesgo de daño.
Asimismo, una revisión de 2025 publicada en la revista Tobacco Control halló vínculos entre el vapeo y neumonías, bronquitis, cefaleas, daños orales y reducción del recuento de espermatozoides, entre otros efectos adversos.
La evidencia disponible indica que estos productos actúan como puerta de entrada al consumo de tabaco: muchos adolescentes que nunca habían fumado comienzan a hacerlo tras iniciarse con cigarrillos electrónicos. Además, podría ser el incentivo para otras adicciones.
14 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
oct
22
Más de 100 millones de personas consumen cigarrillos electrónicos, entre ellas 86 millones de adultos, la mayoría en países de ingresos altos, alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al menos quince millones de jóvenes de entre 13 y 15 años fuman cigarrillos electrónicos y en promedio el riesgo de que comiencen a hacerlo es nueve veces mayor que entre adultos, apuntó el organismo en su informe global sobre el consumo de tabaco.
«Los cigarrillos electrónicos están alimentando una nueva ola de adicción a la nicotina», advirtió en la presentación del estudio el director del Departamento de Determinantes de la Salud, Promoción y Prevención de la OMS, Etienne Krug.
En ocasiones esos productos “son presentados como medios de reducción de riesgos, pero en realidad hacen dependientes a los niños a la nicotina más pronto y pueden comprometer décadas de progreso”, añadió.
Las cifras, definidas por los expertos como “alarmantes”, se dan a conocer en un momento en que el consumo mundial de tabaco sigue disminuyendo, con una reducción del número de consumidores a 1 237 millones en 2024, frente a 1 380 millones en 2000.
El consumo desciende de forma más rápida en mujeres (donde el porcentaje actual es de 6,6% frente a 16,5% de 2000) que entre los hombres, ya que un 49,8% de ellos fumaba a principios de siglo y en 2024 lo seguía haciendo un 32,5%.
Mientras en el 2000 el sureste asiático era la región con mayor cantidad de fumadores (54,1% de la población total), en 2024 el consumo relativo lo lidera Europa, con 24,1% frente a 14% en América y el 9,5% en África.
La región europea se alza también con el mayor porcentaje (11,6) de adolescentes de 13 a 15 años que consumen tabaco, en tanto las demás zonas se mantienen sobre los nueve puntos porcentuales.
Ante tal situación, la OMS llamó a gobiernos y autoridades a reforzar las medidas de control del tabaco y a regular los nuevos productos de nicotina, como los vapeadores.
06 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
oct
21
Al menos quince millones de jóvenes, de entre 13 y 15 años, fuman cigarrillos electrónicos en el mundo y el riesgo de que comiencen a hacerlo es nueve veces mayor que entre adultos, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe global sobre el consumo de tabaco.
«Los cigarrillos electrónicos están alimentando una nueva ola de adicción a la nicotina», ha advertido, en la presentación del nuevo informe, el director del Departamento de Determinantes de la Salud, Promoción y Prevención de la OMS, Etienne Krug.
Presentados en muchas ocasiones como un sustituto menos perjudicial que el tabaco tradicional, «en realidad están enganchando a los jóvenes a la nicotina a una edad más temprana y ponen en riesgo décadas de avances», ha agregado el experto.
El total de consumidores de cigarrillos electrónicos es de 86 millones, en su mayoría en países de altos ingresos, según este informe que por primera vez contiene cifras estimadas en torno a estos productos.
140 millones de fumadores menos
El número de fumadores de tabaco en cifras absolutas ha bajado de 1 380 millones a principios de siglo (un 33,1% de la población mundial) a 1 237 millones en 2024, un 19,5%, porcentaje que según las proyecciones de la OMS podría caer al 17,4% en 2030.
El consumo de tabaco disminuye sin embargo de forma más rápida en mujeres -donde el porcentaje actual es del 6,6% frente al 16,5% de 2000- que entre los hombres, ya que un 49,8% de ellos fumaba a principios de siglo y en 2024 lo seguía haciendo un 32,5%.
Por edades, la franja entre los 45 y 54 años se mantiene como la que más fuma, aunque el porcentaje ha bajado del 42,1% en 2000 al 25% actual. Mientras que entre los más jóvenes (15-24 años) el descenso ha sido del 20,3% al 12,1% en el mismo periodo.
El sureste asiático era en 2000 la región con mayor prevalencia de fumadores (un 54,1% de la población total), Mientras que en 2024 el consumo relativo lo encabeza Europa, con un 24,1%, frente al 14% en América o el 9,5% en África, la región donde el uso de tabaco es más minoritario.
Europa es también la región donde el consumo de tabaco entre adolescentes de 13 a 15 años alcanza porcentajes más altos, de hasta el 11,6%, una cifra casi igual en niños que en niñas, aunque en ninguna región del planeta esta cifra baja del 9%.
España por encima de la media y Latinoamérica por debajo
Por países, España mantiene un porcentaje de consumo de tabaco entre ambos sexos superior a la media mundial, del 27,6%, con un porcentaje del 28,9% entre hombres y del 26,2% entre mujeres, que casi cuadruplica el promedio global.
En las sociedades latinoamericanas los porcentajes en general son más bajos, siendo Chile (26,7% para ambos sexos) y Argentina (23,5%) los países de la región con porcentajes más altos. Al otro lado se sitúan con las tasas más bajas Paraguay (6,4%) y Panamá (4,8%).
«El mundo fuma menos, pero la epidemia del tabaco está lejos de haber terminado», concluye la OMS, advirtiendo que la industria tabaquera sigue contraatacando con nuevos productos que contienen la adictiva nicotina. Además de agresivas campañas dirigidas a los más jóvenes, que los gobiernos deben combatir «de forma rápida y enérgica».
06 octubre 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
may
21
El consumo de cigarrillos electrónicos aumenta en un 252 % el riesgo de padecer asma a edades más tempranas, señala un estudio publicado hoy en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) Network Open.
De acuerdo con la investigación, a cargo de expertos del UTHealth Houston en Estados Unidos, los adultos que no tenían asma al comienzo del estudio y reportaron haber usado cigarrillos electrónicos solo por 30 días, aumentaron su riesgo de desarrollar la enfermedad.
«Medir el riesgo potencial de una edad más temprana de aparición del asma en relación con el uso de cigarrillos electrónicos durante un mes aproximadamente, puede ayudar a las personas a dejarlos», puntualizó la primera autora Adriana Pérez, profesora de bioestadística y ciencia de datos en la Escuela de Salud Pública de UTHealth Houston.
Nuestra investigación, recalcó la experta, también destaca la importancia de modificar las pautas de detección para incorporar el uso reciente de cigarrillos electrónicos, lo que podría conducir a una detección y tratamiento más tempranos del asma, reduciendo la morbilidad y mortalidad asociadas con la enfermedad.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la carga sanitaria del asma resulta en 300 000 millones de dólares en pérdidas anuales debido a días escolares o laborales perdidos, mortalidad y costos médicos.
Para llegar a sus conclusiones, el equipo analizó datos secundarios del Estudio de Evaluación de la Población del Tabaco y la Salud de Estados Unidos.
20 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
mar
21
Los usuarios de cigarrillos electrónicos con un historial limitado de tabaquismo experimentan cambios en el ADN de las células del interior de las mejillas similares a los de los fumadores y que se asocian, en ese segundo grupo, al desarrollo futuro de cáncer del pulmón. Un estudio que publicado Cancer Reseach analizó en más de 3.500 muestras los efectos epigenéticos del tabaco y los cigarrillos electrónicos en la metilación del ADN, un mecanismo epigenético fundamental en la regulación de la expresión de los genes y de cómo funcionan.
El objetivo era investigar el impacto en las células que están expuestas directamente al tabaco (por ejemplo, en la boca) y las que no lo están (en la sangre o el cuello uterino). ‘No podemos afirmar que los cigarrillos electrónicos provoquen cáncer basándonos en nuestro estudio, pero sí observamos’ que sus consumidores ‘presentan algunos cambios epigenéticos en las células bucales similares a los de los fumadores, y estos cambios están asociados al desarrollo futuro de cáncer de pulmón en los fumadores’.
Así lo indicó Chiara Herzog, del University College de Londres y de la Universidad de Innsbruck (Austria), una de las firmantes de la investigación. Herzog agregó que serán necesarios más estudios para investigar si estas características podrían utilizarse para predecir individualmente el cáncer en fumadores y usuarios de cigarrillos electrónicos.
El epigenoma se refiere a una capa extra de información que se superpone a nuestro material genético, el ADN. Este se puede comparar con el ‘hardware’ de un ordenador, mientras que la epigenética sería como ‘’software’, que define cómo, dónde y cuándo se ejecutan los programas que éste utiliza, explica el Univesity College en un comunicado.
Los epigenomas cambian a lo largo de nuestra vida y pueden verse afectados por diversos factores genéticos o no genéticos, como el envejecimiento, el estilo de vida, la exposición a hormonas, sustancias químicas y factores ambientales, e incluso el estrés y los traumas psicológicos.
Los investigadores descubrieron que las células epiteliales de la boca mostraban cambios epigenómicos sustanciales en los fumadores, que son aún más elevados en los cánceres o precánceres de pulmón, en comparación con el tejido pulmonar normal, lo que apoya la idea de que los cambios epigenéticos asociados al tabaquismo permiten a las células crecer más rápidamente.
El estudio incluye nuevos datos que muestran que se observaron cambios epigenómicos similares en las células de consumidores de cigarrillos electrónicos que solo habían fumado menos de 100 cigarrillos de tabaco en su vida.
Aunque el consenso científico es que los cigarrillos electrónicos son más seguros que fumar tabaco, no podemos dar por sentado que su uso sea completamente seguro y es importante estudiar sus posibles riesgos a largo plazo y su relación con el cáncer’, dijo Herzog.
Mediante el análisis computacional de las muestras, los investigadores también descubrieron que algunos cambios epigenéticos relacionados con el tabaquismo permanecen más estables que otros tras dejar de fumar, incluidos los relacionados con el tabaquismo en muestras cervicales, algo que no se había estudiado anteriormente.
El epigenoma permite mirar hacia atrás para ver cómo respondió nuestro cuerpo a una exposición ambiental previa, como el tabaquismo, pero también puede permitir predecir la salud y la enfermedad en el futuro, dijo Matin Widschwendter, también firmante del estudio.
Los cambios que se observan en el tejido del cáncer de pulmón también pueden medirse en las células de las mejillas de fumadores que no han desarrollado un cáncer. Y lo que es más importante -destacó- esta investigación apunta a que ‘los usuarios de cigarrillos electrónicos presentan los mismos cambios, por lo que estos dispositivos podrían no ser tan inocuos como se pensaba en un principio.
Ver artículo: Herzog C, Jones A, Evans I, Raut JR, Zikan M, Cibula D, et al. Cigarette smoking and e-cigarette use induce shared DNA methylation changes linked to carcinogenesis. Cancer Res[Internet].2024[citado 21 mar 2024]. https://doi.org/10.1158/0008-5472.CAN-23-2957
20 marzo 2024|Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
may
31
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) advierte que los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco para calentar son adictivos, no son seguros y no sirven como método de reducción del daño. Read more
