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Combinar dos o tres medicamentos que bloquean la testosterona previene la propagación del cáncer de próstata mejor que un solo medicamento, encontró un ensayo clínico reciente.
Los hombres que recibieron dos o tres bloqueadores hormonales permanecieron libres de cáncer con unos niveles más bajos de PSA durante más tiempo que los que solo recibieron un medicamento, encontraron los investigadores.
Una vez que terminaron el tratamiento, los hombres que tomaron la terapia combinada vieron que los niveles de testosterona se recuperaban tan rápido como los que tomaron un solo medicamento.
«Esto se suma a un creciente cuerpo de evidencias a favor de una terapia más intensiva de bloqueo de la testosterona en los pacientes con cáncer de próstata con un riesgo más alto», señaló el investigador principal, el Dr. Rahul Aggarwal, oncólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Francisco.
El cáncer de próstata afecta a alrededor de uno de cada ocho hombres, y provoca 34,000 muertes en Estados Unidos cada año, señalaron los investigadores en las notas de respaldo.
En el estudio, el equipo se enfocó en hombres que habían sufrido una recaída tras una cirugía de cáncer de próstata. La recaída se detectó a través de un aumento repentino de los niveles sanguíneos de PSA (antígeno prostático específico).
«Observamos a los pacientes que tenían un aumento rápido en su PSA, un indicador de una forma de riesgo más alto de cáncer de próstata recidivante», dijo Aggarwal. «Nuestro objetivo era probar varias estrategias diferentes de terapia hormonal para encontrar el mejor enfoque en términos de retrasar la progresión del cáncer».
Los investigadores reclutaron a más de 500 de estos pacientes entre 2017 y 2022 para que tomaran un solo fármaco bloqueante de la testosterona o una combinación de dos o tres bloqueadores. Los pacientes permanecieron en su terapia asignada durante un año.
Todos los pacientes experimentaron una caída dramática en sus niveles de testosterona, lo que frenó su cáncer, pero también causó fatiga, sofocos, disminución de la libido y otros efectos secundarios.
Sin embargo, los pacientes que tomaron el régimen combinado de medicamentos tuvieron mejores niveles de PSA, permanecieron libres de cáncer por más tiempo y se recuperaron con la misma rapidez una vez que dejaron los bloqueadores hormonales, muestran los resultados.
El nuevo estudio aparece en la edición del 23 de enero de la revista Journal of Clinical Oncology.
Los investigadores están haciendo un seguimiento con un análisis más detallado de cómo les fue a los pacientes con las diferentes combinaciones.
«Las nuevas terapias contra el cáncer deben superar un listón muy alto para llegar a los pacientes», planteó Aggarwal. «Con la evidencia de este estudio y otros, la terapia hormonal combinada debe considerarse un estándar de atención en pacientes con cáncer de próstata con recaída de alto riesgo después de un tratamiento previo».
Referencia: Aggarwal R, Heller G, Hillman DW, Xio H, Picus J, Taplín ME, et al. PRESTO: A Phase III, Open-Label Study of Intensification of Androgen Blockade in Patients With High-Risk Biochemically Relapsed Castration-Sensitive Prostate Cancer (AFT-19).JCO[Internet].2024[citado 27 ene 2024]. DOI:10.1200/JCO.23.01157
25 enero 2024| Fuente: HealtDay | Tomado de Noticias de Salud| Cáncer
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El laboratorio de Sandra Blanco, del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-Universidad de Salamanca) y del IBSAL, publica dos artículos sobre el papel de una enzima que fortalece a las células tumorales
Un trabajo del laboratorio liderado por Sandra Blanco, científica del Centro de Investigación del Cáncer (centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca) y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) revela el importante papel que tiene una enzima en la resistencia de los tumores a los tratamientos. Inhibir esta molécula haría más efectivas las terapias contra el cáncer, según demuestran los investigadores en dos artículos científicos, uno de ellos centrado en el cáncer de próstata avanzado, la segunda neoplasia más común en los hombres.
Los científicos han descubierto que una enzima denominada METTL1 está altamente expresada en el cáncer de próstata, sobre todo en las etapas más avanzadas del tumor. La función de METTL1 es colocar una marca química para modificar el ARN, la molécula que permite sintetizar proteínas a partir del ADN. Por lo tanto, si esta enzima se inhibe, se generan moléculas de ARN que no tienen esa marca y que actúan como controladores de la síntesis de proteínas y frenan el crecimiento del tumor.
Además, Sandra Blanco y su equipo han demostrado en modelos de cáncer de próstata en ratones que reducir METTL1 aumenta la infiltración de células del sistema inmunitario en el tumor. Este resultado, publicado en la revista científica Molecular Cancer, permite mejorar la eficacia de los tratamientos basados en inmunoterapia y convierte a esta enzima en una prometedora diana terapéutica, es decir, en una molécula hacia la que dirigir futuras terapias.
Sin embargo, METTL1 no solo se encuentra altamente expresada en el cáncer de próstata, sino en la mayoría de los tumores humanos. Por eso, en otro artículo de la revista Oncogene, del grupo Nature, estos mismos investigadores revelan que la inhibición de METTL1 aumenta la eficacia de los medicamentos. En otras palabras, atacar específicamente esta enzima hace que las células cancerosas sean más sensibles a los tratamientos, debilitando su capacidad de resistencia. Los pacientes podrían obtener mejores resultados con los mismos fármacos antitumorales.
«Nuestros hallazgos abren nuevas posibilidades para abordar tumores que ya no responden a tratamientos de quimioterapia convencionales”, explica Sandra Blanco, que lidera ambos estudios. “La enzima METTL1 se puede convertir en una diana terapéutica clave para mejorar los tratamientos en pacientes con cáncer, permitiendo superar la resistencia de las células tumorales a los medicamentos”, añade.
El ARN revoluciona la investigación biomédica
Por otra parte, desde el punto de vista científico, este hallazgo muestra “la creciente importancia de la epitranscriptómica en la terapia del cáncer”, explica la experta en referencia a las modificaciones que sufre el ARN, “y del potencial de los inhibidores moleculares como futuras armas contra esta enfermedad”. De hecho, la comunidad científica está investigando activamente nuevos inhibidores moleculares de enzimas epitranscriptómicas como METTL1 como posibles tratamientos contra el cáncer, lo que “podría revolucionar la forma en que abordamos esta enfermedad”, asegura.
La investigación en torno al ARN está cobrando una enorme relevancia en biomedicina. La mejor prueba es que el pasado lunes el Premio Nobel de Medicina reconoció el trabajo de Katalin Karikó y Drew Weissman, por sentar las bases del conocimiento sobre las modificaciones del ARN mensajero que permitieron desarrollar las vacunas contra el COVID-19. “Sus descubrimientos se basaron en usar las propiedades químicas de las modificaciones de ARN para el desarrollo de vacunas de ARN estables y duraderas; mientras que, en nuestro caso, tratamos de averiguar la función fisiológica real de las modificaciones de ARN que existen en los organismos y que a día de hoy se desconocen por completo”, apunta Sandra Blanco. “Nuestro objetivo, dentro del contexto patológico del cáncer, es desarrollar nuevas dianas terapéuticas”.
Referencias bibliográficas
García-Vílchez R, Añazco-Guenkova AM, Dietmann S, et al. METTL1 promotes tumorigenesis through tRNA-derived fragment biogenesis in prostate cancer. Mol Cancer 22, 119 (2023). https://doi.org/10.1186/s12943-023-01809-8
García-Vílchez R, Añazco-Guenkova AM, López J, Dietmann S, Tomé M, Jimero S, et al. N7-methylguanosine methylation of tRNAs regulates survival to stress in cancer. Oncogene[ Internet]. 2023[citado 2 nov 2023]; https://doi.org/10.1038/s41388-023-02825-0
2 noviembre 2023| Fuente: DICYT| Tomado de Noticias Ciencias Sociales
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16
Las guías de resonancia magnética permiten realizar e interpretar de forma óptima la resonancia magnética (RM) de próstata, y por lo tanto mejorar el manejo del radiólogo ante cáncer de próstata en todas sus etapas, pone de manifiesto el artículo «MRI for detection, staging, and follow-up of prostate cancer: Synthesis of the PI-RADS v2.1, MET-RADS, PRECISE, and PI-RR guidelines» publicado en la revista Radiología por el Dr. Joan C. Vilanova, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) en el día europeo de la salud prostática.
El cáncer de próstata es el segundo en frecuencia entre los hombres (tras el cáncer de piel) con una estimación de 1,4 millones de diagnósticos de cáncer de próstata en todo el mundo en el 2020.
La radiología, a través fundamentalmente de la RM, tiene un papel clave en las distintas etapas del cáncer de próstata: diagnóstico, estadificación y valoración del tratamiento, especialmente para valorar las posibles recidivas.
Según el Dr. Vilanova «el correcto manejo de la RM requiere conocer y utilizar de forma eficaz las distintas guías elaboradas para la adquisición, interpretación e informe de la RM en el diagnóstico (guía PI-RADS), estadificación de cuerpo entero (guía MET-RADS), vigilancia activa (guía PRECISE) y recidiva local (guía PI-RR) en el cáncer de próstata».
Este artículo proporciona un resumen de las guías necesarias para poder valorar en su conjunto el cáncer de próstata en RM y la correcta utilización de las mismas guías; desde el diagnóstico con la guía PI-RADS, la valoración de la extensión del tumor con la guía MET-RADS, el seguimiento en el cáncer de próstata clínicamente no significativo con la guía PRECISE, y las posibles recidivas del cáncer con la guía PI-RR.
Dichas guías en RM permiten una óptima utilización y proporcionar un manejo más eficaz del cáncer de próstata.
Guías en RM
La guía PI-RADS es la guía de recomendación para detectar con eficacia el cáncer de próstata clínicamente significativo. La guía proporciona unos criterios detallados en las imágenes de RM para considerar el grado de sospecha de un cáncer significativo en base a una puntuación de 1 a 5, siendo de baja sospecha la puntuación 1 y 2, moderada sospecha de 3; y alta sospecha de cáncer con puntuaciones de la guía PI-RADS 4 o 5; debiendo realizar en estos casos una biopsia de próstata.
Por otra parte, la guía MET-RADS permite detectar mediante una RM de cuerpo entero las posibles metástasis óseas, y también permite analizar la respuesta a la quimioterapia después del tratamiento cuando existen metástasis óseas; para identificar la posible buena respuesta al tratamiento.
La guía PRECISE sirve para seguir un tipo de cáncer que llamamos clínicamente no significativo, es decir que no supone un problema para la salud de los pacientes, es un tipo de cáncer de próstata muy poco agresivo. Por este motivo no requiere tratamiento y únicamente se debe realizar un seguimiento mediante la RM. La guía PRECISE valora en la RM cuándo un tumor clínicamente no significativo podría pasar a ser clínicamente significativo, con lo que en estos casos sí que requeriría un tratamiento.
Finalmente, la guía PI-RR permite seguir a los pacientes después de que se les haya tratado de cáncer de próstata mediante radioterapia o prostatectomía. El análisis de la RM después del tratamiento permite identificar cuando existe la posibilidad de recidiva del cáncer.
Referencia
Vilanova JC, Catalá-Sventzetzky C, Hernández-Mancera H. Resonancia magnética en la detección, estadificación y seguimiento del cáncer de próstata: síntesis de las guías PI-RADS v2.1, MET-RADS, PRECISE y PI-RR. Radiologia. 2023; 65:5(431-446). DOI: 10.1016/j.rx.2022.12.005
13/09/2023
Fuente: (IMMedico) Tomado- Oncología /Radiología © 2023 Copyright: Publimas Digita
sep
7
El ejercicio físico puede ayudar a superar la disfunción eréctil en pacientes con cáncer de próstata
La disfunción sexual es un efecto secundario común, angustiante y persistente del tratamiento del cáncer de próstata, con efectos tanto físicos como psicológicos para los pacientes afectados.
La pérdida de la función eréctil genera un estrés importante en la vida de muchos hombres que reciben tratamiento por cáncer de próstata cada año. Al respecto, una nueva investigación dirigida por la Universidad Edith Cowan (ECU) y avalada por la Fundación Australiana contra el Cáncer de Próstata ha constatado que el ejercicio podría ayudar a superar la disfunción eréctil entre los hombres afectados por este tipo de tratamientos.
«La disfunción sexual es un efecto secundario común, angustiante y persistente del tratamiento del cáncer de próstata, con efectos tanto físicos como psicológicos. Nuestro estudio muestra que estos pacientes pueden beneficiarse inmediatamente de intervenciones de ejercicio supervisadas para mejorar su salud sexual», afirmó el profesor Daniel Galvao, director del Instituto de Investigación de Medicina del Ejercicio (EMRI) de ECU y principal responsable del estudio.
Estudios EMRI anteriores demostraron que el ejercicio puede ayudar a producir proteínas que combaten el cáncer llamadas mioquinas, que actúan para suprimir el crecimiento tumoral incluso en pacientes con cáncer de próstata terminal en etapa avanzada . «Ésta es sólo la última evidencia que demuestra que el ejercicio debe considerarse una parte integral del tratamiento del cáncer de próstata», afirmó el referido experto.
Beneficios del ejercicio
Para llevar a cabo el estudio se dividió a más de 100 pacientes con cáncer de próstata en tres grupos. Uno realizó ejercicios aeróbicos y de resistencia supervisados, mientras que otro hizo el mismo programa de ejercicios, pero también se sometió a terapia psicosexual. Mientras, el tercer grupo recibió tratamiento estándar sin ningún componente de ejercicio o terapia.
La terapia psicosexual no produjo mejoras en la función eréctil ni en la satisfacción sexual; sin embargo, los pacientes que hicieron ejercicio informaron una gran mejora en ambas. Aquellos que hicieron ejercicio vieron un aumento de la función eréctil en 5,1 puntos, en comparación con 1,0 puntos para el grupo de atención habitual, mientras que la satisfacción sexual aumentó en 2,2 puntos con ejercicio y 0,2 puntos con atención habitual.
El ejercicio también evitó un aumento de la masa grasa y mejoró los resultados de la función física, así como la fuerza de los músculos de la parte superior e inferior del cuerpo en comparación con la atención habitual.
«Este estudio demuestra el poder del ejercicio para ayudar a restaurar la función sexual y al mismo tiempo mejorar la salud general, basándose en investigaciones anteriores que han descubierto que el ejercicio también puede ayudar a reducir los riesgos de recurrencia en hombres con cáncer de próstata», señaló, por su parte, Anne Savage, directora ejecutiva de la Fundación de Cáncer de Próstata de Australia.
Finalmente, los investigadores consideran que se necesita más investigación para averiguar cómo el ejercicio puede afectar la salud sexual de los pacientes con cáncer de próstata y otros síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y su tratamiento.
05/09/2023 Urología Atención Primaria
may
18
En los últimos 5-10 años, la detección del cáncer de próstata ha experimentado un notable. La incorporación de novedosas técnicas de imagen «ha revolucionado completamente el diagnóstico», indica Juan Gómez Rivas, del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Madrid. Según indica, los clínicos basaban el diagnóstico de cáncer de próstata en el tacto rectal, determinación de PSA y biopsia, en cierta medida aleatoria. La tasa de éxito de esta actuación era que aproximadamente de uno de cada tres pacientes biopsiados tenía un tumor.
«En estos momentos, la resonancia magnética (RM), al igual que en el caso de la mama, nos ayuda a saber dónde está la sospecha tumoral, lo que ha mejorado el diagnóstico: de ese tercio de pacientes, se ha pasado a que más de la mitad de los pacientes que tienen una RM positiva tienen un cáncer de próstata. De hecho, las guías clínicas señalan que todo paciente en el que se sospecha un cáncer de próstata debe tener una resonancia magnética antes de practicarle una biopsia».
Se trata además de una medida diagnóstica coste-efectiva porque la RM no sólo dirige la biopsia sino que «discierne sobre un grupo de pacientes que no la necesita porque no tiene tumor. Evita biopsias, sobrediagnósticos y sobretratamientos», señala Gómez Rivas, que acaba de recibir uno de los premios anuales que otorga anualmente la Asociación Europea de Urología en diferentes áreas; concretamente el Cristal Matula, dedicado a un urólogo joven, menor de 40 años, con una buena trayectoria académica y de divulgación científica.
El profesional, cuya línea de interés se centra en tumores genitourinarios, y más específicamente el cáncer de próstata, alude también al apoyo que ha supuesto la PET con marcador de membrana de próstata muy específico, el PSMA.
Se trata de otra nueva técnica de imagen de Medicina Nuclear que ha variado el diagnóstico de recidivas porque permite valorar dónde se encuentra con valores muy bajos de PSA. «Esta metodología permite hacer tratamientos muy dirigidos. Por ejemplo, si un paciente tiene captación de PSMA en un ganglio de la fosa ilíaca derecha, se realiza un tratamiento de radioterapia dirigido a esa zona o se practica una linfadenectomía de rescate. Si el paciente es metastásico se le trata como tal precozmente antes de que pudiera verse en un TAC o Gammagrafía. Sin duda, tanto la imagen como el PSMA han revolucionado el escenario del cáncer de próstata».
Más esperanza de vida
En el tratamiento de la enfermedad metastásica y resistente a la castración, el experto señala que en la última década, y más concretamente desde 2015 en patología metastásica, existen múltiples tratamientos que han aumentado la esperanza de vida de estos pacientes. «Anteriormente, en la patología metastásica, con terapia de deprivación estrogénica, la esperanza de vida era menor de cinco años, dependiendo de la carga metastásica. Pero, con los tratamientos actuales, la supervivencia ha aumentado más de siete años. Se ha producido un cambio positivo muy importante teniendo en cuenta, además que nuestra población de referencia está muy envejecida».
Mayo 17/2023 (Diario Médico) – Tomado de Urología – Se ensayan otras nuevas opciones de detección (Seguir leyendo) Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
may
17
Un estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que se celebra en Dublín (Irlanda) del 17 al 20 de mayo, sugiere que el aumento de peso en la adolescencia y la veintena aumenta el riesgo de muerte por cáncer de próstata.
El análisis de los datos de más de 250.000 hombres suecos reveló que el aumento de peso a lo largo de la vida se asociaba al desarrollo de cáncer de próstata en general y de cáncer de próstata agresivo y mortal.
La relación con el cáncer de próstata agresivo y mortal se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.
El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en los hombres de todo el mundo, con más de 1,4 millones de casos diagnosticados anualmente. Es el cáncer más frecuente en hombres en Suecia, con 10.000 casos al año, y la causa más común de muerte por cáncer en varones, con 2.000 fallecimientos anuales.
Es el cáncer más frecuente en hombres en el Reino Unido, con unos 52.000 casos al año, y la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en varones, con casi 12.000 muertes al año.
«Saber más sobre los factores que causan el cáncer de próstata es clave para prevenirlo», afirma la Dra. Marisa da Silva, del Departamento de Medicina Traslacional de la Universidad de Lund (Malmö, Suecia).
«Los únicos factores de riesgo bien establecidos, como el aumento de la edad, los antecedentes familiares de la enfermedad y varios marcadores genéticos, no son modificables, por lo que es vital identificar factores de riesgo que puedan cambiarse».
Además, aunque muchos cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar daño a un hombre durante su vida, otros son más agresivos -tienen o es probable que se extiendan rápidamente fuera de la próstata y son más difíciles de tratar- y es importante averiguar si tienen los mismos o distintos factores de riesgo.
Investigaciones anteriores han encontrado pruebas sólidas de que el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer de próstata mortal. Sin embargo, no están claras las pruebas de que la grasa corporal esté asociada al cáncer de próstata en general. Además, muchos de estos estudios se basaron en mediciones de la grasa corporal en un momento determinado y no evaluaron la agresividad.
Para saber más sobre la relación entre el peso y el cáncer de próstata, el Dr. da Silva y sus colegas analizaron los datos de 258.477 hombres cuyo peso se había medido al menos tres veces entre los 17 y los 60 años, como parte del estudio Obesity and Disease Development Sweden (ODDS).
El peso se midió de forma objetiva (83%), subjetiva (5%) y recordada (12%).
Los hombres, que estaban libres de cáncer de próstata cuando se inscribieron en el ODDS entre 1963 y 2014, fueron seguidos hasta 2019 (mediana de seguimiento de 43 años). Se registraron los diagnósticos de cáncer de próstata y las muertes durante ese tiempo.
Del grupo, 23.348 participantes fueron diagnosticados de cáncer de próstata, con una edad media en el momento del diagnóstico de 70 años, y 4.790 hombres murieron de cáncer de próstata.
El aumento de peso (más de medio kg o 1,1 lb al año) en comparación con un peso estable a lo largo de la vida de un hombre se asoció con un riesgo un 10% mayor de cáncer de próstata agresivo y un 29% mayor de cáncer de próstata mortal.
Un análisis más detallado demostró que esta relación se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.
El aumento de peso de un hombre de 1 kg al año entre los 17 y los 29 años (en total, 13 kg) se asocia a un aumento del 13% del riesgo de cáncer de próstata agresivo y del 27% del riesgo de cáncer de próstata mortal.
El Dr. da Silva afirma: «Investigaciones anteriores han relacionado las concentraciones elevadas del factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), una hormona que interviene en el crecimiento y el desarrollo celular, con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Los niveles de esta hormona se elevan en personas con obesidad y un aumento pronunciado de peso puede alimentar esta elevación y el desarrollo del cáncer.»
Los investigadores concluyen que prevenir el aumento de peso en la edad adulta joven puede reducir el riesgo de cáncer de próstata agresivo y mortal.
El Dr. da Silva añade: «No sabemos si es el aumento de peso en sí o la larga duración del sobrepeso el principal impulsor de la asociación que observamos. No obstante, hay que ganar peso para ser más pesado, por lo que evitar un aumento pronunciado de peso en los hombres jóvenes es imperativo para la prevención del cáncer de próstata.»
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