may
28
Cuba mantiene hoy la vigilancia sanitaria ante la transmisión del virus de Oropouche, tras la identificación de varios casos en dos áreas de salud de la oriental provincia de Santiago de Cuba.
El Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la nación caribeña detalló en un comunicado que, partir de muestras estudiadas en el laboratorio nacional de referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK), fueron detectados enfermos en las zonas de Ernesto Guevara y Songo la Maya en dicho territorio.
Ante esta situación, «se desarrollan acciones entomo-epidemiológicas para cortar la cadena de transmisión y lograr el control de la enfermedad en el menor tiempo posible», puntualizó el Minsap.
Detalló, además, que todos los casos han evolucionado de manera favorable con mejoría de los síntomas entre el tercer y cuarto día del inicio de la enfermedad.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), puntualizó que la Fiebre de Oropouche, es provocada por un virus transmitido por vectores del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes).
En un comunicado oficial, la entidad emitió una actualización epidemiológica sobre la presencia de este virus en Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago.
«En lo que va de año se ha notificado la enfermedad en el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú», específico la OPS.
Detalló además, que el cuadro clínico que se manifiesta como consecuencia de la enfermedad es leve, precedido por un periodo de incubación de cinco a siete días, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, musculares y articulares, en ocasiones, también se reportan vómitos y diarreas.
27 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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27
El registro de 3 000 muertes confirmadas por dengue en 2024, lo que equivale a unas 20 por día desde comienzo de año, y 5 000 000 de casos, estremeció en Brasil la semana que termina hoy.
Según datos del panel de Arbovirosis (virus) del Ministerio de Salud, otras 2 666 defunciones por la enfermedad están en investigación y, en el mismo período del año pasado (hasta la semana 20), el país tenía 867 fallecidos.
Tal cifra de óbitos es la mayor desde el inicio de la serie histórica, en 2000. La marca anterior se impuso en el pasado calendario (1 179). El tercer ejercicio con mayor dígito resultó 2022 con 1 053.
Además, el país tiene más de 5 000 000 de casos probables del padecimiento.
La secretaria de Vigilancia en Salud de la cartera, Ethel Maciel, afirmó en febrero que la estimación del ministerio era que el país registrara este año 4 200 000 de casos. Incluso, antes del final del primer semestre, esa cifra fue superada.
El estado de Sao Paulo concentra el mayor número de muertes (805), seguido por Minas Gerais (519), Paraná (367) y el Distrito Federal (365).
Por su parte, en el otro extremo, aparecen Acre y Roraima que no notificaron ninguna expiración por dengue este año.
Vaticinios del sector privado indican que el actual impacto del brote continuará en junio.
De acuerdo con el análisis del Instituto Todos por la Salud (ITpS), con datos de cerca de 500 000 exámenes diagnósticos realizados entre mayo de 2022 y mayo de 2024 en los laboratorios Fleury, Hilab, HLAGyn, Hospital Israelí Albert Einstein y Sabin, la positividad de las pruebas para el dengue alcanzó el nivel más alto de los últimos dos años.
El porcentaje de resultados positivos fue de 34,5 % en la Semana Epidemiológica 19, del 5 al 11 de mayo. En el mismo período de 2023 estaba en 26 % y en 2022 (20,5).
«Frente a los niveles récord de positividad reportados, superiores al 35 % en algunos estados brasileños y en diferentes grupos de edad, los brotes de dengue que observamos hoy en el país aún serán motivo de atención a lo largo de junio», alertó el virólogo Anderson Brito, investigador del ITpS.
El dengue forma parte de un grupo de enfermedades denominadas arbovirosis y el virus es transmitido por la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti.
La dolencia posee cuatro serotipos diferentes: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4-. Todos pueden causar las diferentes formas del mal.
En el último informe del Ministerio de Salud, tres serotipos están con circulación simultánea en el país, con más énfasis para el 1 y 2.
De igual manera, todos los grupos de edad son igualmente susceptibles a la enfermedad, pero las personas mayores y aquellas que poseen padecimientos crónicos, como diabetes e hipertensión arterial, tienen mayor riesgo de evolucionar hacia casos graves o la muerte.
25 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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13
A la presencia de vectores ya conocidos como el mosquito Aedes aegypti, que transmiten las enfermedades del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla, en Colombia se suma hoy la detección del virus Oropouche (OROV).
De acuerdo con un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), además de en esta nación sudamericana, en lo que va del 2024 otros tres países de la región de las Américas notificaron casos de OROV: Bolivia, Brasil y Perú.
Esa misma entidad informó que el pasado 12 de marzo, Colombia reportó dos diagnósticos positivos para la enfermedad causada por el mentado virus, identificado en muestras de los departamentos de Amazonas (sur) y Meta (centro).
No obstante, hace pocos días, la Fundación IO refirió que del 1.° de enero al 4 de mayo se detectaron 38 casos confirmados de Oropouche en tres departamentos del país, el más afectado de ellos Amazonas, con 35.
En Meta y Caquetá reportaron un caso en cada uno, mientras que se identificó un portador de la infección procedente de Tabatinga, Brasil, según comunicó la organización científica sin ánimos de lucro.
Los casos fueron descubiertos mediante una estrategia retrospectiva de búsqueda por laboratorio implementada por el Instituto Nacional de Salud de Colombia a partir de la vigilancia de dengue, añadió la fuente.
En las Américas, los brotes por el virus Oropouche registrados en los últimos diez años han tenido lugar principalmente en la región amazónica, según informa la OPS.
Se transmite al ser humano sobre todo a través de la picadura del jején Culicoides paraensis, pero también puede ser transmitido por el mosquito Culex quinquefasciatus.
Posterior a un periodo de incubación de cinco a siete días los pacientes experimentan fiebre alta, cefalea con fotofobia, mialgias, artralgias y, en algunos casos, exantemas.
En ciertos aquejados, los síntomas pueden ser más severos e incluir vómitos y hemorragias, manifestándose en forma de petequias, epistaxis y sangrado gingival. Generalmente, la infección se resuelve en un lapso de dos a tres semanas.
Actualmente, detalla la OPS, no se disponen de vacunas ni medicamentos antivirales específicos para prevenir o tratar la infección por OROV.
El enfoque del tratamiento es paliativo, centrado en aliviar el dolor, rehidratar al paciente y controlar cualquier vómito que pueda presentarse.
12 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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13
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó hoy a los países del Caribe a fortalecer las medidas de prevención y control de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, como dengue, chikunguña y zika.
El mensaje llega durante la celebración de la Semana de Acción contra los Mosquitos en el Caribe 2024 (del 6 al 12 de mayo), que bajo el lema «Unidos por la salud», busca crear conciencia sobre la amenaza que representan estos padecimientos, que en los últimos años han ido en aumento en la región.
En lo que va de 2024 en las Américas se reportaron más de 6,5 millones de casos de dengue, tres veces más que en igual periodo de 2023. En el Caribe no latino, ya se han registrado más de 25 000 infestados, superando la mitad de lo reportado en todo el año pasado.
«El dengue es una enfermedad que puede ser mortal cuando no es diagnosticada y tratada oportuna y adecuadamente, y este año estamos viendo un aumento preocupante en la región», dijo el director de la OPS, doctor Jarbas Barbosa.
Por ello, añadió, la Semana de Acción contra los Mosquitos en el Caribe es una oportunidad para que todos trabajemos juntos para eliminar los criaderos, frenar la propagación de estas enfermedades y proteger a nuestras comunidades, especialmente antes y durante la temporada de lluvias.
El Aedes aegypti vive dentro y alrededor de las casas y se reproduce en cualquier recipiente u objeto que acumule agua.
Puede transmitir dengue, chikunguña y zika, enfermedades que causan fiebre, dolor intenso en las articulaciones, erupciones cutáneas y, en casos graves, incluso la muerte.
Según los expertos, varios factores ambientales y sociales contribuyen a la propagación del mosquito transmisor, incluyendo el aumento de las temperaturas, la presencia de basura y recipientes que le sirven de criadero, así como eventos climáticos.
Esta jornada representa un momento oportuno para organizar, informar y participar en jornadas de limpieza de las casas, pero también de espacios públicos en los barrios, como calles, parques, escuelas, cementerios, centros de salud, hospitales y otros sitios con alta afluencia de personas, para evitar la acumulación de recipientes que contengan agua y puedan servir de criaderos.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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11
Un conjunto de modelos ambientales e hidrológicos sugiere que las áreas en riesgo de transmisión de paludismo o malaria en África podrían disminuir más de lo esperado debido al cambio climático en el siglo XXI.
Los modelos combinados predicen que el área total de transmisión adecuada de paludismo comenzará a disminuir en África después de 2025 hasta el 2100, incluyendo en África Occidental y hasta el este, llegando a Sudán del Sur.
El enfoque del nuevo estudio publicado hoy en la revista Science captura características hidrológicas que generalmente se pasan por alto con los modelos predictivos estándar de transmisión de malaria, ofreciendo una visión más matizada que podría informar los esfuerzos de control de la enfermedad en un mundo en calentamiento.
La mayor parte de la carga de la malaria recae en las personas que viven en países de ingresos bajos y medianos en África, donde la infraestructura de salud está incompleta y los programas de control se han estancado en los últimos años.
Debido a que se transmite por mosquitos, la malaria también es una de las enfermedades más prominentes sensibles al clima.
Por ejemplo, los cambios en las precipitaciones podrían expandir o restringir el rango geográfico de los mosquitos y la disponibilidad de agua estancada que necesitan para reproducirse, especialmente en África, donde el clima ya está cambiando rápidamente.
Sin embargo, la mayoría de los intentos de predecir el impacto del cambio climático en el paludismo solo han representado el agua superficial utilizando la precipitación, ignorando otras características hidrológicas importantes como el flujo de los ríos, consideró el artículo.
En lugar de depender de un solo modelo, el doctor Mark Smith, profesor asociado de investigación del agua en la Escuela de Geografía de la Universidad de Leeds y autor principal del estudio y sus colaboradores, aplican un conjunto de modelos hidrológicos y climáticos globales para predecir la transmisión de paludismo en África a escala continental.
Incorporaron métricas hidrológicas como el escurrimiento superficial y la evaporación, prestando especial atención a áreas densamente pobladas cerca de redes fluviales a gran escala como el Nilo.
En comparación con los modelos basados en precipitaciones, el método del conjunto predijo que estos cambios en el área serán más generalizados y más sensibles a los diferentes escenarios futuros de emisiones de gases de efecto invernadero.
«Conforme nuevas fuentes de datos estén cada vez más disponibles, nos beneficiaremos de su incorporación explícita en las proyecciones de procesos hidrológicos para explicar el riesgo de transmisión de paludismo físicamente realista a escalas que puedan informar estrategias operativas nacionales de control del paludismo», concluyó Smith.
La malaria es una enfermedad transmitida por vectores sensible al clima que causó 608 000 muertes entre 249 millones de casos en 2022, el 95 % de ellos reportado en África.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Científicos italianos han localizado en el sur del país, 50 años después de la última alerta, el mosquito Anopheles sacharovi, asociado junto con otra especie con la transmisión de la malaria antes de que fuera erradicada de Italia en 1970, informó este martes el Instituto Superior de Sanidad (ISS), que rechazó un posible retorno de la enfermedad.
El mosquito fue descubierto en la costa salentina, entre las ciudades de Lecce y Otranto, en la región de Apulia, fruto de una investigación conjunta entre el ISS, el Instituto Zooprofiláctico Experimental del Apulia y Basilicata y la Sociedad Sanitaria Nacional de Lecce publicada en la revista Parasites and Vectors, explicó el organismo.
El hallazgo «no debe alertar sobre un posible retorno de la malaria a Italia, ya que las condiciones socioeconómicas e higiénico-sanitarias del país son ciertamente muy diferentes de las del pasado», aseguró el ISS.
«Además, una circular ministerial específica da indicaciones claras para la vigilancia constante de los casos humanos de malaria importada y establece las intervenciones que deben llevarse a cabo en el territorio en presencia de presuntos casos autóctonos», añadió.
El ISS reconoció que tras «la campaña de lucha contra la malaria de la posguerra, este mosquito ya se consideraba desaparecido», por lo que «la vigilancia entomológica es extremadamente importante y necesaria para prevenir el riesgo de reintroducción de esta enfermedad en nuestro país».
La investigación se inició en 2018 en algunas zonas de Apulia y Basilicata históricamente endémicas de malaria y a finales de 2022 «el hallazgo en una zona rural de un solo ejemplar adulto, identificado molecularmente como Anopheles sacharovi, dio lugar al año siguiente a una investigación entomológica para confirmar su presencia y buscar focos larvarios».
«Las larvas de esta especie se han encontrado en áreas naturales y protegidas, con escaso o nulo impacto antrópico, lo que hace suponer una presencia residual también en décadas pasadas y una posible repoblación lenta, favorecida por la menor presión de las actividades humanas y la ausencia de tratamientos con pesticidas para uso agrícola, además de factores climáticos favorables», explicó el ISS.
El hallazgo de este mosquito confirma «la necesidad de mantener la atención y reforzar todas las medidas preventivas, además de la vigilancia entomológica para el control del anofelismo residual, como ya se está haciendo para otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue o el Nilo Occidental, con el Plan Nacional de Vigilancia de Arbovirosis», concluyó el organismo.
30 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
