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Investigadores de la Universidad de California, en Davis, Estados Unidos, mostraron que los cerebros humanos ganan en tamaño con cada generación, publicó la revista JAMA Neurology.
Según concluyó el estudio realizado durante 75 años, las personas nacidas en la década de 1970 tienen un volumen cerebral casi un siete por ciento mayor y una superficie cerebral cerca de un 15 por ciento más grande que las nacidas en la década de 1930.
En opinión de Charles DeCarli, director del Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer de la mencionada universidad, ‘la década en que alguien nace parece tener un impacto en el tamaño del cerebro y potencialmente en la salud cerebral a largo plazo’.
La pesquisa se ha extendido durante más de siete décadas y ahora incluye a participantes de segunda y tercera generación, dijeron los investigadores.
Las resonancias magnéticas de los cerebros de los participantes se realizaron de los años 1999 a 2019.
Los científicos encontraron aumentos graduales pero consistentes en varias estructuras cerebrales cuando compararon a los participantes nacidos en la década de1930 con los de la década de 1970.
El análisis mostró que la materia blanca, la materia gris y el hipocampo, una región involucrada en el lenguaje y la memoria, fueron más grandes en las personas nacidas en la década de 1970.
Los estudiosos apuntaron que esto podría coincidir con las tendencias de la enfermedad de Alzheimer en Estados Unidos, donde alrededor de siete millones de personas la padecen y se espera que ese número supere los 11 millones para 2040.
Pero en realidad el porcentaje de la población total afectada por ese mal está disminuyendo, con una reducción de alrededor de un 20 por ciento en la tasa de demencia cada 10 años desde la década de 1970, señalaron los expertos.
Este aumento en el tamaño del cerebro podría ser una de las razones por las que la tasa de Alzheimer está disminuyendo, precisó DeCarli.
‘Las estructuras cerebrales más grandes, como las observadas en nuestro estudio, podrían reflejar un mejor desarrollo cerebral y una mejor salud cerebral’, planteó en un comunicado de prensa de la universidad.
‘Una estructura cerebral más grande representa una reserva cerebral más grande y puede amortiguar los efectos tardíos de las enfermedades cerebrales relacionadas con la edad, como el Alzheimer y las demencias relacionadas’, comentó el científico.
Ver artículo: DeCarliC, Maillard P, Pase MP, Beiser AS, Kojis D, Satizabal CL, et al. Trends in Intracranial and Cerebral Volumes of Framingham Heart Study Participants Born 1930 to 1970. JAMA Neurol[Internet]. 2024[citado 29 mar2024]. doi:10.1001/jamaneurol.2024.0469
Washington, 27 marzo 2024|Fuente: Prensa Latina| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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Los dispositivos de implante cerebral podrían tener un impacto transformador en la salud humana. Ahora la empresa de Elon Musk, Neuralink, puede probar sus implantes en un ensayo con humanos.
«El futuro va a ser un lugar extraño», dijo Elon Musk en 2020, al explicar los posibles usos de los implantes cerebrales desarrollados por su empresa de neurotecnología Neuralink.
Durante los últimos siete años, la empresa ha estado desarrollando un chip informático diseñado para ser implantado en el cerebro, donde monitoriza la actividad de miles de neuronas.
El chip, oficialmente considerado una «interfaz cerebro-ordenador» (BCI), consiste en una minúscula sonda que contiene más de 3.000 electrodos unidos a hilos flexibles más finos que un cabello humano.
Musk quiere vincular el cerebro con los ordenadores para poder descargar información y recuerdos del interior de la mente, como en la película de ciencia ficción «Matrix», de 1999.
Además de utilizar la tecnología para tratar enfermedades como la ceguera y la parálisis, Musk ha expresado su ambición de utilizar Neuralink para lograr la telepatía humana, que, según él, ayudaría a la humanidad a prevalecer en una guerra contra la inteligencia artificial. También ha dicho que quiere que la tecnología proporcione a la gente «supervisión».
Neuralink reveló el martes (19.09.2023) que ha recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para poner en marcha su primer estudio clínico en humanos.
¿Ciencia ficción o realidad
¿Son factibles algunas de las ideas de ciencia ficción de Musk? La respuesta es: no.
«No podemos leer la mente de las personas. La cantidad de información que podemos descodificar del cerebro es muy limitada», afirma Giacomo Valle, ingeniero neuronal de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).
Juan Álvaro Gallego, investigador en BCI del Imperial College de Londres (Reino Unido), se muestra de acuerdo, y afirma que es difícil imaginar que las BCI nos lean la mente en esta vida.
Un mono implantado con Neuralink juega a Pong con su mente.Imagen: Youtube.com/Neuralink
ʺEl problema fundamental es que no sabemos realmente dónde o cómo se almacenan los pensamientos en el cerebro. No podemos leer los pensamientos si no entendemos la neurociencia que hay detrás de ellos», declaró Gallego a DW.
Usos clínicos de las BCI basados en la realidad
Musk mostró por primera vez la tecnología Neuralink en 2019, presentando un cerdo con un chip Neuralink implantado en el cerebro y un video de un mono controlando una paleta del videojuego Pong con la mente.
Pero el potencial de las BCI va mucho más allá de unos animales que juegan.
Según Gallego, esta tecnología se desarrolló en un principio para ayudar a comunicarse a personas paralizadas por lesiones medulares o afecciones como el síndrome de enclaustramiento, en el que el paciente está plenamente consciente pero no puede mover ninguna parte del cuerpo excepto los ojos.
ʺSi pudiéramos traducir su comunicación interna a palabras en un ordenador, cambiaría su vidaʺ, afirma Gallego.
El nacimiento de la neuroética
A largo plazo, según Valle, las BCI plantean «una serie de problemas éticos» que deberán ser estudiados detenidamente por investigadores, empresas, organismos de financiación, reguladores y los propios usuarios.
La tecnología está dando lugar a un nuevo campo de investigación moral: la neuroética. Es aquí donde los debates se vuelven más de ciencia ficción.
ʺPor ejemplo, ¿cuáles son las consecuencias de las violaciones de la privacidad cuando los datos en cuestión se refieren a los pensamientos de las personas? ¿Cómo garantizar que la falta de acceso no agrave la desigualdad social? ¿Qué ocurre cuando esta información puede introducirse directamente en el cerebro? ʺ, plantea Valle.
Al fin y al cabo, el papel de la ciencia ficción es prepararnos para lo que pueda depararnos el futuro.
Las advertencias sobre la vigilancia y el control tecnológico ya estaban presentes en novelas de principios del siglo XX, como «Un mundo feliz», de Aldous Huxley, y «1984», de George Orwell. ¿Las hemos escuchado?
Referencia
Neuralink Clinical Trial. Neuralink’s First-in-Human Clinical Trial is Open for Recruitment.
20/09/2023
Fuente: (DW.com) Tomado Ciencia- Global
© Neuralink 2023
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Un factor plaquetario se une a la lista de componentes de la sangre que pueden tener efectos antienvejecimiento.
Una proteína involucrada en la cicatrización de heridas puede mejorar el aprendizaje y la memoria en ratones envejecidos.
El factor plaquetario 4 (PF4) se conoce desde hace mucho tiempo por su papel en la promoción de la coagulación de la sangre y el sellado de los vasos sanguíneos rotos. Ahora, los investigadores se preguntan si esta molécula de señalización podría usarse para tratar trastornos cognitivos relacionados con la edad, como la enfermedad de Alzheimer. Read more