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La compañía farmacéutica Lilly ha anunciado este lunes en Madrid que su medicamento oncológico abemaciclib (Verzenios) está disponible en España para el tratamiento adyuvante del cáncer de mama luminal, con receptores hormonales positivos (HR+) y receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HER2-), en estadios iniciales con alto riesgo de recaída.

Este fármaco oral, que estaba comercializado desde 2019 para enfermedad metastásica, se podrá administrar a partir de ahora con intención curativa. Se convierte así en el primer y único inhibidor de ciclinas autorizado en adyuvancia, tras el tratamiento principal o cirugía, con el objetivo de evitar la recaída.

Es la primera vez en más de veinte años que se logra reducir el número de recidivas en pacientes con alto riesgo. El anterior avance en la terapia adyuvante de los tumores homonodependientes se produjo con la llegada de los inhibidores de la aromatasa.

Reducir las recaídas

Según estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2023 se prevé que se diagnostiquen más de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama. De estos, siete de cada diez serán tumores de mama HR+ y HER2-. Aunque el 95% de los tumores de mama se detecta en estadios iniciales, una de cada cinco pacientes sufrirá una recaída a lo largo de su vida. Y el 50% de las recaídas se producen en los primeros dos años tras la cirugía o la quimioterapia.

Dentro de las pacientes con cáncer de mama luminal se ha identificado un grupo, que supone entre el 15% y el 18% del total, que se consideran de muy alto riesgo y que presentan un 40% de riesgo de recaída a los 10 años. Estas pacientes tienen cuatro o más ganglios positivos, o entre uno y tres ganglios positivos y al menos un factor adicional de mal pronóstico, como son un grado histológico 3 o que el tumor sea igual o mayor de 5 cm.

Para determinar el efecto en la prevención de recaídas de abemaciclib en este subgrupo de pacientes de alto riesgo, el ensayo clínico de fase III monarchE incluyó a 5.000 pacientes (de las que 750 eran españolas) con edad media de 51 años. Los resultados de este estudio han sido el fundamento para que Sanidad dé luz verde a la financiación del medicamento en esta nueva indicación.

Todas las mujeres recibieron el tratamiento estándar (quimioterapia, cirugía, radioterapia y terapia hormonal), pero fueron aleatorizadas para que uno de los grupos recibiera abemaciclib dos veces al día durante dos años.

Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, ha explicado que los resultados del seguimiento a cuatro años muestran una reducción relativa del riesgo de recaídas (reaparición del cáncer en la mama o en órganos distantes) del 40%.

En términos absolutos, el 86% de las mujeres en la rama de abemaciclib estaban libres de recaídas frente al 80% del grupo control. «A los cuatro años evitamos que el 6% de las pacientes recaigan. Eso puede parecer poco pero es muchísimo. Es una de la cifras más impactantes en términos de evitar recaídas».

Los beneficios clínicos del fármaco se demostraron en todos subgrupos de pacientes representados en el estudio: mujeres premenopáusicas, perimenopausicas y posmenopausicas, y en hombres con esta patología oncológica.

Martín ha insistido el impacto del beneficio clínico del fármaco «a cambio de una toxicidad que es básicamente gastrointestinal, se puede tratar con medicamentos y desaparece a los dos o tres meses».

El fármaco se asocia a diarrea, que según ha señalado Martín, se maneja bien con medicación. También puede provocar fatiga y neutropenia, «que no tiene relevancia clínica». «Pero lo importante», ha enfatizado, «es que todos estos efectos secundarios desaparecen a los dos años, cuando se interrumpe el tratamiento».

 

Mayo 8/2023 (Diario Médico) – Tomado de Empresas – Nueva indicación financiada para ‘Verzenios’, de Lilly 

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En mujeres con cáncer de mama homonosensible que desean ser madres, pausar la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas durante un tiempo máximo de dos años no incrementa el riesgo de recaídas a corto plazo. Así lo avalan los resultados del ensayo clínico Positive, publicado en The New England Journal of Medicine, y coordinado en España por el Grupo Solti, de investigación clínica en cáncer, y por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).

Tras tres años y medio de seguimiento, los resultados, que ya que se avanzaron en el último congreso internacional San Antonio Breast Cancer Symposium 2022 (SABCS), muestran un riesgo de recaída en estas pacientes del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.

La terapia endocrina, indicada para el tratamiento adyuvante en cáncer de mama con receptores hormonales positivos, puede provocar malformaciones en el feto, por lo que se desaconseja a las pacientes que se queden embarazadas durante el tratamiento. Asimismo se considera el aumento de estrógenos durante la gestación puede aumentar el riesgo de recaídas en tumores con receptor hormonal positivo.

Positive es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40% y el 60% de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.

Cada vez más frecuente

«Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores», comprende Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, miembro de la Junta Directiva de Geicam y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Este nuevo estudio «abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante», señala Cristina Saura, coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de Solti y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.

Hasta ahora la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama, y siempre que no hubiera habido recaídas. Según la experta, los resultados de Positive «pueden cambiar las guías clínicas actuales», pero advierte de que «el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos».

El presidente de Geicam, Miguel Martín, que es además jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, advierte de que «este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina, después de al menos dos años, para permitir un embarazo».

«Ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción», sostiene

El estudio

Para examinar el impacto de la pausa de la terapia endocrina con el objetivo de buscar un embarazo, el estudio Positive incluyó a 518 mujeres de 42 años o menos, procedentes de veinte países, con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas. De estas, 72 pacientes procedían de 18 hospitales españoles y fueron reclutadas a través de los grupos de investigación Solti y Geicam.Antes de pausar su tratamiento, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Además, se instó a las participantes en el ensayo que reanudaran el tratamiento endocrino tras un intento de embarazo o un paréntesis de su tratamiento hormonal de dos años para intentarlo.

Los datos actuales surgen tras un seguimiento de 3 años y medio. No obstante, los investigadores continuaran el seguimiento de las participantes en el estudio durante 10 años.

Curiosamente los resultados muestran tasas de concepción y parto que están a la par o son superiores a las de la población en general; de 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños, debido a embarazos múltiples o consecutivos.

 

Mayo 6/2023 (Diario Médico) – Tomado de Oncología – Resultados publicados en ‘The New England Journal of Medicine’ Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

La incidencia del cáncer colorrectal sigue en aumento en ambos sexos, y, de forma preocupante, entre la población menor de 50 años. Los programas de cribado han contribuido a una detección del cáncer en sus fases más incipientes, no obstante, un número nada desdeñable de pacientes se diagnostica con la enfermedad avanzada.

Según DM Elena Élez, jefa del Grupo de Cáncer Colorrectal del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncóloga médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, en Barcelona “la terapia dirigida es bastante limitada en el cáncer colorrectal, y en la inmensa mayoría de pacientes se utilizan dos líneas de tratamiento. Por tanto, hay una cantidad reseñable de pacientes con cáncer colorrectal metastásico refractario”.

Un nuevo esquema de tratamiento vendría a reforzar el abordaje de estos pacientes. La combinación se ha analizado en el estudio Sunlight, un ensayo clínico multicéntrico internacional de fase III coordinado por Josep Tabernero, director del VHIO, y liderado en el Hospital Universitari Vall d’Hebron por Elena Élez.

El nuevo esquema

El ensayo demuestra que sumar trifluridina/tipiracilo más bevacizumab mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de colon metastásico tratados con dos regímenes de quimioterapia estándar, respecto a los pacientes tratados únicamente con trifluridina/tipiracilo, “una opción de acceso variable en España”, asociada a características clínicas de los pacientes, que en determinadas comunidades autónomas se indica en enfermos que cumplen criterios de buen pronóstico.

Por otra parte, el anticuerpo monoclonal antiangiogénico bevacizumab se administra en combinación en primera y segunda línea de tratamiento, pero “hasta ahora no existía ningún estudio que demostrase su eficacia en la enfermedad refractaria”, recuerda la especialista.

Los resultados definitivos del estudio Sunlight que respaldan esta nueva opción de tratamiento combinado para pacientes de cáncer colorrectal metastático refractario a las terapias estándar, se publican en el número de esta semana de la revista The New England Journal of Medicine. Además, se presentarán los datos en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), el próximo junio en Chicago, tras el avance ya expuesto en la reunión sobre Tumores Gastrointestinales de la ASCO el pasado enero.

“Los resultados del estudio Sunlight podrían representar un avance significativo en el tratamiento de los pacientes con cáncer colorrectal metastásico que han progresado después de dos tratamientos de quimioterapia estándar”, afirma Josep Tabernero, jefe del Servicio de Oncología médica del Hospital Universitari Vall d’Hebron que ha dirigido este estudio clínico.

En total, se reclutaron a 492 pacientes con cáncer colorrectal metastásico que habían recibido dos regímenes de quimioterapia estándar. A la mitad de los enfermos se les trató con trifluridina/tipiracilo más bevacizumab y a la otra mitad con la monoterapia de trifluridina/tipiracilo.

Los enfermos que recibieron la combinación terapéutica alcanzaron una supervivencia global media de 10,8 meses tras el inicio del abordaje frente a los 7,5 meses de los pacientes que solo recibieron los citotóxicos. También se observaron mejoras significativas en la supervivencia sin progresión que pasó de 2,4 meses con el tratamiento estándar a 5,6 meses en el nuevo esquema.

“El estudio es clínicamente relevante, porque logramos superar la eficacia de la quimioterapia (trifluridina/tipiracilo) en monoterapia al asociarla al antiangiogénico bevacizumab. Es una combinación muy bien tolerada que duplica los beneficios de lo que se considera el tratamiento estándar. Es un paso adelante muy importante porque tenemos a muchos enfermos en esta situación. Además, el tratamiento preserva la calidad de vida de los pacientes”. De hecho, aumentó el tiempo que pasa hasta que el estado de salud del paciente y su calidad de vida se deterioran. Medido con la escala de ECOG (0-4), se observó que los pacientes tratados con trifluridina/tipiracilo más bevacizumab presentaban un deterioro clínico categorizado de ECOG 2 a los 9,3 meses frente a los 6,3 meses en el caso de los que reicibieron monoterapia.

Elena Élez añade que el tratamiento quimioterápico se administra por vía oral, como pastillas, y el anticuerpo monoclonal bevacizumab requiere una administración endovenosa cada dos semanas, “lo que reduce la necesidad de visitas al hospital”.

En cualquier perfil molecular

“Estas mejoras se observaron en todos los subgrupos de pacientes independientemente de la lateralidad o el perfil molecular del tumor” explica Tabernero, “lo que indica que Trifluridine/tipiracil más bevacizumab es una opción para todos los subgrupos clínicamente relevantes”.

Por ello, el tratamiento, apunta Elena Élez, “no necesita de un biomarcador molecular; los pacientes pueden responder igual independientemente de su tipo de tumor. Además, el beneficio obtenido de este nuevo esquema no está limitado a los pacientes de buen pronóstico, algo que puede abarcar una proporción mayor de pacientes, y que es de esperar que contribuya a una mayor y más equitativa accesibilidad”.

Mayo 6/2023 (Diario Médico) – Tomado de Oncología – Dobla supervivencia Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

 

85910-el-diagnostico-temprano-del-cancer-de-higado-tiene-mayor-probabilidad-de-curaCientíficos del Centro Princesa Máxima de Oncología Pediátrica y del Instituto Hubrecht de los Países Bajos han revelado nuevos conocimientos sobre las características del carcinoma fibrolamelar (CLF), un tipo poco frecuente de cáncer de hígado infantil. Sus hallazgos, publicados hoy en Nature Communications, podrían ayudar a desarrollar nuevas terapias farmacológicas en el futuro. Los miniorganismos y el sistema de «tijeras moleculares» CRISPR-Cas9 permitieron a los investigadores comprender mejor la biología de los tumores y las consecuencias biológicas de los distintos cambios en el ADN. También descubrieron la probable célula de origen de uno de los tipos de tumor FLC.

El carcinoma fibrolamelar (FLC) es un tipo de cáncer de hígado que afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes. Afecta a una de cada 5 millones de personas al año, por lo que el carcinoma fibrolamelar puede calificarse ciertamente de raro. La tasa de supervivencia sigue siendo baja. Para cambiar esta situación, se necesitan nuevas formas de tratamiento.

Nuevos modelos organoides humanos

La Dra. Benedetta Artegiani, jefa del grupo de investigación del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica, y la dra. Delilah Hendriks, investigadora del Instituto Hubrecht, codirigieron un nuevo estudio sobre el carcinoma fibrolamelar utilizando tecnologías innovadoras. Esto permitió a los investigadores comprender mejor las distintas consecuencias biológicas de las diferentes mutaciones encontradas en el FLC y estudiar la biología de los tumores. Esta nueva información es necesaria para comprender por qué surgen los tumores e identificar posibles dianas para mejorar los tratamientos de la enfermedad. Artegiani explica: «En nuestra investigación utilizamos organoides de hígado humano sano, es decir, minihígados cultivados en el laboratorio. Desarrollamos una serie de organoides, todos ellos con diferentes cambios en el ADN, mutaciones que se habían relacionado anteriormente con la FLC. Cambiamos el fondo genético de los organoides utilizando la técnica de modificación del ADN CRISPR-Cas9, que funciona como una «tijera molecular». Debido a su rareza, no hay muchos tejidos tumorales disponibles para la investigación. Gracias a esta técnica pudimos estudiar este tipo de tumor».

Diferentes mutaciones genéticas subyacen a distintos grados de agresividad

Artegiani y Hendriks construyeron los modelos de organoides hepáticos modificando la proteína quinasa A (PKA) mediante CRISPR-Cas9. La PKA es una proteína de señalización compleja, capaz de activar o desactivar otras proteínas. Este «interruptor proteínico» se compone de diferentes unidades, cada una de ellas codificada por un gen diferente. Modificar la función de las distintas unidades mediante cambios genéticos parece ser crucial para la aparición de la FLC.

Los organoides contenían el denominado gen de fusión mutante DNAJB1-PRKACA. Este cambio en el ADN se encuentra con mucha frecuencia en los tumores FLC. Hendriks: «Al reconstruir esta mutación en los organoides, vimos que, efectivamente, es capaz de reflejar múltiples características de los tumores que vemos en pacientes con FLC. Sin embargo, esta única mutación causó un efecto más bien leve en el comportamiento celular y molecular general de las células hepáticas».

La situación cambió por completo cuando introdujeron otro conjunto de cambios en el ADN, también hallados en pacientes con FLC. Artegiani: «Este segundo fondo no sólo contiene una mutación en uno de los genes PKA, PRKAR2A, sino también en un gen adicional llamado BAP1. En este caso, los organoides presentaban características típicas de un cáncer agresivo. Esto sugiere que diferentes antecedentes genéticos de FLC conducen a diferentes grados de agresividad tumoral». Además, el gran efecto transformador causado por los cambios en el ADN de BAP1 y PRKAR2A permite a las células adaptarse a distintos entornos. Esto explica posiblemente el crecimiento descontrolado de las células durante la formación del tumor FLC.

Los investigadores concluyeron que, aunque las mutaciones en los genes PKA son cruciales, podrían no ser suficientes para el desarrollo de FLC. Hendriks: «Estos hallazgos abren la posibilidad de buscar otros factores que se den junto con las mutaciones de PKA en los tumores de FLC. Esto podría aprovecharse para posibles terapias futuras contra esta forma de cáncer infantil».

Descubrir la célula de origen del carcinoma fibrolamelar

Para poder desarrollar nuevas terapias, también es esencial comprender la biología del propio cáncer. Uno de los primeros pasos consiste en saber de qué tipo de célula procede el cáncer: la célula de origen. Comprender la importancia de fallos genéticos específicos en el inicio del CLF y la célula de origen podría ser crucial para entender cómo podría comportarse el tumor más adelante.

Sin embargo, durante el estudio, esto resultó especialmente difícil en el caso de la FLC. Artegiani: «La causa principal es que estos tumores presentan características tanto de los hepatocitos como de las células ductales, las dos células más importantes del hígado. Nuestros organoides mostraron que la cooperación de PRKAR2A y BAP1 transformaba un hepatocito originalmente sano en una célula ductal, con mayores características de célula madre cancerosa. Esta transformación de un tipo celular en otro se denomina transdiferenciación. Se trata de un fenómeno especialmente interesante que puede darse en diversos tumores y que dificulta especialmente la identificación de la célula de origen. Sin embargo, con el uso de nuestros modelos, pudimos descubrir los hepatocitos como la probable célula de origen».

Próximos pasos

En conjunto, este estudio supone un gran avance en la comprensión de la FLC y allana el camino para nuevas investigaciones sobre cómo tratar mejor este tipo de cáncer poco frecuente. El conocimiento de los defectos genéticos podría conducir a nuevas terapias para los niños con esta enfermedad. Y la comprensión de la importancia de fallos genéticos específicos en el inicio de la FLC también podría ayudar en el futuro a entender mejor la heterogeneidad del tumor y la respuesta entre pacientes.’

Este estudio ha sido financiado por la Fibrolamellar Cancer Foundation (FCF).

Mayo 3/2023 (EurekaAlerts!) – Tomado de News Releases – Peer-Reviewed Publication (PRINCESS MÁXIMA CENTER FOR PEDIATRIC ONCOLOGY)  Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

 

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Tres estudiantes de secundaria -Andrea Olsen, de Oslo (Noruega); Zachary Harpaz, de Boca Ratón (Florida); y Chris Ren, de Shanghai (China)- son coautores de un artículo en el que utilizan un motor de inteligencia artificial (IA) generativa para el descubrimiento de dianas de Insilico Medicine («Insilico») llamado PandaOmics con el fin de identificar nuevas dianas terapéuticas para el glioblastoma multiforme (GBM). El GBM es el tumor cerebral maligno más agresivo y frecuente, y representa el 16% de todos los tumores cerebrales primarios. Los resultados se publicaron el 26 de abril en la revista Aging.

Los investigadores utilizaron PandaOmics para examinar conjuntos de datos del repositorio Gene Expression Omnibus, mantenido por el Centro Nacional de Información Biotecnológica. Identificaron tres genes fuertemente correlacionados tanto con el envejecimiento como con el glioblastoma multiforme y que podrían servir como posibles dianas terapéuticas para nuevos fármacos.

Aunque parecería haber una conexión clara entre el envejecimiento y el cáncer, Olsen dice que sus hallazgos fueron más matizados. «A veces, en lugar de envejecer, el cuerpo cambia a mecanismos cancerígenos, lo que fue realmente interesante de descubrir». Su hipótesis es que «el cuerpo intenta preservarse de una forma que vuelve a los procesos embrionarios de división celular». El GBM está causado por una mutación genética que provoca el crecimiento descontrolado de las células gliales, o células que rodean a las neuronas en el cerebro. Incluso con las terapias existentes, la supervivencia media de los pacientes con GBM es de sólo 15 meses.

Los resultados del proyecto del glioblastoma fueron presentados en la conferencia Aging Research and Drug Discovery (ARDD) de Copenhague, espacio en el que los tres adolescentes crearon la Youth Longevity Association (TYLA).

«Seleccionamos los genes que se superponían para estar altamente correlacionados en 11 de los 12 conjuntos de datos, y dividimos nuestros datos en grupos de jóvenes, de mediana edad y de ancianos», dijo Harpaz. «Lo relacionamos con la importancia de la expresión génica para la supervivencia». Tras identificar dos dianas genéticas para el glioblastoma y el envejecimiento -CNGA3 y GLUD1-, cruzaron sus hallazgos con otros anteriores de Insilico en torno a genes fuertemente correlacionados con el envejecimiento e identificaron una tercera diana: SIRT1.

«Aprendí mucho sobre la realización de un proyecto de investigación», afirma Ren, que ayudó a revisar las tres dianas. «La plataforma PandaOmics hizo que el proyecto fuera realmente accesible para mí. Como estudiante de segundo de bachillerato, no tenía experiencia suficiente para la investigación y el análisis avanzados, sin embargo, pude navegar por la plataforma PandaOmics tras un breve periodo de formación para procesar y comparar conjuntos de datos de glioblastoma.»

Los estudiantes dicen que están ansiosos por continuar sus estudios en IA y biología en la universidad y avanzar en la investigación del GBM desde el descubrimiento de objetivos hasta el desarrollo de fármacos.

La mejor manera de llevar esta investigación más allá va a ser utilizando el software Chemistry42 de Insilico, donde podemos tomar los objetivos que identificamos a través de PandaOmics y generar pequeñas moléculas, fármacos potenciales, con estos objetivos que tienen el potencial de tratar el glioblastoma y el envejecimiento al mismo tiempo, dice Harpaz.

Antes de sus prácticas en Insilico, Olsen afirma: «Nunca supe que la IA pudiera ser tan útil para encontrar dianas terapéuticas completamente nuevas. Para mí fue una oportunidad increíble de sumergirme en el campo de la investigación, el envejecimiento, la longevidad y la neurociencia».

«Estoy realmente impresionado por el compromiso de estos jóvenes investigadores», afirma Zhavoronkov, CEO y fundador de Insilico Medicine. «Espero que su trabajo inspire a otros jóvenes entusiasmados por la ciencia y la tecnología a estudiar cómo pueden utilizar herramientas de IA para descubrir nuevas dianas y tratamientos tanto para el envejecimiento como para las enfermedades.»

 

Sobre Insilico Medicine: 

Insilico Medicine, es una empresa de descubrimiento de fármacos de extremo a extremo impulsada por inteligencia artificial (IA) en fase clínica. Conecta la biología, la química y el análisis de ensayos clínicos mediante sistemas de IA de nueva generación. La empresa ha desarrollado plataformas de IA que utilizan modelos generativos profundos, aprendizaje por refuerzo, transformadores y otras técnicas modernas de aprendizaje automático para descubrir nuevas dianas y diseñar nuevas estructuras moleculares con las propiedades deseadas. Insilico Medicine ofrece soluciones revolucionarias para descubrir y desarrollar fármacos innovadores contra el cáncer, la fibrosis, la inmunidad, el sistema nervioso central (SNC) y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Para más información, visite www.insilico.com

 

Mayo 02/2023 (EurekaAlerts!) – Tomado de News Releases Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS).

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

 

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Científicos de varios centros estadounidenses han identificado 21 proteínas que distinguen la orina de los pacientes con cáncer urotelial de los individuos sanos. De ellas, el dímero D ofreció valor diagnóstico con una sensibilidad del 97% y una fiabilidad global del 96%, mientras que la interleucina-8 mostró una especificidad y sensibilidad de prácticamente el 100% en la detección de la invasión muscular, parámetro clínico que pudo ser igualmente identificado con similar fiabilidad por los niveles de inmunoglobulina A. Combinando los biomarcadores originalmente identificados, los investigadores han generado dos conjuntos dirigidos al diagnóstico y a la detección de invasividad, respectivamente, los cuales han sido validados en una cohorte independiente.

Chandra Mohan, investigador de la Universidad de Houston y co-director del estudio, afirma que el estándar diagnóstico en el cáncer de vejiga es la citoscopia, frecuentemente asociada a dolor y complicaciones, tales como la hematuria y las infecciones. Aunque la citología urinaria ofrece una alternativa no invasiva, su sensibilidad apenas alcanza el 50%, asegura el científico. La variabilidad entre observadores de los especímenes de orina dificulta, además, la determinación del grado del tumor. Por otro lado, éste determina la sensibilidad de varios de los tests urinarios aprobados por la FDA aumenta, lo que hace inconveniente su uso como método único de diagnóstico y monitorización. Los biomarcadores urinarios están potencialmente desprovistos de estas desventajas, siendo además ideales para uso en dispositivos que pueden ser operados por el propio paciente, señala Mohan. A diferencia de estudios previos, en los que los biomarcadores urinarios habían sido pre-seleccionados en función de asociaciones ya conocidas, el actual ha hecho uso de la tecnología SOMAscan, la cual puede cuantificar más de 1000 proteínas en una sola muestra.

 

Mayo 01/2023 (IMmédico) – Tomado de Oncología  Copyright 2023: Publimas Digital

 

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