nov
13
Si bien la relación entre el fumar y el cáncer ha sido evidente durante mucho tiempo, se sabe menos sobre cómo funciona a nivel genético y celular.
Una nueva investigación canadiense muestra que un historial de tabaquismo desencadena mutaciones genéticas que interrumpen la producción de proteínas supresoras de tumores.
Cuanto más tiempo una persona fumó, más probable fue que estas mutaciones aparecieran en muestras tumorales.
Todos saben que fumar es una causa principal de cáncer.
Ahora, cómo el humo del tabaco desencadena el desarrollo de tumores acaba de aclararse un poco, gracias a nueva investigación canadiense.
Según un equipo en el Instituto de Investigación del Cáncer de Ontario (OICR) en Toronto, fumar parece prevenir la formación de proteínas que trabajan para mantener el desarrollo celular descontrolado bajo control.
Según Nina Adler, una estudiante de doctorado de la Universidad de Toronto que lideró el estudio, fumar da lugar a lo que se conocen como mutaciones de «ganancia de parada» en el ADN celular. En esencia, las mutaciones le dicen al cuerpo que deje de hacer estas proteínas protectoras.
Sin estas proteínas, es más probable que ocurran tumores.
«Nuestro estudio mostró que fumar está asociado con cambios en el ADN que interrumpen la formación de supresores de tumores», dijo Adler, quien lideró el estudio durante su investigación de posgrado en el laboratorio del Dr. Jüri Reimand en el OICR.
«Sin ellos, las células anormales se les permite seguir creciendo sin ser controladas por las defensas de la célula y el cáncer puede desarrollarse más fácilmente», explicó en un comunicado de prensa del OICR.
El equipo de Toronto ya sabía que un historial de fumar deja una huella única en el ADN de un fumador. En su investigación, compararon ese legado genético con el ADN recopilado de 12,000 muestras de tumores en 18 tipos diferentes de cáncer.
Encontraron que fumar parecía estar fuertemente conectado con mutaciones de ganancia de parada que dejan a las personas más vulnerables al cáncer.
Y cuanto más tiempo y más intensamente una persona había fumado, más mutaciones de ganancia de parada se encontraron en sus tumores, encontró el equipo de Adler.
«El tabaco hace mucho daño a nuestro ADN, y eso puede tener un gran impacto en la función de nuestras células», dijo Reimand, un investigador del OICR y profesor asociado en la Universidad de Toronto.
«Nuestro estudio destaca cómo el fumar tabaco en realidad desactiva proteínas críticas, que son los componentes básicos de nuestras células, y el impacto que puede tener en nuestra salud a largo plazo», dijo.
Otros hábitos de vida, como beber alcohol y comer una dieta poco saludable, también podrían aumentar las mutaciones de ganancia de parada, dijo Reimand, aunque se necesita más investigaciones para confirmarlo.
Sin embargo, el fumar está ciertamente conectado.
«Todos saben que fumar puede causar cáncer, pero ser capaz de explicar una de las maneras en que esto funciona a nivel molecular es un paso importante en la comprensión de cómo nuestro estilo de vida afecta nuestro riesgo de cáncer», dijo Adler.
Referencia
Adler N, Bahcheli A, Cheng KC, Zahnari KA, Slobodyanyuk M, Pellegrina D, et al. Mutational processes of tobacco smoking and APOBEC activity generate protein-truncating mutations in cancer genomes. Sci Adv[Internet]. 2023[citado 11 nov 2023]; 9(44): eadh3083. DOI:10.1126/sciadv.adh3083
https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adh3083
Fuente: HealthDay
Disponible en: https://spanish.healthday.com/noticias-salud/fumar-da%C3%B1a-adn-humano-que-ayuda-a-prevenir-c%C3%A1ncer
nov
8
Son relativamente comunes, con una prevalencia del 10% observadas en estudios por imagen.
Un nuevo análisis global hizo notar la enorme cantidad de muertes prematuras por cáncer en todo el mundo, las cuales potencialmente podrían evitarse mediante la prevención, detección temprana y el tratamiento oportuno.[1]
Según el análisis, en 2020, más de la mitad de todas las muertes por cáncer (5,28 millones de 9,96 millones) ocurrieron prematuramente (antes de los 70 años), lo que provocó una pérdida de aproximadamente 183 millones de años de vida a causa de la enfermedad en todo el mundo.
Más de dos tercios de las muertes prematuras relacionadas con el cáncer (3,6 millones o 68%) eran potencialmente prevenibles mediante cambios en el estilo de vida o esfuerzos de detección temprana, como pruebas de detección del cáncer, cambios en la dieta o dejar de fumar, y alrededor de un tercio (1,65 millones o 31%) podría haber sido tratable.
No obstante, dos bioestadísticos, que no participaron en el estudio y que profundizaron en este, pidieron precaución al interpretar los datos.
Nilanjan Chatterjee, Ph. D., profesor distinguido Bloomberg de la Bloomberg School of Public Health en la Johns Hopkins University de Baltimore, Estados Unidos, dijo que el estudio hace un «gran trabajo al reunir tantos datos diversos para demostrar que existe un potencial muy alto para prevenir muertes prematuras debido al cáncer en todo el mundo».
Gideon Meyerowitz-Katz, Ph. D., epidemiólogo de la University of Wollongong, en Wollongong, Australia, estuvo de acuerdo.
«Es probable que muchas muertes por cáncer sean, en teoría, prevenibles, pero las cifras sobre cuántas son vagas», acotó el Dr. Meyerowitz-Katz. «Además, ‘prevenible en teoría’ no significa necesariamente que realmente podamos hacerlo en la práctica».
Invertir en la prevención del cáncer
El estudio, dirigido por investigadores de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), de la Organización Mundial de la Salud, proporciona estimaciones de muertes prematuras por 36 cánceres en 185 países.
Los hallazgos, publicados en The Lancet Global Health junto con un nuevo informe de la Lancet Commission, Mujeres, poder y cáncer, también destacaron la carga del cáncer que es «poco reconocida» entre las mujeres de todo el mundo.[1,2]
El cáncer es una de las tres principales causas de mortalidad prematura entre las mujeres en casi todos los países del mundo, pero a menudo se le «desprioriza», se lee en el informe de la Lancet Commission.
nov
8
A medida que envejecemos, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurodegenerativos.
Las personas que tienen una edad biológica superior a su edad cronológica real presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir ictus y demencia, especialmente demencia vascular, según un estudio del Instituto Karolinska de Suecia publicado en el ´Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry´.
El estudio, dirigido por Sara Hägg, profesora asociada, y Jonathan Mak, estudiante de doctorado del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska, muestra que el mayor riesgo persiste incluso si se tienen en cuenta otros factores de riesgo como la genética, el estilo de vida y la socioeconomía.
A medida que envejecemos, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurodegenerativos. Tradicionalmente, los investigadores se han basado en la edad cronológica -el número de años que lleva viva una persona- como medida aproximada de la edad biológica. «Pero como las personas envejecen a ritmos diferentes, la edad cronológica es una medida bastante imprecisa«, puntualiza Sara Hägg.
Para medir la edad biológica y su relación con las enfermedades, los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido. Estudiaron una cohorte de 325.000 personas que tenían entre 40 y 70 años en el momento de la primera medición.
La edad biológica se calculó a partir de 18 biomarcadores, como los lípidos en sangre, la glucemia, la presión arterial, la función pulmonar y el IMC. A continuación, los investigadores estudiaron la relación entre estos biomarcadores y el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como demencia, ictus, ELA y enfermedad de Parkinson en un periodo de nueve años.
En comparación con la edad cronológica real, la edad biológica elevada se relacionó con un riesgo significativamente mayor de demencia, sobre todo vascular, e ictus isquémico (es decir, coágulo de sangre en el cerebro). «Si la edad biológica de una persona es cinco años superior a su edad real, la persona tiene un riesgo un 40% mayor de desarrollar demencia vascular o sufrir un ictus«, afirma Mak.
Al tratarse de un estudio observacional, no pueden establecerse relaciones causales. Sin embargo, los resultados indican que, si se ralentizan los procesos de envejecimiento del organismo en función de los biomarcadores medidos, puede ser posible reducir o retrasar la aparición de enfermedades. «Varios de los valores pueden influirse mediante el estilo de vida y la medicación«, añade Hägg.
Los resultados son especialmente interesantes porque el estudio incluyó a un grupo muy
amplio de personas. Esto permite desglosar el material en fragmentos más pequeños y captar diagnósticos menos comunes, como la ELA.
El riesgo de desarrollar ELA también aumenta con la edad biológica. Sin embargo, no se observó tal aumento del riesgo en el caso de la enfermedad de Parkinson. «Ya sabemos que la enfermedad de Parkinson es un poco única también en otros contextos, por ejemplo, cuando se trata de fumar«, dice Sara Hägg.
Los investigadores ahora investigarán la conexión entre la edad biológica y otras enfermedades como el cáncer.
8 noviembre 2023|Fuente: IM Médico
nov
7
El estadounidense Heman Bekele de 14 años, ha sido nombrado el mejor joven científico de todo el país.
Su prototipo de jabón para tratar el cáncer de piel abarata los costes de un tratamiento caro en el tipo de cáncer más común en los Estados Unidos.
Un adolescente de 14 años de Virginia ha roto todos los esquemas en el mundo de la ciencia. Heman Bekele, que llegó a Estados Unidos desde Etiopía cuando tenía solo cuatro años, ha desarrollado un jabón que tiene el potencial de tratar formas leves de cáncer de piel.
Se espera que las autoridades sanitarias aprueben el jabón para el cáncer.
Un joven fue galardonado recientemente como el «Mejor Científico Joven de Estados Unidos», de acuerdo con información suministrada por el concurso 3M Young Scientics Challenge.
Este premio le fue entregado luego de que desarrolló un jabón para tratar el cáncer de piel. Adicionalmente, también recibió un cheque por 25.000 dólares por dicha creación.
El estudiante Heman Bekele de octavo grado, de 14 años de edad, quien reside actualmente en el estado de Virginia (EE. UU.), bautizó a su invento como Jabón para el Tratamiento del Melanoma (Melanoma Treating Soap) y, según el medio digital PlayGrund, «está hecho de compuestos que podrían reactivar las células que protegen la piel y que ayudan a combatir el cáncer».
Bekele, que nació en Etiopía y vivió allí hasta los 4 años de edad, dio a conocer que su interés por la ciencia surgió cuando era muy niño y recordó que en ese entonces veía a muchas personas trabajando bajo los rayos del sol sin protección para su piel.
Asimismo, explicó que pensó que desarrollar un jabón capaz de prevenir y curar el cáncer de piel sería una excelente idea para las personas que no pueden pagar costosos procedimientos para tratarlo.
«Quería hacer mi idea algo que no fuera excelente en términos científicos, sino que también fuera accesible para la mayor cantidad de personas posible», indicó el joven en entrevista al diario The Washington Post.
Finalmente, el futuro científico espera que la autoridad sanitaria de Estados Unidos apruebe su producto para que así cumpla uno de sus más grandes sueños.
Referencia
Young Scientist Lab. Innovative Minds: Heman Bekele[Internet, citado 6 nov 2023]
7 noviembre 2023|Fuente: LAFm.com| Tomado Noticias| Salud
nov
4
El cáncer de mama diagnosticado en el embarazo o el posparto tiene peor pronóstico, de ahí la necesidad de métodos eficaces de detección precoz, una evidencia que se constata a diario en la unidad multidisciplinaria específica para tratar estos casos dentro de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, España.
En esta línea, en la que trabaja el equipo liderado por la Dra. Cristina Saura, Ph. D., jefa de la unidad y también del Grupo de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), se sitúan los resultados de un estudio recientemente publicado en Cancer Discovery, y en el que por primera vez se ha demostrado que la leche materna de las pacientes con cáncer de mama contiene ADN tumoral circulante (ADNct), susceptible de ser detectado mediante una biopsia líquida de esa leche.
La Dra. Saura explicó a Medscape en español cuál fue el motivo —en cierta medida, «sobrevenido»— de poner en marcha esta investigación: «En este caso fue la inquietud de una paciente con cáncer de mama diagnosticada durante el embarazo de su tercera hija; fue de ella en realidad de quien surgió la idea del proyecto. Le preocupaba haber transmitido el tumor a través de la leche materna a su segunda hija durante el periodo de lactancia, que había sido largo y se había prolongado hasta poco tiempo antes del diagnóstico de su cáncer de mama, así que nos trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador».
«Y es ahí, gracias a ella, donde empezó nuestro proyecto ya que, aunque sabemos que el cáncer de mama no se transmite a través de la leche materna, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación. Y, efectivamente, al analizar la leche materna de la paciente, encontramos ADN con la misma mutación que estaba presente en su tumor», añadió la Dra. Saura, quien apuntó que la leche materna analizada se había congelado más de un año antes del diagnóstico de cáncer de la paciente.
En cuanto a la metodología, Ana Vivancos, Ph. D., jefa del Grupo de Genómica del Cáncer del VHIO y otra de las autoras del estudio, comentó que se emplearon dos técnicas, secuenciación de nueva generación (NGS) y reacción en cadena polimerasa digital de sola gota (ddPCR) para analizar las muestras de leche materna y de sangre, comprobando así la existencia de ADNct en la leche materna.
«Fuimos capaces de detectar mutaciones presentes en el tumor de pacientes con cáncer de mama en su muestra de leche en 13 de las 15 pacientes analizadas, mientras que en las muestras de sangre recogidas en el mismo momento solo se detectó ADN tumoral circulante en una de ellas», afirmó Vivancos. «En cuanto a las muestras de las dos pacientes en las que no se detectó mutación, se comprobó que eran de calostro recogido en las primeras horas de la lactancia».
Asimismo, para dar utilidad práctica a este hallazgo, el equipo investigador diseñó un papel genómico basado en secuenciación de nueva generación como posible método de detección precoz del cáncer de mama. «Hemos desarrollado un panel basado en química de captura híbrida y con identificadores moleculares únicos (UMIs) que aseguran una mejor sensibilidad en la secuenciación de nueva generación. El diseño del panel se ha ajustado, basándonos en la literatura existente, a los genes más frecuentemente mutados en el cáncer de mama en mujeres jóvenes, menores de 45 años».
Según Vivancos, este panel tiene una sensibilidad de más de 70%, lo que significa que de las muestras de las pacientes analizadas con este se hubieran detectado 7 de 10 casos con una especificidad de 100 %.
«En la práctica, el diseño del panel permitiría detectar alteraciones en más de 95 % de los casos de cáncer de mama en mujeres de edad inferior a 45 años. Por lo tanto, su uso en el escenario de detección precoz de este tumor durante la lactancia debería contribuir a resolver una necesidad médica no cubierta a día de hoy», señaló Vivancos.
En relación con esta necesidad no resuelta, la Dra. Saura incidió en que actualmente no se dispone de ningún sistema o herramienta que permita sospechar de forma precoz de un tumor de mama en embarazadas antes del diagnóstico, «y, precisamente, el objetivo de esta investigación, que ahora se tiene que validar con un grupo más grande de mujeres en un estudio clínico, sería implantar el cribado de cáncer de mama en mujeres que acaban de dar a luz».
Contacto más directo con las células tumorales
En opinión de la Dra. Saura, esto facilitaría que, al igual que en España se realiza la punción del talón con una pequeña muestra de sangre del recién nacido para descartar patologías metabólicas, se recogieran muestras de leche materna de todas las mujeres que den a luz, para descartar o diagnosticar el cáncer de mama.
En cuanto a las ventajas potenciales que tendría la biopsia líquida de leche materna frente a técnicas similares, como por ejemplo la biopsia líquida en sangre, Vivancos remitió a los resultados de su estudio: «Hemos visto que la biopsia líquida en leche materna era positiva para la presencia de ADN tumoral circulante en 87 % de los casos, mientras que la sangre solo mostró presencia de este marcador en 8%. Esta diferencia indica que la leche materna es un biofluido que está en contacto más directo con las células tumorales y que, por lo tanto, será más informativo en estadios más iniciales».
La Dra. Saura apuntó sobre estos tumores en embarazadas o en el posparto que los datos reafirman una realidad: «En general, suelen tener un peor pronóstico por ser, en una gran parte de los casos, un diagnóstico en estadios avanzados. Además, se suele asumir que hay alteraciones fisiológicas de la mama, consideradas normales durante la gestación y la lactancia, que pueden esconder un tumor en desarrollo. El hecho es que el cáncer de mama durante el posparto, entendiendo como posparto la definición actual que corresponde a los 10 años posteriores al parto, representa entre 40 % y 45 % de los casos de cáncer de mama diagnosticados antes de los 45 años».
Las investigadoras tienen previsto dar continuidad a este proyecto: «Nuestro siguiente paso para confirmar la utilidad de la leche materna como nueva herramienta de biopsia líquida para la detección precoz del cáncer de mama en el periodo posparto es realizar esta prueba no invasiva en miles de mujeres», informó la Dra. Saura.
Objetivo, «estandarizarla» como método de screening
«Basándonos en los resultados que hemos publicado, estamos iniciando un estudio dirigido a recoger muestras de leche materna de 5 000 mujeres sanas de todo el mundo que se hayan quedado embarazadas a partir de los 40 años o a cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama», añadió la especialista.
Acerca de cuándo está previsto disponer de resultados preliminares de este nuevo estudio, la Dra. Saura afirmó que aún no es posible aventurarse a concretar este dato «ya que estamos pendientes de recibir financiación para avanzar en este trabajo, pero vamos analizando caso a caso y, por supuesto, si detectamos alguna anomalía en estas mujeres, seguiremos el protocolo establecido para confirmar el diagnóstico e iniciar un tratamiento si fuera preciso».
Sobre si es factible que la biopsia líquida de leche materna llegue a «normalizarse» como método de screening para las mujeres en edad reproductiva con antecedentes o factores de riesgo de desarrollar un cáncer de mama, Vivancos afirmó que «ese sería el escenario futuro que visualizamos y al que nos gustaría contribuir con evidencia científica para conseguir hacerlo realidad».
«Por el momento, nuestro objetivo es validar que el ADN tumoral circulante puede detectarse mediante biopsia líquida en la leche materna incluso antes de que el cáncer de mama pueda diagnosticarse mediante técnicas de imagen convencionales. Si validamos estos resultados preliminares podremos detectar precozmente el cáncer de mama con una prueba no invasiva como la biopsia líquida de la leche materna», señaló por su parte la Dra. Saura.
Finalmente, y en cuanto a las asignaturas pendientes que aún existen en la detección y el abordaje del cáncer de mama durante el embarazo, la especialista puso de relieve el impacto emocional que tiene para las mujeres y para su entorno el diagnóstico de un cáncer gestacional «pero lo primero que tienen que saber es que el diagnóstico no es necesariamente sinónimo de interrupción del embarazo, sino que este tumor se puede tratar durante la gestación ya que es posible hacer cirugía en cualquier momento y quimioterapia a partir del segundo trimestre. Prueba de ello son los 72 niños que han nacido en este contexto en los últimos 20 años en el Hospital Universitario Vall d’Hebrón, que es pionero en España gracias a un programa multidisciplinar para informar y hacer un seguimiento específico a las mujeres a las cuales se les diagnostica un tumor de mama durante el embarazo».
Referencia
Saura C, Ortiz C, Matito J, Arenas E, Suñol A, Martín A, et al. Early-Stage Breast Cancer Detection in Breast Milk. Cancer Discov[Internet].2023[citado 3 nov 2023];13(10):2180-2191. doi: 10.1158/2159-8290.CD-22-1340. PMID: 37704212. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37704212/
4 noviembre 2023|Fuente: Medscape| Tomado de Noticias y Perspectivas
nov
3
El laboratorio de Sandra Blanco, del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-Universidad de Salamanca) y del IBSAL, publica dos artículos sobre el papel de una enzima que fortalece a las células tumorales
Un trabajo del laboratorio liderado por Sandra Blanco, científica del Centro de Investigación del Cáncer (centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca) y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) revela el importante papel que tiene una enzima en la resistencia de los tumores a los tratamientos. Inhibir esta molécula haría más efectivas las terapias contra el cáncer, según demuestran los investigadores en dos artículos científicos, uno de ellos centrado en el cáncer de próstata avanzado, la segunda neoplasia más común en los hombres.
Los científicos han descubierto que una enzima denominada METTL1 está altamente expresada en el cáncer de próstata, sobre todo en las etapas más avanzadas del tumor. La función de METTL1 es colocar una marca química para modificar el ARN, la molécula que permite sintetizar proteínas a partir del ADN. Por lo tanto, si esta enzima se inhibe, se generan moléculas de ARN que no tienen esa marca y que actúan como controladores de la síntesis de proteínas y frenan el crecimiento del tumor.
Además, Sandra Blanco y su equipo han demostrado en modelos de cáncer de próstata en ratones que reducir METTL1 aumenta la infiltración de células del sistema inmunitario en el tumor. Este resultado, publicado en la revista científica Molecular Cancer, permite mejorar la eficacia de los tratamientos basados en inmunoterapia y convierte a esta enzima en una prometedora diana terapéutica, es decir, en una molécula hacia la que dirigir futuras terapias.
Sin embargo, METTL1 no solo se encuentra altamente expresada en el cáncer de próstata, sino en la mayoría de los tumores humanos. Por eso, en otro artículo de la revista Oncogene, del grupo Nature, estos mismos investigadores revelan que la inhibición de METTL1 aumenta la eficacia de los medicamentos. En otras palabras, atacar específicamente esta enzima hace que las células cancerosas sean más sensibles a los tratamientos, debilitando su capacidad de resistencia. Los pacientes podrían obtener mejores resultados con los mismos fármacos antitumorales.
«Nuestros hallazgos abren nuevas posibilidades para abordar tumores que ya no responden a tratamientos de quimioterapia convencionales”, explica Sandra Blanco, que lidera ambos estudios. “La enzima METTL1 se puede convertir en una diana terapéutica clave para mejorar los tratamientos en pacientes con cáncer, permitiendo superar la resistencia de las células tumorales a los medicamentos”, añade.
El ARN revoluciona la investigación biomédica
Por otra parte, desde el punto de vista científico, este hallazgo muestra “la creciente importancia de la epitranscriptómica en la terapia del cáncer”, explica la experta en referencia a las modificaciones que sufre el ARN, “y del potencial de los inhibidores moleculares como futuras armas contra esta enfermedad”. De hecho, la comunidad científica está investigando activamente nuevos inhibidores moleculares de enzimas epitranscriptómicas como METTL1 como posibles tratamientos contra el cáncer, lo que “podría revolucionar la forma en que abordamos esta enfermedad”, asegura.
La investigación en torno al ARN está cobrando una enorme relevancia en biomedicina. La mejor prueba es que el pasado lunes el Premio Nobel de Medicina reconoció el trabajo de Katalin Karikó y Drew Weissman, por sentar las bases del conocimiento sobre las modificaciones del ARN mensajero que permitieron desarrollar las vacunas contra el COVID-19. “Sus descubrimientos se basaron en usar las propiedades químicas de las modificaciones de ARN para el desarrollo de vacunas de ARN estables y duraderas; mientras que, en nuestro caso, tratamos de averiguar la función fisiológica real de las modificaciones de ARN que existen en los organismos y que a día de hoy se desconocen por completo”, apunta Sandra Blanco. “Nuestro objetivo, dentro del contexto patológico del cáncer, es desarrollar nuevas dianas terapéuticas”.
Referencias bibliográficas
García-Vílchez R, Añazco-Guenkova AM, Dietmann S, et al. METTL1 promotes tumorigenesis through tRNA-derived fragment biogenesis in prostate cancer. Mol Cancer 22, 119 (2023). https://doi.org/10.1186/s12943-023-01809-8
García-Vílchez R, Añazco-Guenkova AM, López J, Dietmann S, Tomé M, Jimero S, et al. N7-methylguanosine methylation of tRNAs regulates survival to stress in cancer. Oncogene[ Internet]. 2023[citado 2 nov 2023]; https://doi.org/10.1038/s41388-023-02825-0
2 noviembre 2023| Fuente: DICYT| Tomado de Noticias Ciencias Sociales