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Las temperaturas han llegado a superar los 45 grados Celsius en el noroeste de Estados Unidos y oeste de Canadá. La Organización Meteorológica Mundial advierte que, con la crisis climática, eventos excepcionales como estos se vuelven más comunes y prolongados, lo que supone una amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.
La ola de calor sin precedentes que afecta estos días la costa oeste de Canadá y Estados Unidos, con temperaturas cercanas a los 50 grados Celsius, ha dejado más de un centenar de muertos en ambos países, según datos de fuentes oficiales.
En Canadá, las autoridades de Columbia Británica –la provincia más occidental del país– han explicado que las temperaturas extremas han sido responsables de un aumento inusual de las muertes en los últimos días, hasta el punto de que consideran la ola de calor como un riesgo superior al de la COVID-19.
Entre el 25 y el 28 de junio, coincidiendo con la ola de calor, ha habido un exceso de mortalidad de 100 fallecimientos: el promedio de muertes en estas fechas es de 130 y se ha disparado a 233.
La directora forense de esa provincia, Lisa Lapointe, señaló en un comunicado que entre el 25 y el 28 de junio, coincidiendo con la ola de calor, ha habido un exceso de cien muertes respecto a la media de fallecimientos en esta época del año. En ese sentido precisó que el promedio de muertos entre esas fechas debería haber sido de 130, pero que se ha disparado a 233.
Condiciones extremas
A pesar de que las temperaturas han descendido en las últimas horas en el interior de la provincia canadiense, las condiciones todavía son extremas, ya que si se toma en cuenta la humedad la sensación térmica es superior a 40 grados.
El calor de los últimos días ha favorecido también los incendios, con 78 fuegos forestales activos recientemente en Columbia Británica. Las llamas han obligado a evacuar varias comunidades, entre ellas la localidad de Lytton, que el martes alcanzó la máxima temperatura en la historia de Canadá, 49,6 grados Celsius.
La localidad de Lytton alcanzó la máxima temperatura en la historia de Canadá el pasado martes: 49,6 grados Celsius.
Conforme Columbia Británica y los estados de Washington y Oregón (Estados Unidos), en la costa del Pacífico, han empezado a tener temperaturas más bajas, la atención se centra ahora en las provincias canadienses de Alberta, Saskatchewan y Manitoba.
El Servicio Meteorológico de Canadá ha avisado de que zonas de las tres provincias están alcanzado máximos históricos a medida que la “cúpula de calor”, como se conoce este fenómeno meteorológico consistente en una montaña de aire caliente que «se ha quedado atascada» en las capas altas de la atmósfera, se desplaza lentamente hacia el este del país.
La ciudad de Calgary, la más poblada de Alberta, tuvo recientemente una máxima de 33 grados Celsius, mientras que Saskatoon, en la vecina Saskatchewan, acumulaba 34 grados y Thompson, una población que bordea la zona ártica, sumaba también 34 grados.
En la localidad de Churchill, situada en la provincia de Manitoba y que durante gran parte del año atrae a visitantes de todo el mundo que quieren contemplar osos polares, el termómetro marcaba los 30 grados.
La “cúpula de calor” se empieza a mover
La denominada “cúpula de calor” –una capa gruesa en la atmósfera que afecta a los patrones de presiones y vientos– ha provocado este evento en la costa oeste de ambos países y a empezado a moverse hacia el interior, a tenor de las temperaturas registradas en otros estados estadounidenses y provincias canadienses.
Estas regiones de Norteamérica no están acostumbradas a este tipo de calor: menos del 40 % de los hogares cuentan con aire acondicionado, lo que provoca que muchas personas se desplacen a centros públicos para refrescarse.
Mientras tanto, el termómetro en el estado de Idaho en Estados Unidos, fronterizo con Washington y Oregón, ha superado los 40 grados Celsius.
Esta “cúpula de calor” es esencialmente una montaña de aire caliente asociada a la presión alta que “se ha quedado atascada” en la costa oeste de ambos países, ha aclarado a Efe la portavoz de la organización medioambiental Climate Power, Antonieta Cádiz.
Olas de calor y crisis climática
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha advertido de que, con el cambio climático, eventos excepcionales como las olas de calor se están volviendo más comunes y prolongados, lo que supone una amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.
Estas regiones de Norteamérica no están acostumbradas a ese tipo de calor y menos del 40 % de las casas tienen aire acondicionado, lo que está provocando que muchas personas tengan que ir a librerías o centros comerciales durante unas horas para refrescarse, apunta la OMM.
El pueblo canadiense de Lytton (Columbia Británica) es el caso más destacado porque rompió su récord de calor con 46,6 grados Celsius, pero tan solo 24 horas después lo superó llegando a los 47,9 grados centígrados y un día despues llego hasta los 49,6 grados, la máxima temperatura histórica del país.
La crisis climática provoca que los eventos meteorológicos extremos como las olas de calor sean más comunes y prolongados, advierte la OMM
“Estamos batiendo récords que no tiene sentido batir tan pronto en la temporada. Hemos tenido muchos días seguidos así y cada día nos despertamos con temperaturas más altas”, aseguró el meteorólogo canadiense Armel Castellan.
“Que las temperaturas nocturnas sean más altas que la media durante el día en el mes de junio es un gran problema. Nuestros cuerpos tienen que enfriarse antes de afrontar otro día de altas temperaturas”, agregó el experto.