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El estudio del microambiente tumoral, formado por células enfermas y sanas, es fundamental para poder conocer la biología de los tumores y las causas que determinan su evolución.
En este contexto, tienen lugar multitud de interacciones que contribuyen a la propagación del cáncer, lo que podría ser clave para determinar las causas de la enfermedad y hallar nuevas dianas terapéuticas. Conocer estos circuitos, que pueden ser caldo de cultivo para la rápida expansión de esta enfermedad, es la base de un estudio realizado por investigadores del CIBER de Cáncer (CIBERONC) del Instituto de Biomedicina de Sevilla. En él, han logrado identificar un nuevo circuito del microambiente tumoral en el que una proteína secretada por células tumorales en cáncer de colon provoca alteraciones que conducen a un incremento de su crecimiento.
Este trabajo, publicado en la revista Oncogene, ha sido ha sido realizado por Sandra Muñoz-Galván como investigadora principal y liderado por Amancio Carnero, jefe de grupo del CIBERONC e investigador del CSIC, y es de gran importancia para poder conocer la biología de los tumores y lo que determina su evolución. De esta manera, han descubierto que la proteína fosfolipasa D2 (PLD2), la cual se expresa a niveles anormalmente altos en pacientes de cáncer de colon, es secretada por las células tumorales y altera a las células no tumorales del microambiente causando en ellas senescencia.
La senescencia, un proceso clave
Según explica Amancio Carnero, “la senescencia consiste en una parada de la división celular de las células que lo sufren, pese a lo cual estas son capaces de secretar una serie de factores que aumentan la capacidad tumorigénica de las células tumorales. Esto provoca que se establezca un circuito entre células tumorales y las que no lo son, que conduce a un aumento del número de células madre tumorales, las cuales poseen una capacidad proliferativa mayor que las células tumorales normales y son capaces de aumentar la resistencia a terapias antitumorales”.
Esta investigación, que combina estudios con líneas celulares tumorales, bases de datos de pacientes y modelos de animales, abre un camino para el uso de la proteína PLD2 como diana terapéutica para el tratamiento de cáncer de colon y, potencialmente, de otro tipo de tumores. Según han demostrado los investigadores del CIBERONC, las células cancerígenas están en comunicación continua con el microentorno y puede afectar a la evolución del tumor. “Hemos observado que la expresión de PLD2 aumenta en el cáncer colorrectal, lo que induce senescencia en los fibroblastos vecinos y conduce a un crecimiento más rápido del tumor”, indica Amancio Carnero.
noviembre 23/2018 (dicyt.com)