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La toracoscopia reduce el tiempo de recuperación y de hospitalización, así como las complicaciones.
El equipo de Cirugía Cardiaca, en colaboración con el de Cirugía General Pediátrica, ambos del Hospital Infantil Gregorio Marañón, de Madrid, han llevado a cabo por primera vez una cirugía de ablación de arritmia infantil por vía toracoscópica. El paciente, del que han trascendido la información y los resultados, era un niño de cuatro años con una arritmia cardiaca incesante e invalidante originada en la aurícula izquierda. La vía toracoscópica -a través de la que se ablacionó el área arrítmica mediante radiofrecuencia y posterior cierre de la orejuela con un dispositivo- fue la elegida por su menor invasión y se ha convertido en un abordaje novedoso mundial, así como pionero en un paciente pediátrico, cuyos datos y resultados se publicaron en The Annals of Thoracic Surgery. Actualmente, el equipo ya ha llevado a cabo otras tres intervenciones de estas características.
Aprovechando la experiencia de los cirujanos generales pediátricos en el manejo de esta técnica, los cirujanos cardiacos han llevado a cabo una intervención considerada pionera en este ámbito en el que se caracterizan por optar, siempre que es posible, por la mínima invasión, dados los buenos resultados quirúrgicos, así como cosméticos.
Cumplir condiciones
Juan Miguel Gil-Jaurena, jefe de Sección de Cirugía Cardiaca Infantil del Gregorio Marañón, explica a DMque las arritmias se abordan farmacológicamente. Cuando esta estrategia falla, se procede a la ablación electrofisiológica y solo cuando ambos procedimientos no obtienen los resutados esperados se pasa a la opción quirúrgica. «En los niños, la arritmia se produce por dos mecanismos: arritmia asociada a enfermedad del corazón o, más rara aún, arritmia única con corazón normal. Los nuevos métodos diagnósticos han hecho que se detecten más y más precozmente arritmias en niños, lo que no significa que sean más frecuentes, y además que se traten adecuadamente con medicación, con técnicas aprendidas de los adultos y de carácter menos invasivo».
Las arritmias infantiles candidatas a abordaje quirúrgico son, por tanto, las que no se han resuelto ni con medicación ni con ablación percutánea. Pero, en el caso concreto del Hospital Gregorio Marañón, referente en Cirugía Cardíaca Infantil, la arritmia se aborda en la superficie del corazón y con el apoyo de técnicas mínimamente invasivas como la toracoscopia. «Se trata, básicamente, de una ablación pero llevada a cabo por toracoscopia, lo que permite realizar mínimas incisiones», indica Ramón Pérez-Caballero, del Servicio de Cirugía Cardiaca, quien subraya que, no obstante, el abordaje con esta opción está sujeta a ciertos condicionantes. Hasta el momento, han resuelto dos arritmias de la orejuela izquierda y otros dos casos de Wolf Parkinson White. Precisamente, y según ha señalado Gil-Jaurena, el procedimiento en el que se describe el abordaje de los casos de Wolf Parkinson White también ha sido aceptado para su publicación en la Revista Española de Cardiología.
Resolucion sin recidivas
Los profesionales recalcan los beneficios que reportan los métodos de escasa invasión, más aún cuando se trata de niños. Además de acortar el tiempo de recuperación y hospitalización de los pacientes, el uso de la toracoscopia agiliza la cicatrización, pues no hay grandes incisiones y, consecuentemente, reduce el riesgo de complicaciones.
«¿Ventajas? Todas. Los niños que han sido intervenidos se han ido a casa a los dos días de la intervención y se reincorporan al colegio una semana después», según Pérez- Caballero. Los profesionales tampoco olvidan el buen resultado cosmético y que, en «el caso de las mujeres adolescentes con mama desarrollada, se aprovecha el pliegue de la mama y el resultado estético es perfecto, teniendo en cuenta que no se llevan a cabo grandes esternotomías». Los resultados, según la evolución de los casos, son muy satisfactorios, teniendo en cuenta que no se han registrado recidivas y no ha habido necesidad de administrar medicación.
La vía de entrada depende de dónde esté localizada la lesión cardíaca, pero siempre concebida como mínima invasión. Así, en algunos casos se opta por incisiones en la línea que une los dos pezones, lo que evita cicatrices en el escote; debajo de la mama, de especial utilidad en el caso de las chicas, y debajo de la axila.
diciembre 2/2016 (diariomedico.com)
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