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Un estudio revela cómo las personas con trastorno de ansiedad tienen una mayor probabilidad de desarrollar artritis, hipertensión, diabetes o cáncer.
Las personas con trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de acabar padeciendo patologías crónicas como enfermedades del corazón, dolor crónico o úlcera péptica. Ésta es una de las conclusiones de un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry y liderado por la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, en el que ha participado Jordi Alonso, director del programa de Epidemiología y Salud Pública del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) e investigador del CIBERESP.
El estudio encontró que los trastornos de salud mental de todo tipo –estado de ánimo, ansiedad, control de los impulsos y los trastornos por uso de sustancias– se asocian con un mayor riesgo de aparición de una amplia gama de enfermedades crónicas físicas. Los investigadores estudiaron la relación de los trastornos mentales con estas 10 patologías: artritis, dolor crónico, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, hipertensión, diabetes, asma, enfermedad pulmonar crónica, úlcera péptica y cáncer.
«Los hallazgos del estudio sugieren que los efectos nocivos de los trastornos mentales en la salud física se acumulan durante toda la vida y aumentan con la comorbilidad con el trastorno mental. Por este motivo, su tratamiento debe incorporar también la atención a los comportamientos de salud y a la salud física», explican los investigadores.
Tras analizar los datos obtenidos mediante las encuestas de Salud Mental Mundial (WMH), que incluyeron más de 47 000 personas de 17 países, se encontró que existía una asociación importante y estadísticamente significativa entre los trastornos mentales estudiados y la aparición posterior de las 10 patologías físicas estudiadas.
Se descubrió que, a pesar de tener en cuenta el efecto de factores de riesgo conocidos, las personas con algún trastorno depresivo, de ansiedad, de control de los impulsos o de abuso de alcohol, tenían un mayor riesgo de desarrollar cualquiera de las patologías físicas crónicas estudiadas.
Otro factor de riesgo
Estos resultados y los de otros trabajos indican que los trastornos mentales son un factor de riesgo de padecer enfermedades crónicas físicas. Por un lado, es conocido que los trastornos mentales pueden comportar una práctica más frecuente de conductas de riesgo, como fumar o hacer poca actividad física.
El hecho de que este estudio ha tenido en cuenta algunos de estos factores sugiere que hay otros mecanismos que explicarían esta asociación. Además, la representatividad poblacional de este estudio ha permitido estimar que la presencia de un trastorno mental podría ser la causa de entre el 1,5 y el 13 % de la aparición de las enfermedades crónicas analizadas.
«Hay que integrar las intervenciones dirigidas a la prevención primaria de las enfermedades físicas crónicas en el tratamiento de todos los trastornos mentales. Esta prevención hay que hacerla tanto en la atención primaria como en la hospitalaria, y poder ser, desde las primeras etapas de debut de la enfermedad mental. Esto ayudará a los pacientes a tomar mejores decisiones sobre su estilo de vida que tendrán un impacto duradero en su salud física», concluyen los investigadores.