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Un estudio publicado en la revista Procedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se informa de un vínculo entre la exposición a los espacios verdes en la escuela y el desarrollo cognitivo en niños de primaria. Según los investigadores, el contacto con la naturaleza desempeña un papel fundamental e insustituible en el desarrollo cerebral.
Para probar la asociación entre la maduración cognitiva y la exposición a los espacios verdes en el hogar y la escuela, los investigadores supervisaron cada tres meses los cambios en las medidas cognitivas de 2 593 alumnos de primaria de 7-10 años, pertenecientes a 36 escuelas de Barcelona, España.
Durante 12 meses, la exposición al verdor dentro y alrededor de las escuelas, determinado por datos de satélite, se ha relacionado con una mejor capacidad mental para manipular de forma continua y actualizar las facultades de información conocidas. Entre ellas destaca la memoria de trabajo y la de trabajo superior, y una reducción de la falta de atención, independientemente de la etnia, la educación de la madre y el empleo de los padres.
Cada incremento del rango intercuartil del verdor total circundante estaba vinculado con un aumento del 5 % en la memoria de trabajo, un aumento del 6 % en la memoria de trabajo superior y una reducción de 1 % en la falta de atención.
También se halló que la contaminación del aire relacionada con el tráfico representaba el 20-65 % de las asociaciones estimadas entre el verdor de la escuela y el desarrollo cognitivo. Una parte de la influencia observada de los espacios verdes en el desarrollo cognitivo podría estar mediada por su capacidad de reducción de la contaminación del aire, factor que se ha relacionado negativamente con el desarrollo cognitivo