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Un grupo interdisciplinar de científicos de instituciones estadounidenses ha demostrado que los cerebros de machos y hembras responden de modos muy diferentes a los alimentos con alto contenido en grasas. Así, los machos sufren una mayor inflamación, incrementando el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, en comparación con las hembras. El hallazgo se publica en la revista «Cell Reports».
“Nuestros datos mostraron que los ratones que tenían inflamación cerebral sufrían prediabetes, además de alteraciones en la función cardiovascular”, explica a Sinc Deborah Clegg, del Instituto de Investigación en Diabetes y Obesidad de Los Ángeles. “Esto solo ocurría en los ratones macho; no había inflamación en las hembras”.
Cuando los ratones macho experimentaron inflamación después de comer dietas altas en grasas, se observó que también sufrieron una reducción de la función cardiaca, mientras que las ratonas no. «Es como si el cerebro de las hembras fuera ‘inmune’ al desafío de la dieta alta en grasas», señala Clegg. «El hecho de que estos procesos de los nutrientes se presenten de manera distinta en los dos sexos con la misma dieta es una novedad», enfatiza.
Clegg y su equipo están trabajando ahora en una estrategia para confirmar si los hallazgos en ratones también podrían aplicarse a las personas. Las conclusiones podrían explicar las diferencias observadas entre mujeres y hombres en las consecuencias de la obesidad; por ejemplo, por qué las premenopáusicas con sobrepeso tienen mejor salud que los hombres. De ser confirmadas en humanos, estas conclusiones obligarían a adaptar las recomendaciones dietéticas en función del sexo.
“Siempre hemos dado una misma respuesta para todos respecto a la información nutricional y el enfoque farmacéutico”, indica Clegg. “Nuestros datos empiezan a sugerir que se debe tener en cuenta el sexo a la hora de controlar la ingesta de grasas”.
octubre 24/2014 (Jano.es)