El consumo de cafeína puede mejorar la función tiroidea de las personas con trastornos metabólicos, según muestra una nueva investigación.

Cafeina-1024x559 «Si bien la relación causal entre la ingesta de cafeína y la función tiroidea requiere una mayor verificación, como ingrediente dietético fácil de obtener y ampliamente consumido, la cafeína es una opción potencial para mejorar la salud tiroidea de personas con trastornos metabólicos», informaron los autores en el estudio publicado en Nutritional Journal.[1]

La ingesta de cafeína, dentro de los rangos saludables establecidos, mostró una asociación no lineal con los niveles tiroideos.

El consumo moderado de cafeína se ha asociado a la reducción del riesgo de trastornos metabólicos, además de mostrar algunos beneficios para la salud mental. Sin embargo, faltan investigaciones sobre sus efectos en la hormona tiroidea, que desempeña un papel importante en el metabolismo sistémico y el desarrollo neurológico.

Para investigar los efectos, Yu Zhou, del Departamento de Medicina de Rehabilitación de la Escuela de Salud de la Universidad Médica de Fujian, en Fuzhou, China, y sus colaboradores evaluaron los datos del estudio Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) III 2007-2012, en el que participaron 2.582 personas de las que se disponía de datos sobre afecciones médicas, ingesta alimentaria, función tiroidea y antecedentes demográficos.

Los participantes se dividieron en tres subgrupos en función de sexo, edad, índice de masa corporal (IMC), hiperglucemia, hipertensión y enfermedad cardio-cerebrovascular (ECV).

El grupo 1 (n = 208) era el metabólicamente menos sano. Los pacientes de ese grupo tenían el índice de masa corporal más alto y eran los de mayor edad. Además, tenían tasas más altas de hipertensión, hiperglucemia y enfermedad cardio-cerebrovascular, pero, notablemente, tenían el nivel más bajo de consumo de cafeína.

En el grupo 2 (n = 543), todos los participantes eran fumadores activos y 90,4% tenía el hábito de beber alcohol. Ese grupo también tenía el mayor porcentaje de hombres.

El grupo 3 (n = 1.183) era el metabólicamente más sano, con más mujeres, menor edad y menor índice de masa corporal. Ningún participante de ese grupo tenía hiperglucemia, hipertensión o enfermedad cardio-cerebrovascular.

El grupo 1, el metabólicamente menos sano, tenía los niveles séricos de hormona estimulante de tiroides (TSH) más elevados. Cabe hacer notar que, aunque en un principio se excluyó del análisis a los participantes con enfermedades tiroideas, unos niveles más elevados de hormona estimulante de tiroides son predictivos de hipotiroidismo asintomático o de progresión a hipotiroidismo manifiesto.

En general, no hubo asociación entre la cafeína y los niveles de hormona estimulante de tiroides.

Sin embargo, un análisis de subgrupos mostró que, en el grupo 1, la ingesta de cafeína se correlacionaba con la hormona estimulante de tiroides de forma no lineal (p = 0 ,0019), con un consumo promedio mínimo de cafeína (<9,97 mg/día). Hubo una asociación con niveles de esta hormona ligeramente superiores (p = 0 ,035) tras el ajuste con respecto a edad, sexo, raza, consumo de alcohol, estado de la enfermedad, micronutrientes y macronutrientes.

Sin embargo, a cantidades mayores y moderadas de consumo de cafeína (9,97 a 264,97 mg/día), se produjo una asociación inversa, con una hormona estimulante de tiroides más baja (= 0,001).

Resulta interesante que no hubo asociación entre el consumo diario de cafeína de más de 264,97 mg y los niveles de la hormona estimulante de tiroides.

Para contextualizar, una típica taza de café de 236 ml contiene generalmente de 80 a 100 mg de cafeína y la Food and Drug Administration de Estados Unidos indica que 400 mg de cafeína al día son seguros para adultos sanos.

El grupo 2 consumió la mayor cantidad de cafeína. Es de notar que ese grupo tenía los niveles séricos de hormona estimulante de tiroides más bajos de los tres grupos. No hubo asociaciones significativas entre el consumo de cafeína y los niveles de la hormona en el grupo 2 ni en el grupo 3.

Tampoco hubo asociaciones significativas entre el consumo de cafeína y los niveles séricos de FT4 o FT3, también relacionados con la disfunción tiroidea, en ninguno de los grupos.

Los resultados muestran que «el consumo de cafeína se correlacionó con la hormona estimulante de tiroides sérica de forma no lineal, y cuando se tomó en cantidades moderadas (9,97 a 264,97 mg/día), la cafeína demostró una correlación positiva con los niveles de esta hormona en pacientes con trastornos metabólicos», concluyeron los autores.

¿Mecanismos?

Se cree que la cafeína modula la secreción hormonal hipofisaria, que influye en el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal. Los autores conjeturaron que la cafeína podría afectar potencialmente la actividad tiroidea al afectar la función hipofisaria.

«Sin embargo, los efectos de la administración transitoria y crónica de cafeína sobre la función tiroidea humana deben verificarse más a fondo y aún no se han esclarecido los mecanismos relacionados», subrayaron.

Al comentar el estudio, el Dr. Maik Pietzner, del Instituto de Salud de Berlín, en Alemania, apuntó que una limitación importante del estudio es que se excluyeron varios grupos de pacientes, incluidos los que tenían niveles anormales de hormona estimulante de tiroides.

«Lo que me hace dudar es el elevado número de exclusiones y la concentración en grupos muy específicos de personas. Es casi seguro que esto introduce sesgos, por ejemplo, lo específico de las personas que no declaran consumir café», expresó el Dr. Pietzner.

Además, «ya sabemos que los pacientes con mala salud metabólica también presentan ligeras variaciones en los niveles de hormonas tiroideas y también tienen patrones dietéticos diferentes», explicó.

«Así que podría ocurrir una confusión inversa en la que la mala salud metabólica esté asociada tanto a los niveles de hormona tiroidea anormales como al consumo de café», dijo el Dr. Pietzner.

También señaló el hallazgo «un tanto extraño» de que el grupo con los trastornos metabólicos más acentuados tenía el consumo de café más bajo y, sin embargo, los niveles de hormona estimulante de tiroides más elevados.

«Mi conjetura sería que esto también podría ser un hallazgo casual, dado que la distribución de los valores de hormona estimulante de tiroides es muy sesgada, lo que puede tener un fuerte efecto en los modelos de regresión lineal», agregó el Dr. Pietzner.

En general, «la evidencia generada por el estudio es más bien débil, pero hay buena evidencia de que un mayor consumo de café está relacionado con una mejor salud metabólica, aunque se desconocen los mecanismos exactos, si es que son causales», puntualizó el Dr. Pietzner

.»Se necesitan estudios prospectivos para evaluar si un mayor consumo de café reduce realmente el riesgo de enfermedades tiroideas».

Fuente:  Medscape ,    https://espanol.medscape.com/verarticulo/5911342#vp_1

Referencia

Zheng J, Zhu X, Xu G, Wang X, Cao M, Zhu S, Huang R, Zhou Y. Relationship between caffeine intake and thyroid function: results from NHANES 2007-2012. Nutr J. 26 Jul 2023;22(1):36. doi: 10.1186/s12937-023-00866-5. PMID: 37491267. Fuente

https://nutritionj.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12937-023-00866-5

 

 

agosto 29, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Endocrinología, Investigaciones | Etiquetas: , , , |

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