Bicuspidización y Ozaki, nuevas técnicas para la reparación o sustitución de la válvula aórtica que se postulan para desplazar al actual patrón oro.

cardiopatía congénitaLa cirugía cardíaca de las cardiopatías congénitas (CC) supone aproximadamente el 10 % de la cirugía cardio torácica mayor realizada en España. En los últimos años, han comenzado a efectuarse nuevas técnicas para la reparación o sustitución de la válvula aórtica, como las técnicas de bicuspidización o la de Ozaki con resultados prometedores, pero sin seguimiento suficiente como para sustituir al actual gold standard.

Así lo ha señalado Ángel Aroca, jefe de servicio de Cirugía Cardiaca Infantil y Cardiopatías Congénitas del Hospital La Paz, y presidente, junto con Jacobo Silva, del comité organizador del XXVI Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE), que se ha desarrollado recientemente en Oviedo, España.

La realización de estas técnicas requiere una elevada especialización y de hecho casi el 60 % de la casuística se opera en servicios o secciones con dedicación exclusiva a la cirugía cardiaca de las cardiopatías congénitas, según explica Ángel Aroca.

Los avances en las técnicas quirúrgicas, en los cuidados peri operatorios, la mejora del seguimiento cardiológico y el desarrollo de los programas de insuficiencia cardiaca y de trasplante cardiaco en pacientes portadores de una cardiopatía congénita permiten que el 90 % de los pacientes que nacen en países desarrollados alcancen actualmente la vida adulta, por regla general, con una buena calidad de vida, indica este experto.

“La baja natalidad, acentuada durante la pandemia y la elevada tasa de interrupción voluntaria del embarazo tras el diagnóstico prenatal de una CC han contribuido a cambiar el perfil demográfico de los cardiópatas congénitos”, precisa Aroca, de forma que en el mundo occidental ya son mayoría los adultos con cardiopatía congénita respecto a la población infantil».

Cambio de perfil

Esto significa que “a lo largo de la última década ya son más los mayores de 18 años con CC que se operan cada año que los neonatos, agrupándose la mayoría de la actividad quirúrgica antes del primer año de vida o pasados los 18 años”, explica el jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital La Paz.

Estos cambios en la prevalencia han hecho que cada vez sean menos frecuentes determinadas cirugías neonatales, como las empleadas para el tratamiento de las situaciones de ventrículo único.

Por el contrario, han ganado mucho protagonismo las asistencias ventriculares de corta y larga duración en neonatos, lactantes y pacientes de corta edad, que han mejorado significativamente la supervivencia.

Es el caso de la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) postcardiotomía, es decir, después de una intervención de corazón en la que el órgano continúa con alguna disfunción, como puente a la recuperación o a una asistencia de larga duración, “esta última generalmente como puente al trasplante cardiaco”. Estas tres terapias, aisladas o combinadas, consiguen actualmente supervivencias que se sitúan en torno al 70 %, según los datos aportados por Aroca.

Reparación o sustitución valvular aórtica

Uno de los campos en los que se han registrado avances importantes de modo reciente es el segmento de la reparación o sustitución valvular aórtica, a través de las técnicas de bicuspidización y la técnica de Ozaki. La primera opción consiste en convertir la aorta en una válvula bicúspide, cuando una de las tres válvulas no funciona. En cambio, en la técnica de Ozaki lo que se hace es sustituir la válvula no funcionante por una neo válvula realizada a partir de pericardio del propio paciente.

Los resultados con ambas opciones son prometedores, pero dada su novedad aún no existe seguimiento a medio y largo plazo como para determinar que podría ser alternativa al patrón oro actual para la vía de salida izquierda patológica en pacientes pediátricos, que es la cirugía de Ross/Ross Konno, consistente en el autotrasplante de la válvula pulmonar a posición aórtica y reconstrucción de la vía de salida derecha mediante un conducto.

Esta es una técnica muy agresiva para el corazón, con riesgo elevado de complicaciones, mortalidad y secuelas a largo plazo, de ahí las expectativas despertadas por las posibles técnicas alternativas.

Preferencia del cirujano y limitaciones anatómicas

Respecto a estas, a la hora de decidir entre bicuspidización u Ozaki no existen actualmente unos criterios definidos y la elección se basa en las preferencias del cirujano y determinadas limitaciones anatómicas del paciente. “En La Paz, por ejemplo, estamos realizando ya Ozaki más ampliación de anillo aórtico”, indica Aroca.

En cuanto a la cirugía del cono de Da Silva, el jefe de La Paz ha explicado que ha supuesto una revolución en la cirugía conservadora de la válvula tricúspide en la enfermedad de Ebstein, “con resultados a medio plazo superiores a los proporcionados por otras técnicas de plastia de la válvula”.

Aroca ha destacado también la explosión que está viviendo la cirugía cardiaca en el paciente congénito adulto, en relación con ese cambio de perfil notable en los últimos años, dado que hasta hace algo más de una década la cirugía más frecuente era el cierre de una comunicación interauricular con o sin drenaje venoso pulmonar anómalo parcial asociado.

“La irrupción de los cierres mediante cateterismos intervencionistas, junto con la traslación del pico demográfico de los pacientes con Fallot operados de pequeños y que llegan a la edad adulta, determinan que actualmente sea el implante de una prótesis pulmonar para recuperar la funcionalidad de la vía de salida derecha la cirugía cardiaca más frecuentemente realizada en la edad adulta, con una supervivencia cercana al 99 %”

junio 28/2022 (Diario Médico)

Comments

Comments are closed.

Name

Email

Web

Speak your mind

*
  • Noticias por fecha

  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración