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El 18,6 por ciento de la población de 15 a 64 años consume alcohol por encima del nivel considerado de bajo riesgo, que según el reciente consenso nacional aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), se establece en 10 gramos/día en mujeres y 20 gramos/día en hombres), según señala el ministerio de Sanidad acaba de publicar la primera edición de la ‘Monografía de Alcohol del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones’.
Precisamente, en este primer informe, elaborada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, destaca que hasta un 5,2 por ciento realiza un consumo considerado de riesgo, con cifras mayores entre las personas más jóvenes y en los hombres, aunque, en el grupo de 15 a 24 años, la diferencia entre sexos es mucho menor.
Además, en 2018/19, el 77,9 por ciento de los estudiantes de 14 a 18 años reconoció haber consumido alcohol alguna vez en la vida, el 77,5 por ciento algún día en el último año y el 58,5 por ciento en el último mes.
La prevalencia de consumo para estos tramos es, en general, superior en las chicas que en los chicos. El inicio del consumo en ambos sexos se sitúa en los 14 años de media. Asimismo, se apreció un repunte de intoxicaciones etílicas agudas y ‘binge drinking‘ en todos los tramos de edad y en ambos sexos. En el grupo de menores de edad (14 a 17 años) un 47,1 % de los chicos y un 52,3 % de las chicas dice que se ha emborrachado alguna vez. En concreto, en el grupo de 15 y 16 años, la prevalencia en los últimos 30 días fue del 17 %, por encima de la media europea que se sitúa en el 13 %.
«Este consumo intensivo se asocia en muchas ocasiones, además de a los efectos directos del alcohol sobre la propia fisiología y desarrollo neurológico, a determinadas conductas de riesgo», señala en una nota Sanidad, en la que recuerdan que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo de alcohol.
En España, entre 2010 y 2017 se estima que se produjeron una media de 15 489 muertes atribuibles al alcohol al año, de las que el 55,7 % son prematuras. El riesgo poblacional se situaría en una tasa media anual de mortalidad atribuible estandarizada de 40,9/100 000 personas-año (69,3/100 000 en hombres y 18,1/100 000 en mujeres). Del conjunto de las muertes por todas las causas se valora que el 4 % fueron atribuibles al alcohol.
Otros datos a destacar son que el 2,7 % de los estudiantes reconoció haber conducido un vehículo bajo los efectos del alcohol en el último año, y el 17,2 % dijo haber viajado como pasajero en un vehículo conducido por alguien que estaba bajo los efectos del alcohol (el 20,5 % de las chicas y el 17,2 % de los chicos). Además, el 16,9 % dice haberse visto implicado en una pelea o agresión y el 30,6 % haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo en esta situación.
Cabe destacar que el 94,9 % de los estudiantes de 14 a 18 años señaló no haber tenido ninguna dificultad para conseguir bebidas alcohólicas. El 37,7 % de las personas menores de edad accedieron directamente al alcohol, por ellos mismos (29,2 %) o a través de otros menores (8,5 %).
Consumo intensivo o binge drinking
Sanidad señala que se aprecia una consolidación del cambio en el patrón de consumo, alejándose del consumo diario tradicional. En la población general de 15 a 64 años el consumo es también elevado (el 93 % consumió alcohol alguna vez en su vida, el 77,2 % durante el último año y el 63 % durante el último mes), hecho que no ha disminuido en los últimos veinte años. Un 8,8 % declaró consumir a diario.
Los episodios de consumo intensivo son frecuentes (el 19,4 % se emborracharon el último año y el 15,4 % presentaron episodios de consumo intensivo o binge drinking en el último mes), mayores en los hombres y personas jóvenes, con tendencia ascendente en los últimos años Así, la población laboral muestra cifras de consumo de alcohol ligeramente superiores a las de la población general, con mayores prevalencias de consumo diario, que son más altas entre las personas en paro que entre las empleadas (10,9 % y 9,4 %, respectivamente).
Un tema de especial relevancia es el consumo de alcohol durante el embarazo, por las importantes consecuencias asociadas como los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF). En 2019/2020, el 1,2 % de las mujeres reconoció haber consumido alcohol estando embarazadas, cifra que se considera una infra estimación de este preocupante fenómeno.
En las personas mayores de 64 años, el consumo de alcohol está menos extendido que en la población de 15 a 64 años. Es superior entre los hombres, y se observa un mayor consumo diario, más consumo de vino, y menos consumos intensivos (binge drinking, borracheras y consumo de riesgo de alcohol).
En cuanto a la pandemia, Sanidad señala que todavía es demasiado pronto para calibrar el impacto a largo plazo de la COVID-19 en los patrones de consumo de alcohol de la población, pero los datos disponibles apuntan a que, en el año 2020, disminuyó el consumo de bebidas alcohólicas en ambos sexos y en todos los grupos de edad, en especial se redujeron los episodios de consumo intensivo en los grupos más jóvenes.
noviembre 16/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
Nota:
Se denomina así al consumo rápido e intensivo de bebidas alcohólicas, en «atracones», y es especialmente frecuente entre los adolescentes y los jóvenes. … Suele producirse cuando se consumen de 4 a 5 bebidas en un plazo aproximado de dos horas, y los niveles de alcohol en sangre alcanzan 0,08 g/dL.