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Casi la mitad del personal que trabaja en unidades de cuidados intensivos (UCI) en Inglaterra durante la pandemia de la COVID-19 tiene ansiedad severa, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT), y algunos aseguran sentir que estarían mejor muertos, según un estudio publicado recientemente.
Muchos enfermeros y médicos de las UCI alcanzan el umbral clínico de TEPT, ansiedad o problemas con la bebida, y los síntomas son tan graves que algunos informaron haber contemplado la posibilidad de autolesionarse o suicidarse.
Es probable que una salud mental tan gravemente deficiente entre el personal de las UCI que atiende a pacientes con la COVID-19 en estado crítico y moribundos afecte su capacidad para trabajar de manera efectiva y perjudique su calidad de vida, dijeron los investigadores que lideraron el estudio.
Más de 81 000 personas han muerto por la COVID-19 en Reino Unido, la quinta cifra oficial de muertos más alta del mundo en la pandemia. Más de 3 millones de personas han dado positivo de COVID-19 y el gobierno británico advierte que los hospitales y las salas de cuidados intensivos están al borde del colapso.
La presión sobre el personal de las UCI, que trabaja con pacientes muy enfermos durante períodos prolongados en áreas donde el riesgo de exposición al COVID-19 es alto y donde la escasez de personal y equipo plantea problemas a diario, ha sido particularmente alta.
«La alta tasa de mortalidad entre los pacientes con la COVID-19 ingresados en las UCI, junto con la dificultad para comunicarse y brindar un apoyo adecuado al final de la vida a los pacientes (…) es muy probable que hayan sido factores estresantes altamente desafiantes para todo el personal que trabaja en las UCI», dijo Neil Greenberg, profesor del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, quien codirigió la investigación.
El estudio, publicado en la revista Occupational Health, se realizó en junio y julio, antes de que Reino Unido comenzara a experimentar su último aumento de infecciones.
El estudio halló que entre más de 700 trabajadores de la salud en nueve UCI de Inglaterra, el 45 % alcanzó el umbral de probable importancia clínica para al menos uno de cuatro trastornos graves de salud mental: depresión severa (6 %), TEPT (40 %), ansiedad severa (11 %) o problemas con la bebida (7 %).
Lo más preocupante, indicaron los investigadores, es que más de uno de cada ocho participantes en el estudio informaron de frecuentes pensamientos autolesivos o suicidas -como pensar en estar mejor muertos o en hacerse daño a sí mismos- en las dos semanas anteriores.
Los hallazgos «resaltan el profundo impacto potencial que ha tenido la COVID-19 en la salud mental del personal de primera línea en Reino Unido», dijo Greenberg, y muestran una necesidad urgente de que los servicios de salud mental sean rápidamente accesibles para todos los trabajadores de la salud.
enero 14/2021 (Reuters). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
Referencia Bibliográfica:
Ilczak T., Rak M., Ćwiertnia M., Mikulska M., Waksmańska W., Krakowiak A. et al. Predictors of stress among emergency medical personnel during the COVID-19 pandemic. International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health. 2020. doi:10.13075/ijomeh.1896.01688.