La vitamina K es necesaria para la síntesis de las proteínas que ayudan a controlar las hemorragias y, por consiguiente, para la coagulación normal de la sangre; también es buena para la salud ósea y de otros tejidos, de acuerdo con Larry E. Johnson, especialista de la Universidad para Ciencias Médicas de Arkansas.

alimentos ricos en Vitamina KPor lo anterior, su carencia en recién nacidos puede causar la enfermedad hemorrágica, que se caracteriza por el sangrado intracraneal, cutáneo, gastrointestinal o nasal.

Existen dos formas: la clásica o precoz, que se da en la primera semana de vida; y la tardía, que se da entre las dos semanas y los seis meses, según Patricia Álvarez, especialista en obstetricia y ginecología.

Los recién nacidos tienen riesgo de padecer esta enfermedad porque no reciben la suficiente cantidad cuando están en el vientre o porque no pueden sintetizarla por sí solos; además la leche materna solo contiene pequeñas cantidades. También sucede cuando la madre ha tomado anticonvulsivantes, anticoagulantes o ciertos antibióticos.

En los adultos las causas de la deficiencia, según Johnson, se deben a una dieta baja en grasas, ya que esta se absorbe mejor con grasas saludables, por trastornos como la fibrosis quística, el tratamiento con ciertos fármacos, y por la ingesta de grandes cantidades de aceite mineral.

Por lo general, esta vitamina se encuentra en alimentos como espinacas, aceite de soja y canola, apio, arándanos, brócoli, lechuga, col rizada, moras, espinacas, pepinos, ciruela pasa, espárragos, zanahorias y frambuesas, por mencionar algunos.

El especialista resalta que los síntomas van desde hemorragias nasales hasta presencia de sangre en la orina o en las heces o bien, estas pueden ser de color oscuro y alquitranadas. Algunas personas tienen vómitos de sangre debido a una hemorragia estomacal.

Para el diagnóstico, los médicos realizan análisis de sangre, que miden la velocidad de la coagulación. También pueden ayudar pruebas que midan la concentración de la vitamina en la sangre.

Por último, Johnson asegura que para el tratamiento en los recién nacidos, se les administra una inyección intramuscular de vitamina K, esto a su vez reduce el riesgo de una hemorragia cerebral posterior al nacimiento.

En los adultos, dependiendo la gravedad, se suelen administrar suplementos por vía oral o mediante inyecciones, la dieta también es muy importante para reponer los niveles adecuados en el organismo. Si la causa de la deficiencia es un medicamento, debe ajustarse la dosis.

mayo 23/2020 (Notimex).- Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

mayo 24, 2020 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Enfermedades Nutricionales, Farmacología, Hematología, Nutrición | Etiquetas: , , , |

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